En la entrada anterior veíamos cómo eran muchos quienes solicitaban inscribir o construir casas en los
diferentes barrios de Getxo.
El 30 de mayo de 1893 la Compañía del Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas,
anunciaba en el diario bilbaíno “El Nervión”: “…Que, a partir del 1 de
junio los servicios entre Bilbao y Plencia, se verán combinados desde Algorta a
Plencia mediante carruajes. Las salidas desde Bilbao serán: De 8 a 17:30. Desde Plencia tendrán
salidas a: Las 6, 7:30 y 15:00 horas. Los precios del asiento del coche serán
de 1,25 pesetas, más el precio del billete del ferrocarril. Los portadores de
estos billetes podrán ocupar con preferencia los asientos de los carruajes con
preferencia sobre otros viajeros…” Aquel servicio iba a regir
hasta la apertura de la línea ferroviaria entre Algorta y la Villa de Plencia.
Por otro lado la Compañía del Tranvía también exponía sus tarifas con la
llegada del verano: “…Los precios de los billetes
serán: Desde Bilbao a Las Arenas de 0,25 pesetas y a Algorta 0,35. Desde Las
Arenas a Algorta la tarifa será de 0,20 pesetas…”
Con la ya próxima llegada del verano en la prensa bilbaína se empezaban a
ver con mayor afluencia las cartas, que algunos lectores interesados por la
situación de nuestro municipio y sus playas, enviaban al diario “El Noticiero
Bilbaíno”. En una de ellas fechada el 28 de mayo de 1893, un suscriptor decía
refiriéndose al barrio de Algorta: “…A medida que se
aproxima el verano y la naturaleza se atavía con sus mejores galas, renace en
este pueblo la esperanza de que en la próxima temporada de verano, la
concurrencia de forasteros será mucho mayor que en años anteriores, si se ha de
juzgar por el movimiento, que desde ahora, se nota en el pedido de arriendo de
habitaciones. Contribuirá sin duda a ello la inauguración del ferrocarril de
Las Arenas a la estación de Algorta, que recorre el trayecto que separa a esta
barriada de la capital de la provincia, en el cortísimo tiempo de 45 minutos,
dando once viajes ascendentes y otros tantos descendentes. Debe agregarse a lo
anterior, el inmejorable estado de la playa, conseguido a fuerza de sacrificios
hechos por el municipio, pero sacrificios necesarios para contrarrestar la
marcada tendencia de las corrientes a extraer las arenas y llevarlas hacia la
barra. El ayuntamiento, por su parte amenizará la estancia de los forasteros
que honren con su presencia a este pueblo con las fiestas que prepara para los
días de San Ignacio, San Nicolás, la Asunción, San Roque, así como con los dos
casinos que darán bailes y conciertos, y digo dos casinos porque aunque hasta
ahora solo existe uno “El Casino Algorteño”, dentro de unos días se inaugurará
otro debido a la iniciativa de la juventud…” Continuaba ensalzando las mejoras establecidas en Algorta: “…No quiero terminar esta carta, sin manifestar a los
lectores de su popular periódico que para julio o agosto estará terminado el
matadero en construcción, y quizá para la misma fecha hayan comenzado las obras
del hospital y las de la escabechería y fábrica de conservas, actualmente en
proyecto…” Precisamente en el mismo
diario, en la siguiente página, aparecía un anuncio del Ayuntamiento de Getxo,
relacionado con el matadero de Alango, ya que se anunciaba la subasta de las
tierras y edificio del de Iturribarri: “...El
Ayuntamiento de esta Anteiglesia sacará a subasta en la Casa Consistorial, el
día 4 de junio próximo a la 9 de la mañana, la casa matadero actual en uso con
sus tierras…” Firmaba el mismo el Alcalde
D. Santiago Diliz.
El día 30 de mayo de 1893, en el diario “El Noticiero
Bilbaíno”, una nueva carta venía a poner fecha de la inauguración de aquel
nuevo casino de Algorta: “…El domingo día
28 de mayo de 1893 se inauguró la Sociedad de Recreo “El Circulo Algorteño”. La
inauguración se realizó a los compases de dos grupos melódicos, uno de violines
y flautas con acompañamiento de piano y otra de instrumentos metálicos. La
primera actuó en el salón del Círculo, donde se coreó el “Guernicaco Arbola” y
se lanzaron vivas al nuevo Círculo; la segunda lo hizo con actuaciones
callejeras, donde se bailó en medio de un gran gentío y la algarabía de los
socios que se habían apuntado al banquete. El balcón de la casa está bellamente
adornado con farolillos colgantes. Los inscritos al banquete pasaban de 60. El
local, con varias habitaciones pequeñas, estaba decorado con buen gusto, lucen
en el los retratos de Trueba e Iparraguirre. El Sr. Valdés, primer presidente
del Circulo Algorteño, nos mostró los locales…”
En el pleno del 8 de junio de 1893 se daba cuenta de un
oficio recibido de la Sociedad de Arquitectos de Bilbao: “…En este oficio se da cuenta de las obligaciones de los Ayuntamientos sobre la necesidad de
que nombren Arquitectos y no maestros de obra para la dirección de obras de
construcciones civiles de los municipios…”
En
esa misma fecha, 8 de junio, uno de los temas llevados al pleno municipal
trataba sobre las aguas sucias del Casino Algorteño: “…Se da cuenta de una instancia de D. Juan Antonio Aldecoa
en concepto de presidente de la Comisión Directiva del Casino Algorteño, de
fecha del 6 del corriente, solicitando se construya una alcantarilla para
despacho de las aguas sucias del Casino, desde frente de este hasta encontrase
con la que existe pegante a la propiedad de D. Pedro Bonifacio Sarria, en la
calle Mayor…” Dicha calle era la actual Avenida Basagoiti. El
consistorio encargó al arquitecto municipal la preparación del proyecto para
realizar dicha obra, la cual iba a ser costeada a medias entre la sociedad
recreativa y el Ayuntamiento.
También
en el mismo pleno se trataba sobre una solicitud de la Comandancia de la
Guardia Civil de la Provincia: “…Se da
cuenta de un B.L.M. (besa la mano) al Alcalde de esta Anteiglesia del señor
Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Vizcaya, donde acompaña una
manifestación o circular del S. E. el Teniente General y Director del
Instituto, solicitando la cooperación de esta Corporación para establecer para
la Guardia Civil un montepío con el objeto de proporcionar pensiones vitalicias
a los retirados por edad y a las familias de los fallecidos por lesiones
sufridas en el doble servicio civil y militar del cuerpo…”
El Ayuntamiento de Getxo acordaba: “…Que tomando
en consideración los servicios que presta dicho cuerpo, acordamos suscribirse
de una sola y única vez de los fondos municipales con la cantidad de 250
pesetas…” Aquel
montepío se había creado por R. O. del 17 de febrero de 1893.
Se
aprobaban así mismo: “…Las condiciones
formuladas por la Comisión de Fomento y Policía Urbana para los servicios del
alumbrado público de los barrios de Algorta y Las Arenas, así como el arrastre
y conducción de desperdicios y barreduras de las casas de estos dos barrios,
sacándolos a remate para el día 18 de junio…”
Como
estaba prohibido conducir carros por los caminos peatiles y puntos poblados, algún constructor de Algorta solicitaba: “…D. Juan José Sarria solicita permiso para atravesar con carros el camino
peatil de la calle de la Caridad para poder extraer tierras y conducir materiales
para la obra que tiene contratada en el punto de Mugaburu…”
Otra de las solicitudes cursadas en el pleno al consistorio venía del
organista de Santa María de Getxo: “…Se da cuenta de una
instancia de D. Cesáreo Ocariz , organista de la parroquia de Santa María, se
le aumente el sueldo que viene percibiendo por dicho servicio…”
A veces los lancheros que transportaban personas y enseres entre ambas
márgenes de la ría, Las Arenas y Portugale, a decir de la prensa, mostraban un
exceso de impaciencia y se lanzaban a ganar la otra orilla a pesar de que los vapores
bajaban por dicha canal. Al menos eso relataba “El Nevión” del 7 de junio de
1893: “…Ayer tarde pudo ocurrir una desgracia en la ría. Salió de Las Arenas una
lancha conduciendo pasajeros a Portugalete, cuando al llegar la embarcación a
la mitad de la ría viniéronsele encima dos vapores, uno que entraba y otro que
salía, siendo un milagro que la lancha que quedó en medio de ambos, no sufriera
ningún tropiezo…” Apuntaba el diario que: “…Para que en lo sucesivo se evite a los pasajeros sustos
como el de ayer, se hace necesario que los lancheros moderen un poco su natural
impaciencia y que por quien corresponda se obligue a regularizar los viajes…”
En el mismo diario y en su primera plana el temido cólera
morbo volvía a amenazar a la población: “…Las noticias que se van
recibiendo acerca del desarrollo de la epidemia colérica, sin ser alarmante,
son de índole tal, que obligan al gobierno y a los municipios a adoptar las
necesarias precauciones. Los casos que se han presentado, seguidos algunos de
defunciones, en los pueblos franceses cercanos a las fronteras de Cataluña,
tales como Montpelier, Beziers y Gotte y en algunos otros como Toulouse y
Lunel, obligan a precaverse y cuanto antes mejor…”
En la próxima entrada
de esta serie veremos cómo se procedía a la subasta de vinos, aguardientes y
otras bebidas.