Hay
lugares que forman parte de nuestros recuerdos, que
nos permiten almacenarlos, retenerlos y devolverlos al presente. Lo
importante de un recuerdo es la emoción o emociones que nos
trasmiten. Algunos de esos recuerdos son ensoñaciones de épocas
pasadas, recuerdos de nuestra niñez o juventud.
La
Vega de Santa Eugenia (Romo) fue uno de esos lugares, de ella mis
recuerdos son los de la niñez y mi primera juventud. Pero ya desde
antes, incluso de haber nacido, quiero recoger unos datos para situar
la historia que después contaré.
Para
ello habría que hablar de las vestimentas de nuestros antepasados en
esos años, que en general lo hacían con ropajes oscuros: Vestían
con austeridad, incluso con pobreza, la mayor parte de los días de
la semana, y solo el domingo y fiestas de guardar se permitían
utilizar prendas un poco más lucidas (de domingo).
Ellos lo hacían con chaquetas largas y pantalones amplios, muchos
con bombachos, cubriendo sus cabeza con la clásica txapela, también
con grandes blusas y los más pudientes con bombín, era la época de
las barbas y espléndidos mostachos; Ellas con cabellos recogidos en
un moño, pañuelos o tocados, con largas y amplias vestimentas y
toquillas; los niños con largos pantalones cortos y las niñas con
amplios vestidos, sus cabellos lucían recogidos con un lazo en el
pelo, todos con chalecos de punto y alpargatas en verano y tosco
calzado de agua en invierno.
La
población de la Vega de Santa Eugenia que entre 1887-1897 tan solo
tenía 12 viviendas, tres de ellas pertenecientes a Mathías Romo,
había crecido, y ahora en 1927, haciendo una estimación entre los
de 1910-1920, sacados del “Censo Nacional de Estadística”, el
número de habitantes de la Anteiglesia en 1927 podía ascender a
13.975; del que porcentaje de hombres respecto de las mujeres era del
45%, mientras que el de las mujeres era del 54%.
En
el año 1927 solamente se realizó un padrón, llamado “Padrón de
Impuestos y Cedulas Personales”. En el residentes sometidos a
impuestos de nuestra Anteiglesia era de 340 vecinos. Este padrón
nos ofrecía algunos datos de interés, que pasaré a comentar:
Por
un lado a procedencia de los vecinos de la Vega de Santa Eugenia, en
ese año, era la siguiente: “...La
mayor parte (58) eran naturales de Getxo, (27) lo eran de Bilbao,
(10) de Sestao y otros, en menor número de ambas márgenes de la ría
y de Uribe Kosta, Encartaciones, Lea Artibai, Busturialdea, Arratia y
Duranguesado; también los había de Gipuzkoa (Tolosa y deba), Araba
(Amurrio, Artziniega y Lezama) y Nafarroa (Pamplona y Falces).
Algunos de nuestros convecinos procedían de otras provincias del
Estado , la mayor parte de la Provincia de Burgos. También los había
de otras Naciones como Buenos Aires, Cuba e Inglaterra)...”
Dentro
de las profesiones de aquellos convecinos estaban las siguientes:
“...La
más extendida era la de los Jornaleros (101), le seguían los
Empleados (10), y los Chóferes (4), Electricista (3), Marino (2),
otras profesiones eran las de Albañil, Barbero, Carpintero,
Escalerista, Comerciante, Cantero, Industrial, Jardinero, Maquinista,
Mecánico, Oficinista todas estas prácticamente eran de una sola
persona; también había un Maestro venido de Logroño y un Teniente
Militar retirado de Palencia...”
Las
rentas del trabajo que percibían iban desde: “...Las
4.200 de un Marino, 3.800 pesetas de un Mecánico, pasando por las
2.600 pesetas del Maestro, las 2.000 pesetas de un electricista,
1.800 de uno de los empleados, las 1.500 pesetas de uno de los
choferes y las 2.025 del Teniente retirado; todas estas cantidades
eran anuales...”
Otro
dato que nos ofrecía aquel “Padrón de Impuestos y Cedulas
Personales” era el de los pagos por alquileres de fincas dedicadas
a vivienda, que iban desde: “...Las
720 pesetas de un oficinista, las 600 pesetas de un empleado y un
Albañil, las 422 del Escalerista, 200 pesetas de un Chofer y las 90
pesetas de un Jornalero...”
A los solteros se les aplicaba un “Recargo de Soltería” de un
12% en función del importe de su Cedula personal del 12%. (A.M.G.
Signatura 7230-1)
Tan
solo un año después la Vega de Santa Eugenia ya tenía 8 calles
(Errekagane, Santa Eugenia, Ibaiondo, Kresalchu, Electra, 30 de
Marzo, General Echague y Caja de Ahorros), de las cuales, la grafía,
es la que aparecía en un documento de la “Cámara de la Propiedad”
(Expediente
Código 2144 Signatura 2789-2 de 1928).
Y
en esas circunstancias, y entrado en el relato de esta entrada,
rememorando uno de esos lugares para el recuerdo aparece un antiguo
bar, el
«Bar
Amaya»
de Romo, situado en la calle Santa Eugenia, esquina con Kresaltzu,
era un clásico de la hostelería en los años 50-60. Que por cierto,
esa calle recibió su nombre junto a la de Ibaiondo, en 1927, tal y
como relataba la prensa: “...Dar
a dos calles de Las Arenas los nombres
de Crezalchu e Ibaiondo...”
(El
Noticiero Bilbaíno del 2 de agosto de 1927).
A
comienzos del pasado Siglo XX, a lo
largo del año 1927, este barrio aparecía en los expedientes de
fiestas del Ayuntamiento de Getxo. En ellos se recogen unas
solicitudes de varios vecinos de los diferentes barrios: “...Uno
de ellos contenía un escrito pidiendo celebrar diferentes actos
festivos, se trataba de D. Celestino Elorza, maestro albañil de la
Vega de Santa Eugenia Nº 1, quien solicitaba poder mantener abierto
su establecimiento de bebidas, hasta las tres de la madrugada, con
motivo de las fiestas de San Juan; cosa que el Ayuntamiento solamente
autorizó hasta las doce de la noche.
También,
D. Manuel Ruesgas Garro, solicitaba para ese mismo día, organizar
una verbena en los alrededores de su establecimiento «Café Bar la
Estación» de la calle Juan Bautista Zabala.
En
Las Arenas, era D. Blas Reguera, quien solicitaba pudieran actuar, en
los descansos de la banda Municipal, los llamados “Pianos de
Manubrio”, comprometiéndose a que las melodías iban a ser
bailables y morales...”
Sin
embargo, y por ser en unas fechas no veraniegas, me ha llamado la
atención una solicitud para celebrar durante seis días de diciembre
de 1927, un acto musical y de variedades en un local de la Vega de
Santa Eugenia en Romo.
El
«Bar
Amaya»
de la Vega de Santa Eugenia de Romo, a lo largo de los años ha
pasado por diferentes manos, algunos en los años 50 del pasado Siglo
lo conocimos regentado por Luis (el camarero de la chaquetilla
blanca) y Vicente, con su esposa como cocinera.
En
esta entrada comentaré un acontecimiento festivo ocurrido en ese
año de 1927. Este acontecimiento del que hablo, es fruto de la
casualidad, ya que al intentar localizar otros expedientes, apareció
entre ellos ese ejemplar.
Como
decía anteriormente, una de esas personas que regentaron el Bar
Amaya, fue D. Eulogio Moral. Quien el 7 de diciembre de 1917 remitía
un escrito al Ayuntamiento de Getxo, solicitando: “...Permiso
para celebrar concierto en mi establecimiento «Bar-Café Amaya»
sito en la calle Santa Eugenia nº 10, durante los días 7, 8, 10,
11, 17 y 18 del presente mes, a base de piano, del dueto cómico «Les
de`Mono» y del ventrílocuo Val-Rey, espectáculos áltamente
artísticos y morales...”
(Archivo
Municipal de Getxo. Del 7 de diciembre de 1927. Expediente Signatura:
2180-23).
El
Ayuntamiento de Getxo autorizaba aquellos espectáculos en el
«Bar-Café Amaya»:
“...Por
este decreto, accedemos a la petición formulada y autorizamos al
recurrente D. Eulogio Moral para celebrar los espectáculos que
indica en su escrito...”
(Archivo
Municipal de Getxo. Del 9 de diciembre de 1927. Expediente Signatura:
2180-23).
Sobre
los artistas que participaron en aquel acto, he conseguido encontrar
alguna referencia a cerca de uno de ellos, se trata del ventrílocuo
Val-Rey, cuya actuación aparecía en varios diarios madrileños en
el año 1930: “...Circo.-
Esta noche es el acontecimiento de la temporada. Presentación de la
nueva compañía de «Circo
Ecuestre»
con las mejores atracciones del Mundo. La rubia misteriosa, con su
tonel diabólico y el formidable ventrílocuo Val-Rey...”
(El
Heraldo de Madrid, La Voz de Madrid y El Imparcial de Madrid de los
días 29 de noviembre de 1930 y del 1 de diciembre de 1930).
Sobre el dueto cómico Les D´Mono
no he conseguido localizar ningún dato.
A
estos días de fiesta en el barrio seguirían otros de mayor
intensidad, pero eso es parte de las historias que sobre la vega de
Santa Eugenia (Romo) he ido desgranado en mi Blog “Memorias de
Getxo”, y que más adelante relataré. Una de las próximas
historia tendrá que ver con la adquisición de unos terrenos Eduardo
K. de Earle para el establecimiento de unas Escuelas en la Vega de
Santa Eugenia.