La
Navidad de los Humildes, así titulaban a las ayudas que realizaban,
desde los años 40, hasta la llegada de la democracia, a los niños
de familias en situaciones de exclusión.
Ya
en 1944 el Consistorio Getxotarra habría una suscripción, para
ayudar a los mas desfavorecidos, el 25 de Noviembre de aquel año, la
corporación enviaba cartas a particulares con el siguiente contenido
“...Constituida en esta Anteiglesia la Junta Municipal
encargada de recaudar donativos para poder distribuir entre los
necesitados, lotes de víveres con que hacerles mas gratos los Santos
días de la próxima Navidad, brindamos a las inagotables bondades de
Vd,...”, dando jabón a aquellos a quien se solicitaba
ayuda, hablaban de la “caridad cristiana”, de los desvalidos de
la fortuna en días tan señalados, parece que en esos días se
hacían mas visibles, aquellos “pobres”, no se sabe si el resto
del año desaparecían sin dejar huella, y de los regocijos en
aquellos humildes hogares.
El
30 de Diciembre el Alcalde daba cuenta de aquella suscripción, se
habían recaudado 15.207 pts, de las que 14.247 fueron entregadas a
la “Secretaria particular de V.E.”, por las que recibieron 614
bolsas y litros de aceite, se ve que en aquellos días era el hambre
lo que más acuciaba, años mas tarde serian juguetes lo que se
repartiría entre los niños, las restantes 960 pts., eran destinadas
a portes y algún otro “gasto menudo”, aclarando que si sobraba
alguna cantidad se ingresaría en la beneficencia municipal.
La
distribución de aquellas bolsas se realizó entre el Auxilio Social,
Sección Femenina de Falange, Frente de Juventudes, Acción Católica,
Conferencias de San Vicente de Paúl, Dispensario Antituberculoso,
Beneficencia Domiciliaria, Protección de Menores y Lista Municipal,
esta última formada para vecinos humildes no incluidos en las
entidades anteriores, es más que posible que muchas de aquellas
ayudas se quedaran en manos, no precisamente necesitadas, dada la
dispersión y el carácter, no precisamente asistencial, de alguno de
los organismos, adscritos al régimen, a quien fueron entregadas
aquella bolsas.
El
Dispensario Antituberculoso, en aquella ocasión, fue quien más
ayuda prestó a aquellas familias, incluyó en las ayudas, ademas del
lote oficial, un paquete de ropa, un “filo” de carne, una barra
de turrón y una botella de sidra, el champa de los pobres de aquella
época.
Cabía
destacar entre aquellos contribuyentes al Gran Cinema de Algorta, a
la Sdad. Playa de Algorta, Julia Learra, Casino de Algorta, alguna
aportaciones parroquiales y de particulares, algunos pertenecientes a
familias adineradas del llamado “Neguri”.
Años
mas tarde aquellas ayudas pasarían a convertirse en juguetes que
eran entregados, con gran solemnidad, en la propia casa consistorial,
pero eso queda para otra entrada.
Reconozco a mi tio, Pedro Aristegui, que llegó a ser Alclade de Getxo y Presidente de la Diputación de Vizcaya.
ResponderEliminarCreo que no hemos cambiado tanto. Desgraciadamente, hoy en día, se pasa hambre....
También había familias como las hay hoy en día, que aunque no pedían ni piden ayudas sociales pasaban y pasan necesidades.
ResponderEliminarFamilias numerosas la mayor parte integradas por hijos de obreros donde la mujer jugaba un papel importante si querían que sus hijos, sobre todo los chicos estudien. La leyenda era: a los hijos estudios si sirven para estudiar, y a las hijas, un oficio.
Menos mal que han cambiado los tiempos. Y ahora también podemos estudiar libremente. Gracias a las personas que con su sacrificio han conseguido el cambio a la libertad del pensamiento con conocimiento e información.
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