domingo, 9 de julio de 2023

EL CAMINO DE LAS ARENAS A ALGORTA

 

Las comunicaciones entre nuestros barrios se puede decir que comenzaron allá por 1854. Decía D. Juan Ramón de Iturriza y Zabala, en su “Historia General de Vizcaya”: “...Hasta el año 1859 no había camino entre Las Arenas y Algorta, y era preciso atravesar por el arenal de la playa. En esa época el Gobierno facilitó el camino de sirga para carruajes, y entonces el Ayuntamiento concibió la idea de abrir esta carretera, que la llevó a cabo cuatro años después. La costumbre de llamar a este pueblo mas generalmente Algorta y no Guecho, proviene de que en la barriada que lleva ese nombre existen los principales edificios públicos, el barrio de la marinería y su primitiva y antigua playa de baños...” (Historia General de Vizcaya de D. José María de Iturriza y Zabala del 16 año 1787).

Cuando al escribir hace unos días, en una de mis entradas titulada “Ómnibus a Las Arenas y Algorta”, haciendo referencia a la dificultad para transitar en diligencia el camino de Las Arenas a Algorta en el Siglo XIX. Decía en ella: “...En 1853, para atravesar desde Leioa hasta Algorta había avanzar por el lateral de la ría, a través de los arenales (Las Arenas), llegando a los altos de la denominada “Avanzada”, que era conocido como “el alto de los arenales”, y de allí al barrio de Algorta, no era cosa fácil, aquella dificultosa subida...” No había leído aún un viejo legajo que hablaba sobre la construcción de ese camino.

Y es que aquellas carreteras o caminos reales que 1855 habían establecido, mediante unas “Obligaciones de Portazgo” (Aranceles), los peajes que debían cobrarse en cada una de las barreras creadas en los Caminos Reales de Señorío de Bizkaia. En los peajes se iban a aplicar a las Galeras y coches de cuatro ruedas, carromatos de dos, carros volantes de cubo, las cantidades que habían de pagar en cada , se trataba de un real de vellón fueran cargados o de vacío, más otro real por caballería que llevaran. (Archivo Foral de Bizkaia. Expediente AJ01510-002_000200 del 16 de diciembre de 1855). Sin embargo los caminos de nuestra Anteiglesia prácticamente eran intransitables para aquellos vehículos.

Getxo por entonces, en 1857, según el padrón municipal tan solo contaba con 2.478 habitantes (Santa María tenía 783 y Algorta 1.695), de Las Arenas y la Vega de Santa Eugenia no se tenía referencias. Hasta que se creó el Registro Civil en 1870, estos registros parroquiales constituían el único censo. Avanzando los años, según contaba Iturriza, veintinueve años más tarde: “...El último padrón formado el corriente año de 1886, consta el vecindario de Guecho de seiscientos treinta vecinos, con dos mil novecientos cincuenta habitantes, distribuidos en las tres barriadas de que se compone su jurisdicción, que son: la de Santa María, Algorta y Las Arenas...” (Historia General de Vizcaya de D. Juan Ramón de Iturriza y Zabala).

Pero volvamos ocho años atrás, para ver como era nuestro territorio, según se puede contemplar en un plano de “La Desembocadura del río Nervión” de 1849, desde la desembocadura del río Udondo, al que llegaban las aguas dulces procedente del río Gobela que tras pasar el puente de los “Siete Ojos” desembocando en el Udondo, hasta las Casas del Consulado en Las Arenas, a excepción de los muelles, el resto era arena y fango que quedaban cubiertos en las pleamares; tras esas casas del Consulado se extendía la gran playa de Las Arenas, y en el interior las marismas de la vega de Santa Eugenia, al llegar a la curva de la Avanzada, desde ese punto seguía un camino de difícil transito hasta subir a Algorta. El acceso desde Punta Begoña, a través de escarpes rocosos aún era más arduo e intransitable.

Pero las reclamaciones de caminos que facilitarían la comunicación entre barrios comenzaron antes. Ya en julio de 1847, D. José Manuel de Sarria, secretario del Ayuntamiento de Getxo, certificaba la sesión del Ayuntamiento: “...Reunidos en sesión extraordinaria, bajo la Presidencia de D. Domingo de Arteta, Alcalde y los señores concejales, señores José María Diliz, Antonio de Basagoiti, Juan Fermín Hormaechea, Juan Manuel Ugarte y José Manuel Sarria: Se hizo saber que el Pueblo de Guecho y su puerto sardinero en el barrio de Algorta, era el único de los pueblos del litoral vizcaino, que carecía de comunicación mediante carretera pública ni vecinal, que les ponga en contacto con la Capital de la provincia...” (Archivo Foral de Bizkaia. Expediente: Administrativo R00140-006 del 16 de julio de 1847).

Un escrito del Ayuntamiento de Leioa, diez años más tarde, recordaba como fue el proceso de elegir el trazado de la carretera de Bilbao a Algorta y Plencia por Umbe: “...En 1852 al tratarse de ejecutar el camino de Bilbao a Plencia se formó un expediente separado , opinado unos que que pasando por los puertos de Udondo y Algorta sería más corto el camino, como así se probó por la medición realizada por el Arquitecto D. Antonio de Goicoechea, más a pesar de esa ventajas, fatalmente se ejecutó por Umbe...” (Archivo Foral de Bizkaia. Expediente: Administrativo AR00140-006 del 16 de septiembre de 1857).

Aquellas reclamaciones siguieron en 1854, año en el que D. Juan Antonio de Cortina Amezticoa, como apoderado de la Anteiglesia de Getxo, dirigía una solicitud al Señorío de Bizkaia: “...Respetuosamente se presenta ante V.S.I. en solicitud de que sirva acordar la apertura de un camino vecinal, que enlazándose con el de Plencia entre las jurisdicciones de Erandio y Deusto, pasando por Udondo, se dirija a la primera y su barrio y puerto de Algorta...” (Archivo Foral de Bizkaia. Expediente: Administrativo AR00140-006 del 11 de julio de 1854). Aquella petición era pasada a la Dirección General de Caminos del Señorío de Bizkaia.

En 1956, nuevamente era otro apoderado de Getxo, D. Fermín de Ormaechea, quien señalaba la conveniencia de ejecutar un trazo por los muelles de la ría: “...Se tiene noticias de que el Gobierno de S. M. ha habilitado para carreteras los muelles de la ría Ibaizabal, el Regidor de Guecho, D. Fermín de Ormaechea, solicitaba a la Diputación que el ramal pasara desde Axpe por Udondo y desde Lejona a Algorta; más en la actualidad se dice que, el citado Ormaechea solicita otra vía, que pase por el arenal empalme en el muelle en el punto próximo al molino de viento de, D. Andrés Cortina...” Sin embargo el Ayuntamiento de Leioa discutía ese trazado, acusando al apoderado de Getxo de que: “...Atender este trazado sería un craso error , y que únicamente puede en personas que trabajan por su privado interés en perjuicio del bien general...” (Archivo Foral de Bizkaia. Expediente: Administrativo AR00140-006 del 11 de septiembre de 1857).

El tiempo pasaba por lo que nuestros apoderados en las Juntas Municipales de Bizkaia presentaron nuevamente expedientes solicitando la construcción de un camino de Las Arenas a Algorta. Se trataba de un expediente del Archivo Foral de Bizkaia del Fondo de Régimen Municipal y Urbanismo, de 1857-1880, digitalizado en imágenes “jpg”, en el mismo, a lo largo de 168 imágenes, aparece recogido lo siguiente: “...Expediente incoado por el Ayuntamiento de Guecho relativo a la construcción de un camino que una los barrios de Las Arenas y Algorta, se trata de un camino desde Guecho por Udondo a empalmar en los dos caminos con el de Plencia...” Aquel expediente fue presentado en las Juntas Generales de Bizkaia por los apoderados de Getxo y Leioa. (Expediente: AR00140/006 del Archivo Foral de Bizkaia del 5 de agosto de 1857).

Firmaba la solicitud de construcción del camino: “...D. Juan Fermín Ormaechea, vecino propietario, regidor y apoderado del Ayuntamiento y Anteiglesia de Guecho...” Decía el apoderado de Getxo en la instancia presentada: “...Que el Pueblo que represento es el único de toda la costa que carece de una carretera que ponga en contacto el municipio con la Capital. En esta situación y conociendo el estado de decadencia en que se iba colocando, acudió la Anteiglesia en el año 1854 al Gobierno de S.M., en solicitud de que se habilitasen los muelles en términos que admitiesen el transito de carruajes hasta los límites de la jurisdicción de Las Arenas, proporcionando de esta manera un trayecto más pintoresco de nuestro país. Posteriormente las Juntas Generales concedieron a esta Anteiglesia que arrancando desde su puerto siguiera por el interior, atravesando el río Asua hasta empalmar con el camino de Plencia, más al no ver en este particular resultado alguno, cree el exponente poder proporcionar circunstancias favorables a la economía general, mediante a que el Gobierno de S. M. ha dispuesto la ejecución de la carretera por los muelles citados y que indudablemente costeará la mayor parte del camino que separa Guecho de la Capital, pudiendo aprovechar esta circunstancia, ejecutando tan solamente el trayecto desde los dos caminos hasta el empalme del camino de Plencia en Jurisdicción de Deusto, y otro trozo que arrancando desde la calle del puerto llegare a los muelles por el puerto llegue a donde la ciencia y conveniencia general determine. Que el pueblo de Guecho y su barrio de Algorta son los que constituyen uno de los de más importancia e la Provincia, pues cuando los demás de la costa no contaban con las ventajas que en el día a día, sostenía su puerto una inmensa cantidad de lachas de pesca y practicaje, con cuyo motivo llegó a figurara el consumo de vinos foráneos en una cantidad fabulosa. Concediéndole pues los dos trozos que solicita en compensación de camino ya citado en Juntas Generales ¿Dejaría de ser el punto más predilecto y pintoresco al forastero que se apresura en el verano a disfrutar de los puros aires de mar y sus baños? A V.I.M. suplica se sirva acordar la construcción de los trozos indicados para poner en contacto Guecho y su puerto con la Villa...” (Archivo Foral de Bizkaia. Expediente: Administrativo R00140-006 del 5 de agosto de 1859).

En junio de 1862, un diario bilbaíno, llevaba a sus paginas en la sección “Gacetillas”, la noticia sobre el remate de la carretera de Las Arenas a Algorta: “...El domingo se hizo ante el ayuntamiento de la Anteiglesia de Gueeho el segundo y definitivo remate del camino que ha de ligar al pueblo de Algorta con el muelle de las Arenas. La adjudicación se hizo a favor de un artesano de la misma vecindad...” (Irurac Bat del 12 de junio de 1862).

Y a pesar de haberse producido el remate de las obras, esta, no habían comenzado a realizarse, decía ese mismo medio de comunicación, casi dos meses más tarde: “...Todavía no han comenzado las obras del camino que ha de ligar al muelle de Las Arenas con el pueblo de Algorta, y sin embargo, su construcción se remató, como saben nuestros lectores, hace dos meses...” (Irurac Bat del 8 de agosto de 1862).

Unos días más tarde, dos comisionados del Ayuntamiento de Getxo se presentaban al Ministro de Fomento, el mismo había acudido a una función de teatro en Bilbao, y aprovechando un entre acto: “...Anoche, en el mismo teatro y durante un entreacto se presentaron al Sr. Ministro de Fomento los Sres. Azcorra y Cortina, comisionados por el ayuntamiento de Guecho, con objeto de conseguir del señor marqués que se llevará al terreno de la realidad la tan manoseada cuestión del camino que ha de unir a Algorta con las Arenas. Oida que fue la súplica, el señor ministro convencido de las razones aducidas por los comisionados, les prometió que sin demora alguna se llevaría a cabo el camino proyectado...” (Irurac Bat del 23 de agosto de 1862). A pesar de aquellas promesas, dos meses más tarde, el mismo diario recogía en sus páginas la promesa incumplida de aquel mandatario: “...Recordarán nuestros lectores que durante el último viaje que hizo el señor marqués de la Vega de Armijo, Ministro de Fomento, a inspeccionar y recorrer las obras públicas en las provincias del Norte de España, y asistiendo a una representación dada en el teatro de esta Invicta villa, en uno de los entreactos, se acercaron a S. E. dos comisionados del pueblo de Algorta, para que pusiese término al largo y asendereado expediente de su camino a Las Arenas. Prometió el ministro que quedarían orilladas las dificultades, si es que las había, y que los algorteños verían premiados sus afanes y desvelos, pudiendo dar comienzo a ese camino que es un negocio vital para su porvenir. Desde aquel dia han pasado dos m eses, y todavía no ha llegado para el vecindario algorteño el suspirado momento en que la piqueta del cantero inaugure la obra del camino a Las Arenas...” (Irurac Bat del 3 de octubre de 1862).

Pero finalmente aquel camino comenzaba a ser una realidad, lo anunciaba ese diario bilbaíno un mes más tarde: “...Plácenos participar a nuestros lectores que ayer mañana se dió comienzo la construcción del camino que, arrancando en el muelle de Las Arenas de Portugalete, seguía por ellos hasta Algorta. Este camino proyectado hace bastante tiempo, va a realzar la importancia de aquella población, que a no dudar es una de las más bellas, más salubres y más pintorescas, como puerto de baños, de cuantas se asientan en lodo el mar cantábrico...” (Irurac Bat del 4 de noviembre de 1862).

Decía un diario madrileño, dos meses antes de finalizar el año 1862, sobre la carretera de Las Arenas a Algorta: “...Se ha dado ya principio a la construcción del camino que, arrancando en el muelle de las Arenas seguirá hasta Algorta. Este camino proyectado hace bastante tiempo, va a realzar la importancia de aquella población...” (El Clamor Público del 8 de noviembre de 1862). Otro diario madrileño, “La Correspondencia de España” del 6 de noviembre de 1862, ofrecía la misma noticia.

Días más tarde, el diario “El Reino”, en su sección de “Provincias”, daba la siguiente noticia referida a nuestra carretera: “...Lamenta con fundamento el Irurac-Bar el estado de inercia en que se halla el expediente relativo al asendereado camino a Las Arenas. Cita nuestro colega que en el último viaje del señor ministro de Fomento a Bilbao, se le presentaron en el teatro dos comisionados del pueblo de Algorta, a quienes prometió el ministro que quedarían orilladas las dificultades, y los algorteños verían premiados sus afanes, comenzando este camino que les es de tanto porvenir; pues bien: sin embargo del tiempo trascurrido, aún no ha sido resuelto...” (“El Reino” del 10 de noviembre de 1862).

No obstante eran varias las poblaciones que se quejaban de carecer de caminos en condiciones, Deusto lo hacía por: “...El descuidado y deplorable estado en que se encuentran los caminos vecinales de aquella anteiglesia, estado de abandonó y de ruina que hace imposible el tránsito, no solo a coches y caballerías, sino a los peatones. El buen nombre del pueblo y el celo de la municipalidad entrante están interesados en que cese un estado de cosas tan irregular como poco digno, y de que se asegure a los vecinos el paso entre sus viviendas. Fuera del camino de sirga, perteneciente al Estado, y de otro que en el centro de la anteiglesia entretiene la diputación, Deusto no posee camino ni vereda alguna transitable aun en los días secos y serenos...” (Irurac Bat del 23 de diciembre de 1862).

El 17 de julio de 1879, ante un escrito firmado por los Alcaldes de Plentzia, Urduliz, Sopelana y Berango, en el que solicitaban de la Diputación Provincial la construcción de una carretera que enlazara, partiendo de la Anteiglesia de Getxo, las poblaciones de Plentzia y Bilbao, el consistorio getxotarra recordaba que: “...Guecho con fecha del 21 de febrero de 1870 informó a la Diputación General sobre el enlace al que se refiere el anterior escrito. Guecho con posterioridad ha construido la suya que partiendo de la casa de Goya al punto denominado San Martín, desde ese punto al Ángel falta tan solo un kilómetro, para enlazar con ella carretera demandada...” (Archivo Municipal de Getxo. Libro de actas de 1879).

En mayo de 1880, D. Ezequiel Aguirre, vecino de Madrid, preguntaba a la Diputación Provincial de Vizcaya: “...Que necesitando hacer constar oficialmente la fecha en que se construyó la carretera de Algorta a Las Arenas de Guecho, después de examinar las cuentas existentes del Ayuntamiento de Guecho, desde el año 1863y los anuncios de subastas que se hallen en la Sección de Carreteras de esa Ilustrísima Diputación, y otros datos análogos, tenga la bondad de comunicarme, en que fecha se subastaron las obras de dicha carretera y cuando fueron terminadas...” (Archivo Foral de Bizkaia. Expediente: Administrativo R00140-006 del 18 de mayo de 1880).

En octubre de 1881, un grupo importante de vecinos, unidos en torno a la reivindicación de que se construyera el camino que enlazaba San Martín con la carretera provincial que iba hasta Urduliz, solicitaba al Ayuntamiento: “...«Se construya por el Ayuntamiento el trozo de carretera desde el punto llamado San Martín al Ángel, pero que antes la Diputación lo haga desde Urduliz al punto llamado el Ángel»...” El ayuntamiento añadía: “...«Haciendo saber los derechos que sobre esta carretera asisten a este Pueblo, teniendo siempre presentes los grandes sacrificios que se han hecho para construir a costa de este Ayuntamiento la carretera existente, desde el referido punto de San Martín hasta empalmar con la del Gobierno en el Muelle de Las Arenas»...” Consultaron con tres abogados para garantizar que la decisión que iban a tomar, en su día beneficiara al municipio. (Archivo Municipal de Getxo. Libro de actas de 1881).

Muchos fueron los litigios que generó la construcción de aquella carretera. El 18 de mayo de 1887 surgía un viejo contencioso entre el Ayuntamiento y el Gobierno Civil. Se trataba de la carretera de Las Arenas a Algorta, proyecto que había sido aprobado por una Real Orden del 4 de julio de 1863. El Gobernador de la Provincia enviaba un oficio al Ayuntamiento de Getxo el 12 de mayo, en el decía: “...Que por Real Orden Sentencia del Consejo de Estado, inserto en la Gaceta del 26 de febrero del año último, se declaró firme la Real Orden del 4 de agosto de 1880 que confirmó las providencias de aquel Gobierno de 6 y 20 de noviembre de 1879 referentes a que se obligue a esa corporación las obras de construcción del camino que conduce desde el barrio de Las Arenas a Algorta, con arreglo al proyecto aprobado por R.O. del 4 de julio de 1863...” Y exhortaba al consistorio de Getxo a que en el plazo más breve de tiempo realizara dichas obras. El Ayuntamiento contestaba mostrando su rechazo a realizar dichas obras porque ejecutándolas tal y como dictaba la R.O. provocarían grandes prejuicios e injustificados a este municipio: “...Teniendo en cuenta que en uno de los considerandos de la sentencia del Consejo de Estado se manifiesta, “que las modificaciones propuestas por el Señor Ingeniero Jefe del Distrito de Vizcaya, en su informe del 12 de febrero de 1885, no pueden ser objeto de resolución alguna en vía contenciosa, lo cual no obsta para que en su día se tengan en cuenta y puedan servir de base a conciertos y determinaciones administrativas”; y teniendo presentes los grandes prejuicios que injustificadamente se originarían a este municipio con el cumplimiento de la R.O., ya expresada el 4 de agosto de 1880, porque el estado vendió inadvertidamente un trozo de terreno en cuya superficie se hallaba comprendida una parte de la destinada a la carretera aprobada, por al R.O. del 6 de julio de 1863...” Y continuaban explicando que: “...En este terreno construyó una casa D. Lucio Frías, cuya expropiación sería precisa y resultaría muy costosa, así como otras que siguen en el mismo trozo, y a pesar del máximo respeto que le merece lo manifestado por el Gobernador Civil, esta Corporación no puede llevar a cabo dichas obras teniendo en cuenta el estado en que se encuentra el terreno señalado en el trazado de la carretera…” (Archivo Municipal de Getxo. Libro de actas de 1887).

Decía D. Juan Ramón de Iturriza y Zabala en su “Historia General de Vizcaya”, en un comentario a cerca de las obras desarrolladas en 1884 en Guecho: “...También es de reciente construcción ésta, costeada por el Ayuntamiento, la carretera que arranca desde Las Arenas y termina en el barrio de San Martín, uniéndose con el nuevo camino que va de Guecho a Urduliz...”

En febrero de 1884 en la carretera a Plencia estaba echada la grava hasta Sopelana, solo faltaba completar el tramo hasta Algorta. En marzo se trabajaba sobre el camino que iba desde Jauregi hasta la iglesia de Santa María. Y por fin, el 3 de febrero de 1884, llegaba el primer coche desde la Villa de Plentzia a Las Arenas. El 11 de septiembre de 1884 se recibía la carretera que iba desde Urduliz a Getxo y el ramal a Sarri. (Archivo Municipal de Getxo. Libro de actas de 1884).

Atrás quedaba la nota, de la comunicación a la Regente, en la que los Alcaldes y Comisionados de Getxo y Algorta, que costeaban el muelle septentrional de la ría, decía: “...Resulta de dicha comunicación que S.M. la Reina en vista de la solicitud enviada, se ha servido en disponer que se habilite para el transito de carruajes la parte del muelle comprendida entre el empalme del camino vecinal de Deusto y los límites de Guecho...”

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