En
la anterior entrada veíamos cómo las relaciones entre el cura de
San Nicolás de Bari de Algorta y sus sirvientes (sacristán y
ayudante) dejaban mucho que desear. Y cómo se autorizaba a la
empresa de la red telefónica de Bilbao para instalar una sucursal en
Las Arenas.
A
principios de julio de 1888 el Consistorio acordaba indicar en las
actas, al referirse al Regidor Sr. Aldecoa, su no asistencia al
pleno, ya que llevaba cierto tiempo en la isla de Cuba y no era
previsible que volviera a lo largo del año en curso.
El
Ayuntamiento informado por los profesores de la escuela de “Francés
y Comercio”, recibía puntual información sobre las faltas de
asistencia y las notas de aplicación de los alumnos a lo largo del
primer tercio del año 1887-1888. Como los exámenes de francés se
iban a realizar en la escuela de solfeo el día 14 de junio, el
Ayuntamiento disponía que se pusiera en conocimiento del
profesorado, tribunal examinador de dicha convocatoria, así como del
vecindario para que quienes lo desearan pudieran acudir a ver el
evento.
Las
relaciones entre la familia Aguirre, propietarios del establecimiento
de “Baños de Mar Bilbaínos” y los propietarios de las casetas
de baño, no eran muy armoniosas, ya que solicitó el primero, que
interviniera el Ayuntamiento para hacer cumplir lo acordado el 25 de
agosto del pasado año. Al parecer los propietarios de las casetas de
baño invadían parte del terreno situado frente al Balneario, que se
había acordado respetar para uso exclusivo de los moradores de
aquella estación balnearia, por lo que la familia Aguirre
solicitaba: “...Desalojar
de dicho terreno las casetas ajenas a dicho Balneario...”
El consistorio acordaba que fuera el 2º Teniente de Alcalde, que
residía en Las Arenas, el encargado de solucionar el conflicto,
acotando el espacio que debían ocupar las casetas y oficiar a los
interesados: “...El
lote o lotes que debían ocupar de conformidad al bando o reglamento
establecido para la seguridad, vigilancia y servicio de las playas…”
Además disponían: “...Poner
un vigilante de playa en las de Las Arenas y Ereaga, con un haber
diario de 2,50 pesetas. Puesto que recayó en el caso de la Playa de
Las Arenas en D. Apolinar Muñoz, y en el caso de la de Ereaga en D.
Martín Palacios...”
En aquellos días proliferaban las casetas de baño, entre ellas las
verdes de Evaristo y Jerónima; y las de color blanco y chocolate de
Nicasio Román, quien expedía bonos para 9 baños, que con el viaje
en ferrocarril incluido costaba 30 reales y los del tranvía 34
reales.
Y
ya cercanas las fiestas locales de Getxo, el Ayuntamiento acordaba:
“...Nombrar
una comisión para que estudie y disponga lo más conveniente para
llevar a efecto la celebración de las fiestas, funciones de iglesia
y festejos, sin exceder la cantidad presupuestada, que según la
costumbre han de tener lugar en esta Anteiglesia en el presente y
próximo mes...”
Fiestas que según el cartel de 1888, primer cartel existente de
fiestas de Getxo, eran las de Las Arenas (Santa Ana), Algorta (San
Ignacio y San Nicolás) y las de Santa María. Quedaron encargados de
fiestas los concejales Sarria, Ajuria y Sustacha. El día 12 de
agosto de ese año se realizó una regata traineras a remo y botes a
vela; las traineras no debían de exceder su tripulación los 14
hombres y los botes de 3 hombres. Se inscribieron para
la tanda de botes:
D. Justo Arana, patrón del bote “Algorteña”, D. Justo Acha
dueño del bote llamado “Familia”, D. Santiago Diliz dueño del
bote llamado “Méjico”, D. Ignacio Goicoechea, dueño del bote
señalado con el folio numero 14, D. Cosme Líbano, patrón del bote
nombrado “Laura” y otro de los hermanos Zalduondo. Para
la tanda de traineras
se inscribieron: D. Manuel Asua, patrón de la trainera “Joven
Juanita”, D. Juan Martín Goicoechea, patrón de la trainera “Busca
la Vida” y Jon Antonio Báez, dueño de la trainera llamada
“Sociedad”.
Aquel
5 de julio de 1888 se acordaba establecer dos correos diarios, al
menos durante la temporada de baños. Así mismo se libraban 500
pesetas a nombre del Subdirector de telégrafos D. Esteban
Urrestarazu para los pagos menores que se fueran a producir en la
instalación de la línea telegráfica desde Bilbao a Las Arenas.
También se decidía adquirir el diccionario de Novia Salcedo.
Al
haber llegado la temporada de baños, algunos ediles solicitan
permiso para ausentarse de los plenos durante 15 o 20 días. A la
actividad lúdica se le llamaba “ausentarse a baños”.
A
medida que el Pueblo crecía, uno de sus barrios, Las Arenas” vería
desaparecer algunas instalaciones hosteleras como las fondas de
Cortina y Bernardino que darían paso a los hoteles Antolín y
Ventura y la casa de baños de Felipa Bustingorri, establecimiento
que fue inaugurado el día 21 de julio de 1888, situado tras la
iglesia de Las Mercedes, en primera línea de playa según se puede
ver el plano superior. Esta hostelera, unos años más tarde, en
1893, iba a figurar en el cuadro de los mayores propietarios de Getxo
con un patrimonio de renta de 2.000 pesetas, con cuatro propiedades a
su nombre, aunque pocos años más tarde había desaparecido de dicho
ranking.
En
esa misma fecha, 21 de junio de 1888, se publicaba el “Real decreto
sobre impuestos especiales de consumo sobre los aguardientes,
alcoholes y licores”: “...Para
las provincias de Alava, Guipuzcoa y Vizcaya. El adeudo y cobro del
impuesto, respecto a las importaciones de dichos artículos que se
verifiquen por las aduanas habilitadas al efecto, enclavadas en las
expresadas provincias,…la exacción del gravamen correspondiente a
las elaboraciones que verifiquen las fábricas situadas en las tres
provincias, se realizará por las respectivas diputaciones
provinciales. Las Diputaciones provinciales ingresarán mensualmente
en las arcas del Tesoro las sumas realizadas por este concepto. Las
respectivas Diputaciones provinciales, haciendo uso las facultades
que les otorga el artículo 14 de la ley de presupuestos de
1887-1888, determinarán al límite duelas recargos que sobre las
especies indicadas han de imponerse para la atención de los
presupuestos provinciales y municipales...”
Aquel decreto venía firmado por el Ministro de Hacienda D. Joaquín
López Puigserver.
El
día 25 de julio llegaba a la Villa de Bilbao, por la línea
ferroviaria del Norte, una locomotora con el nombre de “Ezequiel
Aguirre” para la línea de Bilbao a Las Arenas.
Al
día siguiente comenzaban las fiestas de Las Arenas (Santa Ana). Tal
era la importancia de las mismas que el propio Diputado a Cortes D.
Eduardo Aguirre, dejaba la Villa de Madrid para acudir a su mansión
de Las Arenas. Aquel día 26 de julio de 1888 se anunciaban las
fiestas organizadas por el Ayuntamiento de Getxo: “...Comienzan
las fiestas organizadas por el ayuntamiento de Guecho, según
costumbre de años anteriores, con el principal objeto de hacer más
grata la estancia de los bañistas. Habrá función religiosa en la
capilla de Santa Ana, en Las Arenas; por la tarde romería y por la
noche fuegos artificiales. El domingo próximo se repetirá la
romería, y por la noche habrá baile campestre…”
Tal era su aceptación por el público de otros pueblos que en “El
Noticiero Bilbaíno”, habla de su repetición el domingo 29 de
julio y dos días más tarde, decía: “...Fue
tal la aglomeración de viajeros en la estación del ferrocarril de
Las Arenas que ni los empleados ni la guardia civil y foral, ni los
agentes de seguridad y vigilancia, ni nadie, pudo contener aquella
terrible avalancha de expedicionarios. Las taquillas donde se
despachaban los billetes fueron rotas y abiertas a puñetazos, hubo
viajeros que vinieron a Bilbao sobre la cubierta de los carruajes,
donde se entretenía apagando las luces. En el tranvía de Las Arenas
hubo así mismo a última hora gran aglomeración de viajeros que
tomaban los coches por asalto; no pocas criadas no lograron llegar a
su casa hasta cerca de las once de la noche...”
!Para que luego digan de la juventud actual!.
En
la próxima entrada veremos cómo avanzaban los trabajos para la
llegada del telégrafo a nuestro Pueblo. Y cómo en julio de 1888 se
acordaba establecer dos correos diarios, al menos durante la
temporada de baños.
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