Este capitulo cierra esta historia sobre la temida tuberculosis, que afecto a Bizkaia, y en particular a nuestra Anteiglesia, Getxo.
Tras el Golpe de Estado de 1936, se produciría un rebrote de varias enfermedades infecciosas, entre ellas la tuberculosis. En las márgenes de la ría, Getxo y Baracaldo van a aparecer Dispensarios para tratar esa infección bacteriológica.
Dentro de esa lucha contra el llamado “mal romántico” (tuberculosis) van a parecer algunas referencias escritas referidas a nuestro Pueblo. En el libro “Historia Social de la Tuberculosis en Bizkaia” (1882-1958) de Antonio Villanueva Edo, en el capítulo dedicado a “Los Dispensarios Menores de la lucha Antituberculosa”, en la página 411 se dice: “...El Dr. D. Francisco Ledo, al inaugurar en 1915 el Dispensario que llevaría su nombre, expresaba su deseo de extender este tipo de obras. El primer dispensario que se creó fuera de Bilbao se habilita en Guecho. Empezó a funcionar los primeros meses de 1935 y su primer director fue el Dr. D. José Landeta Beascoechea. El 7 de febrero de 1942 el Dispensario de Getxo solicita un cupo de camas en “Tapia” de la misma manera que lo tenía en “Briñas”..., cuyos gastos gastos debía hacer frente la Junta de Beneficencia del Ayuntamiento de Getxo. En resumen, además de los Dispensarios de “Ledo-Arteche” y central, funcionan cuatro instituciones abiertas en Guecho, Baracaldo, Guernica y Ortuella. La primera fue fundada por la Junta de Beneficencia del Ayuntamiento de Guecho, dependiendo administrativamente y funcionalmente de los organismos rectores de del P.N.A....” (“Historia Social de la Tuberculosis en Bizkaia” (1882-1958) de Antonio Villanueva Edo).
Sobre los llamados “Dispensarios Menores”, todos ellos considerados “Obras Menores”, en comparación con el Dispensario “Ledo Arteche” de Bilbao, son creaciones que nacieron a partir de impulsos diferentes: “...El de Las Arenas (Getxo) con carácter Benéfico Municipal; los de Gernika y Barakaldo a partir de la iniciativa de la Dirección Provincial de Sanidad. El dispensario de Guecho gozó de cierta autonomía durante sus años de funcionamiento...” (“Historia Social de la Tuberculosis en Bizkaia” (1882-1958) de Antonio Villanueva Edo). Y el de Ortuella: “...De la mano de los doctores Jorge Savín Fernández, Ángel Alday y el pediatra Zubimendi...” (Mareómetro de Portugalete del 14 de noviembre del 2023).
En Areeta-Las Arenas (Getxo), entre los años 20-50 del pasado Siglo XX, existió un Dispensario que estaba situado cerca del garaje de Patricio Muguerza, en la esquina de calle Barria, en su encuentro con Avenida de Las Arenas (entonces llamada Avenida del triunfo), girando dirección Puente Bizkaia en su mano izquierda era el edificio que se puede apreciar en la fotografía que acompaño, tenía dos plantas. Tenía por nombre “Dispensario de Nuestra Señora de Begoña”, y fue una donación de Dña. Jesusa de la Puente Atistrain, Marquesa de Zuya. El Arquitecto que lo diseño fue D. Antonio de Araluze y Ajuria el 31 de octubre de 1935, y fue quien ocupó el cargo de arquitecto municipal de Getxo hasta el comienzo de la Guerra Civil.
Según cuentan algunas personas de Las Arenas, de cierta edad, que lo llegaron a conocer: “...El dispensario estaba situado en los bajos del edificio, las paredes de su interior estaban enchapadas con azulejos de color blanco. En la planta superior vivía un matrimonio que tenía una niña nacida, como yo, entorno a 1942-43, con la que solía jugar en la terraza del edifico...” (Enma Melcer, de Las Arenas).
Este dispensario por informaciones de carácter oral de algunos vecinos del barrio he podido saber lo siguiente: “...El Dispensario estaba en una casa de dos alturas, la enfermera de este era Angela Muro...” (Marisabel Urrutia-Alberto Gaztelurrutia).
Otra aportación es la siguiente: “...Era de carácter benéfico. Mi tía Angelines Muro trabajó en el, creo que entre sus médicos estaba uno de apellido Leguina. Solían acudir a los caseríos de la zona para realizar controles de enfermedades como la tuberculosis y viruela...” (Javier Muro).
La de otros vecinos de Areeta-Las Arenas son las siguientes: “...Estaba en la carretera general, detrás de donde estaba el garaje de Muguerza, era una casa de pisos; solíamos acudir para darnos las vacunas contra la viruela...” (Juan José Bonilla).
Así que parece lógico pensar que algunos vecinos/as de Las Arenas trabajaran en el Dispensario de la calle Avenida de Las Arenas. Entre esos vecinos se encontraba una enfermera de Las Arenas, se trataba de Dña. Ángela Muro Eguidazu. Ángela tenía un carnet acreditativo de su condición de enfermera fechado el 22 de diciembre de 1956, expedido por el “Sindicato de Actividades Diversas” de la Agrupación Sindical de Enfermeras Ayudantes Técnicos Sanitarios Femeninas. Ángela Muro estudio su carrera en Madrid. Fue esposa de Gregorio Lizundia Viciola, y falleció en Las Arenas, el día 22 de septiembre de 2018, a los 100 años de edad.
Para esta actividad relacionada con la lucha antituberculosa, como indicaba anteriormente, se estableció la llamada “Fiesta de la Flor”. Era una actividad organizada, fundamentalmente, por las llamadas señoras de alta alcurnia. En la prensa bilbaína iba a parecer repetidamente, como lo hizo en 1930: “...En la Casa Social parroquial de Las Arenas se celebró ayer una reunión, a la que asistieron, convocados por la señora marquesa de Mac-Mahón, que presidió el acto, representantes de los Ayuntamientos de Portugalete, Santurce y Guecho, para tratar de la celebración, en los tres términos municipales, de la Fiesta de la Flor a beneficio de la Junta Antituberculosa de Vizcaya. Se acordó que esta cuestación benéfica se celebre el día 28 del actual, domingo, y que cada Ayuntamiento designe las señoritas que han de tomar parte en la postulación.
La Fiesta de la Flor.- Gran animación ante la Fiesta de la Flor, que se celebrará hoy, y buenos augurios de recaudación. Se colocarán mesas petitorias en San Nicolás, Achecolandeta, Iguereche, Zugatzarte, Plazuela y playa de Las Arenas, ocupándolas distinguidas señoras v señoritas...” (El Noticiero Bilbaíno del 20 y 28 de septiembre de 1930).
Esta actividad benéfica aparece recogida, en nuestra Anteiglesia, en varios expedientes del Archivo Municipal de Getxo y en la prensa local. Los datos de la misma referidos a la Fiesta de la Flor, que aparecían recogidos en los diarios bilbaínos decían: “...¡Vizcaíno! Los días 25 y 26 8e celebrará la «Fiesta de la Flor». Tu generosidad, unida a la de otros miles de vizcaínos, puede llevar salud y otra vez alegría a centenares de hogares humildes que tronchó la tuberculosis...” Al día siguiente ese mismo diario llevaba a su primera plana un grabado de los Sanatorios de Bilbao, y decía en sus páginas interiores: “...Desde Santurce a Bilbao y desde la Villa hasta Algorta, un ejército femenino dará hoy la tradicional cuestación de caridad, en la «Fiesta de la Flor», para recaudar fondos para la lucha Antituberculosa. En las mesas de Guecho, la recaudación total ascendió a 19.190 pesetas, excediendo a la del año anterior que fue de 1.069 pesetas...” (La Gaceta del Norte 24 y 25 de octubre de 1947).
Podemos encontrar, también, menciones recogidas en libros publicados en Getxo relacionados con la lucha antituberculosa, entre ellas las que cito a continuación:
En 1940, según cuenta el trinitario Carlos María Zabala en su libro “Historia de Getxo”: “...Las Arenas con sus 7.302 habitantes, en 1940, repartidos en un millar y pico de viviendas, era un barrio informe, aséptico, convencional, individualista, entre arrogante y amedrentado, con problemas de vivienda a causa de la inmigración interior. Contaba con el “Dispensario de Ntra. Sra. de Begoña", edificio donado por la Marquesa de Zuya para luchar contra la tuberculosis...” (Historia de Getxo de Carlos María Zabala, página 400).
Una de las benefactoras, que fue quien dono el “Dispensario de Nuestra Señora de Begoña” de Las Arenas a la Junta Antituberculosa, fue la Marquesa viuda de Zuya.
En 1950, la Junta Directiva del Dispensario Antituberculoso de Las Arenas, escribía un exhorto al Ayuntamiento de Getxo, en el que decía y solicitaba: “...Desde la Fundación de este Dispensario, adquirí solemnes deudas, que el saldarlas constituyo el ideal de sus afanes. Adquiriendo la tarea de dar a los enfermos, consuelos y esperanza, visitándolos en sus casas y atendiéndolos en sus penas. El Ayuntamiento de Guecho no tendría resulto en su Municipio el pavoroso problema de la tuberculosis, si este Dispensario si no hubiera realizado 23.559 asistencias, invirtiendo en ellas un total de 370.587 pesetas, y si la la señora Marquesa de Zuya, con su espléndida caridad no se hubiera desprendido del citado edificio.
Por lo que vistos los beneficios realizados aportados por el citado Dispensario en favor de los enfermos de tuberculosis pobres de Guecho.
Y considerando el deber ineludible de gratitud, es el deseo de todos los vecinos y de esta Junta de Señoras de mi Presidencia, estudie y acuerde el Ayuntamiento de Guecho, la manera de pagar la deuda contraída con la Excelentísima Dña. Jesusa de la Puente y Aznar, Marquesa de Zuya. Firmaban aquel escrito la Presidenta de la Junta de Señoras: Pérez de Castellón, la Secretaria: Mercedes Gorbeña y la Tesorera Serafina de Longa y Soltura...” (Archivo Municipal de Getxo, Expediente Signatura 3419-15 del 12 de julio de 1950).
Por ello a propuesta de la Junta Directiva del Dispensario Antituberculoso de Las Arenas, proponía al Ayuntamiento: “...Se da cuenta de un escrito de la Junta Directiva del Dispensario Antituberculoso de Las Arenas, proponiendo se estudie por los esfuerzos dedicados a la lucha Antituberculosa en este Municipio, especialmente hacia las clases más menesterosas, habiendo culminado su labor con la cesión gratuita del edificio en el que está instalado el Dispensario en el barrio de Las Arenas. Por lo que solicitamos se nombre a Dña. Jesusa de la Puente de Aznar, Marquesa Viuda de Zuya, hija adoptiva de Guecho...” (Archivo Municipal de Getxo, Expediente Signatura 3419-15 del 20 de julio de 1950). El 15 de septiembre de 1950, el Ayuntamiento de Getxo acordaba: “...Nombrar hija adoptiva de Guecho a Dña. Jesusa de la Puente de Aznar, Marquesa Viuda de Zuya, y la confección de un pergamino con el referido título y le sea entregado con toda solemnidad...” (Archivo Municipal de Getxo, Expediente Signatura 3419-15 del 15 y 18 de septiembre de 1950).
La Gaceta del Norte en el mes de septiembre publicaba aquel nombramiento por acuerdo del Ayuntamiento de Getxo: “...Acuerdos del Ayuntamiento de Guecho.- Nombrar hija adoptiva a la Marquesa Viuda de Zuya, que tanto se distinguió por sus incontables obras de caridad...” (La Gaceta del Norte del 20 de septiembre de 1950).
En 1957 en la publicación de D. José Miguel de la Rica “La Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes de Las Arenas- Estudio de Sociología Religiosa”, decía el escritor refiriéndose a la enfermedad de la Tuberculosis: “...Dentro de los centros benéficos nos toca estudiar preferentemente el Dispensario de “Nuestra Señora de Begoña”, situado en el barrio de Mercedes. Nosotros lo estudiamos aquí únicamente como institución que lucha contra una plaga social, la tuberculosis. Este Dispensario, que como decimos está en un lugar céntrico, está instalado en un edificio donado por la Marquesa de Zuya, es autónomo, rigiéndose por sus propios estatutos, y está atendido por una Junta de Señoras. En cierta manera, y desde luego estadísticamente, depende del Patronato Nacional Antituberculoso. El Dispensario atiende a los vecinos de dos Ayuntamientos: Guecho y Lejona. Estos vecinos pueden pasar por el Dispensario libremente durante todo el año, excepto el mes de Agosto. El dispensario cuida especialmente de los escolares, a los que tiene destinado exclusivamente uno de los cuatro días de visita, se les reconocen periódicamente. Comparando los enfermos de Las Arenas, con el total de las seis parroquias encuadradas en el Dispensario, veríamos que en el año 1951 representan el 37,7 % , y en el 1952 el 29% , siendo la media el 16,66% , lo cual nos dice que el porcentaje de enfermos en Las Arenas es muy superior al de otras parroquias. El porcentaje hallado de tuberculosis en Las Arenas, con respecto a la población, es de 0,27% en 1951 y de 1% en 1952...” Para situar la influencia de la tuberculosis en la población, cuando el barrio de Las Arenas tan sólo contaba 8.296 habitantes, me parece interesante hablar de la población existente en ese periodo de años (1951-1952), los habitantes de Las Arenas eran: “...Barrio de Santa Ana, 1.732; Las Mercedes (zona central), 3.018; Ondategui, 1.067 y Romo, 2.479...” (La Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes de Las Arenas- Estudio de Sociología Religiosa 1957 de D. José Miguel de la Rica Basagoiti).
Dña. Jesusa de la Puente Atistrain falleció en Madrid el día 1 de febrero de 1964. Se celebró el funeral corpóreo insepulto el día 3 de febrero en la iglesia de Las Mercedes de Las Arenas, fue enterrada en el cementerio de Getxo. Su domicilio estaba en la llamada, en aquel tiempo, Avenida del Triunfo Nº 43 de Las Arenas, actual Areetako Etorbidea.
Tras el descubrimiento del tratamiento curativo, que combinaba tres fármacos: la estreptomicina, el ácido PAS y las hidracidas. A partir de 1952 la tuberculosis, aunque no llegó a erradicarse, pasó a ser un problema médico al igual que otras enfermedades infecciosas.
Estos fármacos lograron que los pacientes dejaran de ser contagiosos y que pudieran empezar a ser tratados en sus propios domicilios. Por ello, los dispensarios, hospitales y sanatorios dedicados en exclusividad al enfermo tuberculoso pudieron ser desde entonces de utilidad para otros usos médicos.