lunes, 18 de marzo de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -85-



En la anterior entrada veíamos cómo a principios de mayo de 1887 la Diputación Provincial tenía algunas dudas de las cuentas municipales, de los ejercicios desde 1877 al fin del año económico de 1885-1886.

D. Antonio de Trueba, “Antón el de los cantares”, desde que en 1862 fuera proclamado por las Juntas Generales de Vizcaya cronista y archivero del Señorío, pese a que reconocía su precaria formación histórica, se ocupó en recopilar información para escribir una “modesta” “Historia General de Vizcaya”. Junto a aquella historia publicó regularmente una sección en “El Noticiero Bilbaíno” titulada “El Gabán y la Chaqueta”.

El 22 de mayo de 1888, D. Antonio de Trueba, “Antón el de los Cantares”, publicaba en el diario “El Noticiero Bilbaíno”, el artículo “El Gabán y la Chaqueta”, en él, al realizar una crítica literaria hacia la falta de consideración por el no reconocimiento a los fotógrafos de la condición de artistas por la academias más prestigiosas de Europa. Sin embargo, en ese artículo aseveraba, al referirse a uno de nuestros insignes pintores, el bilbaíno D. Juan de Barroeta, que entre otras obras nos legó El Abra de Bilbao desde Algorta” y “La Peña de Arriluze”, decía reconociendo el mérito de este pintor: “...Algo parecido a esto ha hecho recientemente con gran éxito el pintor bilbaíno D. Juan de Barroeta para reproducir el hermoso y gran establecimiento titulado “Baños de Mar bilbaínos” y sus bellísimos alrededores marítimo terrestres. Que comprenden el Abra, Portugalete, Santuce, Algorta y la llanura de Lamiaco, en que se asienta el establecimiento balneario creado por los hijos de D. Máximo de Aguirre...”

El 24 de mayo de 1888 se recibía en las oficinas municipales un presupuesto, redactado por el Subdirector de Telégrafos de Bilbao Sr. D. E. Urrestarazu con los materiales necesarios para la creación de una Estación Telegráfica Extrema: “...De sistema Morse, de 16 kilómetros de línea a un solo hilo...” Aquel presupuesto, que no incluía los postes y mano de obra, tenía un precio total previsto de 2.275,85 pesetas. El Ayuntamiento de Getxo tomó la decisión de: “...Siendo muy útil que esta estación telegráfica se instale lo antes posible en esta localidad, y valiéndose de personas inteligentes en la materia, se formulen las condiciones y presupuesto con el fin de sacar a pública subasta todo el material...” Acordaron también que la dirección de las obras recayera: “...Como persona competente en la materia; se confíe al Sr. D. E. Urrestarazu...” El Ayuntamiento iba a sacar a pública subasta el día 10 de junio el suministro de 280 postes para el tendido telegráfico desde Algorta a Bilbao.


El 25 de mayo de 1888 aparecía en la prensa “El Noticiero Bilbaíno” el anuncio del arrendamiento, por 5 o más años del pabellón “Portugalete” del edificio de “Baños de Mar Bilbaínos” de la familia Aguirre: “...Este edificio, de tres pisos, tiene 47,5 metros de largo por un promedio de 12 metros de ancho...” En el anuncio daban la posibilidad de convertirlo en fonda o simplemente en habitaciones para alquilar los veranos. A las personas que había que dirigirse para aquel arriendo eran D. Andrés Larrazabal, de Las Arenas y D. Ramón Coste, de Bilbao. Según se desprende del hecho de iniciar esta operación mobiliaria, parece que los años de esplendor del balneario comenzaban a pasar.

El 30 de mayo de 1888 se recibía una circular de la Diputación relativa a: “...La conveniencia de promover el oportuno expediente con arreglo a la Ley para exceptuar de la venta los bienes de aprovechamiento común que posee ese Ayuntamiento...”

La casa “Gabrielena” enclavada en la calle San Nicolás de Algorta, que pertenecía en mayo de 1888 a D. Juan Antonio Basarte y al menor D. José Fernández Sánchez, tuvo un pequeño litigio en el que intervinieron D. Santiago Diliz y el teniente de Alcalde D. Pedro Bonifacio Sarria, el primero solicitaba: “...Se le cediera un terreno sobrante de vía pública, perteneciente al Ayuntamiento, enclavado entre la calle San Nicolás y la casa del exponente...” Aquella solicitud se opuso D. Pedro Bonifacio Sarria alegando: “...Que la casa “Gabrielena”, perteneciente a D. Juan Antonio Basarte y al menor D. José Fernández Sánchez, recibe perjuicios porque tiene luces por la parte del terreno que se trata…” El consistorio decidía en una ”solución salomónica” denegar la venta pero sacar a subasta dicho terreno. Dictamen al que el Sr. Sarria se opuso debido a que: “...No encuentra adecuado sacar a subasta dicho terreno porque uno de sus propietarios se halla ausente en la Isla de Cuba, y no podrá asistir a la subasta...” A pesar de ello el consistorio hizo valer la mayoría de votos a favor de la venta.

Las Arenas, en mayo de 1888, utilizaba para su alumbrado siete cajas de petróleo, que fueron suministradas por D. Victor Sertucha por un valor de 115,50 pesetas.

Por otra parte el Ayuntamiento de Getxo acordaba el día 30 de mayo de 1888 acudir en pleno a la procesión del Corpus que se iba a celebrar en la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta.


El agua, un bien tan demandado por los habitantes de Getxo, máxime por los entonces ganaderos de la zona de Alango, era objeto de petición de una solución municipal, el 7 de junio de 1888, ya que de la fuente y lavadero de dicho barrio se surtían regularmente mediante calderas o vasijas, por lo que demandaban se construyera un abrevadero en un lateral de dicho lavadero. Autorizando el Ayuntamiento la construcción de dicho abrevadero para dar servicio a los ganaderos.

Para el 16 de junio de 1888, uno de los primeros establecimientos hosteleros de Las Arenas ya se anunciaba en las páginas de la prensa bilbaína. Se trataba de la “Fonda Aramberria”, de la que se decía en la publicidad: “...Se arrienda una fonda de moderna construcción en Las Arenas, se halla situada en el punto más céntrico y reúne todas las condiciones necesarias para ese objeto, habiendo sido edificada con arreglo a los últimos adelantos de la época. Para informes dirigirse a D. José María de Aramberria, en Las Arenas...” Pocos días más tarde, el 24 de junio, abriría la temporada de baños el establecimiento de “Baños de Mar Bilbaínos”.


El día 22 de junio de 1888 aparecía en el “Noticiero Bilbaíno” la noticia de que: “..Ha sido presentado en la exposición de Barcelona, con su privilegio de invención correspondiente, el proyecto de puente movible para el cruce del Nervión entre Las Arenas y Portugalete, obra del arquitecto D. Alberto Palacio...” También se presento en esa exposición: “...Por la Comisión Hidrográfica un “Domo Astronómico”, aparato que inventó en 1880, este mismo arquitecto, siendo alumno de la escuela de Ingenieros Mecánicos...” Aquel aparato tenía aplicación exclusiva para observaciones astronómicas, cabían en su interior un observador y su ayudante: “…Tiene un movimiento horizontal tan rápido, que permite enfocar instantáneamente un astro en un punto cualquiera del horizonte, y su disposición es tal, que puede seguir en toda su trayectoria pasando por el zenit, sin hallarse nunca interrumpida la visual por obstáculo alguno, estando siempre el observador a cubierto. El telescopio situado en el centro del aparato, cuyo conjunto afecta la forma cilíndrica, está apoyado en un pilar aislado de fábrica, que baja hasta el terreno firme, hallándose fuera de la acción de la trepidación terrestre. El aparato en cuestión es muy ligero y portátil, se desmonta y se guarda en cajas de muy poco volumen...” Se construyó en esa misma época, 1880, por el Sr. Palacio en la “Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona”, lo adoptó el Gobierno, y desde entonces se estuvo utilizando por la Comisión Hidrográfica.

En la próxima entrada veremos entre otras cosas un debate que aconteció en el parlamento de Madrid en el cual D. Eduardo Aguirre interpeló al Gobierno sobre el Puerto de Bilbao.

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