En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como, en la prensa bilbaína, aparecía una, firmada por el corresponsal de uno de los diarios locales, en la que hacía un repaso sobre lo acontecimientos ya pasados y otros próximos a acontecer en Algorta.
En el pleno municipal de la Anteiglesia de Getxo del 20 de junio de 1896, entre otros asuntos, se trataba sobre: “...Una instancia recibida del representante de La Compañía del Cable Directo de Bilbao a Inglaterra, solicitando permiso para desviar el cable del siguiente modo: Cortar en la calle de la Carretera frente de la casa llamada de Chominchu, continuar en línea que en lo posible sea recta por entre los árboles de y la acera de la calle Mayor en la plaza de San Ignacio por la derecha; subir por el primer callejón para entrara en la citada calle de la Carretera y atravesando esta en ángulo suave, empalmar el cable en esta última calle. El Ayuntamiento acordaba autorizar a la Citada Compañía para practicar los citados trabajos, sin causar daño en lo posible a los citados árboles del trayecto, bajo las mismas condiciones que fueron impuestas para extender el cable por las calles de este Municipio en la sesión del 21 de marzo de 1894. Por otro lado se da cuenta de una instancia de dicho Sr. Tonckin, pidiendo permiso para construir una casa con destino al amarre del cable en el punto llamado Arrigunaga, en un terreno comprado al Municipio...”
Una nueva solicitud para instalar casetas de baños en la playa de Las Arenas llegaba de la mano de: “...D. Lorenzo Talledo, vecino de Bilbao, solicitando se le conceda un lote de terreno para colocar en la playa de mar de Las Arenas doce casetas, durante la próxima temporada de baños, con destino a los bañistas, y en caso de que sea posible el mismo lote que viene disfrutando desde hace veintitantos años. El Ayuntamiento afirmaba que no era cierto que dicho señor llevara ese espacio de tiempo disfrutando de dicho lote, por lo que no podía acceder a su pretensión...”
Si embargo si accedía el Ayuntamiento a conceder sitio para la instalación de dos puestos para venta de churros en dicha playa: “...Se da cuenta de dos instancias de D. Ceferino García y otra de D. Aurelio López Negrete, solicitando permiso para poner puesto, cada uno, para elaboración y venta de churros en la playa de Las Arenas, durante la temporada del verano próximo. Concediendo dicho permiso el Ayuntamiento de forma provisional...”
Una obra caritativa surgía en el mismo pleno por parte de un importante industrial del Las Arenas: “...Se da cuenta de una instancia de D. José Larrazabal y Telleria, vecino de esta en el barrio de Las Arenas, por la que el Ayuntamiento acordaba acceder a su propuesta, de que debido a la deplorable situación un vecino, que se ve obligado a practicar la mendicidad, se libre de los fondos municipales cada día para dicho señor un donativo de una peseta...”
En el mismo pleno se acordaba las condiciones que debería observar y cumplir el sobrestante y vigía municipal de nuestra Anteiglesia: “...Se dio cuenta de las condiciones que deberá observar y cumplir el que fuera nombrado sobrestante y vigilante municipal de esta localidad. Después de una razonada discusión fueron aprobadas en todas sus partes, y se puso en ejecución el nombramiento de sobrestante y vigilante, cargo para el que fue elegido D. Juan Learra, maestro cantero de esta vecindad, quien empezará a desempeñar su cargo a partir del día 1 de julio próximo, siendo su sueldo anual de de 1.500 pesetas, el cual será abonado por trimestres...”
Continuaba el pleno del 20 de junio de 1896, informando de algunos donativos y regalos para el Hospital Hospicio de Algorta: “....Se hace constar que los testamentarios de Dña. Rita Jainaga han donado la cantidad de 50 pesetas donado para el Hospital Hospicio, en construcción, cantidad que se halla en la caja en deposito en la caja municipal...” Otro de los donativos era realizado por: “...D. Juan Bautista Carrandi, de esta vecindad, quien ha regalado para el referido Hospital, un despertador...” Y entre las cuentas, que sobre las que se informaba al final de cada pleno municipal, se hablaba de: “...El abono al sastre de Bilbao, D. Nemesio Ibañez, de 348 pesetas por cuatro trajes para los guardias municipales y vigilantes de aguas, con sus gorras e iniciales para estas...”
Finalizaba el pleno municipal de Getxo, del 20 de junio de 1896, con tres asuntos más, dos referidos a las playas y el último al Hospital Hospicio. Sobre el primero referido a la playa de Ereaga de Algorta decían: “...Hallándose en mal estado un trozo bastante largo de paso para la gente, contra la pared de la playa de Ereaga, por haber sido derribado y arrasado por las olas de mar la pared que allí existía. Acordó este Ayuntamiento que por medio de estada y tablas se reponga dicho camino, procediendo también al arreglo de las inmediaciones de aquella playa y de los caminos y sendas que a la misma conducen...” El segundo asunto referido a las playas decía: “...Ha llegado la época, para que como todos los años, se señalen los lotes correspondientes a los dueños de casetas de baños de mar, que han solicitado su colocación en las playas de Las Arenas, Ereaga, Puerto y Arrigunaga, siendo también según costumbre necesario formalizar el servicio nombrando a personas pagadas por el Municipio, para que guarden el orden debido durante la temporada de baños, con personas de reconocida honradez y capacidad, al mismo tiempo que hagan cumplir el Bando dictado al efecto, disponiendo que esta determinación se ponga en conocimiento del Comandante Militar de Marina de la Provincia de Vizcaya, a los efectos del artículo 39 de la Ley de Puertos del 7 de mayo de 1888...” En dicho artículo, del Capítulo VI, referido a “Las Obras construidas por particulares” se decía: “...Art. 39. El permiso para levantar barracas o construcciones estacionales con destino a baños, de carácter temporal, se concederá por los Gobernadores en las capitales marítimas, y en los demás pueblos por los Alcaldes, de acuerdo con la Autoridad de Marina cuando dichas construcciones hayan de hacerse fuera del puerto, y de acuerdo con dicha Autoridad de Marina y el Ingeniero Jefe cuando sea en el interior del puerto...” (Gaceta de Madrid del 8 de mayo de 1880).
Y finamente, el el último asunto del pleno municipal se decía: “...Estando cerca la fecha en que podrá ser inaugurado el nuevo Hospital Hospicio municipal, acordó el Ayuntamiento que se practiquen las diligencias para a fin de conseguir que vengan cuatro Hermanas de la Caridad, con el fin de encargarse del cuidado y gobierno interior de dicho establecimiento, conforme se dispone en el Reglamento del mismo...”
En la próxima entrada de esta serie veremos como se iba a reformar el kiosko de la plaza de Las Arenas.
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