En
Getxo existen algunos murales que adornan plazas, edificios y
muelles. Alguno de ellos data de hace 83 años, los otros, aunque más
modernos, no son de menor interés. A continuación iremos viéndolos
por orden de antigüedad.
PARQUE
DE USATEGI (ALGORTA):
Usategi,
nombre que en 1630 aparecerá por primera vez bajo la denominación
de Usoategi (Casa de palomas). Situado en un lugar privilegiado de
nuestro litoral, está enclavado en la llamada “Campa
del Castillo”,
entre los acantilados de Kantarepe y el Puerto Viejo de Algorta.
Terrenos que
en el año 1898 el Estado incautó para emplazar una batería
artillera, la
“Bateria
San Ignacio”.
Desde
ese bello mirador
se puede contemplar la soberbia bahía de “El
Abra”,
que serpentea desde la playa de Ereaga, y la entrada de La Ría, con
sus contramuelles, divisando tambien los pueblos de Portugalete,
Santurtzi hasta llegar a Zierbena, pueblos todos ellos encorsetados
entre los muelles del Gran Puerto de Bilbao. Se puede disfrutar desde
esa plataforma de vistas de toda la actividad marítima, los veleros
del puerto deportivo y los grandes cruceros, así como bellos
atardeceres y espectaculares tormentas marinas. Sobre
esos acantilados de arenisca roja de Algorta, se encuentran los
primeros murales.
Se
puede acceder a ellos desde la llamada en 1932 plaza “Viategi”,
era una plaza situada en la calle hoy “Gariñe”,
al finalizar la “Gazteluzarra”;
están situados nada más entrar en dicho parque, flanqueando las
fincas que en su día fueron de Ricardo Arrue y Oriosolo (ver
fotografía superior),
a la izquierda mirando hacia el mar. En el muro que cerraba la finca
de este último, situados sobre un banco corrido, existen dos
murales de azulejos pintados, decorados con personajes marinos, uno
representa a dos arrantzales y el otro a una sardinera, ambos toman
como fondo una vista del Puerto Viejo. Ambos datan de 1933
y están firmados por Emiliano
Amann,
uno de nuestros más afamados arquitectos, autor en este municipio de
la Iglesia del Carmen de Neguri y del viejo Club Marítimo del Abra.
Fue otro arquitecto de Getxo, Ignacio Mª Smith quien nos dejó un
plano de la mencionada bateria (ver
fotografía inferior).
El
deterioro que el paso del tiempo, pero sobre todo los grafitis, han
hecho que su estado sea lamentable. Todavía en 1975, cuando el
fotografo Pedro Zarrabeitia realizó las fotografías que acompañan
a estos murales, su estado era óptimo. Entre esas fotografías y las
que el mismo tomó en 2014 la mano del hombre ha hecho que el
primero esté en mala situación y las sardinera no sea más que un
borrón irreconocible.
Como
escribía el propio fotografo: “...El
valor y atractivo de estos murales se debe no solo a la figura de su
autor y al colorido y simbología de la obra (no son “artetas”
evidentemente, pero la pintura en soporte cerámico tiene su mérito),
sino, también, a su valor histórico. En 1933 el Estatuto Vasco
había sido aprobado recientemente por el gobierno republicano y un
sentimiento de recuperación de las costumbres tradicionales vascas
se extendía por toda la sociedad....”
CASA
DE ALEJANDRO ZUBIZARRETA (AREETA-LAS ARENAS):
El
segundo lugar en el que existen murales es la “Casa
Zubizarreta”,
esta vez es en la facha trasera de esa casa, que fue construida en
1948 para Alejandro Zubizarreta, quien fuera gerente
y consejero de la “Naviera
Vascongada”.
Casa edificada en el Muelle de Evaristo Churruca Nº 8 del muelle de
Areeta-Las Arenas. Fue obra de los arquitectos Manuel Smith Ibarra y
Juan Carlos Smith Prado, quienes el 28 de octubre de 1948 solicitaban
el permiso de construcción de la misma. Y que lo hacían para
edificarla en: “...el
solar sito entre la Plaza de Churruca, Muelle Viejo y calle Urquijo
de Las Arenas...”
Era
la esquina del la calle Muelle de Las Arenas (Areetako Kaia) y la
denominada entonces Muelle Viejo (Evaristo Churruca Kaia). Lugar,
curiosamente
destinado años antes a un proyecto
de reforma de la playa de Las Arenas, recogido en una perspectiva de
dicho punto, a ser ocupado por una plaza pública, en cuyo centro iba
una pérgola o quiosco de música. Proyecto que no se llegó a
desarrollar y que iba firmado por uno de los arquitectos
anteriormente mencionados (Ver
plano inferior).
Edificación coronada por una torre de arboladura naútica, que tuvo
que ser reducida, según un intercambio epistolar entre el
consistorio getxotarra y el propietario. Las obras quedaban
terminadas el 19 de julio de 1954, el permiso de habitabilidad lo
hacía el 4 de agosto del mismo año.
En
la facha trasera, actualmente un callejón cerrado, que va desde el
paseo de Areetako
Kaia a la calle Urkijo, ya desde el momento del diseño de la
edificación aparecían los dos murales, que se encuentran situados a
ambos lados de la casa, con motivos navieros.
Las dos fotografías que acompañan a este tema son obra del fotografo bilbaino Pedro Zarrabeitia, fundador y presidente del grupo fotográfico “Irudi Taldea”:
El
primero
cercano al paseo
de Areetako
Kaia es un buque trasatlantico, flanqueado por un velero y una sirena
amazona, a lomos de Pegaso, caballo de Zeus, dios del Cielo y de la
Tierra, en la mitología Griega.
El
segundo,
próximo a la calle Urkijo es una impresionate carabela, en cuyo palo
mayor ondea la bandera de la compañía, la Cruz de San Andrés y en
el de proa, la enseña de la compañía naviera; cercano a su popa se
puede apreciar un bote de guardiamarinas y descansando sobre el
muelle, una gran ancla.
En
los planos de fechas
realizados en 1948 por los mencionados arquitectos aparecían ya
dibujados ambos murales, a pesar de que no coinciden con los que
finalmente se realizaron, es de suponer que fueran encargados por
dichos arquitectos a algún pintor.
En
1961, la casa contigua a
la de Zubizarreta, de menor envergadura (ver fotografía inferior),
permitía ver ambos murales, incluso fotografiarlos, ya que la
distancia entre ambas era mayor que la actual. En la actualidad, ese
pequeño callejón permanece tapiado por el lado del paseo de la
playa y cerrado con una puerta metalica por la calle Urkijo. A pesar
de lo cual, si alguien se acerca a dichas entradas, puede
apreciarlos. Ambos conservan todavía los colores originales, aunque
la influencia del paso del tiempo va haciendo mella en ellos.
CONTAMUELLE
DE ARRILUZE (GRÚA TITÁN):
El
último de estos murales es el situado en el contramuelle de
Arriluze. Cuando
se desguazó la Grúa Titán, la Junta de Obras del Puerto encargó
esta obra a Gotzon Cañada. Se instaló al principio del contramuelle
de Arriluze, en
el espaldón que da a la carretera de acceso al puerto deportivo.
Mural cerámico que recuerda a la Grúa Titán (1896-1972), auténtica
joya de ingeniería, que permaneció sin funcionar, una vez realizado
su cometido de transportar los pesados bloques del muro del
contramuelle. Aunque sí es cierto que sus brazos se emplearon
también para izar del puerto de Arriluze embarcaciones, que tras
limpieza de bajos y pintado, los volvía a depositar en su lecho.
En
la colección de revistas del “El
Abra”,
que editó la “Sociedad
Cultural de Portugalete”
desde 1968 a 1978, realizaron una entrevista al autor del mural Angel
Cañada, cuando todavía tan solo era un proyecto. En ella, el autor,
hablaba de cómo nació el mural, de sus dimensiones, los
materiales, los colores, incluso del peso del mismo y otros aspectos
de la obra. Decían en la presentación de la entrevista: “...Ha
desaparecido la pintoresca figura de la grúa de Algorta...,
lo hizo hace 10 meses...,
pero
los de Algorta no han querido que esta estructura que tanto tuvo que
ver con la construcción de sus muelles no dejara huella de su
existencia...”
Según el autor, para poder realizar la obra, tuvo que presentar un
boceto a escala, cuya aprobación llegó cinco meses después de
presentada. La misma tenia unas dimensiones de 2,25 metros de ancho
por 10 de largo y un peso de unas tres toneladas; para la realización
utilizó refractario de alto fuego, tratado con esmaltes fundidos,
todo ello pensado para preservarla del paso del tiempo. Respecto de
la ejecución hablaba de que tenía dos fases: “...la
primera consiste en buscar los relieves y formas, jugando con las
luces (fase escultórica) y su posterior despiece para la primera
cocción; la segunda es conseguir el juego de tonalidades (estudio de
color)...”
Sus colores consistieron en una gama de ocres y azules para destacar
los rojos, azules, blancos y marrones del conjunto. Estimaba que iba
a tardar cuatro meses en realizar la obra. Decía respecto a dicho
mural: “...Representa
la contraposición de la fuerza mecánica (la grúa) y la fuerza
humana...”
El mural lo realizaría en 1973 por encargo de la J.O.P.
Deseo
expresar mi agradecimiento a Pedro Zarrabeitia y a José Luis
Garaizábal por su ayuda para realizar este trabajo sobre los murales
de Usategi y la casa de Zubizarreta, el primero, y de la Grúa Titán
el segundo.
Hasta
aquí un repaso sobre los murales, que a día de hoy, he podido
localizar en Getxo. Alguno de los cuales, por su valor historico bien
pudieran ser recuperados por los especialistas en restauración de la
UPV.