jueves, 28 de mayo de 2015

REMEMORANDO EL ABERRI EGUNA DE 1932 y -II-



En la anterior entrada veíamos como transcurrió el día de Aberri Eguna de 1932. Los actos que se celebraron en el “Teatro Arriaga”, “Frontón Euskalduna” y “Teatro Campos Eliseos”. En esta seguiremos con la respuesta que tuvo dicho acontecimiento en la prensa de la época.

En el diario “Euzkadi” del 27 de marzo, en su primera plana se podía leer bajo el titular “¿Qué sería hoy de los Vascos?”, un articulo firmado por Jose Antonio Engracio Aranzadi “Kizkitza” que empezaba: “...Día de la Patria, día del Nacionialismo Vasco, día de Sabino...,...En nuestra bandera aparecen como demandas irrenunciables los anhelos populares, bien determinados por nosotros...”. En la misma página Luis Arana Goiri firmaba otro titulado “Una plegaría al día por la Patria”, en el que recordaba ese primer día de celebración de la Patria Vasca para el nacionalismo recordando el ideario de su hermano Sabino: “...Yo pido a los patriotas nacionalistas vascos una plegaria desde hoy, todos los días, por la libertad de nuestra querida patria Euzkadi...”.

En su tercera página bajo un alegórico dibujo ofrecían otro artículo firmado por Jose Jabier de Legia dedicada a Juan Miguel de Arrupe “Illuntxo”, en el que hablaba sobre los lemas de “Jaun-goikua eta Lagi-zarra”, sobre las que decía: “...Tú, mi viejo amigo, has podido apreciar que varias de las afirmaciones expuestas por Sabino estorban a nuestros contradictores y que por ello las mutilan y ocultan para lanzarse y caer precisamente sobre las finales...”. Le seguían una serie de artículos obre la mujer vasca, uno de ellos firmado por “Garbiñe” diciendo sobre el papel de la misma que: ...Cuando más se han empeñado las leyes en amortiguar la influencia de la mujer mayor se la viene concediendo la Humanidad, y hay quien considera a la mujer como el punto de apoyo que buscaba Arquimedes para con su palanca mover el mundo...”.



El Noticiero Bilbaino” del 29 de marzo de 1932 recogía la cita con un escueto: “Los Nacionalistas celebraron sus fiestas con orden y entusiasmo”, que no ocupaba más allá de 6 lineas en la parte inferior de su primera pagina, al que acompañaba una fotografía a cuyo pie ponía: “La Fiesta nacionalista del domingo-Las banderas de la manifestación en la calle de Berastegui”. Ocupaba más espacio la información de la película que se iba a poner en el cine Buenos Aires “Madame Satán”, que aquel acontecimiento de masas.

Por contra el diario “La Tarde”, ligado en su día a “Euzko-Pizkundia”, empresa editora de los periódicos “Euzkadi” y “Excelsior”, ofrecía en su primera pagina con el titular “Magnifica demostración del P.N.V.”, una amplia fotografía en la que indicaba “...El objetivo de la máquina fotográfica, hábilmente manejado por nuestro reportero gráfico, recogió ayer uno de los motivos más interesantes del gran desfile: el paso de los ezpatadantzaris chi quis por entre una multitud enorme congregada en la plaza de Albia...” En su angulo superior se podía ver la placa dedicada a Sabino de Arana y Goiri en el momento de ser descubierta.

El diario “El Nervión” del lunes 27 de marzo, relegaba a la segunda página la noticia con un escueto “Las bodas de oro del Nacionalismo Vasco”, en una página casi dedicada a los sucesos. Al parecer el gobernador civil había previsto que se produjeran desórdenes durante la concentración, a pesar de las medidas tomadas por el gobierno, que según decía el diario: “...El gobernador civil, había tomado precauciones, saliendo a la calle las fuerzas del Ejército, guardia civil y guardia de Seguridad, situándose principalmente en la plaza de Albia, plaza Circular, Gran Vía y plaza de Arriaga...”, el día transcurrió sin incidentes dignos de mención salvo “...la caída de dos guardias de Seguridad que se cayeron de los caballos, al resbalarse...”. Ocupaba en sus páginas menos espacio que la noticia del enfrentamiento deportivo entre el Arenas y el Athletic de Bilbao, en el Campo de Ibaiondo, en el que el equipo de Getxo venció por 2 a 1.



El diario bilbaino “Excelsius” dedicaba su última pagina al evento, con una amplia fotografía en la que indicaba: “...Las Bodas de Oro del Nacionalismo...”, señalando que se habían celebrado con sorprendente brillantez todos los actos anunciados, en los que habían tomado parte más de sesenta mil personas, guardando un orden perfecto.

El rotativo bilbaino “La Gaceta del Norte” rebajaba el numero de asistentes, respecto a otras rotativas, cifrándolos en 50.000. En lo que llamaban “Impresiones de un testigo” afirmaban en su primera pagina: “...este acto fue ejemplo de seriedad, modelo de organización, exponente admirable de disciplina de masas...”.

El diario donostiarra “El Día” recogía el martes 29 en su primera plana dos fotografía de la manifestación, una del paso por el sagrado Corazón (con una Gran Via llena de arboles y sin edificar) y la otra a su llegada a Sabin Etxia. Señalaba en la misma: “...Sensación de lo grandioso e imponente...,...extraordinaria concurrencia de emakumes...” al referirse al acto.

El diario tradicionalista “La Constancia” de Donosti, en su cuarta pagina recogía la noticia, con un: “...Con mucho orden y corrección se celebraron las bodas de oro del Nacionalismo Vasco...”. Comentaban en su artículo que al empezar a anochecer se percibían en los montes más altos de Bizkaia las hogueras: “...que los mendigoizales, siguiendo la tradición habían encendido...”. Concluían su articulo con la siguiente frase: “...el día de ayer se asomo al mundo la idea nacionalista vasca, en un alarde de paz...”.

El donostiarra “Easo” recogía en su primera pagina: “...Con brillantez insuperable y dentro del orden más perfecto, se celebraron las bodas de oro del Nacionalismo...”. Y encabezaba con “Una nota cordial”, una hoja que se había repartido destinada a los no nacionalistas, que decía: “...Ante el día de la Patria, Aberri Eguna, en el que vamos a celebrar la idea de la resurrección de la idea de nuestra libertad nacional...,...queremos acercarnos fraternalmente a vosotros y deciros: Sumaros a nuestro júbilo para que aumente el de nuestros corazones, si no lo deseáis con leal sinceridad, os anunciamos que anhelamos no veáis en nuestro júbilo la más leve ofensa para vuestros sentimientos...”. Hacia mención a que desde el monte Artxanda, al caer la tarde, se lanzaron cohetes, que en el negro cielo de Bilbao, dibujaban con sus colores la bandera nacionalista.


El donostiarra “El Pueblo Vasco” del martes 29 de marzo trasladaba a su tercera pagina la noticia., encabezando: “...60.000 nacionalistas se manifestaron con orden y entusiasmo...”. En la descripción de lo acontecido se señalaba en el artículo: “...Se habían adoptado grandes precauciones para garantizar el orden. Se realizaron minuciosos cacheos en los trenes especiales y a la llegada de estos a Bilbao...,...en las calles se habían establecido retenes del regimiento de Garellano, Seguridad y Guardia Civil de a caballo y a pié. También un centenar de soldados de caballeria, llegados de Vitoria...”. Al parecer el Gobernador Civil Sr. Calviño tenía todo preparado y estaba tranquilo en su despacho: “... de tal forma había organizado los servicios de vigilancia, que cualquier chispazo hubiera sido sofocado rápidamente por la fuerza pública...”. Algunos periodistas malmetían al Gobernador con frases como: “...cómo era posible que se autorizara un acto de esta importancia de elementos que se suponía no muy afectos al régimen...”, siendo su respuesta: “...tengo medios sobrados para reprimir cualquier extralimitación que pudiera producirse...,...para mi hubiera sido más cómodo denegar el permiso solicitado...,...el Gobierno de la República tenía que dar una lección de tolerancia...,...de no autorizarse el desfile, se hubiera podido interpretar como temor de las autoridades o sometimiento a sugerencias de algunos partidos...”, y añadía el Gobernador: “...la defensa de las ideas no puede derivar a extremos de odio personal y acometidas sangrientas en calles y plazas...,...espero que se mantenga la cordialidad y el respeto...”.

!Así bajaban las aguas de agitadas! por algunos partidos de la derecha más recalcitrante. Seguro que algo tuvo que ver la reunión que previamente, el sábado por la tarde se celebró entre las directivas de el Partido Nacionalista Vasco, Acción Republicana, Partido Radical Socialista y Partido Socialista, para iniciar una era de concordia y respeto mutuo entre ellos.

Hasta aquí un pequeño resumen de lo acaecido en aquel primer Aberri Eguna de 1932.


lunes, 25 de mayo de 2015

REMEMORANDO EL ABERRI EGUNA DE 1932 -I-



Cuando el pasado día 5 de abril recordaba la fecha del Aberri Eguna, me pareció que sabía poco sobre la efemérides de 1932, su primera edición. Así que hurgué en hemerotecas de esas fechas con dos objetivos: ver cómo fueron los actos celebrados en Bilbao y ver el tratamiento que la prensa de la época daba al acto.
Los que iban a participar en ese acontecimiento político, ya desde la víspera, llegaban a Bilbao y los alrededores, alojándose en casas de amigos y establecimientos hoteleros. Esa misma noche bandas de txistularis y música recorrieron las calles anunciando el acto que se iba a celebrar al día siguiente.

El día 29 de marzo, día elegido para la celebración de ese primer Aberri Eguna, los manifestantes llegaban desde todas las poblaciones, algunos, los arrantzales, lo hacían por mar a bordo de más de 36 embarcaciones que amarraron en el paseo del Arenal. Uno de ellos el “Txatxarramendí” de Abanto y Zierbana, fue recibido con grandes muestras de júbilo, amarró en el muelle de Arriaga, junto al “Zeruko Izarra ”.

Desde las primeras horas de la mañana comenzaron a llegar a Bilbao, procedentes de los más apartados rincones del País, autobuses y automóviles cargados de militantes nacionalistas. Por las estaciones del ferrocarril de Las Arenas, Portugalete, Santander y Vascongados llegaron infinidad de hombres, mujeres y niños dispuestos a participar en la manifestación. Un rotativo describía la organización y el orden de la manifestación de la siguiente manera: “...Suenan las diez y media, aparecen figuras blancas, son los mendigoizales, que en mangas de camisa, vienen raudos, en dos filas, para cubrir el recorrido de la manifestación...”. Esos grupos de jóvenes luciendo brazaletes, daban instrucciones para evitar que el confusionismo pudiera malograr, dado el número de participantes, el éxito de la demostración nacionalista.


A partir de las ocho de la mañana, aproximadamente, dio comienzo la gran concentración nacionalista. El rotativo nacionalista “Euzkadi” en una demostración de jubilo, en su primera plana, incluía este titular: “...Más de sesenta y cinco mil vascos en una manifestación imponente, por el número? la organización y la disciplina, rinden homenaje a Euzkadi y a la memoria de don Sabino de Arana y Goiri...”. Lo ilustraba con una fotografía tomada a la muchedumbre desde el primer piso de Sabin-Etxea, en la que decían: “...la muchedumbre imponente que llenaba la plaza de Albia, haciendo desaparecer los jardines y todas las calles que a ella desembocan...”.

Para las diez y media de la mañana, la impresionante manifestación se hallaba ya formada en la Avenida de Sabino de Arana ocupándola, y atentos a la orden de marcha. En primer lugar se situó una Banda de txistularis seguida por cuatro clarinetistas vestidos a la antigua usanza de las merindades vascas. Media hora más tarde, como estaba previsto, se puso en marcha la manifestación, con los mendigoixales en primer término. Inmediatamente se situaron los integrantes de los cuatro Consejos Regionales del Euzkadi Buru-Batzar (Luis de Arana Goiri, Baltasar de Amézola, Rafael de Mendiguren, que llevaba el estandarte juradero del B. B. B.; Amando Urriolabeitia, Elias de Gallastegi, Enrique de Orueta, Jesús de Zabala y Policarpo de Barrena).



Después se situó la bandera de la primera entidad nacionalista del Euzkeldun-Batzokija, portada por Koldobika Arbeloa, enseña que era acompañada, en filas de a diez, por más de doscientas banderas de los diferentes batzokis. Tras las banderas se colocaron los diputados vascos a Cortes, entre ellos se encontraba el alcalde de Getxo, y más tarde Primer Lehendakari del Gobierno Vasco, D. Jose Antonio de Agirre y Lekube. A lo largo de la manifestación les acompañaban grupos de ezpatadantzaris e hilanderas, entre los que figuraban muchísimos niños.

Participaron en el gran desfile las Bandas de música de Munguía y Getxo, la Particular de Bilbao, y grupos de txistularis de distintos puntos. Nuestro municipio también tuvo su lugar en la misma, la Banda municipal de música de Getxo se situó en la cabeza de la manifestación y durante la misma interpretó el “Eusko Abendaren Ereserkia”, “Itxarkundia” y diversas marchas, alternándose con la Banda de txistularis. Junto a la ikurriña que encabezaba la marcha colocaron al entonces pequeño, Eukeni Gallastegi hijo de Alexander, que llevaba una pequeña ikurriña vestido de ezpatadantzari.

Tras un profundo silencio los clarineteros interpretaron el “Itxarkundia”, la manifestación se puso en marcha en medio de atronadoras salvas de aplausos. Cuando la cabeza de la manifestación marcaba la curva de la plaza Elíptica, la multitud de manifestantes aún se encontraba sin arrancar al pie del monumento al Sagrado Corazón. Antes de que dieran las doce del medio día, la manifestación comenzó a desembocar por la calle de Berastegi en Sabin Etxia.



Cuando los manifestantes cubrían la plaza de Albia, ante Sabin Etxea, dio comienzo un acto político dedicado a rememorar las bodas de oro del Nacionalismo y a la memoria de Sabino de Arana. Ante la multitud tomó la palabra D. Luis de Arana y Goiri, que glosó sobre esa primera celebración, la figura de su hermano y la Patria. Le siguieron discursos de los responsables políticos de los diversos territorios, de un marcado acento religioso, propio de la época. Y saludos de las colectividades americanas.

Terminadas las alocuciones se procedió a descubrir una placa, que estaba cubierta por una ikurriña, colocada a la derecha del mirador de su casa natal. La placa de mármol apergaminado, contenía una alegoría en broce, representando un pórtico soportado por dos columnas, que representaban a los hermanos Arana-Goiri, en cuya cúspide aparecía el escudo de Zazpiak Bat, del que salían halos de rayos solares con la señal “Jel”; en su base descansaba un pebetero, en el centro de la misma se podía ver una inscripción que decía: “...bendito el día en el que conocí a mi Patria y eterna gratitud a quien me sacó de las tinieblas extranjeristas...”. La placa fue retirada de la fachada de la casa al ser ocupada tras la guerra por los falangistas. Posteriormente pudo ser rescatada y enterrada en las cercanías del Hospital de Basurto, sin que pudiera localizarse años más tarde.

Tras este acto las banderas fueron colocadas en ventanas y los balcones de Sabin Etxia, y tras entonar el “Euzko Abendearen Ereserkija”, el publico asistente se desplegó por las calles de Bilbao. A la una de la tarde las calles y cafés de la villa adquirieron una extraordinaria animación, en los restaurantes y fondas la concurrencia era excepcional. Para las dos y media los vaporcitos y lanchas motoras que habían amarrado en el Arenal partieron hacia sus puertos de origen. Al iniciarse la partida dejaron oír sus sirenas, creando un sonoro e inolvidable espectáculo.



Durante la tarde tres fueron los actos festivos que con motivo del Aberri Eguna se celebraron en Bilbao:

En el Teatro Arriaga, con la intervención de un cuadro artístico de las Euzko Etxea de Donosti (Euskera) y de Bilbao (Erdera), ambos grupos representaron la comedia “Maitasunak” de Juan Avelino Barriola (obra estrenada en el Teatro Principal de Donosti el 20 de enero de 1923). Durante el intermedio de la obra, el Bertsolari Enbeita junto a su hijo, deleitaron a los presentes con sus bertsos dedicados a lo sucedido durante el día.

En el Frontón Euskalduna. Comenzando a las cuatro de la tarde con una exhibición folklorica a cargo de setecientos cincuenta ezpatadantzaris y doscientas hilanderas, que tras una alegre biribilketa iniciada por la Banda Municipal de Getxo, entraron con sus banderas desplegadas llenando el frontón. Una vez finalizado el alarde sería la banda quien tomaría el centro de la cancha, y bajo la dirección del maestro D. Manuel Gainza ofreció un repertorio compuesto por las obras “Aires vascos Nº 2” de José Franco, el pasacalle popular gasteiztarra “¡Animo, pues!”, la pieza musical patriótica “Itxarkundia”, finalizando con el “Agur Jaunak”. Le seguiría un partido de cesta punta en el que intervinieron Manjarrés y Uria (azules) contra Vega y Aginaga (rojos), partido que terminó con la victoria de los azules. Continuó el programa con la participación del Orfeón Donostiarra, dirigido por el bajo D. Gabriel de Olaizola, que interpretó las obras “Jagi-Jagi” de Olaizola, “Goiko Mendian” de Guridi, la pieza coral “Euzkalduna” del Padre Donostia, finalizando con el “Euzko Abandearen Ereserkija”, de Cleto de Zabala, armonizado a voces mixtas por Bruno de Muxika. Tras esta intervención, con los primeros acordes de los txistularis, saltarían a la cancha noventa grupos de dantzaris realizando el saludo a la Ikurriña, tras el seguirá una serie de dantzas entre las que estuvieron “Zortziko”, “Banako”, “Makil dantza” y “Txakarrankua”, resultando un colorista cuadro la mezcla de la ropa blanca de los dantzaris con las faldas oscuras de las hilanderas. Finalizó la fiesta con una animada romería.


En el Teatro Campos Eliseos, con la obra “Pedro Mari” de Alfredo Etxabe, interpretada por el cuadro dramático de Juventud Vasca de Bilbao (obra estrenada el 19 de marzo de 1922). Con este acto se cerraba un día de Aberri Eguna, que tendría su continuidad festiva al día siguiente (lunes), con un concierto en el Arenal bilbaino, un banquete al que asistieron 500 comensales entre los que se encontraba el Alcalde de Getxo D. Jose Antonio de Agirre y Lekube, y diversos actos de carácter político, con discursos del alkate getxotarra, Teleforo Monzon, Francisco Javier Landaburu y Jesús Zabala.

En la próxima entrada veremos el tratamiento que la prensa dio a dicha efemérides, y los movimientos de ciertos círculos para tratar de que la celebración fuera reprimida.



jueves, 21 de mayo de 2015

UN CURITA DE PUEBLO Y EL PIROGRABADO -II-



En la anterior entrada veíamos cómo fueron sus inicios en el pirograbado y su experiencia en el mundo eclesiástico desde la perspectiva de un sacerdote moderno, que trataba de conectar con su pueblo y lo que eso supuso para él.

Ángel no vuelve a la vida civil plena. Quiere realizar el paso a ella dentro de un proceso reflexionado. Ha perdido mucho tiempo y muchas amistades. Antes de su llegada a Algorta, desarrolla su trabajo en Erandio. Lo hace con su compromiso en un sindicato de abertzale y de clase en el periodo que va desde el 76 al 78. En esos años no dedicó casi tiempo a su actividad artística. Su militancia llena su tiempo. Allí conocerá a la que más tarde será su esposa. Ambos se trasladan a Algorta. Para entonces ya había tomado sus primeros contactos laborales con nuestro Pueblo. Llevaba las cuentas de la ebanistería de “Esteban Lugaresaresti” en la calle Elorri de Algorta.


A partir de su llegada a Algorta empezará a desarrollar esa técnica que había dado comienzo en su infancia. Su actividad es un continuo proceso de investigación, tanto en esa disciplina como en el dibujo, que es su base. Pero sobre todo, en este arte ha sido siempre autodidacta. Para realizar sus obras sigue un proceso: primero, tras haber reflexionado sobre la que va a ser su obra, la plasma en un papel (hace un dibujo previo), a partir de ese diseño trasladará al material elegido (madera, cuero, etc.), a escala el boceto, para finalmente realizar el pirograbado. Su temática es la que le ofrece la naturaleza o fotografías de la misma.

En Algorta formó parte desde sus comienzos del Colectivo de Artistas de Getxo “Antzezaleak” (Sociedad fundada en 1982). El encuentro con pintores, dibujantes, grabadores, le ayudó a depurar su técnica: “...empiezo a desarrollarla más, incluso había veces que dibujábamos colectivamente. El trabajo en equipo hacía que todos nos estimuláramos en nuestra actividad creativa...”. Ese trabajo redundó en exposiciones colectivas como las de: “Oleos, Pirograbados, Dibujos, Collages y Cerámica”, organizada por el Aula de Cultura de Getxo, celebrada en septiembre, en la que participaron (Fidel Alonso y Rosario Espinosa en el apartado de Oleos; Jose Fernandez Moran en técnica mixta; Juan Eloy Población en Cera Quemada; Pedro Garitacelay en Pintura y Angel Fernandez con Pirograbados y Oleos), en ella presentó desde elementos de la naturaleza, bodegones, baserris, aves hasta actividades deportivas (arrijasotzailles).


Su cambio de trabajo a la “Cristalería Camiruaga” favorecería su actividad creadora, su trabajo en la misma fue de enmarcador de cuadros. Eso le llevó a establecer contacto con muchos pintores, que empiezan a ser clientes suyos, lo que le ayuda a retroalimentarse, estudia, se informa, y va desarrollando un pirograbado que trata que sea auténtico, original, que sea algo de las cosas conocidas.

Durante los años 80 realizará diversas exposiciones: En Abril de 1981 participó en una exposición, un mano a mano entre Artetxe y él mismo, en el Casino de Plentzia Allí empezó a presentar sus primeros trabajos relacionados con nuestro municipio. Entre sus obras aparecían (Andra Mari, Arriluze y varios pirograbados relacionados con el barrio de Algorta). En los siguientes años participaría en varias muestras: 1892 (Colectiva de Erandio), 1983 (Portugalete y Ertibil), 1984 (Ertibil y Barakaldo), en 1985 en la Sala de exposiciones de la C.L.P. En Algorta, en 1986 repetiría en Algorta en el Ezkertoki. Unas nuevas exposiciónes verían la luz en 1988 en la sala de C.L.P. en Deusto y en la Casa de Cultura de Muskiz.


Para desarrollar sus obras recoge expresiones de la pintura, la naturaleza, pero hay algo que en esa época hace mucho: “...temas que están imbricados en la grafía vasca, que aparecen en pequeños folletos, dada la escasez de libros que los recojan, sobre todo de Iparralde (País Vasco Norte), y fundamentalmente una grafía vinculada a las tumbas discoides...”. Dentro de las tinturas que utiliza en sus trabajos están las nogalinas: “...son tintes diferentes a los producidos por los esmaltes, que están elaborados con aceites, mientras que las nogalinas lo están con agua...”, la diferencia es que las nogalinas permiten mantener el color original de la madera base del trabajo. En esa época trabajaba fundamentalmente en tonos sepias y empieza a introducir los colores. Son formas relacionadas con el mundo de la mitología vasca, se van mezclando la flora, la fauna, símbolos humanos, incluso un ser mitológico la diosa de la fecundidad, los “caballeritos de Azkoitia”, el sol.


Su evolución surge a raíz del dibujo que le sugiere la misma grafía: “...voy creando mis propias flores de lis, algunas iguales a otras que he visto, pero otras son elaboraciones propias, ve plantas que me recuerdan a las luchas de carneros...”. Precisamente en unos de sus pirograbados (ver fotografía superior), aparecen diversas forma de este símbolo, a la derecha aparece una especie de báculo, con una serie de tablillas en sus laterales, que representa: “...una idealización de una planta, que he visto en la grafía vasca, pero de distinta manera a como la represento, lo que hago es buscar los contrastes de claroscuros, para acentuar más lo que quiero resaltar, siendo la planta un pretexto...,...este diseño solamente trata de mostrar la armonía entre objetos...”. Trabaja con luces y sombras, algunos diseños los realiza a partir de prototipos que le ofrecen la visión de los contrastes, los grados de tonos. Así logra sacar el mejor resultado a una creación original. Hasta ese momento sus formatos son de pequeño tamaño (folio), pero dará el salto a las obras de gran tamaño.

No obstante no renuncia a los sepias y vuelve a trabajarlos. Fruto de ellos podemos disfrutar de una colección, en la que con diferentes bases, !cualquier objeto es susceptible de englobar su obra!, iremos viendo el Puerto Viejo, desde sus callejuelas “Etxetxu”, el puerto con sus embarcaciones; incluso en un bolso de cuero grabará una bella estampa de su malecón. Pero no es el único lugar de nuestro municipio que va a aparecer en sus obras, también lo harán lugares comunes de los distintos barrios (Aixerrota, Arriluze, San Nikolas, el chalet de Lezama Leguizamón, la Casa Social de Areeta-Las Arenas). Pero para no perder la belleza del diseño: “...Cada cierto tiempo vuelvo al dibujo puro a fin de mejorar mis obras...”.


Uno esos trabajos figurativos es un cuadro el que funde, en una misma idea, el lago de Ablitas (Nafarroa) con una alegoría de la playa de Ereaga (ver fotografía superior). En el trata de unir el sol y la luna con estos dos pueblos, con un Moncayo bajo el cual aparece Ablitas y el Serantes con una playa de Ereaga casi circular, ambos elementos presiden la escena dentro de un paisaje de gran exotismo.

A partir de los 90 es el momento en que toma conciencia de que puede hacer paisajes, realistas o de abstracción. Y ve que en con esos paisajes conocidos y los colores amables, le pueden acercar a un público que permitirá mantener el coste de su actividad. A partir de su participación en “Getxo Glass”, cooperativa que montaron entre cuatro trabajadores, empieza a trabajar las vidrieras emplomadas y a utilizar las técnicas relacionadas con el vidrio. En relación a esta técnica decir que realizó una vidriera del edificio de Arriluze, la superficie de esa obra abarcaba un espacio de metro y medio por un metro, la metodología utilizada es ciertamente compleja: “...primero se realiza un boceto del edificio que es negociado y aprobado con el cliente. Después empezamos a elaborar los cristales: primero se extiende el papel del boceto sobre una mesa, se cubre el papel con los cristales, que tienen unas holguras para luego ser solapadas con el plomo, se pintan con unas pinturas vítricas sobre el cristal, se parcelan y se cuecen en un horno a una temperatura de 1200 grados, en un proceso muy lento que dura toda una noche, consiguiendo que se fundan y se metan dentro del vidrio los colores manteniendo sus tonos para siempre; en el cocido algunas tonalidades se distorsionan un poco, algunas a mejor y otras no. Una vez terminado este proceso se vuelve a plantar sobre una mesa el boceto, y sobre él se van montando, cual puzzle, cada pieza, una vez están los cristales listos, se van tirando las varillas de plomo en sus juntas, y se funde con estaño, lo que hace que se vaya armando las estructura y fortaleciéndola en una única pieza muy sólida. Si la vidriera es de grandes dimensiones requerirá de unos refuerzos de hierro por la contra cara, aunque la tendencia actual es a poner un doble vidrio por el exterior, para realizar ese refuerzo...”.


En los últimos años, antes de su jubilación, ensayó otras técnicas, una de ellas es el “Fusing” que consiste en el fundido del vidrio, que se realiza en un horno, hasta dejarlo como si fuera un caramelo, pero previamente se le ha puesto una especie de trampas (almohadillas ignífugas) para que coja formas. Con esa técnica realizó una experiencia que el define como: “...maravillosa, con la creación de (pendientes, colgantes, pulseras), con esa “pitxias” acudíamos a ferias medievales de artesanía, era un mundo curioso...”.

Trabaja sobre diferentes materiales (papel, madera, cuero loza, cristal). Sus colecciones de loza y cristalería, de reciente creación, dejan admirado a un neófito. Pero lo que más llama la atención son sus múltiples cajitas, decoradas con motivos nacidos de su abstracción. Toda su vivienda es una galería, por todas las paredes cuelgan sus criaturas, dando luz y colorido a cada estancia. Por cercanía y sentimiento la obra que más le ha llegado ha sido la de “Aixerrota”, realizada sobre madera de okume, aunque igual que a otros creadores todos sus “hijos” le parezcan iguales. Su última exposición la ha realizado en el 2012 en el “Bar Kaixo” de Algorta.


Con la llegada de las nuevas tecnologías ha conseguido llegar a más público, en sus Blogs nos ofrece una muestra de todos sus trabajos, también de los de mayor carácter comercial. Para visitar sus paginas cliquear sobre estos enlaces:


Hasta aquí un recorrido por la vida de este vecino de Getxo, que desde sus inicios como “curita de pueblo”, hasta la actualidad, ha desarrollado una técnica para muchos poco conocida como es el “pirograbado”, con el que ha inmortalizado muchos de nuestros lugares mas bellos.


lunes, 18 de mayo de 2015

UN CURITA DE PUEBLO Y EL PIROGRABADO -I-


Cuando, en medio de un diálogo, estableces la conversación con un artista, donde la creación y todas sus disciplinas, se van haciendo realidad, resulta para un observador no familiarizado con sus técnicas, más cuando este es un vecino con quien te tropiezas muchos días, de quien ignoras sus habilidades, además de una gran sorpresa, una inmensa satisfacción y una cura de humildad.

Que alguien sin andamio, sin cuerdas, desde su creatividad, desde la percepción de su entorno, sea capaz de realizar una obra de arte, que al igual que en la obra de Michelogno Buonarroti, “...sea capaz de, en este caso, ver el Ángel y sobre un trozo de madera, comenzar a grabar hasta liberar su idea...”, provoca deseos de saber del personaje y su obra.

Así que en primer lugar veremos al personaje y su tiempo, pero no me resisto, por el interés que despierta su azarosa vida, dejar sin contarla, aunque no haya estado siempre ligada a Getxo. En el encabezamiento, expreso “...Un curita de pueblo y el pirograbado...”, nos acerca al personaje: Angel Fernandez Velasco, nacido en Bilbao en 1940, comienza sus primeras letras en las escuelas de “La Campa de Uribarri”. Su afición por las artes gráficas surge desde su más tierna infancia, y a pesar de pertenecer a una época, en la que los niños lo que más lograban era a una caja de “Alpino” como regalo de reyes, será en “Los Hermanos Maristas” de la Plaza Nueva donde podrá dar comienzo a su pasión por el diseño: “...ahí es donde encuentro a un fraile muy aficionado al dibujo, que es el que me introduce en el mundo del grafismo, a través de ese dibujo primario, básico...”. Pero quizá lo que le indujo a acercarse al pirograbado fue la contemplación, mientras paseaba por la calle Ibáñez de Bilbao, de una reproducción de ese arte. Se adentró en el comercio y preguntó qué era aquello: “....me explicaron que se trataba de un pirograbado, así conocí la que luego sería una de mis vocaciones..”.


Tras realizar durante cuatro años trabajos administrativos (1953-58), surgiría en él la vocación religiosa. En el Seminario de Derio realizó sus estudios canónicos durante diez años (1958-1968). Allí coincide con algunos de los que crearon el grupo “Gogor”, “...que en mayo de 1960 cuando el régimen franquista se encontraba en su apogeo y la Iglesia jerárquica española se plegaba a sus exigencias, aplaudía y acogía “bajo palio” al dictador, 339 sacerdotes de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, fieles a sus convicciones, suscribían un documento denunciando, con honestidad y valentía, la situación extrema vasca bajo la dictadura....”. Formó parte de este grupo durante su última época, y es precisamente uno de los encargados en acudir a Cádiz, para solicitar a Mons. Añoveros que no viniera a Bilbao a ocupar el puesto de Obispo, por pertenecer a una terna que el dictador había propuesto. Curiosamente, una hora antes, había pasado por allí el director del Seminario de Derio Andoni Guerricaechevarria, para decirle lo contrario.

Durante ese tiempo realiza trabajos de pirograbado de forma autodidacta y le encargan sus primeros trabajos para algún templo o capilla. En Kamiñazpi (Ondarroa), en 1968, realiza todo el ábside (sección cabecera de una iglesia, donde normalmente se ubica el altar), con la leyenda del Gloria “...Aintza Aitari ta Semeari eta Espiritu Santuari....”.

Pero después de mencionar el pirograbado, conviene decir de forma básica, en que consiste esa técnica: “...consiste en dibujar, mediante punzadas con una punta incandescente (punzón eléctrico llamado pirograbador o pirógrafo), en el que se van poniendo distintas puntas según el efecto que se quiera obtener, distintos materiales madera como el cuero, papel, mate de calabaza y otros. Se comienza por dibujar sobre un papel el tema elegido, este dibujo a escala se traslada a la madera o al objeto deseado, repasando las líneas del dibujo con la punta del pirógrafo, dando las sombras y rellenando los contornos deseados. Existen otras formas de pirograbado que se realizan en cristal y loza, las mismas requieren de una “Dremel” (desbastadora), con punta de tipo diamante, con la que se trabajan esos materiales....”.


Al terminar sus estudios canónicos fue destinado a la parroquia de Plentzia, en aquella parroquia estaban Iñaki Arberas (Parroco) y los coadjutores Luis Perez y Angel Fernandez, allí permanecería durante siete años, desde 1968 hasta 1975. Precisamente podemos verle ejerciendo su magisterio en la fotografía superior. La forma de llevar su magisterio era la de un cura obrero, trabajaba en una carpintería “Carpintería Fano”: “...me sirve para que la gente pueda situarme en el mundo del trabajo...”, daba clases en el instituto, en contacto con los jóvenes y los pobres, cercano a la gente. Esa actitud le hizo poco amable para la jerarquía, tanto eclesiástica como civil: “...me destituyen de Plentzia, yo de manera voluntaria decido seguir ejerciendo la pastoral por mi cuenta en un caserío de Barrika, al margen de las autoridades eclesiásticas y viviendo con otros dos sacerdotes a quienes les habían castigado como a mi...”. Era en definitiva un cura comprometido con su pueblo, que participaba en todas sus expresiones festivas y culturales. Sacerdote de aquellos que miraban al pueblo durante la celebración de la eucaristía, ya que hasta entonces se realizaba de espaldas al pueblo.

Para entonces ya había sido objeto de algunos conflictos provocados por personas adictas al régimen, estos comienzan hacia 1972. Angel tiene que atender una ermita pequeñita “Andra Mari”, situada entre Gorliz y Plentzia. Para el era un lugar encantador, estaba rodeado de gente agradable, y a su decir “...me sentía un poco como un general...,...en un ambiente un poco independiente, la gente no se sentía ni de Gorliz ni de Plentzia...,...yo trataba de volcarme con ellos, con la juventud, con los niños...”. Los problemas comenzaron porque como pertenecía civilmente a Gorliz y eclesiásticamente a Plentzia, las autoridades civiles y eclesiásticas de Gorliz trataban de influir sobre nosotros. El entonces párroco de Gorliz: “...que dicho sea de paso era un autentico “Jauntxo” (era el único que el día de Santiago durante las fiestas, ponía la bandera con el aguilucho, en el balcón de su casa), lo manipulaba todo desde el Hospital Geriátrico para niños, junto a la entonces alcaldesa de Bilbao. Junto a alguna otra gente, celebraban reuniones en los locales del hospital, y trataban de dirigirlo todo. No permitía que hubiera expresiones culturales y folclóricas vascas, ya en tiempos en los que la mano firme del régimen empezaba a flojear...,...así que tanto él como las autoridades civiles franquistas se retroalimentaban y trataban de ejercer control sobre Andra Mari...”.


Uno de esos conflictos se suscitó de la siguiente forma: “...Un día de celebración, en esa ermita a la que yo atendía, me envió una carta el Alcalde de Gorliz diciéndome que el día de Nuestra Señora de la Virgen de las Nieves, la misa la iba a presidir él, junto al resto de la corporación municipal, y las banderas (obviamente se refería a las del régimen)...”, le contesté que se abstuviera de ese tipo de manifestaciones: “... puesto que yo como presbítero era quien iba a presidir la eucaristía, y por mi autoridad no iba a permitir la entrada de ningún símbolo ajeno a la iglesia...”. El Alcalde llamó al Obispo: “...pero le salió mal la jugada, ya la máxima autoridad eclesiástica Bizkaina, en ese caso me apoyó a tope...”. Le siguieron otros encontronazos, en otra ocasión: “...alguien con mala fe, o con ganas de reírse de alguna otra autoridad, era un primero de mayo, les paso la 31 de que estaba celebrando esa fiesta con una serie de elementos rojo-separatistas; ese día yo no estaba en mi casa, la guardia civil rodeó toda la ermita, con tal mala suerte para ellos que el que se encontraba dentro era el Párroco de Gorliz, celebrando las comuniones...”, aquello provocó que: “...me viera confinado en mi casa desde el día uno hasta el día cuatro de mayo...”, cosa que obviamente no cumplí. Le siguieron otros desencuentros, pero eso sería cosa de una historia más amplia, que darían con sus huesos en la prisión provincial de Basauri.

Así las cosas, el obispo me ofrece otra posibilidad: “...una parroquia en Lutxana-Baracaldo, que por diversos motivos rechazo, me propone ser consiliario de Bizkaia de la juventud, me menciona la edad de mis padres ya mayores, que podía tener un buen retiro para ellos..., le dije !no, no, yo he venido para que me borren de esto!...,...fue el final de mi dinámica eclesiástica...”.

Hasta aquí un pequeño semblante de sus primeros años como sacerdote y de sus inicios en el mundo del pirograbado. En la próxima entrada seguiremos viendo como Ángel se va poco a poco “profesionalizando” en esta técnica.

jueves, 14 de mayo de 2015

SAN ISIDRO. FIESTAS EN GETXO



Andra Mari, un barrio disperso, que a principios del Siglo XX tan solo era lugar de labradores, pues esta era la principal profesión de sus moradores, celebraba las fiestas de San Isidro, al menos con constancia documental, desde 1885. Aunque de su carácter rural y ganadero pueden encontrarse datos en documentos del anterior siglo, en 1887 se celebraba una feria ganadera, la del Angel de la Guarda, que como relataba en mi entrada del jueves 3 de octubre de 2013, dio mucho que hablar, para algunas mentes puritanas.


Su desarrollo va a sufrir desde 1860 hasta 1900 un crecimiento inferior al de su aledaño barrio de Algorta, mientras que Andra Mari experimentaba un aumento de población del 39,2%, Algorta veía incrementar la suya en un 105% y el barrio de Areeta-Las Arenas, de incipiente creación, verá incrementarla de los 36 habitantes de 1860 hasta llegar a los 1411 del comienzo del Siglo XX; esta tónica de crecimiento se mantendrá en los siguientes años. Por lo que esta zona netamente rural mantendrá hasta 1960 sus características.

Nuestro municipio exportador de cebones (cerdos), tal y como aparece relatado en 1733, año en el que se se llevaron ocho cebones de Getxo a los cercanos municipio Bizkainos de Gueñes y Sodupe. En 1859 Andra Mari ya contaba con 830 cabezas de ganado, de las que 780 eran de vacuno; en 1938 las cabezas de ganado eran 1243, de las que 926 eran de vacuno. La producción agrícola era: (maíz 8108 Hl. y trigo 1940 Hl.), que tuvo su punto álgido entre los años 1858-1860. Sin embargo, al finalizar el siglo verá caer su producción. Similar tendencia seguirá su cabaña ganadera que pasará de 780 cabezas de vacuno en 1858 hasta las 368 de 1882. La construcción de la “Casa del Sindicato Agrícola Católico” que vería dar sus primeros pasos 13 de junio de 1916 de la mano de Ramón Menchacatorre, fue uno de los hitos en la vida agraria de Getxo. Construcción que nacería de las manos del Arquitecto Emiliano Amann, este edificio denominado “Nekazari Etxea”, tuvo en su parte trasera una vía aparcadero para la descarga de sacos de piensos.


Sin embargo varios factores van a condicionar la pervivencia de esta actividad. Enfermedades de la cabaña, como la perineumonía contagiosa, que en 1919 afectó a las localidades de Getxo y Berango. La emigración de la población agraria por la irrupción de la industria, supuso el paulatino abandono del campo, debido entre otras razones a la caída de los precios entre 1926 y 1934. Al traslado de la cabaña y su destrucción como consecuencia del Golpe de estado franquista de 1936. La dificultad para su desarrollo en la posguerra, supuso una disminución de la cabaña en Bizkaia, entre 1942 y 1950, de un 24%. A que la producción de trigo para pago de rentas, dejaba paso a la del maíz, para la alimentación del ganado. 


De la caída de la producción agraria entre los años 1950-1993 nos da una idea el gráfico publicado del Anuario estadístico de dichas producciones, de la publicación “El caserío vasco en el país de las industrias” de Maria Jose Ainz Ibarrondo. Todo ello junto a otros coadyuvantes provocaría el paulatino abandono de la actividad.


A pesar de esta tendencia, la importancia de la actividad agrícola y ganadera del barrio de Andra Mari, seguía teniendo importancia, combinada esta con el trabajo en la cerca industria. Prueba de ello es la construcción de la “Cooperativa Agrícola Ganadera” que el 4 de mayo de 1946, da sus primeros pasos para constituirse.


En torno a este mundo se desarrollaría la celebración festiva de San Isidro en Andra Mari. La misma tuvo su momento más álgido en 1932, año en que se celebró un concurrido concurso ganadero. Al mismo se presentaron muchos y notables ejemplares de diversas razas. Caben citar los premios otorgados en aquella la ocasión, entre ellos: en la categoría de toros sementales a un ejemplar de Fermín Arbide del caserío Gobela que obtuvo el primer premio; otro de los premiados con un primer premio en su apartado (vacas con cría) fue Lorenzo Aguirrechu del caserío Eguskiza, que presentó un magnifico ejemplar de vaca suiza con dos crías.


Pero en lo que respecta a la inclusión de esta festividad en un programa de fiestas impreso, el primero del que se tiene constancia es el de 1935, con la programación que podemos ver en la fotografía inferior. Y quizá el de mayor envergadura ganadera fuera el patrocinado por la “Caja de Ahorros Vizcaina” en 1961, con motivo de dicha festividad.


A lo largo de los años sus fiestas no dejaron de tener entre sus programaciones las ferias agricolas-ganaderas y las concurrida pruebas de bueyes. En 1950 se celebrarían pruebas de bueyes en Andra Mari, la inscripción se realizaba en la Casa Venta de Getxo. Las de 1960 contarían con el Campeonato de Bizkaia de harrijasotzailes para aficionados y un concurso de bertsolaris en el que intervinieron Ormaetxe, Castrejana y Alberdi. Al año siguiente volvían las pruebas de bueyes y un concurso comarcal de ganado vacuno (ver cartel anunciador). 


Las de 1963 y 1965 contaron con el patrocinio de la C.A.V., se celebraron el miércoles 15 de mayo, y al igual que las de 1932, tuvieron gran esplendor por la presencia de importantes lotes ganaderos. Después de los años 80, estas fiestas comenzaron su declive, aunque en los últimos años han visto florecer su recuperación gracias al incansable trabajo de su Comisión de Fiestas Popular, que este año nos propone un sugerente cartel festivo para los días 14, 15, 16 y 17 de mayo, en el que vuelven a aparecer la “Idi Probak” y una “Herri Bazkaria” para el sábado día 16 de mayo.



Hasta aquí un pequeño recuerdo de las fiestas de San Isidro de Getxo, que esperemos se celebren este año, acompañadas de buen tiempo. !La alegría ya la portan los asistentes!.

lunes, 11 de mayo de 2015

UN PASEO POR LAS FIESTAS DE SANTIAGO Y SANTA ANA y -II-


En la anterior entrada finalizaba estas fiestas al comenzar el Siglo XX, con la llegada de nuevas atracciones, que venían a animar, más si cabe, al vecindario y veraneantes.

Las del año 1904, a decir por los vecinos que pudieron disfrutarlas, fueron unas de la celebraciones más concurridas y brillantes. Achacaban el éxito de las misma a la buena organización de los festejos por parte del consistorio. Numerosas calles, engalanadas con banderolas y gallardetes, destacaba el Hotel Ventura, que aparecía adornado con colgaduras, banderines y plantas naturales. Por la noche, en la calle Mayor, en una zona próxima a la plazuela del puente, se quemó una vistosa colección de fuegos de artificio y a continuación la banda municipal ofreció un comentado concierto. Aquel año el “Circulo Republicano” también participó en las fiestas organizando veladas literarias y recreativas en sus locales, entre otros actos el día 29 de julio ofreció un concierto con el siguiente programa:

Primera parte

1º Sinfonía por la orquesta del Casino de Lejona.
2º Certamen literario.
3º Adjudicación de diplomas a las mejores composiciones.
4º ”El Adiós del Recluta», por el Orfeón del Círculo.

Segunda parte

1º Sinfonía por la misma orquesta.
2º Un trozo de Historia Contemporánea, por J. C.
3º Monólogo «Los lentes del Cura”, por el señor Chillar
4º y último, Jota aragonesa por el Orfeón.

Durante 1918 y 1919 se celebraron esa fiestas aunque la repetición no coincidiera en los mismos días ya que se traslada a festivo. Aquel día 26 comenzó con un pasacalles seguido de la consabida misa mayor y una exhibición de dantzaris, conciertos y bailes, por al tarde noche en la campa de Santa Ana. La prensa de la época hacía notar la importante llegada de romeros a bordo de tranvías y trenes. Además de la instalación en torno a la campa de choznas, puestos de refrescos y churros muy visitados por los romeros. Quizá lo más novedoso fue que durante las fiestas de 1919, el día 27 de julio, repetición de las fiestas, en la Plazuela de Las Arenas, se realizó una proyección cinematográfica. Su divulgación se insertaba en todos los diarios de la época (La Tarde, El Nervión, El Liberal, El Noticiero Bilbaino, El Pueblo Vasco, La Gaceta del Norte y Euzkadi).


Mientras, en el Casino de Algorta, sucedía un hecho sin precedentes el 28 de julio de 1918, los agentes de vigilancia se presentaban en el Casino Algorteño, para pillar desprevenidos a los jugadores de azahar, incautando una ruleta y los accesorios de la misma (caja, rasquetas y mesa).

El primer programa impreso que se conserva es del año 1925, en el se recogen las fiestas de Santa Ana, y se incluía por vez primera una carrera ciclista con premios por un importe de 400 pesetas, la sociedad organizadora era el “Arenas Club”. Le seguía el 2 de Agosto la repetición de fiestas con el disparo de una colección de fuegos de artificio en la llamada “Plazuela de Las Arenas” (actual Plaza Bizkaiko Zubia). Era habitual en 1927 que algunos acordeonistas acudieran a esas fiestas congregando a su alrededor a gran número de personas, lo que llevó a algunos hosteleros a quejarse, uno de ellos Eusebio Alcorta, propietario del “Hotel Continental”, que estaba situado en la entonces “Plaza de Alfonso XIII”, nombre que recibía entonces la anteriormente nombra Plazuela, llegó a denunciar que: “...además de quitar vistas al hotel, interceptan el paso al mismo...”.

Nuevamente en 1941 volverían a un programa de fiestas las Fiestas de Santa Ana. Que en su repetición el día 27 de julio añadía a su programación la cucaña y fuga de patos, patos que fueron adquiridos a F. Landa por 355 pesetas. Además de realizarse una regata de bateles, utilizando unas balizas propiedad del Club Marítimo del Abra.


En 1942 se unirían a esta celebración, según rezaba en el programa de fiestas las de Santiago, por lo que es desde ese año cuando se unieron casi en uno, las Fiestas de Santiago y Santa Ana. Nuevamente la Plazuela había cambiado de nombre, siendo rebautizada con el nombre del dictador “Plaza del Generalísimo”.

Y aunque no pertenece a este barrio, quiero traer una anécdota relacionada con la celebración de Santiago, que en este caso afecta al histórico de Andra Mari (Getxo). Se empezó a celebrar por entonces, años 50, cualquier barrio que se preciara requería de santo patrono, las fiestas de Santiago, en el de Saratxaga. Como en la parroquia de Andra Mari no había imagen del santo, se llevaba una de la Virgen del Carmen y la colocaban en una balconada del cruce con la estrada de Goienetxe. Como no había dinero para comprar la imagen, tuvieron que hacer una colecta en la que participaron tanto Gohierri como Beharri. Así que finalmente tuvieron su imagen, pero la adquisición de la misma no fue muy acertada. Representaba a un “Santiago Matamoros” a caballo, espada en mano, bajo cuyos pies yacían los infieles, el tema fue muy comentado en el barrio.

En 1950 por primera vez se recogía en el programa festivo en la “Plazuela”, la primera fiesta del “Vestido Barato”, se celebró la víspera de la festividad de Santiago, contaba con un presupuesto de 5.000 pesetas. En el acta de festejos se recogía con bolígrafo rojo una anotación: “....en la rebautizada plaza...”. Se reservó la plaza de Santa Ana, para los días 26 y 27 de julio, en los que se celebró un concurso de jotas aragonesas, un concurso de armónicas para aficionados de la localidad y una carrera de cintas “para señoritas”, decía el programa. Muchos actos de la época se “amenizaban”, como en el caso de las de 1957, con lo que llamaban “Gran Espectáculo de Altas de Variedades” con la actuación de los grupos de la “Obra Sindical de Educación y Descanso”.



Será durante esos año 1950-60 cuando las fiesta de Santiago y Santa Ana llenaran la calle de su mismo nombre, desde Gobela a la Ermita, a ambos lados de la misma, con atracciones de feriantes (Carabinas de aire comprimido, tiro con pelotas de trapo, churrerías, puestos de venta de dulces y coco, tómbolas, etc.), reservándose para el entorno de la ermita, las grandes barracas: tiovivos de barcas voladoras, autos de choque, .la Hola (con sus barricas giratorias, sus focas con una pelota en el morro, que los usuarios hacíamos girar con la mano), balancés, carruseles de caballitos, tobogán, etc.), así como su lado derecho, al fondo, para el quiosco de música, y en la esquina de Máximo Aguirre con Santa Ana una zona dedicada a merendero. Otra de las atracciones de esos años, a finales de los 50, era el concurso de pesca de atún “Copa Abra”, como el celebrado en 1959, que atraían a multitud de curiosos, no participantes, al embarcadero de Areeta-Las Arenas, en el que sobre un flotante se mostraban las piezas cobradas, quienes participaban de aquel festejo eran fundamentalmente miembros del Club Marítimo del Abra.

En 1962 esas fiesta dejaron de aparecer en el programa festivo de Getxo, volviendo a él en 1964, anunciándose para el domingo 19 de julio la inauguración de las barracas. Volviendo a desaparecer al año siguiente. Dejaron paso a otras celebraciones que empezaban a adquirir más auge en esa fechas como las “Paellas de Azkorri”. En los últimos años se han vuelto a reanudar, pero ya no cuentan con la atracción que ejercían sobre el público como las mediados del Siglo XX. Quizá la llegada de la Tv y otros divertimentos fueran los culpables de esa paulatina desaparición, ya los jóvenes no necesitaban las plazas públicas para relacionarse, tenían las discotecas y el acceso al bar se habría paso. Algunas de las fotografías que incluyo en este articulo, nos acercan a aquellos días, en que el entorno de Santa Ana se llenaba de feriantes.


Hasta aquí un repaso por las fiestas de Santa Ana y Santiago, que después del apogeo de las primeras durante el Siglo XIX, continuarían con todo su esplendor, hasta que los cambios en las costumbres después de los años 50-60, hicieron que fueran decayendo las atracciones, que el barrio de Las Arenas, por la influencia de su gran playa y los balnearios, con todos los visitantes que arrastraban, fueran pasando al olvido.