domingo, 30 de junio de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -393-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, durante los festejos de la “Octava de San Ignacio”, se realizaba un festejo llamado “Anillo de Júpiter”.

En uno de los últimos puntos del pleno municipal de Getxo del 16 de junio de 1897, se daba lectura a dos cuentas relacionadas con la inauguración del Hospital Hospicio de Algorta el 7 de febrero de 1897 y otros eventos: “...Se da cuenta de dos facturas presentadas por D. Manuel Eguia, procedentes de los refrescos suministrados al Ayuntamiento y otras personas durante la inauguración del Hospital Hospicio de Algorta el 7 de febrero, y el Viernes Santo a las fuerza de la Guardia Civil y Carabineros que asistieron a la procesión, además de las comidas suministradas con motivo de las elecciones municipales en la mesa de la Casa Consistorial los días de la proclamación de interventores y elección de concejales...”

Y como el pago de las obras de la carretera desde el Contramuelle de la Punta Begoña al Puerto de Algorta se avecinaba: “...El Ayuntamiento de Guecho acuerda dirigir una respetuosa instancia a la Excelentísima Diputación Provincial, suplicando contribuya con alguna cantidad a sufragar la tercera parte que este Ayuntamiento debe de pagar, según convenio, a la Junta de Obras del Puerto Exterior, para la construcción de una muralla y la carretera desde el Contramuelle de la Punta de la Begoña al Puerto de Algorta; a su vez acordaba crear una comisión con el fin de por mediación del Diputado Sr. Arrola, obtenga en las oficinas de la expresada Diputación una nota del modo de dirigirse a la misma, quedando designados a tal fin los señores Regidores D. Robustiano Larrondo y D. Manuel Inchaurtieta...”

En ese mismo pleno, del 16 de junio de 1897, se trataba sobre las condiciones de contratación de los carros para el traslado de los desperdicios y barreduras de los barrios de Algorta y Las Arenas al punto de vertido: “...Fueron aprobadas a continuación las condiciones de contratación de los carros para el traslado de los desperdicios y barreduras de las casas de Algorta y Las Arenas con carros adecuados a tal efecto. Acordaba el Ayuntamiento que para ellos se sacara a remate público, como era costumbre en años anteriores, dichos servicios en un solo acto “a vela muerta”, pero separados por barrios...”

Y como venía siendo habitual el Ayuntamiento de Getxo acordaba asistir a la función religiosa del Corpus Christi: “...Por último acordó el Ayuntamiento asistir el día de mañana Corpus Christi a la función religiosa que se celebrara en la Iglesia de San Nicolás de Bari...” Los gigantes, aquel año, recorrieron algunas calles bilbaínas. El Corpus Christi fiesta llamada del Cuerpo y la Sangre de Cristo, que en 1247 propusiera una monja belga, Santa Juliana de Lieja, tras un sueño revelador; y que posteriormente comenzara a celebrarse a instancias del Papa Urbano VI, el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, dependiendo de la fecha de la Semana Santa. En el Concilio de Trento se afianzaron las procesiones y el Corpus absorbió las fiestas populares de los pueblos durante la edad moderna. Festividad que continua celebrándose, todos los años, en el Puerto de Algorta.

Un informe a cerca de las Bibliotecas mejor surtidas del mudo aparecía en un diario local de Bilbao en ese mismos mes de 1897: “...Un informe publicado por una comisión de enseñanza de los Estados Unidos, da a conocer detalles interesantes sobre la riqueza en libros y manuscritos que poseen las Bibliotecas de las Universidades de Europa. Las más ricas de todas en libros son las alemanas, sus 20 bibliotecas, encierran 5.850.000 volúmenes. El segundo lugar se halla ocupado por Italia, que posee 2.000.000 de libros; Inglaterra tiene 1.849.800 volúmenes, de los cuales más de un millón se divide entre las Universidades de Oxford y Cambridge. Las cuatro bibliotecas mayores son las de Marbourg, con 704.076 libros; Leipzig con 504.683; Oxford con 530.000 y Cambridge con 506.500. Siguen a la Gran Bretaña en importancia, Austria y Rusia, cada una de cuyas naciones cuenta 1.180.000, volúmenes; Suecia y Noruega son dueñas de 790 mil libros, y España de 726.006. Las bibliotecas de Gottingue, Heidelberg, Munich, Viena y San Petersburgo contienen cada una 400.000 libros...” (El Nervión del 18 de junio de 1897).

En ese mismo mes dos médicos bilbaínos publicaban el “Boletín Mensual de Estadística Sanitaria de Bilbao”, el cual a pesar de no hacer referencias a nuestra Anteiglesia, Getxo, dejaba algunos datos que por la cercanía entre ambos municipios podían considerarse comunes, sobre todo los referidos a meteorología, vientos y pluviometría, no así los referentes a defunciones por morbosidad, ya que cada municipio tenía sus propias características, y Getxo mediante su Junta de Sanidad publicaba sus propia estadística: “...El doctor Gorostiza, jefe del servicio de inspección y estadística sanitaria de Bilbao, secundado por el doctor Echevarría, concejal de nuestro Ayuntamiento, ha conseguido hacer interesante dicha publicación, la cual seguramente la clase médica mirará con extraordinario cariño. La sección, dedicada a meteorología, puntualiza por días la altura media barométrica y sus oscilaciones, la temperatura máxima, mínima y media, la humedad relativa, a las nueve de la mañana y tres de la tarde, tensión del vapor acuoso a las mismas horas, vientos dominantes tarde y noche, lluvia caída y estado del cielo. La parte demográfica abarca, los matrimonios, nacimientos y defunciones ocurridos en cada mes. Se clasifican también las defunciones por enfermedades, más frecuentes o por grupos morbosos, especificando edades y sexos. Las defunciones en el Hospital Civil tienen capítulo aparte y acusa una mortalidad del 71,79%. Se consignan las enfermedades infecciosas de la villa, según, los partes en las oficinas del Ayuntamiento, número de operaciones de desinfección y fumigación ejecutadas por el cuerpo de fumigadores, el número de acogidos, por sexos, en el Asilo de Noche, el movimiento de la casa de Maternidad, cuarto de Socorro, Hospital Civil, Asilo de las Hermanitas de los pobres, Asilo de Huérfanos, Casa de Socorro del Ensanche, Casa de Expósitos, Casa de Misericordia y Hospital militar...” (El Nervión del 19 de junio de 1897).

Pues bien, aquel Boletín de Estadística Sanitaria y Meteorologica dejaba, resumidos, los siguientes datos: “...Observaciones meteorológicas del observatorio del Instituto Vizcaíno, durante el año 1897; Altitud del barómetro 17,00 metros sobre el nivel del mar: La presión barométrica en cuanto a la altura media ha estado entre 758 y 764 mB; las temperaturas fluctuaron entre los 11ºC y 5ºC mínima de enero, y los 37º C y 8ºC mínima del mes de junio; siendo los vientos dominantes los del N.O. con fuerzas que iban desde los 6 a los 29 m/s en el mes de agosto; la frecuencia de las lluvias iban desde 6 días en noviembre hasta los 19 del mes de abril. En el resumen del año habían tenido 69 días de cielo despejado y 157 lluviosos. Respecto a los datos demográficos, estos referidos a Bilbao, la densidad de habitantes por hectárea era del 24,93%.

Curiosamente los datos referidos al origen de los niños, sobre si eran legítimos o ilegítimos, seguían el patrón de las estadísticas de Getxo, en cuanto a la discriminación moral. A cerca de ellos se decía: Los niños expósitos están clasificados de ilegítimos no reconocidos y se incluyen en el primer distrito (Bilbao la Vieja). La mayor causa de defunciones había sido la Viruela seguida de la Tisis Pulmonar, Neumonía y Meningitis.

Respecto de los datos de Beneficencia Domiciliaria decir que los alimentos que se repartían era: arroz, patata, carne con y sin hueso, bacalao, tocino, alubia, garbanzo, aceite y leche además de pan. También se suministraba a las familias necesitadas carbón. Las Salas-Cunas arrojan una asistencia diaria de 55 niños. El coeficiente de mortalidad anual era del 35,99 por mil habitantes...” (Bilbao.eus 1897).

Las romerías y fiestas más renombradas y próximas a nuestra Anteiglesia, a las que acudían gran parte de la juventud de Getxo, tenían el poder de cambiar los horarios y frecuencias del ferrocarril de Las Arenas a Plentzia: “...Con motivo de las renombradas romerías de San Juan, en Barrica, los días 21, 25 y 26, y San Pedro, en Sopelana, los días 29 y 30, la Compañía del ferrocarril de Las Arenas a Plencia, además del servicio ordinario, realizara otros horarios tanto desde Bilbao como desde Plencia...” También llegaban noticias relacionadas con ordenaciones de sacerdotes de Algorta: “...En la iglesia de San Nicolás de Algorta, celebrará mañana, a las diez de la misma, su primera misa el presbítero D. Bernardino de Garaizar y Munoa; predicará el ilustrado sacerdote D. José García Galdacano; será padrino eclesiástico D. .Leandro Uribe...” (El Nervión del 19 de junio de 1897).

En la próxima entrada de esta serie veremos como, se mencionaba nuevamente las obras de la carretera del muelle desde la Punta Begoña hasta el Puerto de Algorta, y en su informe se recogía el termino de “Sorguinsulo” referido a la cueva de la parte baja de Punta Begoña.

AGUR MARIJO

Nos ha dejado Marijo Gauna. Hace todavía poco celebrábamos la Fiesta de Paellas en grupo, cada vez van quedando menos compañeras/os, pero seguro que no olvidaremos los momentos que nos alegraste con tu presencia.

Marijo era un mujer de carácter, comprometida, amiga y trabajadora, que no pasaba desapercibida, siempre dispuesta a echar una mano, era un poco parte del alma del grupo. Este año echaremos en falta tu presencia.

Marijo te extrañaremos, siempre estarás entre nosotros, y al brindar en la mesa, un fuerte recuerdo volará hacía ti allá donde te encuentres.

Agur Marijo, hasta que nos veamos en el polvo de estrellas, donde mora la gente que merece la pena.

AGUR MARIJO


jueves, 27 de junio de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -392-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, algunos vecinos del barrio de Las Arenas solicitaban que actuara la Banda del regimiento de Garellano en dicho barrio.

En el pleno del Ayuntamiento de Getxo del 10 de junio de 1897 se trataba sobre una instancia presentada por la Banda de Música de Getxo: “...Se da cuenta del escrito presentado por la Banda de Música de la localidad, suscrita por 14 individuos de la misma, en la que manifiestan hallarse con número suficiente y en estado de prestar sus servicios en lo sucesivo, habiendo nombrado por parte de los miembros de dicha Banda como nuevo director a D. José Galubart. En dicha instancia expresan que los dos instrumentos bajos de que tiene la banda se encuentran necesitados de un pequeño arreglo. El Ayuntamiento acuerda pasar el asunto a la Comisión de Festejos compuesta por los concejales Sres. Libano, Arzubiaga e Inchaurtieta, a fin de que enterándose de todo y conferenciando con los componentes de dicha banda propongan lo que estimen conveniente...”

En esas fechas, el estado del cementerio de Getxo, situado junto a la Iglesia, al parecer se hallaba en una situación de abandono y desorden: “...Se da cuenta de un escrito del concejal D. Víctor Aresti, en el que se queja del mal estado en que se encuentra el interior del cementerio de la Parroquia de Santa María por falta de cuidado y limpieza, y tomando en consideración dicha queja, y el abandono que la persona encargada de su mantenimiento, a quien este Ayuntamiento viene pagando 60 pesetas al año, acuerda este Ayuntamiento para que dicho Sr. Aresti en compañía del Sr. Cura Párroco nombre a una persona de la confianza de ambos, para que dese el 1º de julio próximo venidero se encargue del cuidado, arreglo y aseo del interior del cementerio, a quien se abonara la cantidad anteriormente indicada, así como para que pongan en conocimiento de este Ayuntamiento del nombre de al persona elegida...”

Dentro del apartado de cuentas, uno de los gastos que más curiosos fue el pago realizado en concepto de festejos a: “...D. Francisco Elorriaga, la cantidad de 10 pesetas, por el jornal de tres burros que facilita a la Comisión de festejos de la “Octava de San Ignacio” último, para realizar la diversión llamada del “Anillo de Júpiter”...”

Y ya llegando a épocas de fiestas, no quiero dejar pasar sin comentar una noticia que aparecía en un diario bilbaíno, relacionada con nuestro “Gargantua”, que en la novela de Rabelais apareciera como padre del no menos famoso “Pantagruel”: “...El nuevo “Gargantua.- Han transcurrido cuarenta y tantos años desde que, por vez primera, y debido a la iniciativa de varios bilbaínos, asiduos concurrentes a la pastelería de Suizo, apareció en las calles de Bilbao, el famosísimo Gargantua. Se trataba por aquella época de dar mayor realce a las tradicionales fiestas del mes de Agosto, y se considero que a tal fin contribuiría eficazmente un gigantón que se tragara a los niños crudos. Cuando éste apareció en las calles, sentado sobre su poltrona, abierta la descomunal boca por la que se colaban los más atrevidos chiquillos, y arrastrado por una pareja de bueyes, el entusiasmo y la alegría que reinaron en la villa fueron muy grandes...” (El Nervión del 11 de junio de 1897). Este personaje salido de la pluma de las sátiras irreverentes y fantásticas en un mundo habitado por cretinos, borrachos y bribones, que novelara con gran acierto el médico y humanista francés François Rabelais, ha llegado hasta nuestros días en forma de un baserritarra de aspecto tosco, que causa a la vez miedo y jolgorio entre los más pequeños, personaje que desfilo por primera vez en las fiestas de Algorta en 1971.

Y en sintonía con tan opulento tragaldabas, decir que en la ciudad del Sena, existía por esas fechas el llamado “Club de los 100 kilos: “...Cuyos socios, el que menos, pesa tan respetable cifra. Pues bien, a propósito de gorduras, vamos a recordar algunas célebres. En la antigua Roma todos los caballeros cuya corpulencia debida al buen trato que les impedía cabalgar con facilidad, eran condenados por los censores a la pérdida de sus caballos. En Esparta, donde la templanza más rigurosa era uno de los primevos deberes de todo buen ciudadano, los gordos pagaban multas, que variaban según el volumen de sus panzas respectivas...” (El Nervión del 12 de junio de 1897).

Eran días de remates de arbitrios, y al igual que los de Getxo, nuestras poblaciones hermanas de Leioa y Portugalete publicaban en prensa la salida a pija de dichos servicios: “...Los de la Villa Jarrillera, entonces capitaneada por el Alcalde D. Antonio López , admitían propuestas para vinos, aguardientes y licores, carnes vacunas, de cerda, cabrias y lanares, pescados y abacería...” (El Nervión del 11 de junio de 1897).

A propósito de nuestras poblaciones hermanas, contar que por esas mismas fechas, la de Berango explotaba una mina de hierro en su termino municipal: “...Por el vecino de Berango, D. Felipe de Echevarría, se han solicitado 30 pertenencias para la mina denominada «San Antonio», de mineral de hierro y otros métales, sita en el término de Berango...” (El Nervión del 12 de junio de 1897).

Eran días de llegada del estío y las temperaturas marcaban altas: “...Cuarenta y cinco grados y cuatro décimas al sol, y treinta y nueve a la sombra marcó ayer el termómetro en Bilbao, donde vivimos ayer como angulas en Cazuela, el termómetro ha llegado a marcar la temperatura del pipil. Llegaban los días de de las romerías, la de San Antonio, santo popular por excelencia y casamentero decían, en Martiartu y Urkiola; San Pedro en Deusto, Mungia, Sopela y Sestao...” (El Nervión del 13 de junio de 1897).

Algunas costumbre que se venían desarrollando en la zona de la llamada “Benedicta” estaban a punto de ver su punto final: “...El Ayuntamiento de Portugalete ha prohibido que las gabarras carguen arena en la playa de dicho punto. Fúndase esta ‘prohibición en que la arenas la quitan solamente de un sitio próximo al hormigón del muelle metálico, lo cual provoca que se forme un canal muy grande, desfigura la playa y supone un peligro para los bañistas. Si se cumple con rigor el acuerdo, en un mes nivelarán las mareas las arenas de las playas de Portugalete...” (El Nervión del 14 de junio de 1897). Según el historiador Goio Bañales, autor del libro “La Torre de Salazar de Portugalete”, el nombre de “La Benedicta”: “...Parte del gentilicio “La Venerita”, cuya forma original era "La Venita”, topónimo documentado en 1795. "Venita" es diminutivo de “vena”, que según la Academia de la Lengua puede significar “filón metálico”, "conducto natural por donde circula el agua subterránea” o “faja de tierra o piedra, que por su aspecto se distingue de la masa en que se halla interpuesta”...” (Mareómetro de Portugalete del 13 de enero del 2020).

En el pleno municipal de Getxo del 16 de junio de 1897, al tratar sobre el asunto del alcantarillado de la parte baja de las barreras de Algorta, una instancia de algunos propietarios nos dejaba el nombre de un caserío de la zona: “...Se da cuenta de un escrito presentado por los señores, D. Pedro Jesús Vozmediano, D. Juan Antonio Garay, D. Juan Antonio Miragaray, D. Saturnino Azcorra y D. Juan José Sarria, vecinos y propietarios de esta localidad en el barrio de Bastinchuena o Cadena, por el que se obligan a contribuir a partes iguales para la construcción de la alcantarilla proyectada desde la vía del Ferrocarril de Las Arenas a Plencia, por la carretera, hasta la general de la calle de Arechondo, y que el pago de las cinco sextas partes de la obra debiera ser abonado por los cinco propietarios, excusándose a contribuir por ahora la viuda del finado Bareño. El ayuntamiento considera indispensable la construcción de dicha alcantarilla, por que de no ejecutar dicha obra peligra la salud pública del barrio por el mal estado de la evacuación de las aguas sucias de las viviendas. El consistorio acuerda la proporción que debe de ser abonada por los cinco propietarios , a la vez que quien administre la casa llamada “Bastinchuena” deberá también abonar su 40%, y que de esa manera de den salida a las aguas fecales de las casas que hoy corren por la cuneta de la carretera...”

Bastinchuena era un termino que según el libro “Getxoko Leku Izenak” de Mikel Gorrotxaegi, lo define de esta manera: “...Bastinchuena caserío que se hallaba emplazado en el lugar denominado “La Cadena”...” Pues buen, esa carretera, la de Sarrikobaso, que era un paraje montañoso en el que se extraía madera y piedra de una cantera allí existente para la edificación incipiente de la zona, recibía con anterioridad (1840-1884) en nombre de estrada de Elorriaga. Dice Mikel Gorrotxategi en su obra de maquetación: “...Más adelante parece que se hizo una estrada para unirlo al camino que iba a Plentzia y se convirtió en Sarrikobaso, ya que iba al lugar llamado así, lo que actualmente conocemos con el nombre Venancios...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, un industrial de Algorta cursaba factura de la comida servida durante la inauguración del Hospital Hospicio.

lunes, 24 de junio de 2024

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -391-

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, la Comisión nombrada para representar al Ayuntamiento de Getxo ante la Junta de Obras del Puerto, llegaba a un acuerdo con dicha Junta para el pago de las obras del camino de Ereaga.

Mientras se celebraba el pleno municipal del 10 de junio de 1897, uno de sus miembros, por acuerdo municipal, abandonaba el mismo a fin de acudir a las exequias de la esposa del veterinario municipal: “...A este tiempo, y en nombre del Ayuntamiento, con el fin de poder concurrir a la conducción del cadáver que en vida fue Dña. Francisca Menchaca, esposa del veterinario municipal D. Juan Cruz Mezo, y a las exequias en sufragio del alma de la misma, salió de la sesión el Regidor D. José María Basagoiti...”

Con la llegada del verano, algunos industriales aprovechaban para iniciar sus negocios de cara a cubrir gustos de la época. En el barrio de Las Arenas y en su populosa playa uno de estas costumbres era la del consumo de churros, a pesar de los calores del estío: “...Se da cuenta de una instancia de D. Ceferino García y D. Aurelio López, quienes solicitan permiso para dedicarse a la elaboración y venta de churros, en la Playa de Las Arenas durante la temporada del verano...”

Pero no parece que la actividad era bien vista por los bañistas, por lo que el Ayuntamiento decidía: “...Después de una razonada discusión, y teniendo presente la
incomodidad y disgusto que produce al público y transeúntes el acto de la elaboración de los churros, en la playa de baños y vías públicas, acordamos desestimar la pretensión de los exponentes, disposición que se hace extensiva a todas las vías públicas y sus márgenes, y se declara como regla general para iguales casos que se soliciten en lo sucesivo
...”

En aquel pleno se presentaba la liquidación de las obras del Hospital Hospicio de Algorta. Que se determinaba de la siguiente manera: “...Se da cuenta de la liquidación certificada de la obras del Hospital Hospicio Municipal, incluyendo jornales y materiales empleados en el mobiliario de dicho edificio, por el contratista D. Manuel Bengoechea...” El resultado, según expresaba el Arquitecto Director era el siguiente:

Importe de las obras según contrata: 95.557,42 pesetas.

Importe de las mejoras fuera de contrata: 12.761,37 pesetas.

Jornales y mobiliario: 2.093,71 pesetas.

Total general: 110.412,50 pesetas.

Cantidades a Deducir:

Cantidades recibidas por el Contratista: 93.962,96 pesetas.

Pagos realizados por el Ayuntamiento (6 pararrayos): 900 pesetas.

Piedra empleada procedente de la pared de Berasaluce: 236 pesetas.

Agua empleada previo convenio: 967 pesetas.

Seguro por un año del edificio: 90,90 pesetas.

Suma total: 95.886,86 pesetas

Liquido haber del Contratista: 14.525,64 pesetas

Estas cantidades fueron aceptadas por el contratista: “...Quien para facilitar al Ayuntamiento los pagos, por problemas de tesorería de este último, propuso se realizaran de la siguiente manera: Se le expidiera a favor del mismo dos documentos, uno de ellos de 7.000 pesetas, y el otro por importe del resto de las cantidades pagaderos, el primero dentro de cinco años y el segundo de diez años, contados desde el 26 de mayo de 1897. Día en que se recibieron definitivamente las Obras

Continuaba el pleno municipal de Getxo del 10 de junio de 1897. Y como decía anteriormente, la llegada del verano atraía a nuestro barrio a infinidad de visitantes, unos de forma diaria y otros que llegaban desde diferentes lugares del Estado para pasar una temporada. Por lo que algunos vecinos del barrio, casi seguro comerciantes e industriales ligados a negocios balnearios y establecimientos de hostelería, propusieron: “...Que con fin de hacer agradable a los forasteros su estancia en este barrio durante la temporada del próximo verano, consigne este Ayuntamiento la cantidad de 2.500 pesetas para poder contratar, durante esa temporada, a la Banda de Música del Regimiento de Garellano...” Tras varios debates y regateos, unos a favor por parte de del edil de Las Arenas Sr. Larrazabal, y otras tratando de ajustar el presupuesto por parte del Alcalde de Getxo, este proponiendo: “...Fundándose en razones de conveniencia y equidad, se conceda para la música en Las Arenas la cantidad de 2.000 pesetas, suprimiéndose en aquel barrio los fuegos artificiales. Finalizado el debate, en el que intervinieron los ediles Aresti, Arzubiaga, Inchaurtieta, Libano, Larrondo, Ugarte, además del propio Alcalde D. Santiago Diliz, acordaron: Que para atender el pago de la música en Las Arenas, durante la próxima temporada de verano, se paguen 1.550 pesetas, quedando suprimidos en aquel barrio los fuegos artificiales...”

Otro de los asuntos de aquel pleno municipal trataba sobre la solicitud de un vecino de Algorta para cercar un pequeño espacio con alambre de espino: “...Se acuerda pasar a informe de la Comisión, la instancia de D. Emeterio Camiruaga quien solicita instalar un pequeño departamento cerrado con alambre de espino, en el local destinado para cerdos, en el Matadero del Municipio en Algorta, para preservar de las moscas la carne durante el verano...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como, la Banda de Música de Getxo, decía al Ayuntamiento encontrarse en condiciones de actuar, al haber nombrado nuevo Director.

jueves, 20 de junio de 2024

SAN JUAN GAUA

 

A lo largo de los tiempos las gentes han festejado la llegada de la primavera. Dicen sobre esta fiesta que es la del tiempo de plenitud, de preñez de la tierra, de esplendor en los campos. Los celtas encendían grandes hogueras en el solsticio de verano y sus sacerdotes cortaban el muérdago sagrado. Dos veces al año, según el mito griego, Demetria subía desde el Averno a la tierra; una para presidir a su fecundación y la otra para presenciar la recogida del fruto maduro. Reminiscencias de ello son las famosas Mayas restos de las fiestas druídicas.

Decía el vecino de Portugalete Julián de Salazar Garaigorta en la revista Euskal Herria de 1912: “...Las tradiciones perdidas son hojas ¡ay! desprendidas del árbol del corazón...” Y que razón tenía, esas viejas tradiciones, que formaban parte de antiguas sabidurías, que relacionaban las estaciones del año con las personas, animales y plantas, son para nosotros como un fuego que nunca se apaga, y que continua ardiendo con la misma pasión en recuerdo de nuestros antepasados.

Las celebraciones de San Juan, de origen pagano y han heredado una serie de rituales, prácticas y costumbres al parecer basadas en evocaciones precristianas. Que a lo largo de los tiempos han mantenidos sus costumbres, en las que, con la llega de San Juan se siguen repitiendo los rituales de colocar un tronco, el árbol de San Juan, en plazas y pueblos, para cantar y danzar en torno al mismo, viejas coplas heredados de nuestros mayores.

Ya en 1959 en un diario bilbaíno, al hablar de las hogueras de San Juan, decían: “...Esta noche, víspera de la festividad de San Juan, en todos los lugares del país se encenderán las jubilosas y tradicionales hogueras ante las cuales bailarán alegres los niños y suspirarán nostálgicos los mayores...” Y preguntaba el periodista, Muñoyerro, quien hacía su propia interpretación de aquella celebración anual: “...¿De dónde nace esta viejísima tradición?.- Al parecer hace unos 3.000 años todas las lenguas de Europa fueron barridas por unos invasores de lengua indoeuropea. Únicamente resistió el vascuence, y es, por tanto, el único caso de supervivencia de una lengua de aquellos remotos tiempos y que ha resistido toda clase de invasiones e influencias. Mañana es el solsticio de verano, vieja y pagana fiesta a la que la Iglesia ha dado sentido, y unidad bajo la advocación de San Juan Bautista. Ya no son los pueblos pastores y salvajes los que danzan alrededor de las hogueras, en los cruces de los caminos, en las altas cumbres, haciendo sonar los cuernos y levantando las abarcas hacia la luna saltan sobre las llamas. Don Resurrección María de Azkue, en su libro “Euskalerriaren Yakintza”, y el Padre Barandiaran, en sus anuarios de “Eusko Folklore, han recogido multitud no de leyendas, sino de costumbres, relacionadas con esta misteriosa noche de San Juan. La más general es la de que saltando sobre la hoguera, se curan todas las enfermedades. Que esta noche, y siempre, viva nuestro pueblo en paz, y los niños puedan saltar sobre las llamas diciendo los versos tradicionales “Lapurrak eta sorgiñak erre, erre, artoak, eta garaiak gorde, gorde, (San Juan, quema a los ladrones y brujas, y guarda los maíces y trigos)...” (La Gaceta del Norte del 23 de junio de 1959).

Siguiendo aquella vieja tradición de aprovechar esos días para hacer limpieza en las casas, desacerse de los trastos viejos que se reunían en cada pequeña barriada, y llevarlas a las hogueras de San Juan (las hogueras de un mismo barrio se realizaban en pequeñas áreas de cada grupo de viviendas). El jolgorio corría desde días anteriores a cuenta de los niños que hacían acopio de todo tipo de materias combustibles, para quemar en el fuego incluidos zarzales, arbusto y todo tipo de ramas, que guardaban apiladas hasta esa mágica noche.

Seguro que muchos recordaran aquellas fiestas de San Juan en Alango de comienzos de los años 60 del Siglo XX, en las que el cartel de fiestas anunciaba: “...Hoguera, cabezudos y romería. Fiestas en que como rezaba en una instancia municipal: El Ayuntamiento facilitará a la Comisión de Fiestas del barrio de Alangos, que organizan por su cuenta, los cohetes, iluminación, orquestina, gallardetes y banderas...” Fiestas que como decía el escrito del Ayuntamiento de Getxo de 1950 debían de acabar antes de la una de la mañana. (AMG Fiestas locales 1950 y 1961).

Tras la perdida de terrenos rurales y campas, las hogueras de San Juan han pasado celebrase en algunos lugares de forma simbólica. Este año, como en años anteriores, las fiestas de San Juan volverán, a nuestros barrios, a la Plaza San Nicolás de Algorta; a Zubilleta y a Malakate en Getxo (Andra Mari).

En Andra Mari (Malakate), los responsables de la celebración de los San Juan son los de Itxas Argia, que en el entorno de Malakate, celebraran como todos los años esa noche del solsticio de verano, repartiendo sardinas y chocolate. En esta celebración participaran la fanfarria, los txistularis y los dantzaris, que durante la hoguera nos volverán a deleitar con esa dantza de corro de brujas que también saben interpretar, dando continuidad a esta tradición que se revive año tras año en todos los rincones de Euskal Herria.

Los de Zubilleta con un programa de fiestas de tres días 21, 22 y 23 de junio, en el que además de distintos concursos incluyen el Txupinazo del viernes día 21 a las 16:00, y su plato fuerte de San Juan, su “Jon Deuna Sua” (La Hoguera de San Juan). El resto de la programación esta recogida en su vistoso cartel festivo.

Los de Algorta, en la plaza de San Nicolás, nos deleitaran con su simbólica hoguera, la fiesta tendrá el siguiente programa: 18:00 Pintacaras /Eskubeltz; 18:30 Danzas /Pagkakaisa, Pro Bolivia, Sikap; 19:00 Espectáculo de magia Mago Andoni; 20:00 Chocolatada & postres del mundo /Abian kultura elkartea, Getxoko Etorkinak Federazioa y San Nikolas Zabalik; 20:30 Bertsolaris de ALBE: June Diaz, Maialen Lago & Peio Lago; 21:00 Conjuro & cantaita de San Juan de Urdiain /Itxartu Dantza Taldea y a las 23:00 Fin de fiesta! Fogata /Koroa Biluzik.

Celebración en la que niños y mayores volverán a sentir el calor del fuego y la nostalgia de hogueras pasadas.

Los programas de cada barrio aparecen recogidos en los carteles de fiestas que incluyo en esta entrada. 

ONDO PASA SAN JUAN EGUNA!