lunes, 25 de mayo de 2015

REMEMORANDO EL ABERRI EGUNA DE 1932 -I-



Cuando el pasado día 5 de abril recordaba la fecha del Aberri Eguna, me pareció que sabía poco sobre la efemérides de 1932, su primera edición. Así que hurgué en hemerotecas de esas fechas con dos objetivos: ver cómo fueron los actos celebrados en Bilbao y ver el tratamiento que la prensa de la época daba al acto.
Los que iban a participar en ese acontecimiento político, ya desde la víspera, llegaban a Bilbao y los alrededores, alojándose en casas de amigos y establecimientos hoteleros. Esa misma noche bandas de txistularis y música recorrieron las calles anunciando el acto que se iba a celebrar al día siguiente.

El día 29 de marzo, día elegido para la celebración de ese primer Aberri Eguna, los manifestantes llegaban desde todas las poblaciones, algunos, los arrantzales, lo hacían por mar a bordo de más de 36 embarcaciones que amarraron en el paseo del Arenal. Uno de ellos el “Txatxarramendí” de Abanto y Zierbana, fue recibido con grandes muestras de júbilo, amarró en el muelle de Arriaga, junto al “Zeruko Izarra ”.

Desde las primeras horas de la mañana comenzaron a llegar a Bilbao, procedentes de los más apartados rincones del País, autobuses y automóviles cargados de militantes nacionalistas. Por las estaciones del ferrocarril de Las Arenas, Portugalete, Santander y Vascongados llegaron infinidad de hombres, mujeres y niños dispuestos a participar en la manifestación. Un rotativo describía la organización y el orden de la manifestación de la siguiente manera: “...Suenan las diez y media, aparecen figuras blancas, son los mendigoizales, que en mangas de camisa, vienen raudos, en dos filas, para cubrir el recorrido de la manifestación...”. Esos grupos de jóvenes luciendo brazaletes, daban instrucciones para evitar que el confusionismo pudiera malograr, dado el número de participantes, el éxito de la demostración nacionalista.


A partir de las ocho de la mañana, aproximadamente, dio comienzo la gran concentración nacionalista. El rotativo nacionalista “Euzkadi” en una demostración de jubilo, en su primera plana, incluía este titular: “...Más de sesenta y cinco mil vascos en una manifestación imponente, por el número? la organización y la disciplina, rinden homenaje a Euzkadi y a la memoria de don Sabino de Arana y Goiri...”. Lo ilustraba con una fotografía tomada a la muchedumbre desde el primer piso de Sabin-Etxea, en la que decían: “...la muchedumbre imponente que llenaba la plaza de Albia, haciendo desaparecer los jardines y todas las calles que a ella desembocan...”.

Para las diez y media de la mañana, la impresionante manifestación se hallaba ya formada en la Avenida de Sabino de Arana ocupándola, y atentos a la orden de marcha. En primer lugar se situó una Banda de txistularis seguida por cuatro clarinetistas vestidos a la antigua usanza de las merindades vascas. Media hora más tarde, como estaba previsto, se puso en marcha la manifestación, con los mendigoixales en primer término. Inmediatamente se situaron los integrantes de los cuatro Consejos Regionales del Euzkadi Buru-Batzar (Luis de Arana Goiri, Baltasar de Amézola, Rafael de Mendiguren, que llevaba el estandarte juradero del B. B. B.; Amando Urriolabeitia, Elias de Gallastegi, Enrique de Orueta, Jesús de Zabala y Policarpo de Barrena).



Después se situó la bandera de la primera entidad nacionalista del Euzkeldun-Batzokija, portada por Koldobika Arbeloa, enseña que era acompañada, en filas de a diez, por más de doscientas banderas de los diferentes batzokis. Tras las banderas se colocaron los diputados vascos a Cortes, entre ellos se encontraba el alcalde de Getxo, y más tarde Primer Lehendakari del Gobierno Vasco, D. Jose Antonio de Agirre y Lekube. A lo largo de la manifestación les acompañaban grupos de ezpatadantzaris e hilanderas, entre los que figuraban muchísimos niños.

Participaron en el gran desfile las Bandas de música de Munguía y Getxo, la Particular de Bilbao, y grupos de txistularis de distintos puntos. Nuestro municipio también tuvo su lugar en la misma, la Banda municipal de música de Getxo se situó en la cabeza de la manifestación y durante la misma interpretó el “Eusko Abendaren Ereserkia”, “Itxarkundia” y diversas marchas, alternándose con la Banda de txistularis. Junto a la ikurriña que encabezaba la marcha colocaron al entonces pequeño, Eukeni Gallastegi hijo de Alexander, que llevaba una pequeña ikurriña vestido de ezpatadantzari.

Tras un profundo silencio los clarineteros interpretaron el “Itxarkundia”, la manifestación se puso en marcha en medio de atronadoras salvas de aplausos. Cuando la cabeza de la manifestación marcaba la curva de la plaza Elíptica, la multitud de manifestantes aún se encontraba sin arrancar al pie del monumento al Sagrado Corazón. Antes de que dieran las doce del medio día, la manifestación comenzó a desembocar por la calle de Berastegi en Sabin Etxia.



Cuando los manifestantes cubrían la plaza de Albia, ante Sabin Etxea, dio comienzo un acto político dedicado a rememorar las bodas de oro del Nacionalismo y a la memoria de Sabino de Arana. Ante la multitud tomó la palabra D. Luis de Arana y Goiri, que glosó sobre esa primera celebración, la figura de su hermano y la Patria. Le siguieron discursos de los responsables políticos de los diversos territorios, de un marcado acento religioso, propio de la época. Y saludos de las colectividades americanas.

Terminadas las alocuciones se procedió a descubrir una placa, que estaba cubierta por una ikurriña, colocada a la derecha del mirador de su casa natal. La placa de mármol apergaminado, contenía una alegoría en broce, representando un pórtico soportado por dos columnas, que representaban a los hermanos Arana-Goiri, en cuya cúspide aparecía el escudo de Zazpiak Bat, del que salían halos de rayos solares con la señal “Jel”; en su base descansaba un pebetero, en el centro de la misma se podía ver una inscripción que decía: “...bendito el día en el que conocí a mi Patria y eterna gratitud a quien me sacó de las tinieblas extranjeristas...”. La placa fue retirada de la fachada de la casa al ser ocupada tras la guerra por los falangistas. Posteriormente pudo ser rescatada y enterrada en las cercanías del Hospital de Basurto, sin que pudiera localizarse años más tarde.

Tras este acto las banderas fueron colocadas en ventanas y los balcones de Sabin Etxia, y tras entonar el “Euzko Abendearen Ereserkija”, el publico asistente se desplegó por las calles de Bilbao. A la una de la tarde las calles y cafés de la villa adquirieron una extraordinaria animación, en los restaurantes y fondas la concurrencia era excepcional. Para las dos y media los vaporcitos y lanchas motoras que habían amarrado en el Arenal partieron hacia sus puertos de origen. Al iniciarse la partida dejaron oír sus sirenas, creando un sonoro e inolvidable espectáculo.



Durante la tarde tres fueron los actos festivos que con motivo del Aberri Eguna se celebraron en Bilbao:

En el Teatro Arriaga, con la intervención de un cuadro artístico de las Euzko Etxea de Donosti (Euskera) y de Bilbao (Erdera), ambos grupos representaron la comedia “Maitasunak” de Juan Avelino Barriola (obra estrenada en el Teatro Principal de Donosti el 20 de enero de 1923). Durante el intermedio de la obra, el Bertsolari Enbeita junto a su hijo, deleitaron a los presentes con sus bertsos dedicados a lo sucedido durante el día.

En el Frontón Euskalduna. Comenzando a las cuatro de la tarde con una exhibición folklorica a cargo de setecientos cincuenta ezpatadantzaris y doscientas hilanderas, que tras una alegre biribilketa iniciada por la Banda Municipal de Getxo, entraron con sus banderas desplegadas llenando el frontón. Una vez finalizado el alarde sería la banda quien tomaría el centro de la cancha, y bajo la dirección del maestro D. Manuel Gainza ofreció un repertorio compuesto por las obras “Aires vascos Nº 2” de José Franco, el pasacalle popular gasteiztarra “¡Animo, pues!”, la pieza musical patriótica “Itxarkundia”, finalizando con el “Agur Jaunak”. Le seguiría un partido de cesta punta en el que intervinieron Manjarrés y Uria (azules) contra Vega y Aginaga (rojos), partido que terminó con la victoria de los azules. Continuó el programa con la participación del Orfeón Donostiarra, dirigido por el bajo D. Gabriel de Olaizola, que interpretó las obras “Jagi-Jagi” de Olaizola, “Goiko Mendian” de Guridi, la pieza coral “Euzkalduna” del Padre Donostia, finalizando con el “Euzko Abandearen Ereserkija”, de Cleto de Zabala, armonizado a voces mixtas por Bruno de Muxika. Tras esta intervención, con los primeros acordes de los txistularis, saltarían a la cancha noventa grupos de dantzaris realizando el saludo a la Ikurriña, tras el seguirá una serie de dantzas entre las que estuvieron “Zortziko”, “Banako”, “Makil dantza” y “Txakarrankua”, resultando un colorista cuadro la mezcla de la ropa blanca de los dantzaris con las faldas oscuras de las hilanderas. Finalizó la fiesta con una animada romería.


En el Teatro Campos Eliseos, con la obra “Pedro Mari” de Alfredo Etxabe, interpretada por el cuadro dramático de Juventud Vasca de Bilbao (obra estrenada el 19 de marzo de 1922). Con este acto se cerraba un día de Aberri Eguna, que tendría su continuidad festiva al día siguiente (lunes), con un concierto en el Arenal bilbaino, un banquete al que asistieron 500 comensales entre los que se encontraba el Alcalde de Getxo D. Jose Antonio de Agirre y Lekube, y diversos actos de carácter político, con discursos del alkate getxotarra, Teleforo Monzon, Francisco Javier Landaburu y Jesús Zabala.

En la próxima entrada veremos el tratamiento que la prensa dio a dicha efemérides, y los movimientos de ciertos círculos para tratar de que la celebración fuera reprimida.



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