LAS FIESTAS Y LA PLAZA DE ALANGO

Las Fiestas de San Juan en Alango, para todos los vecinos de Algorta, entre los años 40-60, serán probablemente, en el recuerdo, unas de las fiestas mas populares, además de las primeras del año.

La noche de San Juan, la noche más corta del año, en el hemisferio norte, como ya relataba en una entrada anterior, del lunes 25 de junio de 2012, que simbolizaba el triunfo de la luz frente a la oscuridad, era fruto de leyendas y historias que en el barrio de Algorta, se centran en la Plaza de Alango.

En la plaza de Alango, centro de las fiestas de San Juan, entre otras edificaciones estaba la del “Caserio Alango”, que en la fotografia de encabezamiento se puede ver en el centro de la misma, en el vivían, en el primer piso la familia Hormaza (Javier Hormaza), debajo estaba la chatarrería de “Merodio” (suegro de Juan Deusto “Faneka”), en el lateral trasero, que daba a la plaza, vivían un chatarrero Antonio Lorenzo y su esposa Clara, y en la vivienda de la derecha las “Chorreras”, (Mª Luisa, Julia y la hija de Mª Luisa “Chirrina”), que durante los años 50 y principios de los 60, fueron el alma de las fiestas de San Juan de Alango, junto a Juan Egaña y Nikolas Uribarri (que fue dueño del Cine Cervantes y Gurea).

 

En la casa de la izquierda de la foto, en el segundo piso vivía Nikolas Uribarri, en el primero la viuda de Etxenike, en la planta baja Lucia La Torre, por la parte de atrás estaba la vivienda Gabriel Telleria.

En la casa que esta a la derecha del caserío, arriba vivía el Comandante Scanelles, casado con Pilar Buñuel, que estaba en la Batería de Costa de Azkorri, en la planta baja la familia de Anselmo Bidegorri, que mas tarde compraría toda la casa, y en ella montó, su hija Amelia, la que fuera famosa “Academia San Ignazio”, aunque era mas conocida por el nombre de “Academia Bidegorri”, esta academia anteriormente estuvo situada en la calle Martikuena, en la planta baja de la casa “Sertutxa”, edificación de 1921.

 

Esas fiestas se celebraban al rededor de una gran fogata, el material que servía para la misma, lo solian traer del “Monte Juan Pepe”, que esta situado debajo del lavadero de los Depositos de Aguas de Fadura, de un terreno que tenia Valentíí Madariaga (suegro de Nikolas), con el camión de “Talleres Uribarri”. Uno de los animadores de aquellas fiestas fué Jose Lejarraga “Petiso”, alma mater del grupo “Los Tangoreños”, que se funda precisamente en 1968, en las fiestas de Alango.

Las artifices del muñeco que se colocaba sobre la pira de argoma, eran las “Chorreras”, era tradicional en ese día la chocolatada, que al rededor de la hoguera vecinos y niños disfrutaban, junto a las canciones tipicas de la noche de San Juan, años mas tarde, se uniría a ella la verbena, a la que acudian jovenes de todos los rincones de Getxo y pueblos proximos, el regreso a las casas, la fiesta se prolongaba hasta la 1,30 de la madrugada, una hora en la que el ferrocarril había dejado de funcionar, no quedaba mas remedio que hacerlo andando, no eran tiempos de coches, como actualmente, era la fiesta mas tradicional de Algorta tras la de San Ignazio.

Aquellas fiestas eran organizadas, por los vecinos de Alango, en el año 1962, los días 23 y 24, el Ayuntamiento facilitaba la colocación del kiosko, sobre el que actuaría la orquestina, de 22,30 a 1,30 de la madrugada, una de aquellas orquetinas era “La Orquesta Monserrat”, que estaba a cargo de Fulgencio Luque, como mucho, el Ayuntamiento ponia las banderolas de colgar y los cohetes anunciadores, el ultimo de los días contó con la participación del Grupo Infantil de la Sociedad Gobela de Romo “Zasi Eskola”, aunque los gastos corrían a cuenta de la Comisión de Fiestas, curiosamente no figuraban en el pregón de fiestas, ya que el Ayuntamiento pensaba que al ser realizadas por la Comisión de Fiestas del barrio, no entraban dentro de aquel pregón municipal.

De aquel lugar festivo queda hoy una pequeña y moderna plaza, en la confluencia de las calles Alango y Alangoeta, y el recuerdo de aquellas bulliciosas y alegres fiestas, esta, como otras entradas, no pretende ser una historia cerrada, a medida que consiga nuevos datos, esta y otras, seguirán engrosando la Memoria de Getxo. Quiero agradecer la ayuda recibida de Jose V. Garaizar para realizar esta entrada.