domingo, 29 de octubre de 2023

GIGANTES Y CABEZUDOS EN GETXO -III-

Finalizaba la década de los 50 del pasado Siglo XX, las noticias sobre nuestros “Buruandiak” (cabezudos), aunque a cuentagotas, seguían ofreciéndonos una visión de nuestras entrañables e hieráticas figuras. Aquel año, los fuegos de artificio fueron de la Pirotecnia Zaragozana y se adquirieron a dicha casa 150 docenas de cohetes y 20 de bombas. En el acta de la Comisión de Festejos del 2 de junio de 1959 se recogía lo siguiente: “...Queda enterada la Comisión del estado de los cabezudos que han de actuar en las distintas fiestas, disponiéndose el arreglo de los mismos y la adquisición para ellos de un pantalón y una blusa por hallarse los actuales completamente estropeados. Así mismo se acuerda adquirir 3 gigantones para que en unión de los cabezudos amenicen los festejos populares...” La adquisición de dos gigantes, parece ser fue lo acordado, finalmente su coste se estimaba en: “...Para los Gigantes 2.800 pesetas, para su vestimenta 9.000 pesetas; por pantalones y blusas para los cabezudos 800 pesetas. En el acta del 9 de julio se decía: Abonar a la casa Mari-be la cantidad de 115,25 pesetas, importe de un pantalón para un cabezudo...” En aquel mismo expediente de fiestas se recogía el estado de los 9 cabezudos del municipio (Ver cuadro inferior). (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.4, Signatura 1491-1).


ESTADO DE LOS CABEZUDOS

AÑA

ROPA BIEN

CABEZA ARREGLAR

NEGRO

ROPA BIEN

CABEZA BIEN

NEGRA

ROPA BIEN

CABEZA BIEN

ALDEANO

FALTA PANTALÓN

CABEZA ARREGLAR

ALDEANA

ROPA BIEN

CABEZA BIEN

MARINERO

ROPA BIEN

CABEZA ARREGLAR

CHINO

ROPA BIEN

CABEZA ARREGLAR

LOBO

ROPA BIEN

CABEZA ARREGLAR

PEPONA

FALTA CHAMBRA

CABEZA BIEN


Uno de los responsables del acompañamiento de los cabezudos de Algorta, como decía anteriormente, fue D. Francisco Pomposo (Patxo), a quien podemos ver en la fotografía superior, en la parte de abajo, agachado y con txapela. Esa fotografía fue sacada sobre la plataforma delantera del Ayuntamiento de Getxo en los años 1952-1953. La misma nos ofrece la imagen de los cabezudos de aquella época (El Zorro y Lili, los Aldeanos, el Marinero y el Aña,...). Dos de los personajes (El Zorro y Lili), que daban rostro a los cabezudos, pertenecían el mundo fantástico de los títeres, se trataba de las marionetas de la película “Lili” protagonizada por Leslie Caron y Mel Ferrer. Entre los porteadores de los buruandiak aparecían: “...Agachados, de izquierda a derecha: Batxi, Patxo Pomposo (jefe de cabezudos), Elías Luaces y Juan Jesús Gil.

Detrás, de izquierda a derecha (algunos bajo el muñeco): Iñaki Pomposo “Pompis” (hijo de Patxo), Iñaki Arza, Ignacio Bidea y Luis Losada

Faltan en el grupo otros porteadores de los cabezudos como: Juan Arza (que era el cabezudo negro) y Carmelo Losada (cabezuda negra)...” (Biblioteca San Nicolás de Algorta).

Durante las Fiestas de Algorta de 1964 se compraron algunos cabezudos a la casa catalana “El Ingenio” (ya desaparecida). Tienda escondida en el corazón del barrio gótico, a escasos pasos de La Rambla, del Liceu y el Mercat de la Boqueria, "El Ingenio" fue una tienda que comercializaba artículos de fiesta, gigantes, cabezudos y bromas desde hacía 160 años. Así, a parecía recogido en el expediente festivo de ese año, en un escrito del 4 de julio: “...Les rogamos remitan con la máxima urgencia a este Ayuntamiento lo siguiente: 2 Caballos con falda modelo 8 y 4 Cabezudos con sus túnicas respectivas, modelos 31-33-115 y 215...” (Archivo del Ayuntamiento de Getxo. Expediente de Fiestas de 1964: Código 2874, Signatura 1491-1).

Precisamente aquel año, en agosto 1964, se celebraba en Tarragona (Catalunya) una concentración de Gigantes y Cabezudos, a quien llamaban Nanos i Gegants”, con motivo del centenario de los enanos cabezones de esa ciudad. Decían en un libreto de esa ciudad: “...Los gigantones son de alta talla, y los cabezudos, pequeños, pero con cabeza desmesurada. Los enanos de la ciudad de Tarragona cumplen ahora cien años. Los gigantones suelen representar a personajes muy diversos, Don Quijote y Dulcinea, el Cid y Jimena, Jaime el Conquistador y Violante, mandarines chinos, el sultán y la sultana, nobles señorones, todos ellos vestidos con gran propiedad histórica...” Aquellos Gigantes y Cabezudos fueron adquiridos en septiembre de 1864 con motivo de las fiestas de Santa Tecla (Primer centenario de los cabezudos de Tarragona 1964).

Todavía a principios de los años 70 del pasado Siglo XX, los cabezudos estaban bajo la custodia municipal, guardándose en lo que era la cochera, donde se guardaba el ganado de los barrenderos municipales, que estaba situada a la izquierda del edificio consistorial. 

Me contaba uno de los miembros de la Comisión de Fiestas de San Ignacio, José Ramón Basterretxea (Batu) el día 15 de febrero del 2023: “...Hacía mediados de esa década, las Comisiones de Fiestas de los distintos barrios comenzaron a gestionar el uso de los cabezudos en las fiestas locales...” A partir de ese momento recogeré, dentro de esta historia, unos datos aportados a través de entrevistas a quienes gestionaron aquellas figuras disfrazadas, que corrían tras los pequeños. En primer lugar, y no debido a un orden preestablecido, recogeré los datos que me transmitieron dos de los miembros de la Comisión de Fiestas de Algorta de los años 70-80, José Ramón Basterretxea “Batu” y Eugenio Gandiaga:


Empezaré por la entrevista a José Ramón Basterretxea (Batu)“...En Algorta hubo un primer intento para que las fiestas locales fueran gestionadas por los grupos del pueblo. Nos enteramos que los responsables de fiestas, que entonces recibían el nombre de “Comisión de Playas, Turismo y festejos”, se iba a reunir en el “Cubitas” de Ereaga y nos presentamos allí. En aquella reunión conseguimos recuperar la tamborrada y nos dieron un dinero para los chistularis que iban a participar en la misma.

Fuimos buscando txistularis para la bajada, incluso yo, que estaba empezando realicé la bajada con la txistulari de Itxas Gane Arantza Zubillaga, !Se trataba de hacer número, por si nos contaban!. A partir de ese momento empezamos a hacernos cargo de lo que era la Comisión de Fiestas. Hubo años en que las fiestas duraron dos semanas.

En la Comisión de Fiestas, de nuestro grupo, estaban: Karmelo Landa, Jesus Mari Antxia (Txiri), Santi Gezuraga “Vivillo” que era un chico de Las Arenas, Joseba Antxia, Luisje Garai, Casamijana, Román Deusto, José Ramón Basterretxea (Batu) (todos eramos de Etorkisuna), Eugenio Gandiaga que era el mayor de todos y el alma del grupo.

Por entonces el Ayuntamiento tenía una serie de cabezas de cabezudos, creo que eran seis y dos Gigantes. ¿Que pasaba? Íbamos a los bajos del Ayuntamiento y cogíamos las cabezas, estaban en Martikoena, en el garaje. Esas cabezas pasaban por todas las Comisiones de Fiestas de los barrios, con el tiempo las caretas se fueron rompiendo, nosotros como Comisión de Fiestas de San Ignacio aportamos alguna cabeza, creo que fueron dos. Hubo algún momento que las mismas se llegaron a guardar en la carbonería de mis Aitas, en Juan Bautista Zabala, creo que eran las del Aldeano y la Hilandera; los personajes que teníamos en aquellas fiestas era: El “Demonio”, El “Negro”, el “Pato Donald” y un “Marinero”, creo que había alguna más, que no recuerdo, había también un personaje alto con bigotillo. Al pasar de comisión a comisión las mismas se fueron deteriorando; también se guardaban en los bajos de la Plaza del Mercado en Torrene. En los tiempos en que estuvimos en la Comisión de Fiestas, entonces se realizó la “Primera Concentración de Gigantes”, durante las fiestas de San Ignacio en Algorta, creo que fue en el año 1978, por unas fotografías de Kepa Urkiza (+). En aquella concentración quedaron sobre el camión dos cabezas, y había que sacarlas, así que las llevamos Txiri y yo, porque lo de bailar como comprenderás...je, je...muy poco... pero acompañamos a la comitiva; los Gigantes se portaban mediante un bastidor de madera. En aquellas comisiones había mucha gente, además de nosotros estaban: Manolo Velasco, Carmelo el del Txiskiñe (+), Emilio Zaldumbide (+), Txema Bretos (+).

En fiestas siempre había que hacer cosas nuevas, un año trajimos el Gargantua de Bilbao (era el Gargantua Viejo). Por mediación del Ayuntamiento de Getxo se realizaron los tramites y nos lo dejaron; el Land Rover nos lo dejó “Talleres Bidebarri”, fuimos a buscarlo con Lujanbio a Elorrieta, como tenía mucho polvo lo limpiamos en Martikoena y lo instalamos Telletxe, en la Estación de Algorta.

Un año, a finales del 80, trajimos a la fanfarria de los “Incansables de Tolosa”, era el último día de fiestas, dimos un pasacalle por el pueblo, y sacamos a los cabezudos, al terminar ya estaba cerrada la carbonería, así que a alguno se le ocurrió dar un beso al “Patito”, y lanzarlo al balcón de mi casa, que estaba en el primer piso.

Las dos Comisiones de Fiestas de Algorta, San Ignacio y el Puerto, que eran independientes, cada una se encargaba de sacar a los cabezudos.

Durante el tiempo en el que se guardaron los Gigantes y Cabezudos en la Plaza del Mercado de Torrene, no había mantenimiento ni responsable del cuidado de los mismos, si el último que los había utilizado los dejaba rotos o faltaba alguno, nadie controlaba como quedaban. Creo que aquello fue lo que desemboco en que los Gigantes y Cabezudos pasaran a Agurra.

En la Comisión de Fiestas estábamos gentes de Etorkizuna, Amatasuna (Carmelo Landa, Vivillo, Iñaki Villanueba “El Pelos”, la cuadrilla del Batzoki con Koldo Iturbe que era el coordinador de su grupo). Otro de los espectáculos, este nocturno, fue el Toro de Fuego que empezó tirándose en la Plaza de San Nicolás, disparábamos unos cohetes a los que se les llamaba “Busca Pies”, que se salían a ras de suelo, pero que más tarde prohibieron la utilización de ese tipo de artefacto porque quemaba los pantalones y medias; después se empezó a correr en Telletxe, en la zona de la estación...” (Fuente: José Ramón Basterretxea “Batu”).

En la próxima entrada sobre los Gigantes y Cabezudos veremos como en los 60 se decidía adquirir un nuevo “Toro de Fuego”.


miércoles, 25 de octubre de 2023

GIGANTES Y CABEZUDOS EN GETXO -II-

 


Tras la primera entrada sobre los Gigantes y Cabezudos en Getxo, en la que hacía referencia a como fueron aquellos seres de cartón piedra, y a la primera referencia de la participación en un desfile festivo, de los que la prensa en 1934 denominó como Los muchachos de Algorta y las chicas de Las Arenas”, participando en cortejo en la Villa de D. Diego. En esta entrada continuo con este, ya, centenario festival de Erraldoiak eta Buruandiak.

Y como iba diciendo, en el expediente de Fiestas anuales de 1946, aparecen otra vez los cabezudos. Y precisamente en esa fechas llegaba otro de los personajes festivos, a través de un documento del Archivo Municipal de Getxo.: “...Adolfo Gómez Carrera, delegado de la Pirotécnica Oroquieta, le adjunto el talón Nº 409 para poder retirar de la estación del Norte, un bulto conteniendo el “Toro de Fuego” que viene facturado desde Pamplona. Bilbao 12 de junio de 1946...” Pirotécnica Oroquieta fue una empresa creada por el carpintero de Pamplona, D. Manuel Oroquieta, que se adentró en el negocio de los fuegos artificiales hacia 1885.

La Comisión de Festejos Municipal el 25 de junio de 1946 acordaba: “...Se correrá un Toro de Fuego el día 31 de julio festividad de San Ignacio...” El día 15 de junio de 1946, con motivo de una celebración propia de la época, el Ayuntamiento de Getxo anunciaba y se pronunciaba por primera vez, en un pregón, la palabra Cabezudos: “...El día 15 de junio habrá a las 22.15 de la noche una tamborrada amenizada por la banda municipal de música y los tamborileros desde Cuatro Caminos hasta la Avanzada, donde se celebrara una gran verbena. El día 16 de junio, a las 10 de la mañana, pasacalles por la banda de música y chistularis, que irá precedida por los cabezudos. A las doce de la noche Toro de Fuego...” En el programa de fiestas de aquel año, también se anunciaban los Cabezudos: “...El 25 de julio, festividad de Santiago: A las 9 de la mañana pasacalles por la banda de tamborileros precedida por los cabezudos.

El día 31 de julio, festividad de San Ignacio, a las 9 de la mañana la banda de música municipal y los tamborileros, precedidas de los cabezudos, realizarán el pasacalles tradicional por las calles de Algorta. El día 2 de agosto a las ocho de la noche recorrerán, las calles del barrio de Romo los cabezudos seguidos por los tamborileros.

El martes día 13 de agosto, por la mañana recorrerán las calles del barrio del Puerto Viejo los chistularis precedidos por los cabezudos.

El día 15 de agosto, fiesta de la Anunciación de Nuestra Señora, pasacalles por la banda de música y cabezudos en el barrio de Santa María.

El martes día 1 de octubre, festividad del Santo Ángel de la Guarda, a las 9 de la mañana, pasacalles por la banda de música y cabezudos en Santa María de Guecho...” Eran los tiempos de la alcaldía de D. Juan Bautista Merino Urrutia. (Archivo Municipal de Getxo. Expediente Código 2.8.7.4, Signatura 3360-14).

En los siguientes años desde 1947 a 1950, los cabezudos volvían a recorrer las calles de Getxo: “...En las fiestas de San Ignacio y San Nicolás de Bari (Algorta), Santiago (Areeta-Las Arenas), Ntra. Señora de los Ángeles (Romo), la Asunción de Ntra. Señora Y el Ángel de la Guarda (Getxo-Andra Mari)...” Y en el año 1948, en las fiestas de Ntra. Señora de los Ángeles, se anunciaban por primera vez, dentro de un programa de fiestas organizado por los jóvenes de Acción Católica del barrio: “...Día 8 de agosto, por la mañana, pasacalles de chistularis con gigantes y cabezudos. Firmaba la solicitud por Acción Católica el Presidente: D. Ramón Grandes...” Por otro lado el Ayuntamiento recibía invitaciones para acudir a aquellas fiestas por parte: “...Del Prior de los Padres Oblatos, P. Isacc Orni y del Capellán de la Capilla de los Ángeles, D. Luis Andonegui...” (Archivo Municipal de Getxo. Expedientes: Código 2.8.7.6, Signatura 3366-23; Código 2.8.7.4, Signatura 3372-6 y Código 2.8.7.4, Signatura 4280-11).

Aquellas fiestas con pasacalles a cargo de la Banda Municipal y Txistularis, precedidos por los cabezudos, irían repitiéndose a lo largo de los años 50. En 1952 aparecería la referencia a los cabezudos en el programa de fiestas en Santiago y Santa Ana (Areeta-Las Arenas); ese año, dentro del expediente de fiestas, se publicaba un apunte de gastos referido a los cabezudos por su actuación en las fiestas del Pueblo, por un importe de 1.200 pesetas. Como dato “histórico festivo” decir: “...Que las barracas, durante las fiestas de Las Mercedes en Areeta-Las Arenas, en los años 1952-1953, se instalaron en un terreno de propiedad de D. Antonio Menchaca, que estaba situado entre las calles María Cristina, Barria y Eduardo Coste...” (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.4, Signatura 1487-1).

En los años 50, en Areeta-Las Arenas, era costumbre ver corretear tras los chiquillos a personajes como el Chino, Negro, Municipal, el Lobo, aldeano o el marinero, cuentan quienes vivieron aquellos días que: “...Algunos vecinos, como José Ramón Baticón (+), Allende o Larrazabal, eran los encargados de soportar aquellas enormes cabezotas de cartón-piedra...”

En 1954 el campo de batalla de los cabezudos estuvo situado en el barrio de Alango, durante las fiestas de San Juan. El responsable de lanzar los cohetes fue el Sr. Egaña, y como decía el cartel festivo: “...La romería en honor al Santo se celebrara la víspera, día 23 de junio, comenzando a las nueve de la noche con una alegre pasacalles por el barrio, con Banda de Música, chistularis y cabezudos, cohetes y triquitraques...” (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.4, Signatura 1488-3). Pero también se pudo disfrutar de los cabezudos, al igual que en años anteriores, en el resto de las fiestas de la Anteiglesia de Getxo, siendo quien encabezaba el paseo de los mismos, disparando los cohetes, el getxotarra D. Francisco Pomposo (Patxo).

En 1955 la actividad de los cabezudos, como indicaba el cartel de fiestas, se trasladaba al barrio de Romo, con motivo de la festividad de Ntra. Señora de los Ángeles. Pero aquel año, los buruandiak de Getxo estaban en manos del Ayuntamiento de Sopelana: “...Por lo que el Alcalde, el día 2 de junio, reclamaba estos a dicho Consistorio. Y era este responsable de los cabezudos quien el día 1 de julio de 1955, escribía de puño y letra la siguiente nota: De parte del Sr. Rodrigo que los cabezudos tienen que estar preparados para mañana sin falta, porque el domingo hay que bajarlos a Las Arenas...” Para ese año el presupuesto estimado para los jornales de los cabezudos fue de 1.578 pesetas. (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.4, Signatura 1487-3).

Pero no era solamente en el barrio de Romo donde, en las fiestas locales, actuaban los cabezudos, también según me contaban dos vecinos de Getxo (Andra Mari): “...Era a este barrio, donde, durante las fiestas de Nuestra Señora (15 de agosto de 1955), acudían esos “Buruandiak”. Los empleados municipales encargados de mover a aquellos seres de cartón piedra, que hacían las delicias y causaban pavor a algunos pequeños, llegaban a la campa de la iglesia de Andra Mari, y en los retretes y locales municipales, que estaban bajo dicha campa, que estaban frente al actual probadero, junto a la carretera de Maidagan, se cambiaban de ropajes y se colocaban sus grandes cabezotas. Desde allí recorrían el barrio pasando, acompañados por los txistularis, por la Venta y zonas cercanas; luego, tras comer en la Venta, los txistularis, por la tarde, iban hasta Goñitxu a la casa de Fidel Bilbao, donde el anfitrión les preparaba alguna merienda; aquellas fiestas solía acudir un tío Jesuita de la familia Bilbao, los txistularis tenían por costumbre tocar el himno de San Ignacio en homenaje a este clérigo de la compañía de Jesús, después del ágape Fidel les obsequiaba con un café y copa...” (Familia Bilbao, de Goñitxu).

En las fiestas locales de 1956, lo cabezudos volvían a salir por las calles de nuestros barrios, pero previamente se hizo necesario adecentarlos, por lo que se encargó a una vecina dicho trabajo: “...Se abonará a Dña. Amalia Arribi la cantidad de 65 pesetas por el lavado, cosido y planchado de las ropas de los cabezudos. Y con urgencia, se confeccionará la ropa necesaria para vestir a los nuevos cabezudos adquiridos, cuidando de aprovechar en lo posible la ya existente...” Y es en ese año, lo que nos va a permitir saber de aquellos personajes de cartón piedra, que tuvieron sus más y sus menos, ya que el preció que se solicitó a un conocido escultor bilbaíno, cuyo taller estaba en la calle Sendeja Nº3, resultaba excesivamente caro para los fondos municipales de Getxo. Se escribía un 23 de abril de 1956: “...Se pidió precio para la confección de los cabezudos al conocido escultor bilbaíno D. José Larrea y Echaniz, a quien se han llevado los siete cabezudos de este municipio, para que pueda dar un precio por su reparación. El precio dado telefónicamente es de 2.500 pesetas. Sin embargo los precios de las cabezas en el mercado oscilan entre las 100 y 400 pesetas, por lo que se considera excesivo el precio dado por el escultor. Únicamente y ante la dificultad de encontrara en el mercado la cabeza del “Aña”, podría encomendarse a dicho señor el arreglo de la misma. Se adquirieron nuevos cabezudos en el mercado...” Finalmente se decidió comprar siete cabezudos en el mercado libre, y según se escribía en el “Expediente de Gastos de los Festejos de 1956”: “...Se ha adquirido en el “Gran Bazar de la Ville de Paris”, del hijo de Carlos San Gregorio, de Bidebarrieta nº3 (Bilbao): 2 Gigantes por 450 pesetas, 3 Cabezudos por 420 pesetas y 2 Cabezudos por 350 pesetas...” Entre ellos estaban: “...El Aldeano y la Aldeana, Lili y el Zorro...” Aquellos nuevos y lustrosos cabezudos debutaron en las fiestas de: “...Santiago, Santa Ana y Las Mercedes en Areeta-Las Arenas; Ntra. Señora de los Ángeles (Romo); San Ignacio y el Puerto (Algorta) y en Santa María de Guecho, de la mano del responsable de los mismos D. Francisco Pomposo (Patxo); y en diferentes certificaciones se decía: Se libre a favor de D. Francisco Pomposo la cantidad de ... pesetas, por la actuación de 8 cabezudos...” (Archivo Municipal de Getxo. Expediente de Gastos de los Festejos de 1956)

La presencia, de alguno de aquellos personajes festivos, fue también solicitada por alguna Sociedad de postín de la Anteiglesia. En un escrito del 12 de agosto de 1956 se decía: “...De orden del Sr. Alcalde debe llevarse al Club Marítimo del Abra, mañana miércoles tres cabezudos con sus vejigas y trajes, debiendo ponerse el encargado del servicio de cabezudos y cohetes D. Manuel Gómez, en contacto con el administrador de dicho Club...” Eran los tiempos de la alcaldía de D. Juan Bautista Merino. (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2.8.7.8, Signatura 1488-1).

Para en la próxima entrada ver como finalizaba la década de los 50 del pasado Siglo XX, y las noticias sobre nuestros “Buruandiak” (cabezudos), aunque a cuentagotas, seguían ofreciéndonos una visión de aquellas entrañables e hieráticas figuras.

domingo, 22 de octubre de 2023

GIGANTES Y CABEZUDOS EN GETXO -I-

 


Esta historia sobre los gigantes y cabezudos en la Anteiglesia de Getxo, que hoy inicio, va ha cambiar temporalmente el orden que hasta la fecha he realizado en mis publicaciones (actualmente era el siguiente: dos días a la semana “Aconteceres del último cuarto del Siglo XIX y otros cinco de fotografías antiguas de nuestra Anteiglesia). Orden al que volveré una vez publicado este relato, que por su extensión decidiré en seis entradas (dos por semana los lunes y jueves).

Gigantes, cabezudos y Toro de Fuego, figuras de cartón piedra soportadas sobre un bastidor de madera, y portadas por acarreadores. Algunas de estas figuras seres de la mitología datan, en nuestro entorno próximo: Pamplona Siglo XIII y en la Villa de Don Diego en el Siglo XVII. Estos personajes forman en la actualidad parte del folclore de nuestros pueblos, van siempre acompañados por tamborileros, txistularis y dulzaineros, rodeados de bulliciosos y alegres diablillos.

Los gigantes a lo largo de su dilatada historia los han formado elegantes personajes como el casero y casera; el alcalde y la alcaldesa; el negro y la negra, el turco y turca. Y como decía, siempre acompañados por cabezudos como el casero y casera, chino y china, negro y negra, el diablo y el municipal, o el Zorro y Lili; variando los personajes según la población. Sus atuendos también lo hacían en función de la economía de la comparsa o grupo que los sustentaba (Ayuntamiento, Gugara, Agurra, etc.), por lo que iban provistos desde vistosos trajes o simples ropajes festivos.

Y mientras que en la villa de D. Diego, en abril de 1896, tanto los gigante como los cabezudos eran noticia, a la vez que nos indicaba quienes solían ser los portadores de las caretas y como se movían: “...Los empleados del cuerpo de la limpieza pública que han de llevar los gigantes, y los que harán de cabezudos en las fiestas de mayo próximo, han comenzado a ensayar al son del tamboril unos bonitos bailables...” (El Noticiero Bilbaíno del 20 de abril de 1896). En esas mismas fechas se anunciaba, también en Bilbao, la salida de los Gigantes y Cabezudos: “...Don Terencio y Dña. Tomasa salieron ayer por primera vez a recorrer las calles de Bilbao, fueron trasportados desde el edificio que ocupa la Escuela de Artes y Oficios al local donde ensayan los barrenderos, que han de pasear y bailar los gigantes el día 2 de Mayo próximo...” (El Noticiero Bilbaíno del 24 de abril de 1896). Cuatro días más tarde el mismo diario informaba: “...Los empleados de la limpieza pública, encargados de hacer bailar a Don Terencio y Doña Toma, ensayaron ayer en el frontón de Zabalbide algunos bailes con tan ilustres personajes...” (El Noticiero Bilbaíno del 28 de abril de 1896).

El ambiente festivo en la Villa bilbaína desde el primero de mayo, en el que se comenzaba a celebrar el día dos como festivo en la Villa, era de reseñar, ya que los gigantes y cabezudos animaban a los más pequeños, desde primeras horas de la mañana: “...Esta mañana a las once, el antiguo D. Terencio, precedido de tamborileros, fueron desde el Curding hasta la calle de la Cruz; en cuyo lugar aguardaban los nuevos gigantones. La comitiva se puso en marcha por este orden: El viejo D. Terencio, el nuevo D. Terencio, Dña. Tomasa, el Arratiano, la Arratiana, el Turco y la Turca, el Moro y la Mora, acompañados de unos doce enanos, dirigiéndose por las calles de la Cruz, Sombrerería, Correo y Arenal al Ayuntamiento. Delante del Ayuntamiento iniciaron sus habilidades coreográficas; regresando después a su domicilio en medio del mayor entusiasmo...” (El Nervión del 2 de mayo de 1896).

Al día siguiente, al parecer por el desparpajo de los bailes o quizá debido a algún excesillo, uno de los gigantes aparecía lesionado “...Parece que uno de los Gigantes, el Arratiano, a consecuencia, sin duda, del bailoteo de ayer, sufrió algunas averías...” (El Noticiero Bilbaíno del 3 de mayo de 1896).

Y mientras aquí, en casa, a pesar de que no existen referencias escritas, anteriores a 1945, en Algorta es casi seguro que los cabezudos corrieron calle arriba abajo la Avenida Basagoiti, entonces calle Mayor, en los tiempos en que la compañía del Tranvía Eléctrico en 1897, decidía para celebrar los “San Ignacios”: “...Dar servicio para las romerías de San Ignacio en Algorta y repetición de la de Santa Ana en Las Arenas los días 31 de Julio y 1 y 8 do Agosto: Desde las 3,30 de la tarde hasta las 8,20 de la noche, el servicio de Las Arenas a Algorta será de un coche cada diez minutos, intercalando coches especiales entre Las Arenas y Algorta con los del servicio de Bilbao a Algorta. Los coches en Algorta, desde el momento en que se establece este servicio especial, llegarán solamente hasta el Casino. Se advierte que solamente el primer motor subirá a Algorta: por lo tanto, no se expenderán billetes directos de Bilbao más que en el coche motor que vaya a la cabeza de las expediciones a Algorta. Quedando suspendido en estos días el servicio especial de la tarde a la playa de Las Arenas...” (El Porvenir Vasco del 30 de julio de 1897).

En 1897 hubo una transición en la estructura de los Gigantes de Bilbao, el diario madrileño “La Tarde” decía sobre los gigantes y cabezudos bilbaínos, mencionando a un escultor a quien más adelante mencionaré, y sobre los bastidores de sujeción de estos: “...Los Sres. Larrea y Basterra, de Bilbao, que construyeron las cabezas de los gigantes y cabezudos, que figuraron últimamente en las procesiones, han modelado otras nuevas para San Sebastián; un peluquero Bilbaíno les ha colocado unos postizos magníficos, y las Sras. y Srtas. Dña. Angela Courcifires, Dña. Beatriz Picaza y Dña. Josefa Echevarría los han vestido con mucho gusto, confeccionando trajes elegantísimos, que se diferencian de los que se hicieron para Bilbao. El Sr. Pinillos director de la nueva industria, comprendiendo los inconvenientes que presentan los armazones de hierro que tienen los gigantes de Bilbao, ha encargado otros armazones de madera, que resultan más cómodos y más ligeros...” (La Época del 17 de julio de 1897).

De hecho, en el Archivo Municipal de Getxo, tenemos recogidos expedientes de fiestas desde 1883, cuando Getxo tan solo contaba con 1.925 habitantes. Pero en esa fecha solo se mencionan los fuegos artificiales. Fiestas que entonces se celebraban en los barrios de Areeta-Las Arenas, Algorta y Getxo (Andra Mari).

En 1934, en la madrileña “Revista Crónica”, se recogía un reportaje referente a los festejos populares, en el que se hablaba sobre los Gigantes, cabezudos y Gargantúa, con gran profusión fotográfica, en la que se hacía referencia a “Los muchachos de Algorta y las chicas de Las Arenas”, y aunque el desfile fue en Bilbao, lo traigo a esta página por ese motivo: “...Historia del resurgimiento de la alegría de un pueblo.- Han retornado los gigantones, los cabezudos y gargantúa. Toda la fauna mitológica que llenó nuestros sueños infantiles. Llegan don Terencio y doña Tomasa, el Corregidor y la Corregidora. Los cabezudos, como hinchados por la hidrocefalia sacuden a diestro y siniestro sus zambombazos infanticidas, mientras sonríen con su mueca inmovilizada en pasta de cartón. Y el Gargantúa, pesado, lento, torpe y glotón, avanza trabajosamente. En la cabalgata, que es un desfile de ficciones, unos muchachos de Algorta salieron dispuestísimos a hacer el salvaje, con plumas, argollas, tatuajes y barnizados en negro. Mientras en un barco “El acorazado Elena”, iba tripulado por las chicas de Las Arenas...” (Revista Crónica de Madrid del 2 de septiembre de 1934).

La primera referencia a estos personajes de cartón-piedra, en nuestra Anteiglesia, aparece en el pregón de Fiestas de 1945. En ese pregón se detallan las actuaciones de los cabezudos: “...Santiago y Santa Ana (Areeta-Las Arenas), San Ignacio y San Lorenzo (Algorta), Ntra. Señora de los Ángeles (Romo, entonces perteneciente a Las Arenas), La Asunción de Ntra. Señora y el Santo Ángel de la Guarda (Getxo, Andra Mari). En el programa de fiestas, también se hacía mención a otra de las atracciones nocturnas de las fiestas, el Toro de Fuego, el cual se corrió en: La inauguración del verano en Salsidu y por San Lorenzo (Algorta), tras la hoguera de San Juan; en Santa Ana (Areeta-Las Arenas); Ntra. Señora de los Ángeles (Romo)...” (Biblioteca San Nicolás – Liburukilk).

En las próximas entradas iremos viendo la evolución de estos personajes a lo largo de los tiempos en Getxo.

jueves, 19 de octubre de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -351-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, debido a los embates con los que el mar golpeaba las laderas de Satistegi, se hacía necesaria la construcción de un murallón en sus laderas junto al mar.

En el pleno del 15 de octubre de 1896, la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta solicitaba al Ayuntamiento de Getxo la mejora del andén de espera: “...Ha presentado el Director de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta una instancia, solicitando permiso para colocar tres bancos cubiertos en el barrio de Algorta, que puedan servir de refugio y de punto de espera de las personas que afluyan a los coches del tranvía. El Ayuntamiento acuerda pasar el asunto a la Comisión de Fomento y Policía Urbana...” Y por otra parte se daba cuanta de otra instancia del Gerente de esa Compañía: “...Se da cuenta de un instancia del Director Gerente del tranvía, referente a la instalación del servicio de carruajes por la nueva línea de la carretera, y al paso de los carros por la actual vía mientras se arregle el desmonte de la carretera. El Ayuntamiento decidía dar paso de la misma al estudio e informe de una Comisión Especial, quedando designados para la misma los concejales señores Libano, Larrondo e Inchaurtieta, D. Manuel...”

El murallón del Puerto de Algorta, también era asunto de aquel pleno municipal: “...Se da por enterado este , de un escrito del sobrestante de obras municipal, en el que manifiesta que se halla minado por las olas del mar el murallón de la parte exterior del Puerto de Algorta, y en peligro de ocurrir muchos prejuicios de dejarlo así. El Ayuntamiento acordó se arregle este murallón mediante jornaleros o camineros bajo la vigilancia del sobrestante...”

Otra obra que era acordada realizar por el Ayuntamiento de Getxo era la del paso peatil, en la zona del desmonte de las de la carretera del Tranvía Eléctrico del Bilbao a Algorta: “...Con motivo de haberse instalado el paso del Tranvía Eléctrico por la calle de la Carretera, muchas personas se ven obligadas a transitar por el callejón que se encuentra, entre las propiedades del Sr. Aqueche y herederos del finado D. Facundo Gorordo, callejón que se halla en muy mal estado. Ordena este Ayuntamiento se ejecute un anden para el paso peatil por dicho callejón, por el lado de la pared de la propiedad del referido Sr. Aqueche...”

Y como todos los años en las cuentas municipales se incluía la limpieza del río Gobela: “...Se aprueba la cuenta presentada por D. José Ramón Achutegui y otros jornaleros, de los trabajos verificados de la limpieza del río Govelas para el libre curso de sus aguas...”

Los barquilleros, esos vendedores, que con su lata coronada por una ruleta, aparecían por nuestras playas, fueron personajes populares en los Siglo XIX y XX, con su característico grito !Barqui, barqui, al rico parisién...!. Ruletas que los clientes hacían girar para ver qué les tocaba. Pues bien, como decía a finales del Siglo XIX eran populares por todo Europa, de hecho la prensa bilbaína recogía algo de sus andanzas: “...Han regresado a esta Villa once vendedores de barquillos después de hacer una expedición lucrativa por los balnearios de Inglaterra y Francia. En Cherburgo estuvieron a la llegada del Zar de Rusia, y hacen grandes elogios de la fiesta. En cambio no han vuelto satisfechos de Inglaterra, porgue fueron expulsados por haber considerado las autoridades que era juego prohibido el de la ruleta...” (El Noticiero Bilbaíno de 17 de octubre de 1896).

Según contaba la prensa bilbaína el Tranvía Eléctrico de Bilbao a Las Arenas inicaba las pruebas para su andadura oficial: “...Hoy día 22 de octubre de 1896 se verificaran las pruebas oficiales del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Las Arenas. Terminadas las pruebas, informarán a los Ayuntamientos por cuyos pueblos pasa el tranvía, y es muy posible que para primeros del mes próximo se inaugure la nueva línea...” (El Noticiero Bilbaíno del 22 de octubre de 1896).

En el pleno municipal de Getxo del 22 de octubre de 1896 se trataba, entre otros asuntos, sobre el contenido de una carta remitida por el Director Gerente de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta, a cerca de las pruebas oficiales de la línea de dicho tranvía: “...Se da cuenta de una carta remitida por el Director Gerente de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta, manifestando que se ha señalado para el día de hoy, 22 de octubre de 1896, para realizar las pruebas oficiales de dicho tranvía entre Bilbao y Las Arenas, por lo que invita a esta corporación a asistir al acto que se celebrará por la tarde. El Ayuntamiento acuerda que a dicho acto acudan en representación de esta Corporación el Alcalde D. Santiago Diliz y el Regidor D. José María Basagoiti...” En uno de los diarios del siguiente día se recogía cita de aquel acto: “...Ayer se verificaron las pruebas oficiales del Tranvía Eléctrico en la línea de Las Arenas. Al acto acudieron Comisiones de la Diputación, y del Ayuntamiento de Bilbao los Ingenieros Del Rio, Huagón y Mejón, y los arquitectos Iturrioz y Garamendi, quienes asistieron a las pruebas...” (El Noticiero Bilbaíno del 23 de octubre de 1896).

Pero, continuaba el pleno municipal del día 22 de octubre, y en el se trataba también sobre asuntos relacionados con dicho tranvía: “...Se da cuenta de la queja presentada por D. Miguel Uria de esta vecindad, y de una comunicación del Director de la Compañía del Tranvía Eléctrico, ambas relativas al muro que se esta intentando construir en el punto denominado Chominchu en la carretera...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como el Juez Municipal de Getxo trataba de dar instrucciones sobre algunos cambios que había que realizar en los locales del Juzgado Municipal de San Nicolás.