martes, 30 de abril de 2024

PRIMERO DE MAYO DESDE 1898

 

Como todos los primeros de mayo la clase trabajadora, a principios del Siglo XX, realizaba sus llamamientos, los cuales solían producirse a través de manifiestos de sus principales dirigentes, con opiniones divergentes en función de su adscripción ideológica.

En 1915 el llamamiento de alguna organización obrera bilbaína era: “...A todos los explotados. Fiel a su misión emancipadora de los trabajadores, este año con motivo de la Fiesta del Trabajo se dispone a protestar una vez más contra el régimen capitalista que dominando la tierra esclaviza a los trabajadores que extraen de sus entrañas todas las riquezas de las cuales se sirve sola y exclusivamente una minoría de sus semejantes...” (El Norte del 29 de abril de 1915).

Recordaban algunas de las reivindicaciones obreras del Congreso de Paris de 1889, entre ellas la legislación protectora del trabajo para ser reclamada, todos los años en la manifestación del 1º de mayo: “...Limitación de la jornada de trabajo a un máximum de ocho horas para los adultos; prohibición del trabajo de los niños menores de catorce años y reducción de la jornada a seis horas para los jóvenes de uno y otro sexo de catorce a diez y ocho años; abolición del trabajo de noche, exceptuando ciertos ramos de industrias cuya naturaleza exige un funcionamiento no interrumpido; prohibición del trabajo de la mujer en todos los ramos de industrias que afecten con particularidad al organismo femenino; abolición del trabajo de noche de la mujer y de los obreros menores de diez y ocho años, descanso no interrumpido de treinta y seis horas por lo menos, cada semana, supresión del pago en especies o comestibles y de las Cooperativas patronales...” (El Norte del 1 de mayo de 1915).

Pocos años más tarde las manifestaciones que recorrían nuestras calles reclamaban nuevas mejoras tales como: “...Conceder el derecho de sufragio a los ciudadanos que hayan cumplido veintiún años. Ratificación sin condiciones del Convenio de Washington sobre la jornada de ocho horas. Medidas que intensifiquen la construcción de casas baratas. Promulgación de una ley que facilite el desenvolvimiento de las Cooperativas obreras...” Y de mientras, aquí en casa, la celebración del Primero de mayo se veía deslucida por el mal tiempo, contaba la prensa que: “...Ayer por la mañana se procedió en el Ayuntamiento de Guecho a distribuido un donativo de cinco pesetas a cada uno de los obreros parados vecinos de la anteiglesia, presentándose a recogerlo unos ochenta. Se llevó a término un mitin en la Avanzada, que transcurrió sin incidente alguno...” (El Noticiero Bilbaíno del 3 de mayo de 1931).

A veces parece que el paso del tiempo no cambia la necesidad de esas pequeñas cosas que ayudan a mejorar la vida de los trabajadores y que son negadas por los poderosos.

domingo, 28 de abril de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -383-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como las mareas dañaban algunas propiedades de Ereaga.

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 6 de mayo de 1897, una vieja demanda relacionada con los terrenos Comunales del Municipio, volvía a a los tribunales: “...El Alcalde Presidente manifiesta en este pleno que, según una carta orden que le ha sido notificada en unión del regidor Síndico en virtud de despacho del Sr. Juez de Primera Instancia del partido de Bilbao, cuya copia se tiene a la vista, es necesario que esta Corporación nombre un nuevo Procurador o Abogado que le represente en los autos de la demanda por la misma ante el Consejo de Estado contra la Real Orden del 16 de junio de 1895 sobre nulidad de la venta de los montes Comunales de esta Anteiglesia. En su vista y con el fin de evitar que por falta de representación en los autos pudiera deparar algún prejuicio a este Ayuntamiento, acordamos autorizar y se autoriza en forma competente al Alcalde D. Santiago Diliz y al Síndico D. Gregorio Arzubiaga para que en nombre y representación de esta Corporación Municipal otorgue el correspondiente poder a favor de D. Antonio Pérez Crespo Abogado del Colegio de Madrid, para que represente a este Ayuntamiento ante el tribunal de lo Contencioso Administrativo ante el Consejo de Estado en todos los recursos contencioso administrativos que tenga pendientes de incoar a este Ayuntamiento...”

En algunos casos el reconocimiento de las ayudas a vecinos en situación de pobreza eran reconocidas por el Consistorio. Tal paso en el caso de un vecino de Getxo (Andra Mari o Santa María): “...Se da cuenta de una instancia de D. Juan...., domiciliado en esta localidad parroquia de Santa María, y que tomando en consideración lo que expone, así como su aflictiva situación, enfermo desde hace ya mucho tiempo, sin recursos y sin que pueda ingresar en el Hospital Hospicio del Municipio, y según consta en la certificación facultativa que acompaña a su instancia. Acuerda este Ayuntamiento: Que desde hoy en adelante, hasta que otra cosa no se disponga, se facilite al referido solicitante por vía de socorro domiciliario de los fondos municipales, la cantidad de 22,50 pesetas mensuales, y que solamente se le facilitaran por cuenta de este Ayuntamiento en clase de pobre los medicamentos comunes y ordinarios que necesitare, y no ninguno de los llamados específicos, los cuales en caso de ser necesarios serán por cuenta del referido solicitante, y se ponga este acuerdo en conocimiento del Farmaceútico titular D. Miguel García Salazar para su gobierno...”

A veces la relación del Ayuntamiento con la Banda Municipal no era la apetecida, máxime cuando esta escaseaba de componentes, y los desacuerdos entre el Director de la misma y alguno de sus miembros era notoria: “...Se da cuenta de una instancia de D. Millán Arnuero Director de la Banda de Música de esta Anteiglesia. Y atendiendo al contenido de la misma se colige que existen divergencias entre el referido Director y algunos músicos de las misma, y que nada garantiza que durante el próximo verano pudiera esta prestar un regular servicio, teniendo en cuenta el escaso número de individuos que componen dicha Banda y lo estipulado en el punto 16 del contrato. Acuerda este Ayuntamiento, por unanimidad, se manifieste al expresado Director que a esta Corporación no le conviene seguir con la banda d a partir del día 1 de julio próximo venidero, debiendo la misma cumplir exactamente los estipulado en el contrato hasta del día 30 de junio del presente año...”

A pesar de que el Hospital Hospicio de Algorta ya estaba en funcionamiento, en el pleno municipal del 6 de mayo de 1897, el Contratista de las obras reclamaba que estas fueran reconocidas y recibidas por el Ayuntamiento: “...Se da cuenta de una instancia de D. Manuel Bengoechea, de esta vecindad, solicitando se reconozcan y reciban por la Corporación las obras del Hospital Hospicio Municipal ejecutadas por él en concepto de rematante contratista. Acuerda este Ayuntamiento: Pasar dicha instancia al Director facultativo de dichas obras, para que reconociéndolas detenidamente en unión de la Comisión del ramo del Municipio, emita un dictamen...”

En ese mismo pleno municipal se trataba sobre una calle nueva que el Ayuntamiento de Getxo trataba de abrir en la zona de San Nicolás: “...Se da cuenta del proyecto y presupuesto formado por el Arquitecto Municipal para la construcción de una calle nueva desde frente a la Parroquia de San Nicolás de Bari, con dos transversales que van a parar a la de San Nicolás, cuyo presupuesto incluye la indemnización que debe hacerse a D. Juan Antonio Aldecoa...”

El último asunto que se trataba en el pleno de 6 de mayo de 1897 hacía referencia a la comida que había de servirse a los miembros de las mesas que se iban a formar en la elección de Concejales el día 9 de ese mismo mes: “...Acuerda este Ayuntamiento que la comida para la mesa que ha de constituirse en esta Casa Consistorial, en la elección de Concejales que se celebrará el próximo día 9 de mayo, sea preparada y servida por D. Manuel Eguia, y la de la mesa del segundo Distrito (Casa Hospital) sea servida por Dña. Josefa Uribe de la “Fonda San Ignacio”, ambos según costumbre de los años anteriores...”

La huelga de los trabajadores de las minas era otro de los asuntos que, en este caso, la prensa bilbaína llevaba a sus páginas: “...Esta mañana se declararon en huelga los obreros de las minas el “Morro”, “Malaespina”, “Ollargan” y “San Luis”. Los obreros, en número de 900 próximamente, pretendieron en manifestación penetrar en esta villa. Cuando se encontraban cerca de la estación del ferrocarril Central, cuatro individuos del cuerpo de miñones les cortaron el paso, consiguiendo que no continuaran adelante, como era su objeto. En esta forma permanecieron algunos momentos, acordando nombrar una comisión que visitara al Gobernador Civil y que le expusiera lo que pretendían: la rebaja de dos horas diarias de trabajo. El Gobernador les prometió interesarse por su causa y les aconsejó, se retiraran, a sus respectivas casas. A la mayoría de los obreros no les pareció bien la contestación, y comenzaron a dar voces de ¡adelante! ¡adelante! La fuerza de miñones, estuvo a punto de ser arrollada, y se vio en la precisión de dar algunos culetazos. En vista de esta actitud, los huelguistas, se retiraron hacía los Caños. Por la tarde el conflicto quedó arreglado, al acceder los dueños de las minas a las peticiones de los obreros. En lo sucesivo éstos entrarán al trabajo a las seis de la mañana, en vez de a las cinco y termiran a las seis de la tarde...” (El Nervión del 3 de mayo de 1897).

Una de las costumbres de la época, sobre todo en días festivos, era ver a alguna banda de música, pianos e manubrio y ciegos con guitarras y bandurrias amenizando los espacios festivos. Seguramente algo de eso sucedió en las fiestas organizadas por el “Circulo Algorteño”, que a finales de abril de 1897, en una Junta General, daba posesión a los nuevos cargos elegidos por los socios, quedando como sigue: “...Pedro Larrondo, presidente; Cándido Arrola, vicepresidente; Félix Muguruza, secretario; Juan Libano, tesorero; y como vocales los siguientes señores: Manuel Elustondo, Manuel Aparicio y Luis Bilbao...” Y acordaban celebrar el 4º aniversario de la fundación de la Sociedad con un banquete: “...Que fue servido por Dña. Prudencia Uribe. La fiesta se celebró en el paseo de María Cristina...” (Del Libro de Actas del Circulo Algorteño de los años 1897-1905).

En la próxima entrada de esta serie veremos, como eran las características de la nueva calle que se iba a abrir frente a la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta.

jueves, 25 de abril de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -382-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, algunos vecinos solicitaban el cargo de Depositario de los Fondos Municipales de esta Anteiglesia.

En el pleno del 29 de abril de 1897, el Ayuntamiento de Getxo, acordaba que los locales destinados a acoger las próximas elecciones a Concejales fueran: “...Para el Distrito Primero Sección Única, la Casa Consistorial de la plaza de la Constitución (San Nicolás), y para el Distrito Segundo Sección Única, la casa llamada “Hospital” de San Ignacio. Y suministrar la comida a la Junta Municipal del Censo, que el día 2 de mayo deberá permanecer en esta Casa Consistorial con arreglo a las disposiciones vigentes, para el nombramiento de los Interventores que han de constituir las mesas en los dos distritos electorales de este Pueblo para la elecciones de Concejales el próximo día 9 de mayo. Recomendaba el Sr. Alcalde que la comida fuera preparada por D. Manuel Eguia...”

Algún carpintero local, quien sabe si por altruismo o por hacerse un hueco en los suministros municipales, realizaba una donación para el pueblo de Algorta para la conducción de cadáveres a su última morada decía: “...El carpintero D. Luis Lasa ha regalado un ataúd o caja para deposito provisional de cadáveres de las personas que fallezcan en el Hospital Hospicio de Algorta...”

Por aquellas fechas una de las arterias principales del Algorta, parece que era transitada por afanados conductores de bicicletas y velocípedos, que causaban conmoción en los viandantes debido a su “excesiva velocidad”: “...El Ayuntamiento de Guecho acuerda: Que teniendo presente la poca anchura que en toda su extensión tiene la Avenida Basagoiti, la más concurrida de la población para el transito de personas, y con el fin de evitar cualquier disgusto que pudiera ocurrir, se prohíba para lo sucesivo el tránsito de bicicletas y velocípedos por dicha calle, y se aconseja que dichos vehículos transiten por la calle de la Carretera que es más espaciosa...” El velocípedo o biciclo, con su gran rueda delantera, era un artefacto de propulsión humana de nueva implantación, que proporcionaba a los aficionados altas velocidades, fue un instrumento que había alcanzado gran popularidad entre los más adinerados del barrio. Uno de los vendedores de velocípedos en Bilbao era “Humber, Rudge Gladiator” que vendía un modelo de 1897, incluidos accesorios, por la cantidad de 325 pesetas, su comercio “Danborenea” estaba en el número 14 del Campo Volantín en Bilbao.

No era la primera vez que las mareas dañaban algunas propiedades de Ereaga. En el pleno municipal del 29 de abril de 1897 se trataba sobre ello: “...Se da cuenta de una instancia de D. Vicente Suarez, vecino de Bilbao, referente a varios destrozos causados por las grandes mareas en el punto llamado Ereaga de Algorta, donde el exponente tiene alguna propiedad. El Ayuntamiento tras tratar el asunto acordaba reponer el trozo de camino afectado por las grandes mareas...”

Dicho pleno del 29 de abril de 1897 nos dejaba el dato de cual había sido el solar sobre el que una conocida vecina de Algorta iba a edificar su nueva casa: “...Acordó el Ayuntamiento pasar a la Comisión de Fomento y Policía Urbana, un escrito del Arquitecto Municipal, referente a la alineación señalada al solar donde trata de edificar una casa Dña. Carolina Mandaluniz, en la anteriormente derruida llamada “Dominguena” en la cuesta de San Nicolás de Algorta...” También otro vecino de Algorta, por aquellos días, trataba de edificar su nueva casa en Alango, se trataba de D. José Ramón Arecheta.

Y finalmente, en ese pleno, se hablaba sobre el alcantarillado del barrio de Algorta, cuyas aguas eran vertidas en el Puerto: “...Se da cuenta del plano y presupuesto formado por acuerdo de esta Corporación, elaborado por el Arquitecto Municipal, para la construcción de una alcantarilla, por la carretera Provincial, desde la casa de D. Juan Antonio Garay en el barrio de la Cadena, hasta la que se encuentra al entrar en la calle Arechondo...”

La prensa bilbaína publicaba una noticia referida al Puente Bizkaia, y a la necesidad de captar agua del río Gobela para alimentar su caldera: “...La sociedad anónima explotadora del puente «Vizcaya», pretende derivar del río Gobelas, afluente de la ría de Bilbao, cinco metros cúbicos de agua cada 24 horas, con destino a la alimentación de la caldera que pone en movimiento el carro trasbordador del mencionado puente...” No era la única noticia relacionada con Getxo, ya que informaba el mismo diario sobre la llegada de uno de los patricios de Algorta, y de como era recibido con música: “...Ayer llegó a Algorta, acompañado de su distinguida esposa, el banquero D. Antonio Basagoiti siendo obsequiado anoche con una serenata...” (El Nervión del 30 de abril de 1897).

El primero de mayo hacía ya notar el fuerte incremento de policías en las calles de la provincia, ante las justas reivindicaciones de los obreros: “...Las autoridades han comenzado a adoptar algunas precauciones a fin de evitar que durante el primevo de mayo se alteré el orden público. El comandante de miñones conferenció esta mañana con el general gobernador, con objeto acordar la fuerza que ha de prestar guardia en los muelles del Desierto y la Orcónera, donde se teme han de declararse en huelga los obreros.

Mientras en la Arboleda, durante un mitin, se referían a las consecuciones alcanzadas por los trabajadores, el líder Facundo Perezagua, que en 1896 consiguió la reducción de jornada laboral y el fin de los barracones y cantinas obligatorias, decía: Hemos conseguido lo que nos proponíamos, el que los obreros guarden fiesta el 1º de mayo...” (El Nervión del 30 de abril y 1 de mayo de 1897). En día 1 de mayo, en Bilbao, se declaraban en huelga los obreros de las minas el Morro, Malaespera, Ollargan y San Luis. (El Nervión del 2 de mayo de 1897).

Un naufragio que acabó afortunadamente sin victimas humanas aconteció frente al Puerto de Algorta: “...Los tripulantes que componían la dotación de la lancha «Elora» que naufrago ayer a la vista del puerto de Algorta, los cuales consiguieron ser salvados de una muerte cierta, se llamaban Vicente Aresti, Juan B. Echandía, Gregorio Aldecoa, Juan M. y Antonio Goicoechea...” (El Nervión del 5 de mayo de 1897).

No me resisto a dejar sin pasar por alto uno de los anuncios que publicaba la “Escuela de Artes y Oficios de Bilbao”, por las connotaciones machistas, que a pesar de la época, que a mi entender desprendían dichas clases, se trataba de clases de verano: “...Se halla abierta la matrícula para la enseñanza de la mujer, durante el presente verano. Esta matrícula comprende las clases siguientes: Dibujo de adorno, y Corte de vestidos y manejo de maquinas de coser...” (El Nervión del 6 de mayo de 1897).

En la próxima entrada de esta serie veremos como, el Ayuntamiento de Getxo presentaba una demanda en Madrid, para que se declarara la nulidad de la venta de los montes comunales de nuestra Anteiglesia.

domingo, 21 de abril de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -381-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX veíamos como se cubría el cargo de Depositario de los Fondos Municipales.

Algunas veces el Puente Bizkaia, durante su servicio, recibía algún impacto de las embarcaciones que surcaban la ría: “...Esta mañana, a las cinco y media, el gánguil de la Junta de Obras del Puerto, que bajaba cargado de dragado con objeto de tirarlo al mar. Al llegar a Portugalete, y cerca del Puente de Vizcaya, chocó con el transbordador que iba bastante lleno de pasajeros. La embestida, según nos dicen, fue violenta, he hizo inclinar bastante hacia un lado el transbordador, lo que provocó en los pasajeros un gran susto. Afortunadamente no ocurrió ninguna desgracia personal. El gánguil continuó la marcha, pero la jarcia de babor y la perilla del palo se resultaron dañados. El transbordador también continuó el servicio, pero sufrió averías en la parte del S.O., oséa en la cara de dentro...” (El Nervión del 28 de abril de 1897).

Entre las obras que el Puente Bizkaia estaba llevando acabo, en abril de 1897, había una que afectaba al caudal del río Gobela: “...La sociedad anónima explotadora del puente «Vizcaya», pretende derivar del río Gobela, cinco metros cúbicos de agua cada 24 horas, con destino a la alimentación de la caldera de la máquina de vapor que pone en movimiento el carro del transbordador de dicho puente...” (El Nervión del 30 de abril de 1897).

Ya estaba próximo a ver las rotativas bilbaínas el primer número del semanario nacionalista “Baserritarra”. Salió el 2 de mayo de 1897, en su portada decía: “...Ve la luz todos los domingos. Se publicará mientras sea oportuno...” La prensa bilbaína se hacía eco de ello. Se trataba de un dominical. La publicación desapareció sin llegar al año de vida.

En algunas ocasiones la utilización del Fuerte las canteras de Aiboa era cuestión de controversias entre Ayuntamiento y mandos militares. Fuerte que tras ser utilizado en 1894 como hospital de coléricos fue devuelto a la autoridad militar el mismo año. En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 22 de abril de 1897, acontecía una de aquellas discusiones, en este caso porque el pago de esa instalaciones venía siendo cargado a nuestro Consistorio: “...Se da cuenta de una carta particular del Cuerpo de Ingenieros, referente al Fuerte o Batería del punto las Canteras de esta jurisdicción. Tras una razonada discusión se acordó comunicar al Gobernador Militar de la Provincia, que se digne en dar sus ordenes para que dicho fuerte cuyos gatos están sufragados por este Ayuntamiento, sea recibido por la fuerza de los Ingenieros Militares por pertenecer el mismo al Gobierno...”

Algunas veces las solicitudes de ingreso en el Hospital Hospicio eran atendidas por el Ayuntamiento de Getxo. En el pleno del 29 de abril de 1897 se trataba sobre uno de esos casos: “...Se da cuenta de una instancia de Dña. Carmen Soltura, viuda y domiciliada en esta, suplicando que para que pueda ser mejor atendida debido a su avanzada edad de 87 años, se admita su ingreso en el Hospital Hospicio de Algorta, y porque a pesar de los teres reales diarios que le pasa el Ayuntamiento no puede ser atendida por su familia. El Ayuntamiento de Guecho acuerda: Que visto lo cual y la certificación expedida por el Medico Titular, D. Manuel Hormaeche, acordamos ingrese dicha señora en el Hospital Hospicio, y le sea retirada la cantidad de tres reales que la Corporación viene dándole...”

En la justificación de las cuentas en aquel pleno se consignaban las siguientes partidas:

...Al Cura de la parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, 1.000 pesetas por la mitad o primer plazo de la cantidad concedida de los fondos municipales, para pagar la nueva campana hecha en la fabrica de la “Delta Español”, para la torre de dicha parroquia.

Al mismo otras 150 pesetas por los sermones predicados durante la Semana Santa por los R.P. Carmelitas de Begoña, además de otras 40 pesetas por un sermón predicado por un Padre del Corazón de María el día de la inauguración del Hospital Hospicio.

A D. Pedro Basterrechea, sacristán de la parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, 10 pesetas por lo gastado en viajes a Bilbao a verse con el Arcipreste, con motivo de la bendición e inauguración del Hospital Hospicio, que ha satisfecho a los monaguillos por sus servicios...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, el Ayuntamiento de Getxo preparaba los locales para las elecciones municipales que se iban a celebrar el día 2 de mayo de 1897.


miércoles, 17 de abril de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -380-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, la entrada de buques a puerto, era otra de las preocupaciones, debido al gran cambio que se estaba produciendo en el Puerto Exterior.

Seguía el pleno municipal del 22 de abril de 1897, en el se trataba sobre el cobro de algunos intereses municipales: “...A instancias del Sr. Alcalde, D. Santiago Diliz, se participa a toda la Corporación Municipal, haber sido cobrados en el “Banco de España” de la Sucursal de Vizcaya, 5.656,65 pesetas de intereses de inscripciones de este Municipio, correspondientes al trimestre vencido el primero de enero último de 1897; habiendo sido cobrados también, en su debido tiempo, los vencidos el 1º de octubre de 1896; pero no se han cobrado los de julio anterior, por lo que se acuerda hacer presente por medio de un oficio a la Administración de Hacienda de la Provincia la falta de ese cobro...” Para la ejecución de obras de los Ayuntamientos, en 1896, era necesaria la presentación del estado impositivo de los recursos que se destinaban al pago de los intereses y amortización.

En el mismo también se informaba de algunos pagos de trabajo realizados en el Hospital Hospicio: “...Se acuerda el pago de 87,30 pesetas al Telegrafista D. Félix Muguruza, por la instalación de varios timbres, en el Hospital Hospicio del Municipio...”

Seguía el pleno y se trataba sobre el nombramiento del Depositario Municipal: “...Se da cuenta de las cuatro instancias, acompañadas por las correspondientes cédulas personales, presentadas por D. José Ramón Ansoleaga, D. Pedro Amezaga, D. Evencio Cortina y D. Higinio Cereceda, todos de esta vecindad, solicitando el cargo de Depositario de los Fondos Municipales de esta Anteiglesia, vacante por la dimisión del que todavía desempeña el cargo, D. Juan Manuel Ugarte. En su vista después de un meditado razonamiento sobre el particular, y dejando consignado que los cuatro aspirantes reúnen todas las circunstancias y condiciones para desempeñar el referido cargo. A continuación procedió el Ayuntamiento, en votación ordinaria, al nombramiento del Depositario de los Fondos Municipales, cargo que recayó en D. Pedro Amezaga...”

Finalizando el pleno del 22 de abril de 1897 se trataba sobre los gastos gastos y donaciones del nuevo Hospital Hospicio de Alango: “...En este estado se hizo presente la necesidad de para la debida claridad y constancia , quede consignado lo concerniente al estado y situación del nuevo Hospital Hospicio del Sagrado Corazón de Jesús de esta Anteiglesia.

Considerando que en las obras, amueblado, arreglo de la huerta y jardín, pago de sueldos a las Hermanas, y otras menudencias de dicho Hospital, se han invertido hasta la fecha 32.309 pesetas, procedentes de los donativos particulares, sujetos a la condición de que en caso de segregación de alguno de los barrios que hoy componen el Municipio, quedaran las cantidades donadas a favor de aquel en que se hallare el edificio...” Eran previsores los de Algorta por los intentos de segregación del barrio de Las Arenas en 1888.

A continuación se detallaban las donaciones recibidas entre 1894 a 1897:

D. Martín Berreteaga Compañeta, 261,46 pesetas.

D. Juan Bautista Basagoiti, 500 pesetas.

D. Domingo Zubiga, 50 pesetas.

D. Martín Berreteaga Compañeta, 2.500 pesetas.

Dña. Leona Zalduondo, 20.000 pesetas.

D. Leandro José Uribe, en memoria de su cuñado D. Justo Ugarte, 250 pesetas.

D. Víctor Chavarri, 500 pesetas.

D. Francisco Martínez Rodas, 500 pesetas.

La testamentaria de Dña. Juana Ajuria, 1.000 pesetas.

La testamentaria de Dña. Rita Jainaga, 50 pesetas.

D. Vicente Vidaurrazaga, 250 pesetas.

Dña. Leona Zalduondo, 1.000 pesetas.

Dña. Fidela Aldecoa, 500 pesetas.

D. Luciano Alday, en memoria de Dña. Carmen Cortina Piñaga, 1.100 pesetas.

D. Pedro Amezaga, en memoria de Dña. María Manuela Amezaga, 500 pesetas.

D. Antonio Uribe, 1.000 pesetas.

D. Pascual Pérez, 25 pesetas.

Dña. Manuela Arteta, viuda de Basagoiti, 2.275 pesetas.

D. Juan Bautista Basagoiti, 500 pesetas.

Aquellas donaciones, que se realizaron en distintas fechas, y que alguno de los donantes repetía, ascendieron a 32.761,46 pesetas.

Seguían diciendo en aquel acta municipal: “...Considerando, que siendo el edificio Hospital Hospicio, terreno, mobiliario y fincas, propiedades del Municipio, llegado el caso de segregación, la porción segregada tendría derecho a una parte proporcional de aquel.

Considerando por tanto, que el medio más adecuado de saber la intención de los donantes es que la actual Municipalidad de Guecho, como dueña y poseedora del edificio, terreno y mobiliario, reconozca a favor de la entidad o institución benéfica Hospital Hospicio, un crédito de 32.309 pesetas y le abone un redito del 5% anual, a partir del 1 de junio próximo venidero, así como de las cantidades que en lo sucesivo pagare de las donaciones la Junta de Caridad.

Acuerda este Ayuntamiento hacer este reconocimiento del modo más solemne y eficaz a fin de que en todo tiempo surta sus efectos...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, se oían rumores de que el 1° dé Mayo se iban a declarara en huelga todos los obreros de las minas.