miércoles, 19 de junio de 2013

LA NAVIDAD DE LOS HUMILDES -I-


La Navidad de los Humildes, así titulaban a las ayudas que realizaban, desde los años 40, hasta la llegada de la democracia, a los niños de familias en situaciones de exclusión.

Ya en 1944 el Consistorio Getxotarra habría una suscripción, para ayudar a los mas desfavorecidos, el 25 de Noviembre de aquel año, la corporación enviaba cartas a particulares con el siguiente contenido “...Constituida en esta Anteiglesia la Junta Municipal encargada de recaudar donativos para poder distribuir entre los necesitados, lotes de víveres con que hacerles mas gratos los Santos días de la próxima Navidad, brindamos a las inagotables bondades de Vd,...”, dando jabón a aquellos a quien se solicitaba ayuda, hablaban de la “caridad cristiana”, de los desvalidos de la fortuna en días tan señalados, parece que en esos días se hacían mas visibles, aquellos “pobres”, no se sabe si el resto del año desaparecían sin dejar huella, y de los regocijos en aquellos humildes hogares.

El 30 de Diciembre el Alcalde daba cuenta de aquella suscripción, se habían recaudado 15.207 pts, de las que 14.247 fueron entregadas a la “Secretaria particular de V.E.”, por las que recibieron 614 bolsas y litros de aceite, se ve que en aquellos días era el hambre lo que más acuciaba, años mas tarde serian juguetes lo que se repartiría entre los niños, las restantes 960 pts., eran destinadas a portes y algún otro “gasto menudo”, aclarando que si sobraba alguna cantidad se ingresaría en la beneficencia municipal.


La distribución de aquellas bolsas se realizó entre el Auxilio Social, Sección Femenina de Falange, Frente de Juventudes, Acción Católica, Conferencias de San Vicente de Paúl, Dispensario Antituberculoso, Beneficencia Domiciliaria, Protección de Menores y Lista Municipal, esta última formada para vecinos humildes no incluidos en las entidades anteriores, es más que posible que muchas de aquellas ayudas se quedaran en manos, no precisamente necesitadas, dada la dispersión y el carácter, no precisamente asistencial, de alguno de los organismos, adscritos al régimen, a quien fueron entregadas aquella bolsas.

El Dispensario Antituberculoso, en aquella ocasión, fue quien más ayuda prestó a aquellas familias, incluyó en las ayudas, ademas del lote oficial, un paquete de ropa, un “filo” de carne, una barra de turrón y una botella de sidra, el champa de los pobres de aquella época.

Cabía destacar entre aquellos contribuyentes al Gran Cinema de Algorta, a la Sdad. Playa de Algorta, Julia Learra, Casino de Algorta, alguna aportaciones parroquiales y de particulares, algunos pertenecientes a familias adineradas del llamado “Neguri”.


Años mas tarde aquellas ayudas pasarían a convertirse en juguetes que eran entregados, con gran solemnidad, en la propia casa consistorial, pero eso queda para otra entrada.

3 comentarios:

  1. Reconozco a mi tio, Pedro Aristegui, que llegó a ser Alclade de Getxo y Presidente de la Diputación de Vizcaya.
    Creo que no hemos cambiado tanto. Desgraciadamente, hoy en día, se pasa hambre....

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  2. También había familias como las hay hoy en día, que aunque no pedían ni piden ayudas sociales pasaban y pasan necesidades.
    Familias numerosas la mayor parte integradas por hijos de obreros donde la mujer jugaba un papel importante si querían que sus hijos, sobre todo los chicos estudien. La leyenda era: a los hijos estudios si sirven para estudiar, y a las hijas, un oficio.

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  3. Menos mal que han cambiado los tiempos. Y ahora también podemos estudiar libremente. Gracias a las personas que con su sacrificio han conseguido el cambio a la libertad del pensamiento con conocimiento e información.

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