En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, se trataba sobre algunos cambios que se iban a producir en la llamada Plaza Cubierta y María Cristina.
Comenzaba el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 9 de junio de 1896 con una solicitud para la apertura de un establecimiento de ultramarinos en el barrio de Las Arenas: “...Se dio cuenta y quedo enterado el Ayuntamiento de un escrito de D. S. Ajuria, vecino de Bilbao, manifestando que trata de instalar un establecimiento de ultramarinos en Las Arenas, de esta Anteiglesia, en la casa de D. José Murga...”
Y no todo eran aperturas de nuevos establecimiento, también se informaba en el mismo pleno del derribo de viejos edificios algorteños: “...El propietario de la casa llamada Abaroa, sita en la calle Mayor, solicita permiso para el derribo de la misma por hallarse, la misma, en ruinas...” Edifico que ya en el callejero de 1887 figuraba, en la calle Mayor número 42, como inhabitable. Esta edificación se encontraba cercana al Casino Algorteño que tenía el número 44 de dicha calle. Para el callejero de 1897 esta calle había pasado a llamarse Avenida Basagoiti.
En ese mismo pleno municipal de trataba sobre el arriendo de carnes frescas: “...Se trata sobre una instancia de D. Emeterio Camiruaga, rematante del arriendo de carnes frescas de esta Anteiglesia para el presente año económico de 1896-1897, en la que expresa que a pesar de había propuesto como uno de sus fiadores a D. Gabriel Elorriaga este ha manifestado posteriormente que no podía obligarse debido a circunstancias ajenas a su voluntad. Y propone que dicho fiador sea sustituido por D. Julián Argaluza, vecino y propietario de esta Anteiglesia...” El Ayuntamiento de Getxo admitía aquel cambio.
Otro de los asuntos tratados en ese pleno tenía relación con el reloj de la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta: “...Se da cuenta de una instancia de D. Francisco Cordero relativa al reloj de la torre de la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta, después de una razonada y detenida discusión acordó el Ayuntamiento, que teniendo en cuenta lo expresado por el exponente, sobre la existencia de varias imperfecciones en dicho reloj, el mismo sea reconocido por una persona inteligente o de arte para que en vista de su dictamen determine esta Corporación lo que proceda. Para dicho cometido fue comisionado D. Juan Libano...”
También el tendido de postes de teléfono y telégrafo era asunto de aquel pleno municipal: “...Se da cuenta de una instancia del representante de la “Compañía Peninsular de Teléfonos” de la Red de Bilbao, solicitando permiso para variar los postes del teléfono para evitar el paralelismo con los conductores de energía del Tranvía Eléctrico en construcción en Algorta. Y habiendo visto que por los operarios del Tranvía Eléctrico han sido colocados por la calle zaguera a la Mayor y paseo de María Cristina hasta la Alhóndiga en la población de Algorta, se han colocado postes, sin duda, para poner en ellos alambres para el Telégrafo, acuerda este Ayuntamiento se oficie al Director Gerente de la Compañía del Tranvía Eléctrico encargándole se sirva solicitar de este Ayuntamiento permiso para la instalación de los mismos...”
Y con las fiestas a las puertas, el Ayuntamiento de Getxo decidía nombrar una comisión para las celebraciones festivas del verano: “...Acuerda este Ayuntamiento nombrar una Comisión que se denominará de “Festejos”, para que trate de elaborar los programas con el fin de celebrar, según costumbre, las funciones religiosas y profanas del presente año en esta Anteiglesia, para lo que se dispone que formen parte de ella cuatro concejales y tres vecinos, no concejales, quedando nombrados: El Teniente de Alcalde, D. Juan Libano, y los Regidores D. Gregorio de Arzubiaga, D. Manuel y D. Asensio Inchaurtieta y los vecinos D. José María Zubiaga, D. Joaquín Ardanza (hijo) y D. Salvador Cortina...”
Aquel 9 de julio de 1896, el Ayuntamiento de Getxo decidía: “...Proporcionar trajes de de verano para los cuatro guardias municipales y a los dos vigilantes de las playas...”
A la vez que, ya ciertamente enfadados por la tardanza en la finalización de las obras del Hospital Hospicio, el Ayuntamiento en último punto de ese pleno acordaba: “...Siendo indispensable inaugurar el nuevo Hospital Hospicio en la primera quincena del mes de agosto próximo venidero, y vencidos ya en exceso los plazos señalados para la conclusión de las obras, acuerda este Ayuntamiento por unanimidad: Se oficie al rematante de las obras, D. Manuel Bengoechea, ordenándole que sin más plazo ni escusa, entregue totalmente terminadas todas las obras del referido edificaciones del día 5 de agosto...”
Con la llegada del verano los horarios del ferrocarril de Bilbao a Las Arenas también veían cambiar sus ritmos. Decía la prensa bilbaína: “...Desde el día 18 de julio comenzará a regir en el ferrocarril de Bilbao a Las Arenas el servicio de verano, con salidas a las 5:20, 6, 7 y 8 de la mañana, y desde esa hora cada cuarenta minutos, hasta las ocho de la noche, más otro a las nueve horas. La tarifa vigente para el recorrido de Bilbao a Las Arenas será: Para un viaje 0,60-0,40 y 0,25 pesetas; el precio de ida y vuelta será 1,00-0,60 y 0,40 pesetas...” (El Noticiero Bilbaíno del 11 de julio de 1896).
Otra de las actividades musicales para amenizar las tardes de los veranos, en Las Arenas, era la actuación de la banda de Garellano: “...La Banda de Garellano ofrecerá un extenso repertorio, consistente en polkas, mazurcas, walses, schotis, habaneras y jotas, en el paseo de Las Arenas de cinco y media a ocho y media de las tarde...” (El Noticiero Bilbaíno del 12 de julio de 1896).
En la próxima entrada de esta serie veremos como, con la llegada del verano, comenzaban a abrir los balnearios de la Anteiglesia de Getxo.