miércoles, 29 de junio de 2022

COLEGIO SAN AGUSTIN (CURSOS DE 1946 a 1948)

El Colegio San Agustín, en su fundación estuvo ligado a los Padres Agustinos, desde 1938 al 1944, en esos años estuvo enclavado en el que fuera chalet de Sir Ramón de la Sota (Lertegi), al final del paseo de Zugatzarte, hoy sede de la empresa Sener.

Al finalizar la Guerra de 1937, paso a manos de los Claretianos desde 1944 al 1946. En este último año se traslado a Areeta-Las Arenas (Santa Ana), de la mano de unos cuantos profesores, entre quienes estaba D. Antonio Bastero que fuera director del Colegio San Agustín.

Hoy traigo a estas paginas dos fotografía de aquellos cursos de 1946-1947 y 1947-1948. 


CURSO ACADÉMICO DE 1946-1947, podemos ver a los alumnos de 6º, entre ellos aparecen:

En la fila de arriba de izquierda a derecha: Pedro Hurtado de Mendoza, Jaime Bernar, Ignacio Bilbao, Iñaki Larrazabal, José María Allende, José Miguel de la Rica y Luciano Solar.

En la fila de abajo, sentados, de izquierda a derecha: Gonzalo Sanz, Luis Landecho, Fernando Reyna, Jaime Aguirre y Iñigo Solaun.

CURSO ACADÉMICO DE 1947-1948, podemos ver a los alumnos de 7º, entre ellos aparecen:

En la fila de arriba, de pie y de izquierda a derecha: Pedro Hurtado de Mendoza, Eduardo Chapa, Ricardo Sagarminaga, Iñaki Larrazabal, José Ramón Velilla, Gonzalo Sanz, Lorenzo Hidalgo, José Lobera y José Miguel de la Rica.

En la fila de abajo, sentados, de izquierda a derecha: Iñigo Solaun, Luis Landecho, Luis Olabarri, José María Zarraga, Jaime Aguirre y Fernando Reyna.


Ambas fotografías, que me las ha cedido un amigo, Iñaki Larrazabal, fueron realizadas por el estudio de fotografía “Razquin”, el cual tuvo su sede en el número 14 de la calle Las Mercedes de Areeta-Las Arenas.

Si algún familiar de los que aparecen en las fotografías desea tenerlas, sin anagramas, puede ponerse en contacto conmigo y se la haré llegar.



domingo, 26 de junio de 2022

UNA MAESTRA DE LA FUNDACIÓN

 

Esta es la historia de una maestra de Andoain, que vivió e impartió clases en nuestra Anteiglesia, en la que se juntan dos historias, una acontecida en el bario de Algorta, y otra que le afecto gravemente a la protagonista, sobrevenida en el mar del Norte, a bordo de un vapor perteneciente a la “Compañía Uriarte”

Nuestro personaje, María Cruz Goicoechea Erauskin, una gipuzkoana que ejerció de maestra y Directora en la llamada Escuela de Niñas Pobres de la Fundación Alday, de la calle San Martín de Algorta.

Estas escuelas fueron inauguradas el día 16 de mayo de 1879, bajo la presidencia del Alcalde D. José Ramón de Arecheta. Al acto inaugural acudieron, además de las autoridades locales: “...D. Luciano de Alday testamentario y albacea de D. Andrés de Cortina y Piñaga y su viuda Dña. Rogelia de Cortina...”

María Cruz Goicoechea nació en Andoain (Gipuzkoa), según recogen los Autos Sacramentales de “Badator”, el día 24 de noviembre de 1878, fue bautizada en la parroquia de San Martín de Tours de esa localidad. Sus padres fueron José Cecilio Goicoechea Elosegui y María Celestina Erausquin Noguera.

María Cruz estudió magisterio en Valladolid y fue destinada a Algorta a finales de 1.899, como profesora de la Escuela de Fundación, donde ejerció hasta su fallecimiento en 1918.

Sus funciones como como Directora de la Fundación de Niñas Pobres de Algorta desde 1899, quedaron constatadas por la carta, que el 5 de diciembre de 1910 dirigió al Ayuntamiento de Getxo, solicitando aumento de salario, en la que contestaban a su solicitud, y convalidaban su titulación, la Comisión de Hacienda Municipal: “...La que suscribe Maestra Directora de la Escuela de la Fundación de Niñas de Algorta expone: Que desde hace 11 años viene prestando sus servicios. La suscrita Comisión de Hacienda ha examinado la instancia de la Señora Directora de la Escuela de la Fundación, considerándola con méritos suficientes después de 11 años de servicios prestados...” (Expediente del Archivo Municipal de Getxo Código 2214, Signatura 4511-22)

Cuando Mari Cruz llegó a Algorta, hacia 1.898/99, las personas del pueblo, cuenta su familia, que le dijeron: “...Has venido soltera y soltera te vas a quedar...” Esa afirmación, al parecer, fue debida a que en Algorta no había muchos hombres casaderos, ya que gran número de ellos eran marinos. Sin embargo no parece aquella predicción tuvo mucho futuro, pues poco después de un año ya estaba casada.

Se casó con Julio Raimundo (“Ramón”) Ruiz Yude, nacido en Bilbao el 12 de abril de 1874, de profesión Maquinista Naval. Raimundo fue bautizado 13 de abril de 1874 en la iglesia Santos Juanes, ya que la de San Nicolás de Bari de Bilbao, que era la que le correspondía, en aquellas fechas estaba ocupada militarmente.

El enlace de Mari Cruz Goicoechea Erausquin y Julio Raimundo Ruiz Yude aparece recogido en las bases de los Autos Sacramentales de“Badator”, con fecha del 4 de agosto de 1900, y según dichas bases se celebró en la iglesia de San Martín de Tours (Andoain).

Aquel matrimonio sin embargo duró pocos años ya que el 29 de abril de 1905, el vapor “Uriarte Nº 2”, donde J.R.” Ramon” Ruiz iba de primer Maquinista Naval naufragó.

En el diario “El Noticiero Bilbaíno” del día 2 de mayo de 1905 daban la noticia del hundimiento del “Vapor Uriarte Nº 2”: “...!Choque de vapores! El Vapor Uriarte Nº 2 perdido. Desgraciadamente se ha conformado la noticia respecto a que el “Vapor Uriarte” se ha perdido. En efecto, detalles telegráficos recibidos de Dower (Inglaterra) anuncian que dicho buque chocó con el vapor ingles “Tarrington” por lo que el primero se fue inmediatamente a pique. Los tripulantes del “Tarrington” después de inauditos esfuerzos, tan solo lograron salvar a 5 de los marineros que iban a bordo del “Uriarte Nº 2”. De los 31 marineros que iban a bordo del “Uriarte” cuando chocó y se fue a pique, 23 pertenecían a su tripulación y los 8 restantes habían embarcado en Bilbao, con destino al vapor “Laurak Bat”, que se hallaba en Newcastle reparando averías. El naufragio se produjo en un día de mucha niebla, en el Mar del Norte, y en el mismo solo pudieron salvarse cinco marineros. José Ramón Ruiz falleció en aquel naufragio. El vapor había salido de Bilbao el 25 abril de 1905 cargado con 3.107.205 de mineral con destino a Newcastle. El buque fue construido en Liverpool en 1889, en los astilleros T.Royder and San, pertenecía a la naviera Uriarte. Más tarde el “Uriarte nº 3” trajo de vuelta a casa a los rescatados. Los supervivientes fueron el Primer Piloto Miguel Pascual que era de Algorta, Antonio Astarloa de Mujika, el mozo Francisco Eguzkiza de Barrika, el camarero Francisco Torrontegi de Busturia y José Casas...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 2 de mayo de 1905).

La tripulación estaba compuesta por: “...El Capitán Nicolás Arana de Bermeo, Piloto 1º Miguel Pascual de Algorta. Piloto 2º Salvador Ardanza de Algorta, Mayordomo Domingo Larreta de Ibarrangelua, Camarero 1º Francisco Torrontegi de Busturia, Camarero 2º, Eusebio Cuevas de Erandio, Cocinero Francisco Bilbao de Erandio. Marmitón Sebastián Latxondo de Ibarrangelua y los Marineros: Ramón Piñeiro, Ramón y Fidel Lagos de Muros, Martín Lagos de La Coruña. Mozos: Francisco Eguzkiza de Barrika, Lorenzo Zabala de Bakio. Maquinista 1º, Ramon Ruiz de Algorta, Maquinistas 2º, Isidoro Elgoibar de Erandio y Gregorio Oar de Mujika. Calderetero Alfonso Alboniga de Berango, Fogonero Jose Garriga de Cataluña, Martín González de la República Argentina, Antonio Astoriza de Mujika; Paleros: Antonio Madariaga de Arrieta e Ignacio Arango de Durango...” (“El Nervión” del 2 de mayo de 1905).

En el padrón de 1910, figuraban María Cruz y sus dos hijos (Ángela y Marcelo) de 9 y 6 años de edad, los cuales vivían en la Calle San Nicolás de Algorta, con el número 337 de empadronamiento. (Padrón Vecinal del Archivo Municipal de Getxo; signatura 4493-2).

Sobre el hundimiento del Vapor Uriarte 2º también informaron otros diarios madrileños: “El día” del 4 de mayo de 1905: “...El armador de la casa Uriarte, D. Juan Antonio de Acha, ha telegrafiado con carácter urgente pidiendo amplios detalles respecto a los nombres de las víctimas del naufragio...” “El Imparcial” del 4 de mayo de 1905: “...Telegrafían de Londres que en el Paso de Calais se produjo una colisión entre el buque «Torrington» de Cardiff y el vapor «Uriarte» que se hundió rápidamente...” La revista de navegación “Vida Marítima” del 10 de mayo de 1905: “...Ha producido penosa impresión la noticia de haberse perdido el vapor Uriarte número 2 que el 25 de Abril último había salido de este puerto cargado con 3.107.205 kilos de mineral que procedía de las minas de la Compañía Orconera Iron Ore y fue embarcado con destino a Tyne-Dock. Pertenecía a la casa naviera Uriarte, de esta villa, siendo de la matrícula de Bilbao. Era un vapor de construcción moderna y que reunía excelentes condiciones para la navegación. Estaba asegurado en varias Compañías de Londres. Los detalles telegráficos recibidos de Dower (Inglaterra), anuncian que dicho buque chocó con el vapor inglés Torrimgton, por lo que el primero se fué inmediatamente a pique. Los tripulantes del Torrimgton, después de inauditos esfuerzos, lograron salvar a cinco de los 31 marineros que iban á bordo del barco español. La mayoría de los marineros, fogoneros y demás personal del Uriarte, eran naturales de pueblos de la costa vizcaína, pues solamente dos o tres de ellos tenían procedencia gallega...” Ese mismo diario el día 30 de mayo decía respecto del naufragio: “...El Uriarte número 2, como dijimos en nuestro número 121, fué echado a pique en el mar del Norte, a consecuencia del choque con el vapor inglés Torrington, pereciendo el capitán del Uriarte más 17 tripulantes y 8 pasajeros; el Consejo de Administración de la Compañía Naviera “Uriarte”, ha celebrado el día 10 del corriente en la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, de Algorta, funerales en sufragio de las desgraciadas víctimas que perecieron en dicho naufragio...”

El Consejo de Administración de la “Compañía Naviera Uriarte2 sacaba una esquela en el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 9 de mayo de 1905, que encabezaba con el nombre del capitán de Vapor Uriarte 2º y reseñaba: “...Los 17 tripulantes y 8 pasajeros (marinos) que sucumbieron en el Mar del Norte. Habiendo acordado celebrar funerales en sufragio... de las victimas... mañana miércoles 10 del corriente en la parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta...”

Volviendo a nuestra protagonista, hay un hecho que desafortunadamente no he podido documentar todavía. Cuenta su familia que en 1912, cuando se creó el Balneario de Igeretxe: “...María Cruz fue consultada por el Ayuntamiento de Getxo, ya que era euskaldun, para ver que nombre se le podía poner al balneario, y ella fue quien indicó que “Igeretxe” (Casa de Baños)...”

María Cruz Goicoechea falleció en Algorta el 5 de noviembre de 1918, a los 40 años, a causa de una epidemia gripe que en aquel momento azotaba Europa. A aquella pandemia a la que dieron el nombre de gripe “Española”, asoló Europa y causó millones de muertes. Se extendió entre 1918 y 1920. De ella afirman que causó más muertes que la “-I- Guerra Mundial”, que estaba finalizando, justo cuando se desató aquella terrible enfermedad. El diario bilbaíno “El Pueblo Vasco” decía sobre la epidemia en la provincia de Bizkaia: “...La epidemia en la provincia: Los datos recibidos ayer en la Inspección de Sanidad de 47 pueblos de la provincia, acusan el presente estado epidémico: Invasiones 202, Altas 455 y Defunciones 85...” (“El Pueblo Vasco” 6 de noviembre de 1918).

María Cruz dejaba dos hijos Ángela y Marcelo. Su esquela fue publicada en los diarios “El Noticiero Bilbaíno” y en “La Gaceta del Norte” el día 6 de noviembre de 1918. El funeral se celebró en la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta, el jueves día 7 a las 10 de la mañana, en las esquelas podía leerse “Profesora de la Escuela de la Fundación”.


miércoles, 22 de junio de 2022

NOCHE DE SAN JUAN, NOCHE DE RITUALES y -II-


Siguiendo con esta entrada dedicada a la noche de San Juan, a sus rituales, sortilegios y embrujos, en esta veremos como se practicaban estos en nuestro barrios.

La hogueras de San Juan, como no, se celebraron por todos los barrios del municipio de Getxo:

En Getxo (Andra Mari): Lo hacían en el barrio de Sarri (que estaba detrás del ambulatorio de Bidezabal, en la campa junto a la bajada para Beskoetxe), en ellas, según recuerda una vecina del barrio: “...El kiosco lo poníamos delante del lavadero, el coche de mi aita delante de nuestro caserío dentro del capot, con canciones en euskera, los animados se subían al kiosko a cantar, contar chistes....etc... el hermano de Marisa Arancibia le recuerdo cómo si fuese hoy contando chistes. Unas Sanjuanadas maravillosas bien organizadas todos saltando....mi tía Tere se disfrazaba de mujer muy mayor encorvada salía por sorpresa y la estampida era impresionante. Sarri fue mucho Sarri...”. 

Otro vecino del barrio de Sarri, ya mayor, me contaba algo que yo había oído relatar a un familiar: “...A comienzos de los años 50 del pasado Siglo XX, en el barrio de Sarri, se celebraba la fiesta de negros, era una representación que organizaban Basañez y otros vecinos, en la que participaba el “Lejones” (Juan José Legarreta), que se pintaba la cara de color atezado, le llevaban sobre un trono en el carro de Sarria. Este último que iba vestido de explorador con un sombrero salacof y una chimbera. Se solía meter a alguien dentro de una barrica simulado, lo que se decía que hacían algunas tribus africanas con los exploradores... cocinándolos al chup-chup para comérselos...”. Un vecino de la zona de Goñi me contaba recientemente: “...En nuestro barrio, la zona de Goñi, en los años 50 del pasado Siglo XX, también se hacía una hoguera entre Goñibarri y Goñi, a la que solían acudir todos los críos y vecinos de la zona...” También en la zona de Goierri, en Saratxaga, donde estaba el bar de Jesús y en Etxebarri, aunque por esa zona, cada caseríos organizaba su propia Sanjuanada.


En Malakate, se hacían hogueras junto a la charcutería de “La Cruz” y en la campa que esta detrás del parque, que estaba situada entre Maidagan y la antigua estación de Santa María de Getxo. También en la propia Plaza durante estos años pasados. En esa zona, Malakate, ante la desaparición de la campa junto antes mencionada, y las cada vez más rigurosas normas de seguridad, ha quedado tan solo, como recuerdo de esa fiesta una sardinada y txokolatada, que la Sociedad Itxas Argia ofrece a los vecinos.

En Algorta: Se hacía en la campa de la subida a la zona llamada “Benidor”, que esta junto a la playa de Arrigunaga, en la zona llamada “kaikabe”.

Cerca de la Campa del Muerto, en las casas de Medía.

En el Puerto Viejo en el Murallón, sobre el espigón, y en Genaratxu.

En el barrio de la Humedad (Villamonte) junto a la Ikastola San Nikolas y en la bajada a Salsidu.

También en el barrio de Zubileta, costumbre que se mantiene actualmente.

Y la quizá más afamada, la de Alango, que en la prensa bilbaína, aparecía recogida en 1981: “...Alango (Algorta).- Prosiguen las fiestas de San Juan Bautista. Por la mañana, pasacalles y campeonato de rana. A las doce y media de la noche, quema simbólica del muñeco, traca y verbena amenizada por la orquesta «Zailean»...” (“La Gaceta del Norte” 23 de junio de 1981).

Respecto de las Fiestas de San Juan de Zubileta, decir que llevan más de veinte años realizándose, y que a pesar ser un poco desconocidas para mucha gente de Getxo, por su localización, tienen uno de los programas festivos más atractivos en la actualidad, ya que tiene 4 días de fiesta, que comienzan el jueves día 23 de junio. Dentro de su programación incluyen en el primer día festivo:

  • A las 16:00 Chupinazo.

  • 16:30 Parque infantil con hinchables.

  • 17:30 Concurso de dibujo.

  • 19:30 Cabezudos con el Grupo Agurra.

  • 20:30 Chocolatada.

  • 21:30 Música con al Andrés Isasi Matxing Band.

  • 22:15 Hoguera de San Juan.

El resto de los días festivos, como se puede ver en el Cartel que han publicado, el viernes, sábado y domingo, ofrecen un amplio repertorio de juegos y diversiones para los más pequeños y mayores, que incluye: Fiesta infantil con espuma, carreras y deportes rurales, concurso de tortillas, Euskal dantzak, concurso de disfraces y final de fiestas de San Juan el domingo día 26 de junio a las 16:00.


En Neguri Langile: Se celebraban en la “campa del Conde de Aresti” (Plaza Gernika), pero ya hace cuatro años que se disolvió la Comisión de fiestas que solía organizarlas.

Las de Romo: Se realizaban en los Arenales de la Prolongación Amaya (en el lado de Leioa) y en la plaza de Ganeta.

En Las Arenas: En las campas a la izquierda del Puente Bizkaia (la llamada campa de los caballos), detrás de la Iglesia de Las Mercedes y en el Pinar (campa de Chavarri, cerca del convento de Las Esclavas).


En el barrio de Santa Ana, en la llamada “Campa de la Mina” (en el cuadrado que forman las actuales calles Eduardo Coste, Jolastokieta con Máximo Aguirre e Ibaibide).

Las playas también han sido lugar de encuentro de la juventud, para la celebración de las hogueras de San Juan, que al igual que antaño, terminaban formando parte de pequeñas fogatas de cada cuadrilla. Incorporando una costumbre de nuestros nuevos vecinos llegados de más allá del Atlántico, las barbacoas.

Sobre acontecidos en esas fechas, contar que... en el barrio de Las Arenas, los amigos de lo ajeno dejaron su impronta en esa festividad. Un robo que se produjo en el desaparecido bar “El Puerto”, junto a la Iglesia de Las Mercedes: “...Robo en el bar “El Puerto” en Las Arenas. La fechoría más reciente ha sido en el bar “El Puerto”. En este asalto intervinieron personas mayores y un niño, al que hicieron penetrar por una ventana muy estrecha. Una vez en el interior del bar descolgó un jamón cortando previamente la cinta que lo sujetaba con un cuchillo de cocina; abrió el cajón del mostrador y sé apoderó de unas 1.500 pesetas, envolvió en un mantel varias botellas de licor y paquetes de tabaco, sartas de chorizos y otros comestibles y volvió a salir...” (“La Gaceta del Norte” del 25 del junio de 1965).

Otra de las curiosidades que coincidió con el día de San Juan de 1972 fue que aquel día, en Getxo, se elegía a la reina y damas de honor de las Fiestas: “...Las cuales iban a presidir las carrozas, que desfilarían por Arriluze, el primer sábado de agosto...” (“La Gaceta del Norte” del 24 del junio de 1972). En aquella elección la elegida fue la vecina de Getxo, Isabel Cárcamo.

Años mas tarde con la perdida de terrenos rurales y campas, las hogueras de San Juan han pasado celebrase en algunos lugares de forma simbólica, como la que se hace en la Plaza de San Nicolás de Algorta.

Seguro que en este relato faltaran algunos lugares de celebración en la Anteiglesia de Getxo, pero es muy probable con vuestra ayuda podamos completar esos rincones, donde la tradición de San Juan era seguida por pequeños y mayores. Pero lo que es seguro, es permanecerá en el recuerdo de quienes las disfrutamos, ese olor característico a humo, que en la mañana de San Juan recorría nuestros barrios, y a las brasas aún candentes de las hogueras, que acababan siendo sofocadas por los empleados públicos al día siguiente.

La noche de San Juan se conoce como una de las noches más cortas del año en el hemisferio norte, simbolizando el triunfo de la luz sobre la oscuridad a través del

fuego. La tradición dice que las hogueras encendidas durante la noche de San Juan preservan de todo mal durante el año.

Así que como en años anteriores a la pandemia, ahora toca divertirse y celebrar esta vieja tradición, en la que antaño se asaban patatas nuevas, recogidas en los huertos cercanos de nuestros barrios, esperando que los fuegos de San Juan alejen de nuestros barrios todos los males.


!ONDO PASA SAN JUAN EGUNA!

NOCHE DE SAN JUAN, NOCHE DE RITUALES -I-

Noche de San Juan, noche de rituales, sortilegios y embrujos, noche mágica entorno al fuego. Tradición de origen pagano vinculada al solsticio de verano, la cual al igual que muchas de nuestras tradiciones fue asimilada por el cristianismo.

Esta entrada por su amplitud, ocupa ocupa dieciséis cuartillas, he decidido dividirla en dos.

Se según contaban algunos autores: “...Las antiguas tribus germánicas, eslavas y celtas de Europa celebraban el solsticio de verano con hogueras. Era la noche de rituales del fuego, de la magia del amor y la adivinación. Las parejas de amantes saltaban a través de las llamas ya que se creía que los cultivos crecerían tan alto como lo que las parejas fuesen capaces de hacerlo...” Noche en la que según algunas tradiciones, se da impulso a la energía solar para que se mantenga potente la energía del crecimiento y de lugar a cosechas abundantes.

Según el autor James George Frazer en su obra “La Rama Dorada”: “...En tiempos de la cultura celta, los campesinos solían encender hogueras y danzar en torno a ellas, en fiestas que se celebraban todos los años, suponiendo que al saltar sobre ese fuego (centro del mundo), quedarían renovados por otro año más...”

Hogueras que en algunas épocas fueron , y a pesar de lo cual saltándose también las normas, se siguieron haciendo. Contaban en un diario bilbaíno de principios del Siglo XX que: “...Aun cuando están prohibidas las fogatas, siguiendo una inveterada costumbre fueron bastantes las que en los alrededores de la villa se encendieron anoche, que era realmente una víspera muy propia de la fiesta de hoy, sirviendo de gran solaz a los muchachos...” (“Euzkadi” del 24 de junio de 1913).

En nuestro entorno, la tradición de la hogueras de San Juan, se seguía de una forma ritual. En el recuerdo de muchos queda aquella vieja costumbre, rememorando como: “...En las aldeas y barrios cercanos a ellas, los baserritarras aprovechaban para deshacerse de la broza, para sacar todos los enseres viejos de los caseríos. Tanto en estos, como en los hogares de los pueblos, era habitual oír aquello de que “es para quemar en sanjuan”. Y como en las aldeas había que optimizar recursos, las cenizas sobrantes de las hogueras se aprovechaban como fertilizante...” Ya desde días antes, los laboriosos acarreadores de la sanjuanada, establecían un cordón sanitario en torno a ellas: “...Los chavales hacíamos guardia para que los de otros barrios no se apropiaran de nuestras ramas y robaran el material con tanto mimo acarreado...” 


A continuación llegaba el gran día: “...En los barrios sobre todo, la hoguera era preparada con un gran palo a forma de mástil, clavado en el centro de la pira, en muchos casos eran postes de Iberduero, que por entonces tendía sus líneas por el barrio, sobre él, presidiendo la fiesta, se colocaba un muñeco de trapo, en nuestro pequeño barrio lo confeccionaba un vecino que era sastre, Mikel Atxaeradio; las maderas se apiñaban entorno el madero central... todo valía, un destartalado jergón que por al mañana mostraría casi calcinadas sus vértebras metálicas, la vieja mesilla guardiana de mil y una confidencias, a la que había llegado su último ocaso. Así era la “sanjuanada”, sobre ella, una vez reducida por las las llamas, saltaban niños y mayores, todo ello en medio de gritos, chillidos de las madres llamándoles temerosas de que se quemaran, mientras se entonaban canciones relacionadas con la festividad...”.

Noche, en la que según Estanislao Jaime de Labayru, sacerdote e historiador vasco, era tradicional que los mozos cantaran las siguientes estrofas:

...San Juan, San Juan

Beti zaitut goguan...

Arrantza bi altzuan

Beste bi kolkuan.

Zapuak eta sorginak

Erre, erre

Gariyak ta artuak

Gorde, gorde,

!Ujuju! !Ujuju!...”

Creían que el canto que, tradicionalmente precedía a la quema de la pira de San Juan, protegía de males: “...De hierbas que tienen recolectadas los montañeses desde el año anterior, y que en manojitos o ramilletes colocan entre la pira que ha de arder, para que cuando se halle ésta encendida se aventé el humo en todas direcciones: el vulgo cree en una virtud maravillosa existente en el fuego de esa noche para beneficiar las heredades y expeler todo maleficio...”

Quizá la fiesta más afamada de poblaciones cercanas a Getxo, en el Siglo XIX, fuera la de Sondika. A ella solía acudir nuestra Banda de Música Municipal para animar los festejos: “...La romería de San Juan en Sondica estuvo concurridísima el jueves. Multitud de aldeanos y muchos bilbaínos alegraron con su presencia la magnífica campa de la Anteiglesia, añadido a un día de calma, y a la actuación de la Banda de Algorta, contribuyó a que los romeros saliesen de allí, con ánimo de retornar mañana domingo, día en que se repite la romería...” (“Irurak Bat” del 26 de junio de 1869).

Fiesta, fundamentalmente nocturna, que en nuestros barrios veía arder numerosas fogatas. Ya que cada cuadrilla, dentro de su núcleo urbano o rural, tenía su particular Sanjuanada.

También con ese motivo, en Algorta, algunas sociedades privadas organizaban sus propias fiestas, como la del “Balneario de Ereaga”, que se anunciada para esa fecha: “...El sábado 24 de Junio, conciertos por el “Quinteto Dino Dini”, mañana día de San Juan, de once a una. Se contará con el servicio del tranvía eléctrico...” (“Euzkadi” del 24 de junio de 1916).

Frente a nosotros, en Portugalete, en 1932, se celebraban las fiestas de San Juan con gran alarde musical: “...Las fiestas de San Juan comenzaban con una retreta a cargo de chistularis y tamborileros y la salida de los gigantes para cantar y bailar en torno a las clásicas fogatas, “calentines” tenían por nombre. A la hora de salir esta edición estará celebrándose la indispensable verbena mañanera en el campo del Lavadero y mas tarde comenzará la diana de los chistus, a la que seguirán las anunciadas fiestas en el Hospital Asilo de San Juan Bautista, y por la tarde y por la noche la romería en la plaza de la República...” (“El noticiero Bilbaíno” del 24 de junio de 1932).

En el municipio vecino de Leioa, en 1969, las celebraciones de San Juan era famosas. En ellas participo un coro muy popular de Algorta: “...Tres días de fiestas de San Juan. Muchas gentes y mucho éxito y alegría en las fiestas que Lejona ha organizado, siguiendo la tradición por San Juan Bautista, comenzaron el sábado: Fue de gran altura el Festival de la Canción Vasca que se celebró en el Ikea, que estaba rebosante de público. Se eligió a la reina de las fiestas. Hubo grandes partidos de pelota, un buen concurso de danzas vascas y romería. Ayer, cucaña terrestre, fiesta Infantil, el -III- Gran Concurso del Vestido Barato, desfile de antorchas y encendido de la hoguera, por la noche romería, verbena y la gran chocolatada. Hoy, tras la diana, los cabezudos y la misa se celebra una Gymkana motorista. Por la tarde, se celebrará una carrera ciclista, el -X- Gran Premio San Juan, y a las ocho y media, concierto y concurso de ochotes. En este concurso van a competir el laureado “Ameslariak” de Lejona y el “Biotz Alai” de Algorta...” (“La Gaceta del Norte” del 24 de junio de 1968).

En la siguiente entrada, sobre el tema de las Hogueras de San Juan, veremos como se realizaban los rituales en nuestros barrios, aunque no en su totalidad, ya que más adelante trataré de ampliar, con entrevistas a las comisiones organizadoras de cada localidad, datos a cerca de esa festividad.


!ONDO PASA SAN JUAN EGUNA!

 

domingo, 19 de junio de 2022

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -282-


En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se estaban realizando trabajos en las carreteras de la Provincia.


En el diario “El Noticiero Bilbaíno” del sábado día 13 de julio de 1895, aparecía el programa que la banda de música de Garellano tenía previsto ofrecer en el barrio de Las Arenas, como inicio de sus actuaciones veraniegas: “...
Dará comienzo el concierto, mañana domingo, de cinco a ocho y media de la tarde, con las siguientes obras:

1º Pasacalle de “La Dolores”, del maestro bretón.

2º Tanda de walses “La tempestad”, del maestro Chapi.

3º La polca “Eulalia”, del maestro Ruiz.

4º La mazurca “La Golondrina”, del maestro Roig.

5º El chotis “El Olimpo”, del maestro Marcos.

6º El ptpourri “Cosas de España”, del maestro Marcon.

7º El tango “Ecos del Alma”, del maestro Roig.

8º La “Gran jota argonesa”, del maestro Martinez...”

El lunes día 15 de julio, la prensa bilbaína, informaba que: “...La playa de Las Arenas estuvo ayer tarde muy animada. La banda de Garellano ejecutó alegres piezas en la plazuela de aquel bonito barrio (se trataba de la plaza del Puente Vizcaya), en la que la juventud se entregó al baile, no solamente a los acordes de dicha banda, sino también del tamboril. Se dispararon multitud de cohetes, y reinó gran animación hasta bien entrada la noche...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 15 de julio de 1895).

Y mientras en nuestro pueblo hermano, Portugalete, se celebraban fiestas y la música sonaba en las plazas, a ambos lados de la ría: “...En el cauce del Nervión, se celebraba una regata de lanchas de pesca, en la que participaron embarcaciones de Algorta, Portugalete, Santurce y Cierbana; la de Algorta de nombre, “Joven Isabel”, llevaba como patrón a D. Antonio Trueba; Portugalete con la “Adela”, estaba patroneada por D. Gabriel Egusquiza; Santurce con dos embarcaciones “Paloma” y “Gloria”, pilotadas respectivamente por D. Tomás Urzaco y D. Valentín García y “La Vascongada” de Cierbana, cuyo patrón fue D. Nicolás Azcarragay. El campo de regatas estaba comprendido entre la Benedicta y el final del Muelle de Hierro, con vuelta hasta enfrente de la “Sociedad la Unión”. Quedaron clasificadas en el siguiente orden: Primera “Gloria”, seguida de la “Paloma”, ambas de Santurce, tercera la “Joven Isabel” de Algorta, cuarta “Adela” de Portugalete y quinta “La Vascongada” de Cierbana...”

Y Siguiendo con el veraneo, en esta ocasión era el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 18 de julio de 1895, quien mencionaba a una revista madrileña, respecto del veraneo en nuestros pueblos: “...Para Bilbao y sus habitantes ha de tener excepcional interés, el número que se recibirá aquí de “El Nuevo Mundo”. Aparte de un artículo de fondo altamente lisonjero, se reproducen unos dibujos de los artistas Lucas Villamil y Picolo sobre el paseo del Arenal y la Playa de Las Arenas...” En la revista mencionada aparecía en primera plana un dibujo sobre fotografía del ilustrador “Picolo”, de la Playa de Las Arenas y un gravado de la casa donde se encontraba la redacción del diario “El Noticiero Bilbaíno”, junto a otra del paseo del Campo Volantín. En esa revista el escribiente hacía una aseveración que yo no discutiré: “...Si el español fuera aficionado a viajar, más por «ver» que por «darse a ver», no habría uno solo que no hubiera visitado Bilbao. Y cuando el ruido y el movimiento de la ciudad molesten, Bilbao ofrece rápidos y cómodos medios de comunicación para ir a la pintoresca Algorta, en cuya población alternan la colonia de indianos enriquecidos y aposentados en chalets, con pescadores de lindas barriadas; a Las Arenas con su playa inmejorable, de cuya fama nos escusa de más largo elogio. Todos aquellos alrededores de Bilbao, que son para la gran Villa a modo de preciosos rubíes que rodean a la refulgente perla...” Poco más que añadir a los comentarios de aquel admirador de nuestros Pueblos.

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 18 de julio de 1895, en primer lugar, se daba cuenta de un oficio del Presidente de la Junta Provincial del Censo Electoral de Bizkaia: “...Se da cuenta y quedó enterado este Ayuntamiento de un oficio del Presidente de la Junta Provincial del Censo Electoral de Vizcaya, acompañando al mismo las listas electorales de este Pueblo, correspondientes a los dos distritos electorales, constatando que el Distrito 1º tiene 487 electores y el Distrito 2º tiene 388...”

En esa época era muy habitual que algunos ediles, Alcalde incluido, y otros cargos públicos solicitasen permiso para realizar tratamientos de salud, en otras poblaciones. En ese mismo pleno se trataba sobre uno de esos servidores públicos: “...También se dio cuenta de un oficio del Médico titular D. Manuel Hormaechea dando conocimiento de tener que ausentarse a tomar las aguas de Panticosa, solicitando permiso que ya había sido concedido por el Alcalde días antes...”

En ese mismo pleno se informaba de que comienzos de agosto de 1895 se había convenido que el día 4 de agosto se iban a representar en Algorta: “...Se dio cuenta de una carta de D. José Peluispe, de Madrid, referente a los cuadros disolventes acordados para representar el día 4 de agosto en esa...” Aquellos cuadros disolventes no eran otra cosa que una proyección mediante una linterna mágica, consistían en instalar fuentes de luz detrás de paneles de cristal pintados y superpuestos, consiguiendo con ello efectos que simulaban de movimientos de imágenes. Los llamados “Cuadros disolventes”, fueron inventados por Henry Langdon Childe (1781-1874), un showman inglés, conocido por desarrollar la linterna mágica y las vistas de disolución, un precursor de la disolución en la técnica cinematográfica. Quien represento estos mismos cuadros en Gasteiz: “...Durante las fiestas de la Virgen Blanca, el día de 5 de agosto de 1895, a las nueve de la noche...” (“El Semanal” de Vitoria del 3 de agosto de 1895).

Al llegar la temporada de vacaciones, dejaré descansar esta serie hasta principios de septiembre, puesto que mucha de las personas que me siguen comenzaran sus vacaciones. Pero seguiré publicando otros temas, que también forman parte de la historia de Getxo, hasta que el 25 de julio, tras las Paellas de Aixerrota, coja yo mis vacaciones, como decía antes, hasta principios de septiembre.