miércoles, 28 de junio de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -338-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se daba cuenta de una instancia del rematante de las obras del Hospital Hospicio de Algorta, solicitando que estas fueran recibidas provisionalmente.

La prensa bilbaína se hacía eco de los trabajos en euskera de Louis-Lucien Bonaparte, uno de los primeros lingüistas que estudió científicamente nuestra lengua, entre ellos destacaban: “...«Langue Basque et Langues Finnoises», Londres 1862; «Le verbe basque en tableaux», Londres 1869 y «El Evangelio de San Juan» traducido al vascuence de la Alta Navarra, por Joaquin Lizarraga...” Una de sus obras era publicada de forma anónima en el diario “Irurac Bat” del 1 de diciembre de 1859, se trataba de unos versos dedicados a los tercios vascongados, entre su estrofas aparecía la siguiente:

...Agur euscalerrija

baguaz emendic:

etortia uste dogu

garaitzaz beteríc,

emenche viciteco

gueure lur maitian

posic, gozaro eta

baque ederrian...”

...Adiós tierra vascongada

ya vamos de aquí:

esperamos volver

llenos de victorias,

para vivir aquí

en nuestra querida tierra

alegres, contentos y

en una paz hermosa...”

Louis-Lucien Bonaparte fue hijo de Lucien Bonaparte y de su segunda esposa Alexandrine de Bleschamps Jouberthou de Vamberthy, este sobrino del emperador francés nació el 4 de enero de 1813 en Thorngrove, en el condado inglés de Worcestershire, durante el cautiverio de su padre. Louis-Lucien falleció el 3 de noviembre de 1891 en Fano (Italia).

Por aquellos días de 1896 se sacaba a subasta, dentro de las obras de las carreteras de la Provincia, la piedra martillada para hacer el camino de Bilbao a Plencia, el cual pasaba por Getxo. (“El Noticiero Bilbaíno” del 7 de agosto de 1896).

Esta misma prensa anunciaba la repetición de las fiestas de San Ignacio para el día 9 de agosto, con el siguiente programa: “...Grandes Fiestas en la Anteiglesia de Guecho.- La Comisión de Festejos de este Ayuntamiento, competentemente autorizada por el mismo, ha dispuesto llevar adelante el siguiente programa: Día 2 de agosto repetición de San Ignacio: A las diez de la mañana tendrá lugar en la plaza del mismo nombre diversos juegos, entre ellos «La Sopa Boba» y «Los Misterios del Anillo»; a las cuatro de la tarde romería en esa plaza, y por la noche de diez a doce baile campestre...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 8 de agosto de 1896).

Dos días después, en el mismo diario, se publicaba el programa de fiestas de San Nicolás de Bari: “...Grandes Fiestas en la Anteiglesia de Guecho.- La Comisión de Festejos de este Ayuntamiento, competentemente autorizada por el mismo, ha dispuesto llevar adelante el siguiente programa: Día 11 de agosto, San Nicolás de Bari.- En Algorta: A las cuatro de la mañana diana por la banda de música y tamborileros; a las diez solemne función religiosa en la parroquia de San Nicolás de Bari, con panegírico del Santo a cargo del R.P. Burgos, Provincial de la Congregación del Inmaculado Corazón de María. Por la tarde, a las cuatro romería en la campa del Castillo, y de diez a doce de la noche baile en la plaza y bajo la Casa Consistorial, que estará profusamente iluminada con luz eléctrica.

Día 12 de agosto: Diana por al banda de tamborileros a la misma hora que el día anterior. A las diez de la mañana tendrán lugar en el Puerto regatas de botes a cuatro remos y patrón, patos en fuga, , y , seguidamente cucaña horizontal y el juego del «Yanqui Naufrago». A las cuatro de la tarde romería en la campa del día anterior, en la que se celebrará un concurso de aurrreskularis, adjudicándose dos premios de 25 y 15 pesetas, a los que a juicio del jurado lo merecieren. Para tomar parte en el concurso, los que deseen, deberán inscribirse antes de las dos de la tarde de dicho día, en el domicilio del Jefe de la Guardia Municipal de esta Anteiglesia.

Día 13 de agosto: A las ocho de la tarde se correrán dos novillos embolados para diversión de los aficionados, hallándose corriendo al mismo tiempo una fuente de vino. A continuación romería en el paseo de la Avanzada, y a las diez de la noche se quemarán en el Puerto fuegos artificiales del pirotécnico señor Anta...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 10 de agosto de 1896).

Pues metidos en fiestas, el tiempo no parece que acompañara, ya que la víspera se desató un aguacero seguido de una fuerte tormenta eléctrica: “...La fuerte tormenta de aguas que cayó anoche no ha sido nada comparada a la que empezó a caer a las cinco de la mañana y en particular la que ha caído de seis a seis y media, pues aquello parecía una catarata. En Portugalete corría el agua torrencialmente, en particular en las calles del Medio, Coscojales y Nueva, yendo a parar toda ella a la trasera del Muelle de Churruca, que llegó a pasar de un metro de altura, inundándose los portales y bodegas de las casas próximas, sin que afortunadamente haya que lamentar desgracias. Los ríos de Gobelas, Asua, Galindo y Cadagua, arrastran un caudal grandísimo, haciendo con esto crecer el cauce de la ría, llevando esta una corriente bastante impetuosa. A consecuencia del fuerte temporal que venimos sufriendo se hundió está mañana la techumbre del observatorio de Punta Galea, causando desperfectos de consideración en el mobiliario...” (“El Nervión” del 11 de agosto de 1896).

En la próxima entrada de esta serie veremos como, una carta enviada a un diario bilbaíno nos hablaba sobre las fiestas de San Nicolás de Algorta.

domingo, 25 de junio de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -337-

 

En la anterior entrada de esta serie, sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como el Ayuntamiento de Getxo publicaba en la prensa un avance las fiestas de Santa Ana en Las Arenas, y San Ignacio en Algorta.

Finalizaba el pleno municipal de Getxo del 30 de julio de 1896 dando cuanta de una instancia del rematante de las obras del Hospital Hospicio de Algorta: “...Se da cuenta de una instancia de D. Manuel Bengoechea, contratista de las obras del Hospital Hospicio de Algorta, en construcción, solicitando que previo reconocimiento del Arquitecto Municipal, se reciban provisionalmente las obras de aquel edificio...”

Según contaba la prensa bilbaína para las fiestas del Puerto de Algorta, el Ayuntamiento había decidido traer a una banda de Estella: “...Para las fiestas que se celebraran en Algorta en los días 11 y siguientes de Agosto están contratados los gaiteros de Estella, D. Demetrio Romanos y sus compañeros, los cuales ejecutarán piezas de su repertorio, acompañados de la Banda Municipal del mismo pueblo...” Por otro lado, la Compañía del Tranvía Eléctrico ponía en conocimiento del público: “...Que, con motivo de la romería que hoy te celebra en Algorta, desde las tres de la tarde en adelante los coches de servicio de Bilbao seguirán hasta Algorta, y la ultima salida de este punto para Bilbao será a las ocho treinta de la noche. Desde las tres de la tarde los coches en Algorta no pasaran de la plazuela de San Ignacio, donde se celebra la romería. A las ocho de la noche saldrá una expedición de Olaveaga para Algorta...” (El Noticiero Bilbaíno del 31 de julio de 1896). A pesar de lo cual, el mal tiempo ensombreció las fiestas de San Ignacio en Algorta de aquel año.

Y como estábamos en fiestas, llegaba la repetición de Santa Ana, en Las Arenas, la cual era anunciada en la prensa por el Ayuntamiento de Getxo: “...Grandes Fiestas en la Anteiglesia de Guecho.- La Comisión de Festejos de este Ayuntamiento, competentemente autorizada por el mismo, ha dispuesto llevar adelante el siguiente programa: Día 2 de agosto repetición de la romería de Santa Ana. A las cuatro de la tarde, romería en el mismo punto que la anterior; baile campestre de diez a doce de la noche en la plazuela; con asistencia de las bandas de música de Garellano y la de este pueblo...” (El Noticiero Bilbaíno del 2 de agosto de 1896).

Otro de los diarios bilbaínos anunciaba el tendido del cable para el tranvía, aunque el junta letras lo confundía con el submarino para el enlace con Inglaterra: “...Han dado principio los trabajos para tender el cable submarino conductor del fluido eléctrico para la tracción del tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta. El señor Zarraga es el encargado de ejecutar estos trabajos, esperando que éstos terminaran en breve. De todas maneras hasta después de las próximas fiestas, no funcionarán por la electricidad los carruajes de la línea de Las Arenas, teniendo esto por objeto el acostumbrar a los empleados en el manejo de la nueva locomotora...” (El Nervión del 2 de agosto de 1896).

En el pleno del 6 de agosto de 1896 se trataba, entre otros temas, sobre el sorteo para la designación de los asociados que junto a los ediles habían de conformar la Junta Municipal del Ayuntamiento de Getxo: “...Acuerda el Ayuntamiento practicar el sorteo de asociados que con esta corporación han de constituir la Junta Municipal del año económico de 1896 a 1897, con arreglo a lo que establece la Ley. Inmediatamente, teniendo presente las listas de las cuatro secciones en que se halla dividido el Pueblo, sin que se haya presentado reclamación alguna, se procedió al sorteo de cada sección por su orden, resultado elegidos los siguientes señores:

POR LA SECCIÓN PRIMERA (Cuatro Asociados)

Juan Bautista Mugica Larragoiti, Dionisio Zubiaga, Rufino Betolaza y Manuel Camara.

POR LA SECCIÓN SEGUNDA (Tres Asociados)

Evencio Cortina, Juan José Libano y Martín Berreteaga (hijo).

POR LA SECCIÓN TERCERA (Dos Asociados)

José Antonio Alcorta y Vicente Zabala.

POR LA SECCIÓN CUARTA (Dos Asociados)

Ignacio Sarria Landaida y Juan Bautista Ayo...”

También se informaba de la solicitud realizada a la Comandancia de Marina de la Provincia para realizar regatas en nuestro Pueblo: “...Se da cuenta de un oficio de la Comandancia de Marina de esta Provincia, autorizando la realización de regatas de botes cerca del Puerto, el próximo día 12 de agosto...” También se recibía otra autorización por parte del gobernador Civil de al Provincia para la realización de otro espectáculo durante las fiestas: “...Del mismo modo quedó enterado este Ayuntamiento de un oficio del gobernador Civil de la Provincia, concediendo permiso para para correr los dos novillos embolados en el Puerto de Algorta, el próximo día 13 de agosto...”

Continuaba el pleno municipal y esta vez el asunto tratado era la apertura de un establecimiento de tabacos en el punto la Cadena de Algorta: “...Se da cuenta de una instancia de D. Juan Antonio Garay, vecino de esta, solicitando al Ayuntamiento para que expida la correspondiente certificación de datos, para que pueda solicitar la instalación de una expendeduría de tabacos en su casa titulada “La Cadena”...”

Seguía el pleno, y en el se trataba sobre una casa ya derruida de la calle San Martín: “...Acordó el Ayuntamiento pasar a informe de la Comisión de Fomento y Policía una instancia de, D. Juan Ibarra y Basagoiti, residente en esta, solicitando deslinde de su casa derruida “San Martín de Ibarra”, y tierras pertenecientes a la misma, en el punto del mismo nombre...”

Así mismo, en el apartado de cuentas, se informaba sobre el coste de algunas prendas para los tarjes de los vigilantes de las playas: “...Fue leída y aprobada una cuenta del sastre D. Antonio Rivero por 20 pesetas, procedentes de las hechuras, broches, etc. etc., de dos trajes para vigilantes de las playas...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, una publicación bilbaína, dejaba una relación de los trabajos sobre el euskera elaborados por el Príncipe Louis-Lucien Bonaparte.

miércoles, 21 de junio de 2023

LA NOCHE MAGICA DE SAN JUAN


Noche mágica, así ha sido a través de los años la noche de la víspera de San Juan, la noche más corta del año en el hemisferio norte, que simboliza el triunfo de la luz frente a la oscuridad. La noche de San Juan nos anuncia que la duración de los días se comenzará a acortar, aunque al mismo tiempo se trate del día más largo del año, el que más horas de luz tiene.

Noche en la que las clásicas hogueras de San Juan nos dejaban unas ascuas crepitantes que revolotean sobre las Sanjuanadas, mientras las espirales de humo y su característico olor impregnan calles y ropas, a la vez que en el aire resuenan notas de las viejas canciones festivas.

Y es que en el recuerdo quedan imágenes de aquella fiesta, hoy ya casi desaparecida, con restos simbólicos en forma de grandes hogueras. En uno de los barrios en que viví, en Romo, en la Prolongación Amaya, en el centro de un espacioso arenal que conformaba una improvisada y accidentada plaza, un enorme montón de abarras y argoma anunciaban la deseada fiesta del fuego. Era la noche, que a través sus espesas sombras, amenguadas tan solo por la luz vergonzante de un par de bombillas de tulipas desconchadas, de luz triste, nos permitía ver una disforme pira fantasmagórica de leñas, cartones y destartalados enseres domésticos, fruto de trasiegos infantiles, que como si fuera a un gigantesco fantasma, mágicamente se hubiera apoderado del espacio de nuestros juegos, bajando a dormir el sueno de la última noche en la campa.

Ya desde vísperas, el sastre del barrio, Mikel, preparaba concienzudamente aquel muñeco de bombacho azul marino y camisa raída que iba a coronar en lo alto del mástil de la fogata.

La misma, al principio, aparecía como sumida un gran letargo, descansando a la espera del bullicio que más tarde iba a acontecer. Nada, en aquellos momentos previos, parecía turbar su silencio. Únicamente la sombra misteriosa de un hombre, que año tras año daba la señal de inicio de la hoguera, recorría las fachadas de nuestras casas y el viejo camino de la Prolongación Amaya.

Era Antonio, que con su improvisada llegada hacía resonar entre las casas del barrio el grito de !Antonio ya le ha dado fuego a la Sanjuanada!, los más jóvenes saltaban como un resorte de sus asientos sin apenas haber terminado la cena, a partir de ese momento el ruido de puertas y carreras por las escaleras era atronador, la hasta entonces tranquila campa se estremecía en medio de un bullicioso griterío, se abrían las puertas y ventanas, y mayores y pequeños llenaban el espacio festivo.

El trasiego de ramas y troncos para avivar la fogata era continuo. En seguida pequeñas piras, que cada cuadrilla preparaba aparte de la hoguera central, empezaban a iluminar la vieja campa. Las patatas, hurtadas a las baserritarras del entorno, comenzaban a asarse en aquellos pequeños e improvisados cenáculos.

Las chispas revoloteaban libres surcando el cielo, pero milagrosamente no provocaban incendios en aquel entorno semiurbano, de la frontera con Lamiako. Los saltos por encima y alrededor de las hogueras se sucedían, mientras los mayores vigilaban a su prole para evitar indeseadas quemaduras. Mientras charlaban con sus vecinos de los avatares del día.

El baile y la algarabía, poco a poco, iban dando paso al cansancio, y el sueño se dejaba traslucir en los rostros, enrojecidos por el calor de la hoguera de aquellos madrugadores obreros. Los más pequeños, ya comenzaban a sentir, no sin pena, el cansancio de una noche atronadora. La campa poco a poco se iba vaciando, y las familias regresaban a su hogares. Al día siguiente, en la campa, quedaban los rescoldos de la hoguera y un ambiente cargado de intenso olor a humo. Y es que las llamas de las hogueras que habían anunciado, la noche anterior, con sus brillantes chisporroteos, la festividad de San Juan, habían quedado reducidas a cenizas.

Y no quiero acabar sin recoger alguna vieja estrofa de esa mágica noche de San Juan:

...San Juan, sorgin eltxo ta gorri

gustijak dira erretan

soloetako landara onak

garbi geratu daitezan.

Gora, gora, gora garbitasuna!

aupa bizkor egin subari bira

ujuju! Deun Jon’agana guaz gu!...”

...San Juan, todas las brujas, y mosquitos rojos

se queman para que las buenas plantas

de los campos se limpien

Viva, viva la limpieza!

Aupa, demos raudos vuelta al fuego!

Hala vamos a San Juan!

Que en el Valle de Arratia era tenía otra versión, que traducida era:

...Quemad las brujas y los ladrones,

los sapos y las culebras...

San Juan, San Juan, San Juan!...

Guardad los maíces y los trigos!...”

Este año, como en años anteriores, la fiesta de San Juan volverán, a nuestros barrios, a la Plaza San Nicolás de Algorta; a Zubilleta y a Getxo (Andra Mari).

Las hogueras se realizarán como antaño en Zubilleta, con un amplio programa de tres días. De forma simbólica tanto en Malakate (Andra Mari) como en San Nikolas (Algorta).

En el entorno de Malakate, con sardinas y chocolatada, que año tras año nos regala Itxas Argia.

Celebración en la que niños y mayores volverán a sentir el calor del fuego y la nostalgia de hogueras pasadas.

Los programas de cada barrio aparecen recogidos en los carteles de fiestas que incluyo en esta entrada.

ONDO PASA SAN JUAN EGUNA!

domingo, 18 de junio de 2023

-V- “GETXO KANTARI EGUNA”

 


Getxo Kantari Eguna”, fiesta organizada por la Sociedad Itxas Argia de Getxo, que nació en el 2014 y que entra en su -V- Edición.

Iniciativa popular que como refleja su icono, el “CHORIA” verde, transmite la cultura y personalidad del País Vasco, a través de canciones que los participantes, y que como decían en su explicación del sentido del logotipo: “...Es una criatura que vuela en grupo, como los participantes de Getxo Kantari. Un pájaro, una voz y una persona, solos, no pueden llegar a su destino. Por el contrario, si volamos, cantamos y caminamos en grupo, nuestras palabras y voces se escuchan con más fuerza, como cuando cientos de pájaros baten sus alas...”

De ese cromatismo, como de jade verde, que impregna nuestros prados, montañas y exuberantes bosques, se llenarán el sábado las calles de nuestro Pueblo, entonado canciones libres y populares.

Esta edición, al igual que las anteriores, iniciará su recorrido en la plaza de San Nikolas, a las 12:00 horas del sábado día 24 de junio. La kantu jira recorrerá diversos lugares de Algorta, Portu Zaharra, Satistegi, Telletxe (Plaza de la Estación) y la Cadena. Haciendo parada en todos ellos deleitándonos con un extenso cancionero participativo-popular. Finalizando con una comida en el frontón de San Nikolas, en la que esas canciones, acompañadas de diversos instrumentos de cuerda, viento y percusión, animarán la comida, dejando un retrogusto que animará a repetir año tras año.

Los tickets para participar en la comida, a 20 , se pondrán a la venta en la propia Sociedad Itxas Argia, Malakate Taberna, Salem Taberna y Larra Taberna.


ALGORTATIK ELKAR IKUSIKO DUGU!

!NOS VEMOS POR ALGORTA!

miércoles, 14 de junio de 2023

OMNIBUS A LAS ARENAS Y ALGORTA

A principios de siglo XIX, en Europa, el carruaje era el medio de transporte más utilizado. Con el paso del tiempo y la mejora de las redes de caminos y carreteras surgieron nuevos medios de comunicación. Uno de los grandes avances en el transporte llegó en 1829, cuando comenzó a funcionar el primer ónmibus en Londres tirado por caballos.

Esa transformación, que se estaba produciendo ya con los medios de transporte, comenzó con el uso generalizado de los carruajes, consecuencia de la política de construcción de caminos reales que las Juntas Generales de Bizkaia aprobaron en 1818 y en 1832.

Antes de que llegara el tranvía a nuestras calles, el medio de comunicación más rápido para comunicar Bilbao con Las Arenas y Algorta eran las diligencias. Y es que las diligencias tiradas por caballos eran conocidas como “ómnibus”, su denominación francesa, fue uno de los medios, que en el Siglo XIX, se utilizaron para comunicar con nuestras dos poblaciones.

Las diligencias o “ómnibus” eran un carruaje de cuatro ruedas, que hacía un servicio regular entre las poblaciones. La primera de la que he encontrado referencias era la que unía la Villa de Bilbao con Gasteiz. Se trataba de una carta dirigida a la Diputación de Bizkaia por la “Compañía de Reales Diligencias”, con fecha veinte de enero de 1831, en relación con el establecimiento de una diligencia permanente y periódica entre la villa de Bilbao y la ciudad Alavesa: “...Con arreglo a lo que tuve el honor de manifestar a V.S.S. en el año pasado de 1828, esta Compañía esta dispuesta a establecer una diligencia permanente y periódica entre desde esa Villa a la ciudad de Vitoria...” (Archivo Foral de Bizkaia AR00007/017).

A mediados de ese Siglo, y antes de la aparición del tranvía y los ferrocarriles, surgieron unas caballerías (diligencias) que unieron, también, Bilbao con Las Arenas y Algorta. El principal escollo fueron los caminos que comunicaban nuestros barrios.

Para ver como eran los caminos que unían nuestros barrios detengámonos en la orografía de los mismos, allá por el Siglo XIX: “...En 1853, para atravesar desde Leioa hasta Algorta había avanzar por el lateral de la ría, a través de los arenales (Las Arenas), llegando a los altos de la denominada “Avanzada”, que era conocido como “el alto de los arenales”, y de allí al barrio de Algorta, no era cosa fácil, aquella dificultosa subida, a través de la que tenían que correr las diligencias, requería de un camino, que aunque de tierra batida, permitiera que la ruedas de los carruajes no quedaran atascadas en aquel terreno arenoso...” (1)

Ya en 1853, en un pleno municipal, se trataba sobre el asunto en el libro de actas, en el se hablaba sobre la necesidad de mejorar los caminos para llegar a los baños de mar, autentica fuente de riqueza para la Anteiglesia. En aquel pleno se decía: “...En 1 de junio de 1853, reunidos en sesión extraordinaria en este salón consistorial, los Concejales y asociados (Junta Municipal) bajo la presidencia del alcalde, D. José Antonio de Zubiaga hízose presente: Lo útil y necesario que es para esta comunidad la mejora de sus caminos vecinales con dos ramales para los baños de mar de Ereaga y Areachu. Pero que considerando hoy de nueva necesidad el desmonte de la incomoda y dificultosa subida o alto de los arenales en el punto llamado “Avanzada”, cuya vista arredraba a los muchos transeúntes por lo expuesto de aquel paso. Y que el estado incomodo y hasta peligroso de aquella , requiere el más pronto y eficaz remedio por medio de un desmonte o explanación. Se ve necesario llegar con este desmonte hasta la entrada de la población. Se ha dispuesto la formación de un presupuesto por medio del maestro de obras D. Juan Antonio de Menchaca...” (2)

  1. (Libro de actas del Ayuntamiento de Getxo de 1850-1857. Veintiuno de abril de 1850).

  2. (Libro de actas del Ayuntamiento de Getxo de 1850-1857. 1 de junio de 1853).

El 11 de marzo de 1854, en el pleno municipal de Getxo, se daba cuenta de lo siguiente: “...El camino de los arenales que ya había sido aprobado por la superioridad. El cual pasa por el centro de la población desde Berango hasta los arenales. Y se considera de utilidad pública obtener de la autoridad competente la habilitación de los muelles para el transito de los carruajes hasta enlazar con Deusto...” (3)

  1. (Libro de actas del Ayuntamiento de Getxo de 1850-1857. 11 de marzo de 1854).

Las gentes de Bilbao no se explicaban cómo algunos bilbaínos venían en verano a la playa de Las Arenas, cuando sin salir de la Villa podían disfrutar de los mismos aires y aguas del mar. No obstante algunos negociantes vieron que establecer un servicio de diligencias podía ser, lucrativo para sus bolsillos además de útil para aquellos bilbaínos ávidos de mar y sol.

Así que establecieron esa prestación, a la que curiosamente la empresa que iba a dar ese servicio mediante las llamadas diligencias u ómnibus, les dio nombre de ave, “Paloma”, “Palomo” y “Golondrina”. La diligencia que recibió el nombre de La Paloma era de color amarillo; a ella iban enganchados cuatro animales de tiro: “...Un macho de gran alzada, un caballejo ruin, y una mula no más medrada que este en varas, y en volea un, un caballo blanco, abatido, huesudo, y sangrando por varias contusiones y picaduras...” Más tarde establecerían otro servicio al que dieron el nombre de “El Joven Faustino” que era de mayor tamaño que “La Paloma”. (4).

  1. (Del libro de Carlos María Zabala).

Esta empresa diversificaba sus líneas de negocio, al menos eso se deduce de lo que escribía un diario político bilbaíno, el “Irurac Bat”, que en su edición del 16 de julio de 1862 decía: “...La empresa de los ómnibus Paloma, Palomo y Golondrina, ha tenido el buen pensamiento de construir en las Arenas de Guecho casas para tomar baños, y de colocar en varios puntos, maromas bien sólidas para que a ellas puedan asirse los bañistas que se han metido en la mar, facilitan además a cada uno, su traje correspondiente, y por todo el servicio no cobra más que un real por cada baño. Hemos dicho que es excelente este pensamiento, y vemos ya se anuncia más o menos próximo, que piensa instalarse en los Arenales de Guecho una verdadera casa de baño, a la manera de las de Biarritz , Dieppe y otros puertos, desde la que los bañistas disfruten de todas las comodidades de aquellas. Unido a esto al ser la playa de Guecho tan segura como cómoda, y el distar tan poco de Bilbao, de presumir es que se halle concurrida, merced a la facilidad que dispensan al viajero los coches pertenecientes a la referida empresa y el nuevo proyecto que acaba de poner en marcha...” En aquel diario, ya se anunciaban los servicios de las diligencias y coches, los cuales hacían el trayecto entre Bilbao, Las Arenas y Algorta. En el primer anuncio se ofrecía: “...Coches a Las Arenas.- Siguen haciendo viajes a dicho punto los coches Algorta y Concepción, Nº 1 y 2. Salida de Las Arenas a las siete y media de la mañana. De Bilbao a las once de la mañana y cuatro de la tarde. Estos coches saldrán de Bilbao de la puerta de la Aduana y de Las Arenas de las cocheras. Se suspenderán las salidas en días festivos los de la cuatro de la tarde. Se llevaran los equipajes de los bañistas a precios módicos hasta el mismo Algorta. La administración se halla establecida en la de la Unión, Sendeja Nº 1...” En el siguiente anuncio el servicio ofrecido era el de las diligencias: “...Servicio de los ómnibus.- Paloma, Palomo y Golondrina: Salidas desde Bilbao: La Paloma a las ocho de la mañana; Palomo a las nueve de la mañana; por la tarde La Paloma lo hacía a las tres de la tarde y La Golondrina a las dos y media y cuatro de la tarde pero solo hasta el Desierto...”

El coche que hacía el servicio hasta Las Arenas, “El Palomo”, era un nuevo y elegante “Omnibus” de 26 asientos. Que también hacía el recorrido desde Bilbao a Santurce. (Irurac Bat del 3 de agosto de 1862).

La diligencia “La Golondrina”, según relataban en su anuncio, iba a ser un nuevo servicio de transporte entre Bilbao y Las Arenas: “...La Golondrina.-Nuevo servicio entre Bilbao y Las Arenas: Desde el próximo domingo 10 del corriente principiará a hacer sus viajes este ómnibus saliendo de Bilbao todos los días a las diez de la mañana y de Las Arenas a las cinco de la tarde. Lo despacha en Bilbao D . Luciano Porset, calle del Correo, núm. 34...” (Irurac Bat del 6 de agosto de 1862).

Y aunque no pertenece a este relato del transporte, incluyo un pequeño dato anecdótico sobre el barrio de Las Arenas. Decía ese mismo diario: “...Todos estos días se levanta en nuestras costas un terrible galerno que pone en conmoción a las gentes, y sobre todo a las familias de los pescadores. El pasado sábado por la tarde derribó las casetas de los bañistas en la playa de Portugalete y rompió las aspas del molino de las Arenas...” Se referían al Molino de Esacerrota. (Irurac Bat del 8 de agosto de 1862).

Aquellos servicios coadyuvaban a que los romeros, en las fiestas de los barrios de Getxo, pudieran acudir en masa: “...Brillante y animada fue la romería que tuvo lugar ayer en el vecino y pintoresco pueblo de Algorta. Desde por la mañana comenzaron a cuajarse de gente cuantos caminos y veredas se dirigen a la espaciosa plaza donde suele tener lugar la fiesta y desde, nuestra villa partían multitud de carruajes y vehículos de todas clases arrastrando al sitio de reunión a lo más alegre y granado de nuestra bulliciosa juventud. El vapor Nervion condujo también gran número de romeros a Las Arenas, desde donde se dirigían en numerosos y vistosos grupos al Castillo. Bello y sorprendente era el aspecto que ofrecía aquella Campa a la hora del apogeo de la fiesta: los abigarrados y estudiados colores de nuestros campesinos formaban un agradable contraste con los prendidos sencillos al par que elegantes que lucían las jóvenes. Por la noche hubo baile en la alameda situada cerca de la nueva iglesia y al efecto se adornó aquel lugar con vistosos gallardetes y faroles de colores, que en conjunto ofrecían el cuadro más bello y pintoresco que puede imaginarse. Ni un incidente desagradable vino a turbar por un momento la alegría de los romeros que rebosando en sus facciones la mas expansiva satisfacción se divirtieron a más y mejor, hasta cerca de las dos de la mañana. La música de Plencia colocada debajo de un sencillo dosel construido al efecto amenizó con sus tocatas la función. Damos el mas cumplido voto de gracias a los señores de Algorta, los cuales no perdonaron medio alguno con objeto de proporcionar a los forasteros una diversión tan amena. Hoy tendrá lugar la segunda y última romería y tenemos fundados motivos para creer que no le irá en zaga a la que ligera y desaliñadamente acabamos de bosquejar...” (Irurac Bat del 12 de agosto de 1862).

Había otros servicios de diligencias desde Bilbao con dirección a otras poblaciones: Lekeitio, Villaro, cuyos billetes se despachaban en el Arenal, junto al teatro; también se ofrecía transporte en esas diligencias hasta Gasteiz por Durango en combinación con la Rioja, dicho servicio era diario. Además se ofrecían: “...Cómodos y nuevos carruajes de lujo, que se alquilan para viajes particulares y paseos, a precios convencionales...” La empresa que ofrecía estos servicios era “Diligencias de la Bilbaína”.

Las que iban hasta los baños de Elorrio tenían su salida desde Bilbao, a las tres de la tarde, los precios en “Berlina” eran de 35 reales y en interior de 28. Otros ómnibus llevaban a Gernika: “...Durante los días de Juntas, saldrá todos los días a las cinco de la mañana desde el Arenal de Bilbao un ómnibus de seis asientos de interior y tres de banquetas para llegar a Guernica a las 9. Desde Guernica saldrá para Bilbao todos los días a las cinco de la larde, empleando en el trayecto cuatro horas. Lo despacha en Bilbao D. Luciano Porset, Correo, Nº 3 y 4...” (Irurak Bat del 16 de julio de 1862).

Y es que ese diario recomendaba la utilización de aquel servicio de diligencias, señalando las condiciones veraniegas de nuestras playas: “...Les recomendamos de un servicio de coches a Las Arenas, ligado con el puerto de Algorta. La estación de baños ha comenzado ya en aquel bellísimo pueblo, y nótanse en sus playas algunos forasteros. No dudamos que la deliciosa situación de Algorta, sus hermosas playas, y la comodidad y la independencia de que se goza en el puerto, atraerán a el muchísima gente de la que, huyendo de las calores insoportables del centro de la monarquía, busca en las benéficas costas del mar Cantábrico frescura, solaz y libertad de los usos cortesanos. Algorta reúne, bajo este punto de vista, inapreciables cualidades, como casi la mayor parte de nuestros puertos...”

El servicio de diligencias, a través de la empresa “Diligencias del Norte y Mediodía de España” daba servicio a otras poblaciones: “...Bayona: Por Durango, Elgoibar, Azpeitia, Cestona y San Sebastián.

Bayona: Por Elorrio, Vergara, Tolosa y Lasarte.

Deva: Por Ermua, Eibar, Alzola y Mendaro.

Santander: Por Sodupe, Zalla, Balmaseda, Carranza y Ramales.

Ea y Elanchove: Por Zornoza y Guernica...”

Y eso que los caminos no siempre estaban practicables, como sucedió en el más transitado, el de la ría, en el trayecto desde Udondo, poco antes de llegar a Las Arenas: “...El lunes se hundió considerablemente un trozo de camino paralelo a la ría, en el punto llamado de los ocho ojos, y ya el martes por la mañana estaba habilitado para el tránsito de carruajes del servicio de Bilbao a Las Arenas. Las murallas no se habían resentido, y sí solamente las tierras del centro. Esta actividad en la reposición de la vía dice mucho en elogio del señor ingeniero del puerto D. Amado de Lázaro, quien ya antes de ahora tiene dadas inequívocas pruebas de su celo e inteligencia...” (El Reino del 18 de agosto de 1862).

Del ambiente y llegada de los veraneantes a nuestros barrios, en esos años de mediados del Siglo XIX, daba cuenta el diario bilbaíno : “...Anteayer y ayer tarde, ver atravesar sin descanso ómnibus, carretelas y coches particulares por el Boulevart. Todos ellos venían repletos de viajeros: sus vacas cargadas de equipajes; acudían los mozos a conducirlos aquí y allá; las carretas de mano se cargaban y eran arrastradas con gran trabajo por una persona: se depositaban los baúles en las aceras del Boulevart por no haber gentes bastantes que los condujeran a las fondas; los dueños aburridos no se separaban de ellos; las gentes transitaban por uno y otro lado buscando hospedaje; en fin desde las seis de la tarde presentaba el Arenal todo el bullicio y movimiento de una gran ciudad. Bien decíamos el otro día que muy pronto los puertos de mar inmediatos a Bilbao se hallarían tan colmados de forasteros, como se encontraba la villa invicta. En Portugalete y Algorta hay tal afluencia de gentes, que ya apenas caben en sus casas. Bien es cierto que pocos puertos de mar pueden disfrutar de las ventajas de los que acabamos de citar...” (Irurac Bat del 16 y 19 de julio de 1863).

Antes de que el tranvía de sangre llegase a Las Arenas, el medio de transporte colectivo era el de coches de tracción animal y las diligencias, que perduraron hasta la llegada del tranvía y el ferrocarril. La Fonda Bernarda (más recordada como “Casa de Huéspedes de Dña. Bernarda Urrutia”) era el término en Las Arenas de estas diligencias. Es muy probable que esta fonda fuera la llamada “Fonda Bernardino”, que en el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 30 de mayo de 1876 se anunciaba: “...Se arrienda.- La antigua fonda de Bernardino (bombardeada y hoy en reedificación) situada en la plazuela de las Arenas, frente a Portugalete...” Esta Fonda, según notificaban en ese mismo diario, el día 30 de marzo de 1876, se había trasladado a la calle Bidebarrieta de Bilbao.

Y es que, en aquellos días, el movimiento de veraneantes entre Bilbao, Las Arenas y Algorta era intenso. Decía un diario bilbaíno: “...Ha empezado un movimiento no conocido de carruajes, vapores y vehículos de toda clase, imprimiendo una animación inusitada en la villa y propia únicamente de la época de festejos públicos. Las gentes se dirigen sin cesar a Porlugalete, Algorta, Las Arenas, y demás sitios deliciosos que tanto embellecen nuestros alrededores... y unos van... y otros vienen, y todo es animación, alegría y jolgorio...” (El Noticiero Bilbaíno del 19 de agosto de 1876).

A pesar de lo cual, no parece que algunos coches estuvieran en las mejores condiciones para transportar a aquellos veraneantes, que deseosos de recibir las brisas del mar acudían a nuestras playas. Decían en una carta al director: “...He tratado varias veces del mal estado en que se hallaban la mayor parte de los carruajes que hacen el servicio de viajeros entre la Villa y Las Arenas, y hoy maestro de coches encargado del reconocimiento de ellos que expida certificación de estar hábiles para el transporte...” (El Noticiero Bilbaíno del 9 de septiembre de 1876).

Por aquellos días, los coches (diligencias) también transitaban por la margen izquierda y zona minera: “...En un carruaje que parte a las siete de la mañana desde Ortuella y recorre el Nocedal, Santurce, Portugalete, Desierto, Luchana y Bilbao, regresando por la larde; el precio del viaje es de 6 reales. Yo supongo que cuando se electrifique el tranvía a Las Arenas, algunos de los coches que se dedican a aquella carrera pasarán a esta zona...” Por otra parte, el tranvía de tracción animal de Bilbao precisaba de: “...Suministro de paja y cebada para alimentar a 450 caballerías, y aprovechaba para reducir gastos con la venta de estiércol procedente de sus cuadras. Los depósitos estaban situados en en el paso de la Salve. Su director era D. Juan Amann...” (El Noticiero Bilbaíno del 10 de octubre de 1876).

El llamado “Tranvía de Sangre, el de esfuerzo proporcionado por las bestias de tiro, comunicó Bilbao con Las Arenas y Algorta en 1.876 (fue eléctrico desde 1.896); el ferrocarril de Bilbao a Las Arenas en 1.887; el ferrocarril de Las Arenas a Plentzia en 1.893. Estos serian los medios de comunicación que articularon nuestros pueblos, dotándolos en aquella época de agilidad para transportar personas y mercancías.

Con la llegada del tranvía y el ferrocarril, los servicios de diligencias perdieron utilidad. No obstante el servicio de diligencias estuvo vigente hasta bastante avanzado el siglo XIX, en 1885 todavía existían en Bilbao tres empresas de diligencias. Al igual que estos y otros servicios que les siguieron, el paso del tiempo y las mejoras del propio servicio con el tranvía, ferrocarril y trolebuses, fueron dejando estas viejas calesas para la historia. Dando paso a los actuales servicios de transporte de autobuses y metro.