jueves, 30 de noviembre de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -356-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, el día 10 de noviembre de 1896 se inauguraba el Tranvía Eléctrico de Bilbao a Las Arenas.

A nuestro puerto, muchas veces, llegaban vapores de otras latitudes, con algún marinero enfermo. Contaba un periódico bilbaíno que en la otra orilla del Nervión, en Portugalete, atracaba un vapor ingles con un tripulante atacado de la temida viruela: “...El Vapor inglés “Ely Rise” que entró en nuestro puerto, en la primera marea del día 13, fue declarado a libre plática por el médico de visita de Portugalete, poco después se ordeno que quedara aislado y se mando izar la bandera amarilla de observación o sanidad en la punta del palo del trinquete. Esta medida fue decidida porque el Capitán del vapor se encontraba enfermo de viruela...” (El Noticiero Bilbaíno del 15 de noviembre de 1896).

En el pleno municipal de Getxo del 19 de noviembre de 1896 se trataba sobre una reclamación del rematante de arbitrios de Getxo: “...Se da cuenta de un informe evacuado por la Comisión que trató sobre la instancia presentada por D. Severino Picaza, rematante que fue de los arbitrios municipales de esta Anteiglesia durante el año económico de 1894-1895, solicitando se le abone en concepto de indemnización de perjuicios que, dice, tuvo por haberle probado durante cierto tiempo del uso del Fielato de Las Arenas la cantidad que estime de justicia esta Corporación. En su vista acordamos que teniendo en cuenta la cantidad máxima anual que haya valido en arriendo aquel local destinado a fielato, que no era si no una caseta de madera de poca importancia y teniendo en cuenta el tiempo que se le privó de su uso, y de que fue quitada por hallarse en medio de una calle pública, se acuerda se le abonen al Sr. Picaza la cantidad de 50 pesetas...”

En ese mismo pleno municipal se daba cuenta de un desencuentro entre la propietaria de la Escuela de Náutica y un profesor de la misma: “...Se da cuenta de una instancia de D. Domingo Ochoa, profesor de la Escuela de Náutica, situada en el colegio perteneciente a Sra. viuda de D. Juan Dourte, en el que manifiesta haber sido destituido, en la tarde de ayer, sin que haya cometido falta alguna en el desempeño de su cometido. Después de una razonada discusión y teniendo en cuenta que esta Corporación no puede, ni debe, reconocer facultad ni derecho a la Sra. viuda de Dourte para destituir ni separar a ningún profesor de la enseñanza de Náutica, subvencionada por el Municipio; acuerda se manifieste al expresado profesor Sr. Ochoa, encargándole no se separe de la referida Escuela de Náutica y siga dando en ella las referidas clases, mientras otra cosa no se disponga, y se nombre una Comisión con el fin de acerarse al Director de aquella Escuela D. Ángel Amunategui y se averigüe la causa de la destitución; siendo designados para ellos los Sres. Concejales D. Juan Libano y Manuel Inchaurtieta...”

Las adquisiciones y gastos, tanto en el mantenimiento como en la compra de elementos litúrgicos, en nuestra Anteiglesia, en los Siglos anteriores, corrieron a cargo del municipio, además de las aportaciones de los feligreses. Un ejemplo de ello fue la adquisición de la campana de la torre de la iglesias de San Nicolás de Bari de Algorta, asunto que era tratado en el pleno del 19 de noviembre de 1896: “...De conformidad a lo dispuesto por la Junta Municipal que acordó nombrar en Comisión a los Sres. Concejales D. Juan Libano y Manuel Inchaurtieta, autorizándoles para que concurran en unión del Párroco de Sa Nicolás de Bari de Algorta a presenciar el ajuste o convenio para hacer una campana para colocar en la torre de dicha iglesia...”

Los simpatizantes políticos del Nacionalismo Vasco llevaron, según contaba la prensa bilbaína, a realizar un homenaje en Las Arenas al artífice del periódico “Bizkaitarra”, (publicación que nacería un 8 de junio de 1893 y de la que se publicaron 32 números y 5 suplementos y que fue suspendido y su creador encarcelado por verter en el mismo opiniones que no fueron del agrado del Gobierno de la Nación). Decía el diario bilbaíno: “...Algunos jóvenes de esta villa tratan de obsequiar con un modesto banquete en la “Fonda Larrazabal” en Las Arenas, a D. Sabino de Arana y a D. Daniel de Irujo por el magnifico discurso que este pronunció en la vista de la causa que contra el primero se seguía con motivo de unos artículos publicados en el Bizkaitarra...” (El Noticiero Bilbaíno del 21 de noviembre de 1896).

Y efectivamente, el día 22 de noviembre, se realizaba dicho homenaje, decía el mismo diario: “...Según estaba anunciado, ayer al medio día se celebró en el hotel “Baños de Mar Bilbaínos” de Las Arenas un banquete de patriotas vascongados. Su objeto fue el de obsequiar a D. Sabino de Arana y Goiri y a D. Daniel de Irujo y Urra por la absolución por la absolución obtenida por el primero en esta Audiencia en la causa vista por el supuesto delito de imprenta, de excitación a rebelión separatista, y por la brillante defensa forense que en dicho juicio pronunció el segundo. El número de comensales fue de cincuenta y uno. Los obsequiados iniciaron los brindis con entusiastas frases. Al terminar el banquete se cantó, coreado por todos, el patriótico himno bizkaino Gernikako Arbola, después pasando al salón de piano, otros aires vascongados, durando la fiesta hasta el anochecer...” (El Noticiero Bilbaíno del 23 de noviembre de 1896).

En la próxima entrada de esta serie veremos como se publicaba la Memoria de las Obras del Puerto de Bilbao, en la que se hacía referencia a las obras realizadas en el contramuelle de Algorta.

domingo, 26 de noviembre de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -355-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, el tranvía que desde Algorta se dirigía a Las Arenas presentaba una solicitud para poder circular sus unidades por la calle Mayor de Algorta.

El día 10 de noviembre de 1896 se inauguraba el Tranvía Eléctrico de Bilbao a Las Arenas, noticia que era recogida por al prensa bilbaína, en medio de un tiempo desapacible: “...Los viajes se hicieron con regularidad; y a pesar de lo desapacible del tiempo, el número de personas que circularon por la línea fue grande...” (El Noticiero Bilbaíno del 11 de noviembre de 1896).

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 12 de noviembre de 1896 se trataba, entre otros temas, sobre una reclamación de un vecino del barrio de Santa María de Getxo, referida a unas obras que estaba realizando D. José María Martínez de las Rivas en dicho barrio: “...Se da cuenta de una instancia de D. Victoriano Izcoa, vecino de esta barriada de Santa María, en la que manifiesta haber sufrido graves perjuicios en sus terrenos por los derrumbamientos ocurridos a consecuencia de las obras del camino o carretera, construida por cuenta de D. José María Martínez de las Rivas, desde el punto llamado “El Ángel” hasta la Galea. El Ayuntamiento acordaba nombrar una comisión para sobre el terreno determinar si los daños señalados eran ciertos. Formaron parte de dicha comisión los Concejales: Señores Libano, Arzubiaga, Basagoiti y Aresti...” José María Martínez de las Rivas, en 1894, compró varias hectáreas de terreno en la Galea, hasta entonces pertenecientes a bienes comunales municipales, en esa fechas pedía al Ayuntamiento de Getxo: “...Solicitando autorización de esta Corporación para hacer una carretera desde la Taberna del Ángel hasta la Galea, con arreglos a la memoria y planos que acompaña. El Ayuntamiento de Guecho, teniendo en cuenta la cuestión pendiente sobre la Galea, se obtenga una consulta por escrito a cerca de dicha pretensión, para en su vista resolver lo que mejor convenga...”

En el mismo pleno municipal se daba cuenta de la obra que para contención de tierras se iba a realizar entre las laderas de Satistegi y la rivera marítima: “...Se da cuenta de las condiciones, presupuesto y plano que ha formado el Arquitecto Municipal D. Fidel Iturria, por orden de esta Corporación Municipal, con fecha del 3 del corriente, para la construcción de un muro de contención al pie de los montes que confinan con la rivera de Ereaga y Satistegui de Algorta en esta Anteiglesia. Acuerda este Ayuntamiento se unan los expresados documentos a los antecedentes de referencia, y pasar todo a la Comisión Permanente de Obras, para que a la mayor brevedad formule las condiciones económicas con el fin de dar el curso que proceda. Así mismo acordamos que para el pago de las obras cuyo presupuesto asciende a 11.929,50 pesetas, se destinen, consignándose en dichas condiciones económicas, las 12.000 pesetas que para el efecto y sin interés alguno durante seis años, prometieron entregar los propietarios de las fincas afectadas de Satistegui Sres. Basagoiti, Martín Berretega Compañeta y Idelfonso Arrola, en la reunión de vecinos que tuvo lugar el 12 de octubre pasado, las cuales serán incluidas en el próximo presupuesto adicional...”

Y precisamente, al día siguiente del pleno municipal, un corresponsal de uno de los diarios bilbaínos enviaba una crónica al mismo: “...Muy señor mío: Según anunció usted oportunamente en su popular diario, el día 12 del pasado mes de octubre se celebró en la Casa Consistorial de este pueblo una reunión de vecinos y propietarios con objeto de resolver lo más conveniente a cerca del inminente peligro que amenaza al barrio de Algorta, con motivo de los corrimientos de montes y ribazos hacia el mar, debido a los embates del mismo.

En dicha reunión se acordó nombrar una comisión para que se acercara al ingeniero Sr. Churruca con objeto de aclarar algunas dudas, y se autorizó al Ayuntamiento para que, como anticipo a la cantidad que le pueda corresponder abonar al ejecutar las obras del murallón, cuyo expediente se halla en tramitación, pueda invertir en los puntos de mayor peligro hasta la cantidad de 20.000 pesetas. Varios fueron los que haciendo uso de la palabra expusieron sus razones; mas como e Alcalde señor Diliz, dijera que el municipio no contaba con el capital necesario para comenzar las obras, se hablo entre algunos señores concurrentes de hacer un anticipo al Ayuntamiento, con objeto de dar comienzo a los trabajos a la mayor brevedad.

Dos serian, entre otras, las ventajas que reportarían al pueblo de Guecho: Una dar ocupación a la numerosa clase obrera que apenas encuentra donde ganar algún jornal, y la otra evitar los continuos corrimientos en los montes y ribazos comprendidos entre la playa de Ereaga y el Puerto.

El miércoles se recibieron ya en este pueblo los planos para la construcción del murallón de contención de terrenos; y una vez aprobados aquellos por la Superioridad, se sacarán a remate las obras, cuyo presupuesto para los puntos de mayor peligro es de 12.000 pesetas...” Por otro lado, y en la misma misiva, se informaba de la llegada de enseres para el Hospital Hospicio de Algorta: “...Con destino al Hospital Hospicio de Algorta llegaron también el miércoles último a este pueblo cincuenta y dos camas de hierro con sus correspondientes colchones metálicos...” (El Noticiero Bilbaíno del 13 de noviembre de 1896).

En la próxima entrada de esta serie veremos como un rematante de arbitrios realizaba una reclamación al Ayuntamiento de Getxo.


miércoles, 22 de noviembre de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -354-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, la fabrica de vidrios de Lamiako solicitaba suministro de agua potable para sus trabajadores.

Mientras que en nuestra Anteiglesia, como relataba en la anterior entrada, para el tranvía que desde Algorta se dirigía a Las Arenas se presentaba una solicitud de la Compañía del Tranvía para la circulación de sus unidades por la calle Mayor de Algorta, en la capital de la Provincia se producían algunos problemas debidos a la velocidad del mismo: “...Leído un informe proponiendo las condiciones bajo las cuales puede autorizarse la apertura al servicio público del Tranvía Eléctrico a Las Arena y Algorta, en la parte que afecta a la jurisdicción de esta Villa, el Sr. Mogrovejo preguntó si el Ayuntamiento tiene conocimiento de la escandalosa velocidad que llevan los coches del tranvía eléctrico por el centro de la población. El Sr. Perezagua presentó una enmienda proponiendo que dentro de población los coches lleven una velocidad de siete kilómetros por hora...” (El Noticiero Bilbaíno del 7 de noviembre de 1896).

Por otro lado en ese mismo medio de comunicación se recibía una invitación de la Compañía del tranvía Eléctrico: “...Por el director gerente del tranvía eléctrico de Bilbao hemos sido invitados a la gira que hoy a las 10:10 de la mañana se verificara a Las Arenas en motor eléctrico, y a visitar los depósitos y talleres de la compañía en Deusto...” Al día siguiente de producirse es invitación el mimo diario relataba en una crónica el acontecimiento: “...Verificose ayer la inauguración del tranvía Eléctrico de Las Arenas. A las diez y media de la mañana partió de San Nicolás un carruaje conduciendo al ingeniero de la Compañía Sr. Soriano, al consejero Sr. Saralegui y algunos representantes de la prensa. Al llegar a las cocheras de Deusto se detuvo la comitiva con objeto de visitarlas. Terminada la visita de la que todos quedaron complacidos, la comitiva partió hacia Las Arenas. En la acreditada fonda de D. Antolín Urtiaga fue servido un suculento almuerzo. Después los invitados marcharon hasta la Avanzada de Algorta. Las obras para la tracción eléctrica en la sección de Las Arenas a Algorta están muy adelantadas...” Eran tiempos de adecuación de las arterias principales, en Bilbao se estaba procediendo al: “...Adoquinado, con material de escoria, del primer trozo de la Grán Vía, en la parte comprendida entre la Plaza Circular y la calle de Berategui...” (El Noticiero Bilbaíno del 7 y 8 de noviembre de 1896).

Entretanto, según informaba la prensa bilbaína, las comunicaciones terrestres seguían mejorando en nuestra Anteiglesia: “...El martes próximo 10 de noviembre se inaugura la tracción eléctrica en la vía de Las Arenas. La compañía ha anunciado un servicio con salidas cada 20 minutos entre Las Arenas y Bilbao, y cada 10 minutos de Bbilbao a Olavega. El servicio entre Las Arenas y Algorta seguirá haciéndose con ganado, y los viajeros harán transbordo en Las Arenas hasta que se establezca un servicio entre Bilbao y Las Arenas con coches remolcados. La compañía del tranvía eléctrico pone en conocimiento del público que desde el próximo martes 11 que se inaugura la línea eléctrica de Las Arenas, se expenderán en las dos primeras salidas de Bilbao (5,10 y 5:30) billetes de ida y vuelta para obreros al precio de 25 céntimos entre Bilbao y Las Arenas, y de 30 entre Bilbao y Portugalete. Los coches de dichas salidas para la línea de Las Arenas partirán de la Casilla y para Portugalete de la cochera de Deusto...” (El Noticiero Bilbaíno del 8 de noviembre de 1896). Otro diario bilbaíno, en la misma fecha, relataba el viaje realizado y las obras que en la línea que se habían hecho: “...Ayer sábado, asistí a una agradable gira, dispuesta por la empresa del tranvía eléctrico, en la línea de Las Arenas. El objeto de la gira era el de visitar los depósitos y talleres de la compañía en Deusto y al mismo tiempo hacer el recorrido de la línea en el coche motor, y probar la bondad de los trabajos llevados a cabo para la tracción eléctrica. Durante el trayecto hasta Las Arenas se privaron las diversas velocidades que pueden marchar los coches motores. En Luchana admiramos los expedicionarios el cable subfluvial, el cual transmite la fuerza necesaria para el movimiento de los coches de la línea de Las Arenas. En este punto nos fue servido un exquisito almuerzo. Terminado el almuerzo, volvimos a recorrer la línea hasta el cambio de San Ignacio en motor, y luego a pie el trazo de desviación que se ha hecho para evitar la cuesta de la carretera. En estos trabajos el Ayuntamiento de Algorta ha dado una prueba de su interés, coadyuvando al mejor éxito de las obras...” Como se podrá observar por al crónica algunos periodistas confundían nuestro Ayuntamiento, de Getxo, por el nombre de su barriada más populosa. Y acababan el acontecimiento con un: “...Señores; A Las Arenas en 48 minutos...” Tiempo, en el que recuerdo, que en los años 60 se tardaba en llegar en el trolebús, que más tarde sustituyó el tranvía, desde la parada del “Triangulo” de Las Arenas a San Nicolás en Bilbao. (El Nervión del 8 de noviembre de 1896). El ganado tractor, al que se refería el periodista eran caballos, los cuales tras su agotamiento y envejecimiento eran puestos a la venta por la misma compañía del tranvía.

En uno de los diarios de la prensa bilbaína se trataba un tema, hoy ya superado, pero que tenía su quid, y que hoy nos parece una autentica barbaridad: “...La educación de la mujer-. Diversas opiniones y encontrados debates ha suscitado la cuestión de si la mujer «podía» y «debía» seguir las carreras exclusivas del hombre hasta hace poco. En muchas naciones incluso en España, se ha concedido autorización para matricularse en los Institutos y Universidades, y en periódicos y revistas se ha discutido un tema tan delicado, con injusticia casi siempre; porque mientras unos, con galantería exagerada, nos adornan aptitudes excepcionales, otros nos relegan a los trabajos puramente mecánicos. Es indudable que la mujer, más débil que el hombre en la parte física, no posee tampoco claro talento, su profunda reflexión, ni su juicioso raciocinio; pero es indudable también que, si se propone seguir cualquier carrera, lo consigue, con mas o menos trabajo...” (El Noticiero Bilbaíno del 9 de noviembre de 1896). Quien esto escribía era una tal Magdalena S. Fuentes que al parecer había publicado el libro “Nociones de Higiene y Economía Domestica”. Magdalena fue una ilustre escritora, profesora, periodista y traductora, nacida en Cuenca. Quien después de trabajar unos años como docente, fue nombrada profesora de la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio, a propuesta del Consejo de Instrucción Pública).

La prensa bilbaína, a finales de 1896, en un artículo de primera plana, sobre los Portazgos de Bizkaia: “...Recordamos que ha tiempo llamamos la atención sobre lo que acontece, en el ramo de portazgos o cadenas, en nuestro país. Hubo un diputado que pidió se sacaran a pública subasta. Porque las cadenas no producen lo que deberían producir, porque no todos los portazgueros tienen la debida escrupulosidad para rendir cuentas exactas de lo recaudado. No todos los encargados del cobro, tienen el cuidado de entregar al dueño del carruaje o animal qué conduce la papeleta que acredite haber sido satisfecho el impuesto ese. Y como quiera que los peones camineros son los que debieran exigir, en el trayecto, el recibo del cadenero, de ahí que este, sino es todo lo escrupuloso que debe ser, se quede con el santo y la limosa, es decir, con la papeleta y su importe...” (El Nervión del 9 de noviembre de 1896). ¿Por que se crearon los Portazgos o cadenas? Los Portazgos o cadenas se crearon por la necesidad dar al País una moderna red de carreteras que facilitara las relaciones intrarregionales, que absorbieran la demanda de transporte sin incidir en el precio final de los productos. En 1846 se publicó el Arancel de peajes de los caminos reales del territorio de Vizcaya. El establecimiento de derechos de tránsito en los caminos adoptaba distintas formas, dependiendo del lugar donde éstos se ubicaban o de la naturaleza de los gravámenes establecidos (portazgos o cadenas). El peaje que se cobraba en los portazgos o cadenas estaba en función del tipo de vehículo y del número de caballerías que tiraban de él, era indiferente que fueran cargados o vacíos, los animales sueltos estaban obligados a satisfacer distintas cantidades, dependiendo de si se trataba de ganado vacuno, lanar o de cerda, las tasas aplicadas en las barreras de los caminos del Señorío para el año 1859 estaban claramente especificadas. Un rastro de estas cadenas, quizá como resto de un portazgo este en el punto denominado “La Cadena” en la bajada de Sarrikobaso en Algorta.

En la próxima entrada de esta serie veremos como el Arquitecto Municipal presentaba presupuesto y plano para la construcción de un muro de contención de piedra, entre la rivera de Ereaga y Satistegi.


domingo, 19 de noviembre de 2023

MERCADOS PÚBLICOS EN ALGORTA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

 


La alimentación en los hogares de nuestra Anteiglesia, la adquisición de alimentos a finales del siglo XIX y principios del XX, dependía del entorno en el que nuestros convecinos vivían, las gentes de los caseríos la tenían a pie de huerto y algunos que podían adquirir en los escasos mercados existentes; mientras que los que habitaban en zonas más pobladas dependían del suministro o vendeja, casi de puerta a puerta, ya que aquellos productos, perecederos como leche y verduras u hortalizas, eran vendidos por las casas por nuestros baserritarras.

Por entonces, Getxo, ya contaba con algún matadero: En octubre de 1.878 D. Francisco Ciriaco de Menchaca presentaba un proyecto para construir uno en un lugar denominado “Asuarkana, en el Puerto Viejo de Algorta. El 13 de Febrero de 1.890 se presentaría en el Pleno Municipal una propuesta, para la construcción de un nuevo matadero, que se iba a hacer realidad en septiembre de aquel año, una vez comprado a su propietaria Dña. Juana Arecheta, dueña de la casa denominada “Santiena”, en el barrio de Alango. La condimentación de los alimentos se hacía preferentemente con grasa de cerdo que provenían de las llamadas tocineras, muchas de ellas instaladas en el Puerto de Algorta.

La pesca, teníamos la frontera marítima a nuestros pies, era suministrada por nuestros arrantzale, tanto en Las Arenas como en el Puerto de Algorta. Algún producto de consumo habitual, hoy casi de lujo, que se vendía en salazón, el Bacalao, era suministro de la plaza bilbaína, y llegaba hasta nosotros en los medios de transporte de la época, tranvía, diligencia y ferrocarril.

A principios del Siglo XX, en el barrio de Algorta, había establecidos dos mercados públicos, uno en la llamada Plaza de la Constitución (San Nicolás) y el otro en la de San Ignacio.

El Ayuntamiento de Getxo había tomado la decisión de prohibir la venta ambulante, de cara a favorecer el establecimiento de mercados fijos en los que los vendedores se pudieran establecerse, para la venta de frutas, hortalizas, verduras y pescados. Eso si, lo derivado del campo era de temporada, no como en la actualidad.

El 27 de junio de 1912, se colocaron unos bandos en los lugares habituales en las plazas. Bandos que tenían su origen en un acuerdo municipal que decía: “...El Sr. Alcalde Presidente dice: Que sería conveniente disponer que la venta de verduras, hortalizas, frutas y pescados tenga lugar en la Plaza de la Constitución, desde las siete hasta las once de la mañana, prohibiendo la venta ambulante de estos artículos entre esas horas...” Nada más tomar el acuerdo, el día 28 de junio, el Ayuntamiento de Getxo publicaba un bando: “...Bando.- De conformidad con lo acordado por el Ayuntamiento que presido, vengo a disponer:

1º- Queda prohibido a partir del día 1 de julio próximo la venta ambulante y a domicilio la venta de verduras, hortalizas, frutas, aves y pescados.

2º- Únicamente se permitirá la venda de estos artículos en los soportales de la Casa Consistorial y en la plaza de San Ignacio, desde las siete hasta las once de la mañana, y desde esta hora se permitirá la venta ambulante. Se exceptúan de esta prohibición a las vendedoras de pescado que sea introducido por mar en este Municipio. Se exceptúan así mismo a los vendedores de leche que por encargo de sus parroquianos suministren los artículos antes expresados...”

Un mes más tarde, y debido a las quejas de los baserritarras, el Ayuntamiento de Getxo tomaba la siguiente decisión: “...El Presidente pone en conocimiento del Ayuntamiento que con objeto de dar facilidades a los vendedores de los artículos, cuya venta ambulante durante algunas horas fue prohibida, no se cobre el importe del asiento a los asistentes al mercado, y teniendo en cuenta que la mayoría de los vendedores que concurren a la plaza son labradoras vecinas de este municipio, ordeno que a partir del día 1 del actual se extienda la exención de este impuesto a los domingos y días festivos...” Era Alcalde de la Anteiglesia de Getxo D.Tomás Urquijo Aguirre.

Estos datos referidos a los mercados de Getxo están sacados de los expedientes del: (Archivo Municipal de Getxo. Expediente: Código 2102-18, Signatura 3502-13 de junio de 1912).

miércoles, 15 de noviembre de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -353-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como la Compañía del tranvía Eléctrico había decidido, que en el momento en que comenzará a funcionar la línea con tracción eléctrica, se iban a crear unos billetes especiales para los trabajadores.

En estos días, según señalaba la prensa bilbaína, nuevas mejoras se incorporaban al puerto exterior del Abra: “...Según noticias que hemos podido adquirir, sabemos, que la Junta de Obras del Puerto colocará en breve una boya al socaire del muelle exterior, con objeto de que los días que haya mar picada se pueda amarrar a ella el vapor que presta el servicio de practicaje. También se colocará una boya luminosa con luz roja en el extremo del muelle exterior del NE, en el mismo sitio que hoy existe una boya pintada de rojo y que con la luminosa blanca forma la entrada del puerto. Para el alimento de gas de ambas bojas se establecerá una fábrica de gas en Axpe y así se evitará traerlo del extranjero como hasta aquí se ha venido haciendo...” Aquella boya, que tenía forma de manzana fue colocada el día 3 de noviembre de 1896. (El Noticiero Bilbaíno del 31 de octubre y 8 de noviembre de 1986).

Otro de los medios de comunicación bilbaínos daba la siguiente noticia: “...En la casa consistorial de Algorta han vuelto a reunirse algunos vecinos con objeto de acordar lo mas conveniente acerca de la construcción de un murallón que partiendo desde la escollera del puerto exterior, termine en el puerto de aquel barrio y sirva de defensa a los montes y ribazos comprendidos entre la playa de Ereaga y el punto conocido con el nombre de Satistegui. Se acordó autorizar a la corporación para que pueda invertir en las obras la cantidad de 20.000 pesetas...” (El Nervión del 31 de octubre de 1986).

Por aquellos días del comienzo de noviembre la viruela empezaba a hacer mella en nuestros vecinos de Bilbao: “...En vista de que la epidemia variolosa aumenta considerablemente en Bilbao, especialmente en los barrios extremos, la Junta Municipal de Sanidad ha adoptado medidas muy enérgicas para combatirla...” No tardaría en extenderse por otras poblaciones de la ría, a nuestra Anteiglesia llegó en la segunda decena del ese mes. (El Noticiero Bilbaíno del 2 de noviembre de 1986).

En esos mismos días, se trataba en el pleno municipal del Ayuntamiento de Getxo del 5 de noviembre de 1896, sobre algunas obras que se estaban realizando en Algorta: “...Se da lectura de una instancia de D. Santiago Landa, solicitando permiso para descargar materiales, en la calle San Nicolás de Algorta, cerca de la casa “Baquiene”, para realizar la cerradura mediante paredes de las propiedades de dicha casa y de “Ficaena”...”

Continuaba el pleno y en el se trataba sobre una petición para La fabrica de vidrios de Lamiako y sus obreros, los cuales necesitaban del suministro de agua potable por parte de la Anteiglesia de Getxo, más concretamente de la proveniente de las fuentes del barrio de Las Arenas: “...Se da cuenta de una instancia de D. Marcos Zamacona, vecino del barrio de Las Arenas, solicitando se le conceda permiso para abastecer de agua potable a los trabajadores de la fabrica de vidrios de Lamiaco, con un volumen de unos 800 litros diarios aproximadamente, proveniente de las fuentes de aquel barrio, conduciéndola en barricas, sin prejuicio para el vecindario. El Ayuntamiento de Guecho acuerda, que teniendo en cuenta la abundancia de agua existente en este momento en las fuentes públicas, y que la petición no lleva a un metro cúbico al día, acuerda este Ayuntamiento acceder a la petición, siempre que esta no suponga entorpecimiento o tardanza de los vecinos para el suministro de aguas. Y que el caminero lleve la razón exacta del agua que conduzca el referido Sr. Zamacona, debiendo entregar sin más aviso al Ayuntamiento, al principio de cada mes, el importe de dicho líquido a razón de una peseta por metro cúbico...”

Continuaba aquel pleno municipal de Getxo, y en el se traba un asunto relacionado con la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari de Algorta: “...Se da cuenta de una instancia del Sr. Cura Ecónomo de la Parroquia de San Nicolás de Bari de Algorta, en la que después de manifestar que gracias a inteligentes artistas y maestros hábiles se halla suficientemente arreglado el órgano de dicha Iglesia, viene suplicando que las 2.000 pesetas enviadas por el Ayuntamiento para su reparación sean destinadas a hacer una campana para la citada parroquia...”

Dentro de los pagos que se efectuaron, y que eran informados en aquel pleno municipal, se efectuaron los siguientes: “...A D. Lázaro Gorostizaga 275 pesetas por los derechos del vino consumido durante el año económico de 1895 y 1896 por los individuos del Puesto de la Guardia Civil de Las Arenas.

La cantidad de 1.929,90 pesetas a la Comisión de Fiestas por los gastos originados con motivo de las funciones religiosas y festejos celebrados en el verano último.

Al encuadernador D. Pedro Ganchegui 26,50 pesetas por 1.100 hojas para el empadronamiento de habitantes y 150 pliegos para la formación del padrón. Acordó el Ayuntamiento que la rectificación del Padrón se lleve a cabo en la forma acostumbrada en años anteriores al presente, es decir, repartiendo y recogiendo las hojas entre el vecindario...”

Dentro del mismo pleno, varios asuntos relacionados con el Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta, eran tomados en cuenta: “...Se da cuenta de una instancia de D. José María Amann Director Gerente de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Algorta, referente a la colocación de bancos cubiertos en algunos puntos del barrio de Algorta, para refugio y como punto de espera de las personas que afluyan a los coches del indicado tranvía. Acuerda el Ayuntamiento de Guecho autorizar a la expresada Compañía para que pueda colocar dichos bancos en los puntos que indica según el diseño que acompaña, sin prejuicio de que se puedan colocar otros en otros puntos, pero sin que en ningún tiempo pueda dicha Compañía pretender derechos de propiedad mi posesión de los terrenos donde se coloquen, y que estos serán para el servicio público, pudiendo el Ayuntamiento disponer su traslado...” 

En ese mismo pleno se informaba sobre una solicitud de dicha Compañía para la circulación de dichas unidades por la calle Mayor de Algorta: “...También se da cuenta de una instancia del mismo D. José María Amann, referente a la necesidad se que se habilite, provisionalmente, parte de la calle Mayor de Las Arenas para vehículos que circulen en el sentido que determine esta Corporación, tomando en consideración lo expresado en esta instancia. Acuerda este Ayuntamiento autorizar a la citada Compañía para que disponga que por la calle Carretera, a poder ser sin carga o con poca, se dirijan a Las Arenas, cambien su rumbo al callejón frente a la casa del Sr. Larrondo para desde ella bajar a la calle Mayor y dirigirse por esta, por entre los dos cordones de las aceras de dicha vía, hasta frente de la casa denominada “Chominchu” para entrar de nuevo en la calle de la Carretera, teniendo cuidado de que dichos vehículos causen el menor daño posible...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como un vecino del barrio de Santa María de Getxo se quejaba de los desperfectos causados en sus terrenos por las obras de la carretera de D. José María Martínez de las Rivas.