En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX veíamos como, una carta enviada y publicada en uno de los diarios bilbaínos, daba un repaso a las necesidades de mejoras en el barrio de Algorta.
Amanecíamos el 1896, hablando de nuestros caldos. Al parecer los vinos que entraban en la Anteiglesia no debían reunir las condiciones idóneas para la venta, no se sabe si por los aditivos de sustancias ajenas a la uva, como el oxicloruro de cobre. Aquella Real Orden de 23 de diciembre de 1895, dictaba reglas para hacer efectiva la prohibición de fabricar vinos artificiales. En el pleno Municipal del 1 de enero de 1896 se trataba sobre el asunto: “...Se da cuenta, disponiendo se cumpla en cuanto toca a esta Corporación Municipal, de al Real Orden del 23 de diciembre de 1895, relativa a los vinos y ordenado se proceda a todos los meses a practicar análisis de los mismos...”
Aquel año que acababa de empezar, 1896, era el vigésimo cuarto y último bisiesto del siglo XIX. Era un año bisiesto, osea que es divisible por cuatro. Pero además, si no añadiéramos al calendario, cada 4 años, un 29 de febrero en los años bisiestos, para ajustar y equilibrar el año cronológico con el año trópico, hoy estaríamos en julio de 2021. A partir de 1896, nuestros antepasados tendrían que esperar 8 años hasta que volvieran a ver un 29 de febrero.
De mientras, la estadística de 1895, publicada por un diario bilbaíno, nos recordaba el transito de embarcaciones, que durante los años 1894-95, habían surcado las aguas del Abra. Los distintos tipos de embarcaciones habían sido: “...Lanchones, Quechamarines, Pataches, Pailebotes, Balandras, Goletas, Bergu-Goletas y las llamadas Barcas. El movimiento del puerto de Bilbao resultaba que había sido: En el año 1894 entraron 3.938 embarcaciones y salieron 3.933. Y en el de 1895 entraron 3.852 vapores y salieron 3.842...” (“El Nervión” del 1 de enero de 1896).
A comienzos de enero de 1896, en el pleno Municipal del día 2, se trataba sobre una queja de varios vecinos relativa a los daños causados en la base de monte que sujetaba la ladera de Basagoiti: “...Se da cuenta de una queja de D. Bonifacio Cortina y otros muchos propietarios y vecinos de esta localidad, en la que señalan algunos daños causados, con motivo de las obras del Puerto Exterior, por las olas del mar contra la base del monte, en el que existen muchos edificios de importancia, pertenecientes a la población de Algorta. Lo que provoca temores, al haber aumentado los temporales en el último año, que en caso de no poner pronto remedio puedan convertirse en daños inevitables. Suplicamos de esta Corporación Municipal su mediación oficial ante quien proceda, para conseguir la construcción del muelle de defensa de la costa de Algorta, desde la Punta de la Begoña hasta el Puerto actual proyectado por el ingeniero Sr. Churruca. El Ayuntamiento de Guecho informaba de que: El 16 de mayo pasado, una Comisión Municipal de reunió con D. Evaristo Churruca, director de la obras del Puerto, haciéndole ver los desperfectos que la mar causaba en los montes de Algorta. Y que a pesar de haberles informando dicho ingeniero que tiene formado el proyecto de un camino que partiendo de la Punta de la Begoña y ciñéndose a la costa termine en el Puerto de Algorta. Hasta el día de hoy, y teniendo en cuenta los destrozos que el último temporal del otoños ha causado en dichos montes. Acuerda este Ayuntamiento que: Se nombre un nueva Comisión que pueda conferenciar con el Sr. Churruca para evitar con premura nuevos daños...”
Las mejoras, en cuanto al trasporte público seguían avanzando, y ahora era causa de expropiaciones, el recorrido del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Las Arenas y Algorta: “...Se autoriza que la misma Comisión se encare con D. Tomás Urquijo, con el fin de conferenciar a cerca de la expropiación que habrá que hacerle en parte de su casa llamada “Aguirre”, en la calle Mayor de Algorta, si se tratase de que el Tranvía Eléctrico pasara por al carretera, subiendo por frente de la casa de D. Martín Berasaluce...”
Las quejas de algunos vecinos de Algorta se sucedían, ahora le había llegado el turno a una publicada en la prensa bilbaína, esta derivada por el órgano de San Nicolás: “...Nos escriben de Algorta.-Parece que los vecinos de esta localidad estamos condenados, a no escuchar como antaño, los hermosos acordes del órgano de esta parroquia, al cual hace muchos meses esta cerrado, por hallarse en malas condiciones. Sabemos positivamente que nuestro organista, D. Pablo de Mugica, ha puesto el asunto en manos de la Junta de Fabrica. Hace algunos meses se abrió una suscripción entre cierta parte del vecindario. Se recogieron unas 1.000 pesetas, las cuales unidas a las 2.000 que tiene prometidas el Ayuntamiento, no llegan para cubrir la reparación. ! Pues que se abra una nueva suscripción para realizar una obra tan importante, y arreglar el armónium!...” (“El Noticiero Bilbaíno” del 2 de enero de 1896).
En la próxima entrada de esta serie veremos como, con la llega del nuevo año, el lemanaje y los aguinaldos eran asunto de interés de alguna prensa bilbaína.
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