En la entrada anterior veíamos cómo la presencia del carnaval se hacía
sentir en la comarca.
El día 17 de febrero de 1894 el diario “El Nervión” informaba de un posible naufragio en Punta Galea: “…A la altura de Punta Galea fue encontrado ayer por el vapor “Piloto” un bote abandonado con las iniciales “C. C. P.” y de nombre de San Pedro, el cual fue remolcado por el vapor hasta Portugalete, donde se halla a disposición de sus dueños. ¿Tendremos que lamentar alguna nueva desgracia?...” Al día siguiente el diario “El Noticiero Bilbaíno” precisaba más la información: “…El patrón del vapor “Piloto” de los prácticos lemanes del Puerto de Bilbao, D. Juan José Sánchez, halló a las siete de la mañana del día 13 de este mes, a la altura de Punta Galea, y en las inmediaciones de Ciervana, un bote abandonado, Lleva en la cuaderna las iniciales “C.C.P.” y por la parte de fuera y bien legible el nombre de San Pedro. No se tiene seguridad de que sea el 206 o el 208 La pequeña embarcación ha sido embarrancada en la playa de Portugalete…”
Para el día 18 de febrero de 1894, en el diario “El Noticiero Bilbaíno” se
informaba del avance de las obras de contramuelle de Algorta: “…Para el próximo mes de abril se terminará de echar la escollera que falta
en el rompeolas del Abra, quedando unos trescientos metros lineales que aún
faltan por rellenar de bloques, para luego construir sobre ellos le
superestructura…”
El día 19 de febrero de 1894 los diarios “El Noticiero Bilbaíno” y “El
Nervión” informaban sobre el concurso para el suministro de electricidad a los
barrios de Algorta y Las Arenas: “…Al concurso celebrado por el
Ayuntamiento de Guecho para la instalación del alumbrado público por
electricidad, en Algorta y Las Arenas. Se han presentado las proposiciones
siguientes: Una de D. Salustiano Zaracondegui, comprometiéndose a llevar a cabo
dicho servicio por quince años, según
las condiciones establecidas, en la cantidad de 8.800 pesetas anuales, y la
otra presentada por D. Carlos Cuartíelles Catalá, que se compromete a prestar
este servicio por 8.700 pesetas. En el plazo de veinte días resolverá el
Ayuntamiento…”
Sobre el alumbrado de estos dos barrios, en el diario “El Noticiero
Bilbaíno” del 21 de febrero de 1894, en un apartado dedicado a cartas que
enviaban corresponsales desde los municipios, escribía uno de esos
corresponsales una carta bajo el título “Desde Algorta”: “…Señor Director: El sábado último a las tres de la tarde
tuvo lugar en el salón principal de la Casa Consistorial de esta Anteiglesia,
según estaba anunciado, el concurso del alumbrado público por electricidad de
los barrios de Algorta y Las Arenas. Dos fueron los proponentes que se
presentaron, a saber: D. Salustiano de Zaracondegui, que se obliga a instalar y
suministrar dicho alumbrado por la cantidad de ocho mil ochocientas pesetas, y
D. Carlos Cuartielles Catata, Director Gerente de la “Eléctrica del Nervión”,
que la proporciona por la suma de ocho mil setecientas pesetas. Como el
Ayuntamiento, según una de las cláusulas del pliego de condiciones se reserva
el derecho de aceptar o desechar una de las proposiciones en el término de 20
días, ignoramos el resultado, pero teniendo en cuenta el precio excesivo de
ambas proposiciones, creemos que la Corporación Municipal declarará desierto el
concurso; y tanto más nos afirmamos en esta creencia, cuando que, hemos oído
decir, tratase de formar aquí una Compañía Anónima con el objeto de suministrar
a dichos barrios el alumbrado eléctrico que necesitan, y si se ha de juzgar por
la primera reunión habida ayer, pronto llegará el capital necesario…”
En el pleno del 22 de febrero de 1894 se trataba sobre un
restaurante de Las Arenas: “…D. Juan José
Garate solicita poder abrir una puerta y poner un rótulo en la parte trasera de
la fonda o “Restaurant Ventura en el barrio de Las Arenas…”
Por esas fechas y en el mismo pleno se trataba sobre la
concesión de una gratificación al maestro auxiliar de la Escuela Pública de
Niños de Algorta, la misma se acordaba a partir de una petición de dicho
maestro: “…Se da cuenta de una instancia de D. Casimiro Angulo,
quien suplica que por las razones que expone, se le aumente el sueldo. Tras una
meditada y razonada discusión y teniendo en cuenta los servicios que debe
prestar este maestro, por la división en dos de la clases distintas de niños,
acordamos conceder al exponente de una gratificación anual de 249 pesetas, por
sus buenos servicios que presta como maestro con el correspondiente título para
que le sirva de estímulo...”
El cementerio de San Nicolás a finales de febrero de 1894
necesitaba remodelaciones, sobre todo su Capilla: “…Por lo
que este Ayuntamiento acuerda que para la reposición y conservación de la
Capilla del cementerio de San Nicolás se ejecuten las obras necesarias…”
El día 24 de febrero de 1894 el Ayuntamiento de Getxo
ponía un anuncio en el diario “El Noticiero Bilbaíno” en el que indicaba: “….Que de acuerdo con lo ordenado por la Diputación
Provincial, se pone a disposición del público en la secretaria de este
Ayuntamiento, el resumen de la riqueza territorial y ganadera de este término
municipal…” Daban 15 días para que los
vecinos pudieran hacer las reclamaciones, eso sí, si las mismas resultaban
infundadas los gastos de las operaciones serían por cuenta del reclamante. Y a
partir de este anuncio, gracias a los documentos del Archivo Foral de Bizkaia podemos conocer algunos datos de nuestra
Anteiglesia en 1894:
A partir de este anuncio, gracias a los documentos de
dicho Archivo Foral de Bizkaia de los Expedientes
Administrativos “H05087/002 y H05091/003” conoceremos los datos que en
ellos se reflejaban relativos al Padrón de la Declaración Ganadera y de la contribución Industrial de nuestra
Anteiglesia en 1894. Respecto del Padrón de Riqueza Ganadera destacar que la
misma se obtenía, entre otras cosas, aplicando los siguientes valores a cada
cabeza de la cabaña: Para el Vacuno 10 pesetas cabeza, Caballar y Mular 7,
Asnal 1,50, lanar 5 y Cabrío y Cerda 5 pesetas. Según aquel informe Getxo tenía
la siguiente cabaña: Ganado Vacuno,
de más de 2 años 477 cabezas y menor de 2 años 286 cabezas; Caballar
de más de 2 años 31 cabezas y 1 de menos de 2 años; Mular 11 cabezas; Asnal
9; Lanar 22; Cabrío 3 y de Cerda de
menos de 1 año 370. Según lo indicado, Getxo tenía una riqueza ganadera de por
un valor de 9.831,50 pesetas. Más de la mitad de ella concentrada en el barrio
de Santa María, el resto se repartía entre Algorta y en menor medida el barrio
de Las Arenas.
La lista de caseríos era muy larga por lo que solamente
citaré alguno de ellos y las personas que aparecían en dicha relación por
barrio (Si alguien tiene interés por conocer los caseríos y personas que los
habitaban, le facilitaré la misma):
Por Santa María aparecían: En el Caserio “Telleche” Valentín Uriarte y Cándido Guerediaga; en “Piñaga
Goicoa” Juan José Fresnedo e Isabel Gumucio; en “Elorri” Manuel Larrauri; en “Zubilleta
Osticoa” Simón A. Saitua y Ramón Iturregui; en “Salsidu” los hermanos Juan José y Francisco Basarte; en “Ibatao” Isabel Aguirre y Juan Bautista
Sustacha; en “Torreche” Guillermo
Uriarte y Juan María Veitia; en “Cortiñe”
Juan Bautista Aguirre y José Domingo Izcoa; en “Goñibarri” Patricio Arrigorria, Juan A. Vidaurrazaga, Clemente
Goicoechea y José Mezo.
Por Algorta aparecían: En el caserío “Villabotas” José ramón Uriarte y Guillermo Arana; en “Alango Mayor” José Chopitea, en “Santucu” Simona Mota, Antonio
Larrabeiti, Marcos Basarte y Juana Uribe; en “Arene” Estanislao Echevarria y José Camiruaga; en “Chisquiena” Juan Martín Olabarrieta; en “Arecheta” José Ayestaran, Felipe
Arrieta, José y Hilario Arri y Paulino Zavala. En la lista también aparecían
como residentes en Algorta, Valentín Galin, Ezequiel y Santiago Landa, Antonio
Gorordo, Eugenio Ansoleaga, Saturnino Azcorra, Juan Antonio Garay, Domingo
Besuen, Daniel Guerricagoita, Eugenia Eguia, Felix Viot, Emeterio Camiruaga,
Jose Ramón Mota, Idelfonso Arrola; en la zona del Castillo, Pascual Urresti,
Pedro Aldecoa, Juan Antonio Zubiaurre y otros.
Por Las Arenas aparecían: Los siguientes vecinos: Marcos Zamacona,
Andrés Larrazabal, Vicente Zavala, Valentín Celaya en Romo, José María Martínez
Rivas.
En la valoración de la Contribución Industrial la cual se
valoraba, en todo Getxo por un valor de
20.710 pesetas, se establecían varias clases. En la misma aparecían:
En Las Arenas: Como comerciante de telas Mateo Ajuria y el fondista Antolín Urtiaga. En ferreterías
Domingo Fresnedo. Venta de bacalo Angela Lejarraga. La Posada restaurante de
José Garate. Los Ultramarinos de Josefa Arechaga, la Viuda de Juan Carballo.
Los ultramarinos de Higinio Lafuente. La confitería de José Larrazabal. Los
vinos de Lorenzo Basabe y Felipe Charroalde. Las casetas de baño de Vicente
Zabala y Nicasio Román. La Carbonería de Ángel Ugarte. Además de un carruaje de
dos caballos y cuatro ruedas y otro con un caballo a nombre de Marcos Zamacona.
Los Balnearios de Felipa Bustingorri con
11 bañeras y Eladio Berriatua 12 bañeras.
En Algorta: Los Ultramarinos de Julian Aguiriano en Arechondo. Las
Panaderías de Agapito Elustondo, Idelfonso Arrola y Miguel Garaizar. Los vinos
generosos y finos de Juan José Libano. Los Ultramarinos de Máximo Llantada,
Virginia Manene y Manuel Seco. La Sastrería de Manuel Tobalina. Las Casetas de
baño de Ramón Bilbao y Antonio Arechavala en Ereaga. El Balneario de Antonio
Arechavala con 6 bañeras. Como Industriales aparecían en la relación: La Fábrica de teja y ladrillo de
Robustiano Larrondo, la cual tenía dos hornos y cuya renta se valoraba a razón
de 65 pesetas por horno. La Fábrica de
baldosas, ladrillos y cemento de Miguel Uria, la cual tenía un molino y un
horno, que se le daba un valor de 300 pesetas por el molino y 60 pesetas por el
horno.
Los balnearios de Las Arenas y Algorta estaban valorados
en una renta por bañera de 20 pesetas.
La relación se acompañaba de una larga lista de
profesiones a quienes se estimaba un valor medio de 165 pesetas por persona. Al
final de aquella lista aparecían los Pilotos
Lemanes, todos ellos de Algorta, entre los que se encontraban: Francisco
Bengoechea Arteta, José María Mota, Pedro Icaza, Casimiro Landarte, Santiago
Saitua, Joaquín Ardanza y otros. En la misma aparecía también Antonio Trueba,
quien disponía de dos lanchas dedicadas al lemanaje y amarre de barcos.
En la próxima entrada de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX,
veremos cómo se autorizaba a extender un ferrocarril hasta el punto de
“Ascampe” en Algorta.