jueves, 31 de octubre de 2019

EL NAUFRAGIO DEL VAPOR INGLÉS “BILBAO”



A lo largo de los siglos muchos fueron los naufragios que terminaron con los buques en nuestras playas. Uno de ellos fue el “Vapor Bilbao”, que el día 19 de diciembre de 1890 al salir de puerto cargado de mineral, por efecto de una guiñada, fue a chocar contra la escollera del muelle de hierro de Portugalete.

El Noticiero Bilbaíno” del día 20 de diciembre de 1890 daba amplia cuenta del siniestro: “...Como consecuencia de la tarascada se abrió una vía de agua en uno de los costados del vapor. Sus tripulantes realizaron una llamada de auxilio a los remolcadores, acudiendo en su ayuda el “Bilbao” y el “Nervión”. Después de realizar varias maniobras y cuando el vapor siniestrado se había ido sobre el muelle, consiguieron sacarlo, entonces tomaron la decisión de conducirlo hasta la playa cercana de Las Arenas, donde dejaron varada la embarcación frente al establecimiento de “Baños de Mar Bilbaínos”. Su situación en aquel punto, embarrancada, resultaba harto comprometida...” Al día siguiente el “Vapor Bilbao” continuaba en la playa de Las Arenas en la misma posición, solo que la mar seguía movida, con el cielo nublado, y viento del S. E.

Otras noticias ofrecían versiones diferentes. Decían sobre el naufragio que: “...Cuando los remolcadores estaban prestando auxilio al “Vapor Bilbao” debió de romperse algún calabrote, lo que provocó que el barco se fuera sobre el banco del N. E...”

Aquel día y como consecuencia de una avería producida por la explosión de un barreno en Sestao, las líneas telefónicas quedaron cortadas con Portugalete.

Mientras, llegaban noticias de que: “...La tripulación fue recogida sin novedad, a las dos y media de la tarde, por un bote de la “Junta de Salvamento de Portugalete…” El trabajo de la sociedad de salvamento de Portugalete merecía menciones de algún diario por sus actuaciones, en este caso se trataba de “El Liberal”. Decía, el día 23 de diciembre sobre la actuación de la Junta de Salvamento: “…El presidente de la Junta local de Portugalete anunciaba haber sido salvada con el bote insumergible la tripulación completa de 17 hombres del vapor inglés Bilbao que naufragó en la playa de las Arenas. Así pues, la Sociedad de Salvamento se felicita de haber registrado en la anterior semana cincuenta y una asistencias librando de las olas a varios barcos...”

Aquel naufragio fue recogido también por varios diarios madrileños:

La Época” de Madrid del 19 de diciembre de 1890, decía en su tercera pagina: “...Hoy a las nueve de la mañana, según telegrama del comandante de Marina de Bilbao, ha naufragado en la boca de aquel puerto, hacia el rumbo N. O. y a consecuencia de haber chocado con las escolleras, el vapor mercante inglés Bilbao...”

El Heraldo de Madrid” y “La Unión Católica” recogían en su tercera página la noticia el día 19 de diciembre de 1890, “La Correspondencia de España” al día siguiente recogía el mismo suelto : “...El ministro de Marina ha recibido hoy el siguiente telegrama del comandante de marina de Bilbao: Al salir de este puerto a las nueve de la mañana de hoy el vapor inglés Bilbao, tocó en una escollera, produciéndose averías en los fondos. Con tal motivo intentó volver a entrar, y al hacerlo no pudo tomar el canal de la barra, yéndose sobre el banco de N. O. , considerándose perdido totalmente. No impide la circulación de los demás buques...”

El diario madrileño “La Dinastía” del día 20 de diciembre lo daba como: “...Completamente perdido al vapor inglés «Bilbao», que es el buque que encalló al salir de dicho puerto, en el banco Noroeste...”

Ya para el día 22 de diciembre el diario madrileño “El Día” sentenciaba: “...El Vapor Bilbao, embarrancado en la playa da las Arenas, sigue hundiéndose cada vez más...” Y no le faltaba razón porque solo un día más tarde, el 24 de diciembre, “El País” anunciaba: “...El vapor Bilbao de matricula inglesa, que como nuestros lectores recordarán, que embarrancó hace cinco días en la playa de Las Arenas, se rompió en tres pedazos...”

Aquel día la mar estaba movida con vientos del N. O. Fueron varios los buques que desaparecieron en aguas de otras latitudes, el Gaulois, el Luidesnaes, el Saint Jean. Algún relato de naufragios parecía sacado de una película: “...Era el caso del “Carnot” que había naufragado en el mar Báltico, y cuyo capitán “Maimen” antes de ir al fondo del mar, tuvo tiempo de escribir una carta de despedida para su mujer, considerando segura su muerte, depositándola en una botella que más tarde fue encontrada en la playa de Bing...” La mar se cobraba su tributo.

lunes, 28 de octubre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -123-



En la anterior entrada veíamos cómo se daba cuenta en el pleno municipal de Getxo de un oficio del Gobernador Civil de la Provincia, en el que se remitía un informe del Subdelegado de Medicina del Partido de Zona, de las mordeduras de un perro hidrófobo a varios vecinos de Getxo.

El 27 de marzo de 1890 la concesión para la extracción de piedra de la cantera de Arrigunaga estaba en manos de D. Miguel Uria, piedra que era utilizada para su fábrica de cementos.

Por otro lado las obras de la casa de D. Tomás Uria en “Mariandresana” estaba en marcha, y las obras de cantería de la misma estaban siendo ejecutadas por el cantero D. León Landeta, quien solicitaba el uso de las aguas de las cañerías municipales para su trabajo.

El 2 de abril de 1890, las cuentas de las Escuelas de la Fundación de Niñas Pobres de D. Andrés Cortina Piñaga presentaban el siguiente estado: “...Un saldo a favor de 5.551,33 pesetas, se habían comprado de acuerdo con la corporación y el testamentario de D. Luciano Alday 5.000 pesetas nominales en papel del 4% a nombre de la fundación, con intervención del corredor D. Tirso Acha del comercio de Bilbao, al precio del 70,40% siendo el coste 3.770 pesetas, más el corretaje de 3,77, que daban un total de 3.773,77 pesetas, que restadas a las 5.551,33 queda reducido el haber de la citada escuela al 31 de diciembre de 1889, a 1.777,56 pesetas. El resguardo de la 5.000 pesetas , facilitado por el Banco de Bilbao, que lleva el número 66.426 con fecha del 28 de marzo pasado, queda en poder del Ayuntamiento en el arca de tres llaves…” Por otro lado formando parte de aquellas cuentas estaba: “...Un resguardo facilitado por el Banco de Bilbao con el número 48.506 con fecha del 25 de agosto de 1885 de 90.000 pesetas pertenecientes a la expresada fundación como deposito hecho por el Alcalde de Guecho D. Juan Antonio Aldecoa, el cual se halla también en el arca de tres llaves...”


Y sin embargo, a pesar de que ya habían transcurrido más de cuatro años, el tema de los prófugos del ejército volvía a las actas municipales. A pesar de que alguno de ellos, como era el caso del joven de Algorta Juan Bautista Urresti, ya hacía cinco años que había partido hacia la República de Chile, se le seguía reclamando su presencia para tallarlo. Parece que lo que más dolía a las autoridades militares era el no haber depositado las 2.000 pesetas que le eximían del servicio, por lo que le declaraban en busca y captura. No era el único que se encontraba en el extranjero, ni al que se dejaba de reclamar la cantidad que le podía librara del temido servicio. Así, aparecían muchos nombres de jóvenes de Getxo que por distintos motivos habían emigrado a otros países: “...Antonio Astobizaga, Nicolás Sarria, Miguel Camiruaga, Isidoro Hormaechea, Ignacio Francisco Juaresti, Eulalio Mariano Aresti, Julián Echevarria y Desiderio Méndez...”

Y como ya estábamos en Semana Santa, el consistorio decidía acudir en pleno a los actos religiosos que se iban a celebrar, mañana y tarde en la Iglesia de San Nicolás de Bari de Algorta, así como a la misa mayor del día de Pascua de Resurrección.

El 10 de abril de 1890, la Compañía del Tranvía mostraba síntomas de hiperactividad en el municipio. Trataba de introducir cambios en las vías : “...Pretendía levantarla entre la casa del Sr. Anduiza en Las Arenas hasta el terraplén de la Avanzada; así como trasladar el apartadero que existía en Las Arenas, cerca de la Avanzada, al trozo de vía recto comprendido entre la curva de Arecheta y la Fonda San Ignacio...”

Los fondos municipales al parecer no andaban mal ya que en esas fechas, tras realizar el balance, el 31 de marzo último, daban un saldo de 25.094,60 pesetas en caja.

Pero antes de seguir adelante con las actas municipales veamos cómo observa la prensa bilbaína nuestro día a día: El 17 de abril de 1890 volvían a aparecer en la prensa bilbaína, en “El Noticiero Bilbaíno” algunas consideraciones sobre el Puente Palacios, en una columna que titulaban “El Puente de Portugalete”: “...Cuando hace algún tiempo se dio a conocer en Bilbao la idea concebida por el D. Alberto de Palacio para construir el gran puente sobre la embocadura de la ria en Portugalete, pocas o ninguna persona hubo que no comprendieran la importancia que revestía aquel proyecto, en camino ya de realización. La empresa, se dijo, es magna, es atrevida, es gigantesca, pero de resultados positivos, esto es indudable. Procediéndose después a la formación de la sociedad que había de llevar a cabo la obra, que quedó formada por capitales del País. Entre esos capitalistas figura en primera línea el Sr. López de Letona, que está invirtiendo en muchas obras, que contribuyen al mayor desarrollo de la población en la parte urbanizada del ensanche de Albia. El puente proyectado será pronto un hecho, pasará en breve plazo de la categoría de proyecto a la realidad, y vendrá un día no lejano a dar mayor impulso al asombroso movimiento entre una y otra orilla de la ría, entre las playas de Portugalete y Las Arenas. Las obras comenzaron anteayer...” continuaba aquella carta ofreciendo una descripción del Puente Bizkaia, pero lo que ya nos dejaba, como dato histórico, era la fecha de comienzo de las obras, el 15 de abril de 1890.

Otra de las obras que requería la atención de aquel diario era las del ferrocarril entre Las Arenas, Algorta y Plentzia, las cuales llevaba a su primera plana el día 22 de abril de 1890: “...Puede ya con fundamento decirse que no tardará el comienzo de la construcción del Ferrocarril de Las Arenas a Algorta y Plencia. Entre los accionistas figuran algunos plencianos y otros de Bilbao. No cabe duda que la construcción de esta nueva vía dará impulso a todas las industrias que se instalarán a lo largo de su recorrido…” Decían que con la ejecución de las mismas algunos próceres de Bilbao: “...Hombres del comercio y la banca, que entonces tenía sus residencias a 10 o 12 millas de la zona de confort de Las Arenas, acudirán a ellas para descansar sus castigados cuerpos. Solazándose tras su tarea diaria en las terrazas, con vistas a jardines y huertas, aspirando las vivificantes brisas del mar, que neutralizarán los efectos del trabajo mental de sus escritorios y estudios…”

Mientras que otra carta, esta de D. Dionisio de Zubiaga de Algorta, hablaba sobre el funcionamiento de las grúas de vapor del puerto y muelles de Bilbao, refiriéndose a una columna aparecida en el diario bilbaíno sobre el mal funcionamiento de dichas grúas: “...En efecto, las grúas de vapor son ya un sistema abolido en todos los puertos con algún movimiento comercial, y cuando se proyectaron para Bilbao ya hice algún comentario sin que se tuviera en cuenta. Cuando se propuso, tuvimos proyectada una moción, para que se estableciera en las márgenes de la ría un sistema de grúas hidráulicas. En los puertos del Norte de Europa se ha llevado con gran rapidez la sustitución de las de vapor por hidráulicas. En Bilbao, donde el agua no se hiela, es mucho más fácil su sustitución...”


No era la única obra que en nuestro municipio reclama atención. La playa de Ereaga estaba en tan mal estado: “...Que el consistorio decidió acudir a D. Evaristo Churruca, director de la obras del Puerto, para solicitarle que arbitrara medidas para mejorar su situación…”

Y mientras, las alubias, por la escasez de las procedentes del extranjero, obligaba a que se vendieran las de la península: Las pequeñas blancas de Galicia a 2 pesetas los cien kilos; las agarbanzadas extrajeras a 32,50 pesetas los cien kilos; las de riñón a 41 pesetas los cien kilos. Las habas, otro producto de gran demanda en su variante “mazaganas” se vendían a 7 pesetas los 32 kilos a pie de muelle. Los obnibus de ocho asientos, de la “Compañía Nueva Unión” que realizaban la línea de Algorta a Plentzia, salían a la venta.

En la próxima entrada veremos cómo el padrón municipal, las listas cobratorias y las cédulas personales para el año 1890-1891, tenían que ser remitidas a la Hacienda Provincial.

jueves, 24 de octubre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -122-



En la anterior entrada veíamos cómo la casa matadero de ganado vacuno, situada en la estrada de Mosu en la zona de Iturribarria de Algorta, que estaba cerca del actual Polideportivo de Fadura, se encontraba en un deplorable estado.

El 8 de marzo de 1890 se daba cuenta en el pleno municipal de Getxo de un oficio del Gobernador Civil de la Provincia, en el que se remitía un informe del Subdelegado de Medicina del Partido de Zona, que trataba sobre las diligencias instruidas por nuestra alcaldía sobre: “...Las cinco personas mordidas y arañadas por un gato hidrófobo en el caserío de “Tosu” de Santa María de Guecho. El Ayuntamiento había presentado las diligencias ante la Comisión Provincial con el fin de que se facilitaran los recursos para poder trasladar a dichas personas a un Instituto Antirrábico para ser inoculadas y evitar en ellas el desarrollo de la rabia...” Por lo que el Ayuntamiento decidía: “...Trasladar al día siguiente a dichas personas, con un vecino y un empleado de la Diputación a Barcelona para ser inoculadas por el D. Jaime Ferrán i Clúa. Se calculaba que los gastos podrían ascender a unas 1.000 pesetas, siendo los mismos abonados a medias entre Ayuntamiento y Diputación...” D. Jaime Ferrán i Clúa (1851-1929) fue un vacunólogo nacido en Corbera d´Ebre: “...Que en 1886 publicó un trabajo teórico sobre la vacunación antirrábica según el método pasteuriano, y dados los buenos resultados obtenidos por la vacuna, propuso al Ayuntamiento de Barcelona la creación de un instituto de vacunación antirrábica bajo su dirección. Como consecuencia se creo el Laboratorio Microbiológico Municipal con la aprobación de Pasteur, a quien el Ayuntamiento había consultado...”

En marzo de ese mismo año las vías públicas: “...Algunas en mal estado, eran reparadas con “resebo” proveniente de las canteras de Axpe...” A la piedra machacada se le añadía gravilla o recebo como aglutinante.

El 8 de marzo de 1890 se daba lectura en el pleno municipal de una instancia presentado por el Director Gerente de la Compañía del Tranvía de Bilbao a Algorta: “...En ella se presentaban los planos de una nueva vía en Las Arenas y su prolongación hasta la Casa Consistorial, así cómo la colocación de nuevos cambios…” Se designaba una comisión compuesta por los concejales Arrola, Barandica, Sainz y Ajuria para que estudiase dicho proyecto y emitiera un dictamen acerca del mismo.

Y como se acercaba la época en la que había que realizar el empadronamiento de los habitantes de la Anteiglesia, acordó el Ayuntamiento: “...Que para facilitar el cobro de las cédulas personales durante el próximo año, autorizar al Alcalde para que de acuerdo con la forma acostumbrada dispusiera de lo que consideraba conveniente para realizare dicho empadronamiento, proporcionando los impresos y ejemplares necesarios...”


Además acordaron realizar varias modificaciones de los arbitrios municipales: “...Suprimir para el próximo año económico el arbitrio que se cobra por la introducción de soma y sal. Facilitar al rematante en dicho año la casa del despacho de carnes de Alangüetas con su habitación, con la condición de tener en ella carne a la venta o en su defecto en un local decente y adecuado desde el Casino a la casa Numancia. Que los arriendos de vinos y demás bebidas y artículos de abacería se pongan en uno con las correspondientes condiciones y arbitrios que hoy tienen con la excepción de la soma y sal que se suprimen, con base fija de 44.500 pesetas sin baja, y el arriendo de carnes con la casa habitación y el despacho de Altamira con la de 11.800 pesetas, también sin baja. Que con estas modificaciones se formen las correspondientes condiciones de los expresados arriendos, así como de los asientos del mercado, puestos de poncheras y barracas, para remitirla a la Diputación como está obligado...”

El 13 de marzo de 1890 en el pleno municipal se daba cuenta de un oficio de la Parroquia de Santa María: “...Invitando a este Ayuntamiento para concurrir a la Santa Misión, que dará comienzo en esta parroquia el día 20 del actual, disponiendo acudan en corporación a dicho acto todos los concejales que puedan...” También era en esa fecha cuando el Mayordomo de la Cofradía de San Nicolás: “...Invitaba al Ayuntamiento a asistir a la función religiosa que en honor al Santo iba a tener lugar en la iglesia de San Nicolás, el día 19 de marzo...” El Ayuntamiento dispuso la asistencia a dicho acto.

En esas fechas la Diputación Provincial enviaba una circular indicando la normativa a la que: “… Los Ayuntamientos debían de ajustarse cuando solicitaran la gracia de ingreso de los dementes en el manicomio de Valladolid...” Pocos meses más tarde ya hablaban de que: “...A los sordomudos y dementes de Vizcaya se les sostiene por cuenta de la Diputación en establecimientos de otras provincias; pero se ha formulado el proyecto para instalar la observación de alienados en Bermeo...”

En esos día se estaba pensando instalar una báscula para el pesaje del pescado fresco en la Taberna de Echevarri en el Puerto. Se le encomendó esa tarea a D. Domingo Zubizarreta.

Otro de los solicitantes de obras era el bilbaíno D. Enrique Gana que pedía autorización para construir: “...Una tejavana destinada a gallinero y alivio de la cochera existente en su casa sita en el ángulo de la capilla de Las Arenas...”

Un 20 de marzo de 1890, en el pleno del Ayuntamiento de Getxo se trataba sobre unos depósitos de renta perpetua de D. Andrés Cortina Piñaga, ya fallecido: “...Se da cuenta de un oficio de D. Luciano Alday como albacea testamentario de D. Andrés Cortina Piñaga, haciendo presente la necesidad de que la factura o resguardo Nº 48.506 del Banco de Bilbao del 25 de agosto de 1886, por depósito voluntario de cuatro títulos de renta perpetua interior que importan 90.000 pesetas perteneciente a la Escuela de La Fundación del expresado Sr. Cortina, cuyo depósito inadvertidamente había sido puesto a nombre de D. Juan Antonio Aldecoa, Alcalde de Guecho, debe proceder el Ayuntamiento a su cancelación, y hacer otro nuevo a nombre de la Fundación de D. Andrés Cortina Piñaga representada por esta corporación municipal, poniendo en la nueva factura a continuación de la numeración de los títulos la advertencia siguiente: “El Ayuntamiento de Guecho solamente cobrará los intereses de las 90.000 pesetas, no pudiendo disponer del capital sin la intervención expresada de la escritura de fundación...” El consistorio acordaba aceptar lo manifestado por D. Luciano Alday.

La utilización de agua para las incipientes industrias del municipio veían la autorización municipal de uso. En el 20 de marzo de 1890 fue el caso de la Fábrica de Cementos de D. Miguel Uria. Se le concedió licencia para el uso de: “...Hasta 3 metros cúbicos de agua al día, para su fábrica de cementos. Por cada metro cúbico de agua que consuma satisfará al Ayuntamiento la cantidad de 1 peseta. El Ayuntamiento colocará un contador para saber con fijeza la cantidad de agua que vaya pasando a su fábrica...”

En esa misma fecha se decidía el traslado de los fondos municipales a un Banco: “...A fin de precaver toda consecuencia desagradable, sería bueno y acertado que los fondos que existen en el arca de tres llaves, en esta casa Consistorial en la que nadie habita, sean trasladados al Banco de Bilbao. Acordando el Ayuntamiento que el Depositario Sr. Ugarte recoja los fondos pertenecientes al Municipio que existen en dicha arca y los deposite en el Banco...”


Por aquellos días el ferrocarril de Las Arenas a Algorta y Plentzia estaba en proyecto. El adjudicatario de las obras D. José María Aramberria solicitaba al consistorio información de la subvención que el Ayuntamiento tenía previsto conceder a la compañía constructora: “...El Alcalde D. Eladio Sustacha daba a conocer en el pleno que D. José María Aramberria, concesionario de un ferrocarril de vía estrecha desde Las Arenas a Plencia, se le había acercado varias veces manifestando que proponiéndose construir dicho ferrocarril que pasaba por Algorta, ha de enclavar una estación en las proximidades de la Iglesia de San Nicolás y un apeadero cercano a la de San Ignacio, desea conocer los propósitos de este Ayuntamiento sobre la subvención que podrá dar a la compañía constructora...” Para animar al consistorio a elevar dicha ayuda Aramberria ofrecía: “...Establecer un servicio de por lo menos una hora al día que enlazara con el de Bilbao a Las Arenas. Estableciendo al mismo tiempo una tarifa de precios reducidos, de modo que el viaje de Algorta a Las Arenas y viceversa, cueste solamente 20 céntimos en 2ª clase. Aclarando que dicho servicio vendría a mejorar la riqueza del municipio…” El consistorio para aprobar dicha subvención al oponerse a la misma los ediles Arrola y Ajuria, acordaron llevar a votación en el pleno, de la misma salieron los siguientes resultados: “...Votos a favor: Señores Aizpiri, Barandica, Beitia, Icaza, Sainz y Unzaga y el del Alcalde D. Eladio Sustacha, en total 7 votos favorables; votos en contra: los ediles Arrola y Ajuria, total 2 votos...” De aquella forma se decidía ayudar económicamente a la construcción de dicho ferrocarril.

El 23 de marzo de 1890 se negociaban en Bilbao las acciones del ferrocarril de Bilbao a Las Arenas a 86 duros cada una.

En la próxima entrada veremos cómo se daba información del estado de las cuentas de las Escuelas de la Fundación de Niñas Pobres de D. Andrés Cortina Piñaga.

lunes, 21 de octubre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -121-



En la anterior entrada de esta serie veíamos cómo un viento huracanado provocó destrozos en puertas, ventanas, chimeneas y cristales y algunos faroles de Algorta.

El 6 de febrero de 1890, nuevamente se solicitaba por algunos ganaderos de Santa María de Getxo poder volver a celebrar el día 1 de marzo la feria de ganado, que en esa fecha se había venido celebrando hasta su traslado al 1 de octubre. La feria coincidía con la fiesta de Ángel de la Guarda y en agosto de 1887 se pasó a octubre a petición de algunos vecinos. Los solicitantes eran D. Juan Arrieta y D. Juan José Ibatao: “...Junto a otros vecinos solicitamos se nos permita concurrir con nuestros ganados a la feria de la campa de Santa María el día 1 de marzo, según se hacía hasta la traslación de dicha feria al día 1 de octubre...” El Ayuntamiento volvía a denegar la celebración de la feria en esa fecha: “...Teniendo en cuenta el acuerdo de la corporación municipal de suprimir la feria del 1 de marzo, trasladándola al 1 de octubre, desestimamos esa petición...”

No todas las actividades comerciales recibían el visto bueno del municipio. El 13 de febrero de 1890 D. Baldomero Lazarobaster solicitaba del Ayuntamiento de Getxo permiso para: “…Que se me conceda agua para amasar anualmente cuatro o cinco carradas de cal en el punto de Miaragay, y poder extraer dicha agua del sifón situado junto al convento...” La casa llamada Miragaray estaba situada en la proximidad de la ermita de San Martín para entonces ya demolida. El convento al que se refería era el antiguo de los Trinitarios de Algorta, en la misma calle, que estaba en construcción, y que se terminaría en septiembre de 1890. A pesar de lo cual el Ayuntamiento entendió: “...Desestimar dicha petición por no estar esa actividad en el reglamento que rige sobre concesión de aguas...” Sin embargo, al vecino de Las Arenas, D. Marcos Zamacona, sí se le concedía permiso para extraer: “...Ocho metros cúbicos de tierra arenisca del monte comunal de Aiboa cercano al matadero...”

La casa matadero de ganado vacuno, situada en la estrada de Mosu en la zona de Iturribarria de Algorta, que estaba cerca del actual Polideportivo de Fadura, se encontraba en un deplorable estado, por lo que el consistorio decidía que: “...Hallándose denunciada la casa matadero actual por la Comisión de Policía Urbana y la Junta de Sanidad, por ser inservible y presentar malas condiciones para los servicios a los que está destinada y tener corta capacidad, estar falta de ventilación y tener malas vías de comunicación con el municipio, se ve con frecuencia que las carnes se ponen en mal estado en un corto plazo de tiempo, no siendo aptas para el consumo público por no reunir dicho edificio las condiciones higiénicas necesarias. Que dicha Comisión y la Junta recomendamos en su día la construcción de otro matadero tan pronto como se pueda...” El Ayuntamiento acordó abrir un expediente para la construcción de un nuevo matadero. Se acordaba convocar a la Junta de Sanidad para el domingo 16 de febrero para señalar el nuevo emplazamiento del matadero.


El pesaje de la pesca, en febrero de 1890, parece que en nuestro puerto provocaba las protestas de los consumidores, por lo que en el pleno del 13 de dicho mes el consistorio trataba dicho tema, a propuesta de los regidores D. Ramón de Barandica y D. Bautista Carrandi: “...Se da cuenta de una moción de dichos regidores de los abusos que se vienen cometiendo con el peso del besugo y otras pescas que suelen venir al puerto de esta Anteiglesia. Y deseando desterrar los mismos disponemos lo siguiente: 1º)- Autorizar a los regidores D. Ramón de Barandica y D. Pedro Icaza para que proporcionen y habiliten un local en la taberna de Echevarri con el fin de realizar en el mismo la pesa de las pesca. 2º)- Autorizar al regidor D. Mateo Ajuria para que compre una báscula contrastada que pese de 200 a 300 kilogramos...”

En esa misma fecha D. Pedro Lecue estaba construyendo una fonda en el barrio de Las Arenas. También otros vecinos de Las Arenas solicitaban construir nuevos contenedores para depósito de las basuras de sus negocios: “...La Policía Urbana ha emitido un informe favorable a la solicitud de Dña. Felipa Bustingorri y D. Román Scala, quienes desean construir un depósito, junto a la casa n.º 55 de Las Arenas pegante a la calle, para colocar en él las inmundicias de sus casas...” Así mismo D. Manuel Uria solicitaba permiso al Ayuntamiento para extraer piedra con destino a su fábrica de cemento “La Algorteña”: “...De la muna o ribazo que se halla en el punto de Arrigunaga a mano izquierda de la bajada a la playa...”

Los asuntos de D. Felipe Mattern relacionados con la fábrica de aguardientes y alcoholes finalmente tuvieron solución, ya que la Diputación Provincial autorizó su instalación en el barrio de Las Arenas. El 21 de febrero de 1890 enviaba un escrito al Ayuntamiento de Getxo en el que decía: “...El que suscribe, autorizado por la Diputación de Vizcaya, el 13 de diciembre de 1889 para la instalación de una fábrica de aguardientes y alcoholes en este barrio de Las Arenas, tiene el honor de comunicarles que se hallan ya instalados los aparatos para la fabricación y elaboración de alcoholes, con una caldera capaz para 1.000 litros...” El 27 de febrero de 1890 el consistorio de Getxo daba la autorización para la puesta en marcha de dicha fábrica.

A comienzos de febrero de 1890 las obras que se estaban acometiendo, tanto en la ría cómo en el Puerto Exterior del Abra eran ampliamente tratadas por los medios de comunicación escritos madrileños. El 28 de febrero de 1890 era el diario madrileño “El Día” quien publicaba en sus páginas la noticia de un Real decreto del Ministerio de Fomento: “...Aprobado el proyecto del puente colgante para el cruce de la ría de Bilbao entre Portugalete y Las Arenas de Guecho, presentado por D. Alberto de Palacio...”

El 27 de febrero de 1890 el Ayuntamiento de Getxo atendía un caso de enfermedad grave, en el que se daba la circunstancia de pobreza para D. Raimundo Z. “...Este vecino de Getxo presentaba una solicitud de ayuda para poder atender a su hijo que había sido mordido por un perro hidrófobo, y que careciendo de recursos solicitaba limosna para atender a la curación de su hijo...” Una vez informado el consistorio de ambos extremos, mordedura y pobreza extrema, acordaba: “...Se faciliten al exponente, vía socorro o limosna, abonadas de una vez, de los fondos municipales la cantidad de 75 pesetas, con la condición de que ha de solicitar a la Diputación de la Provincia los recursos necesarios para poder trasladar a su hijo a Barcelona o París para ser tratado de dicha enfermedad...”


Sobre nuestros barrios se ha escrito largo y tendido, incluso desde Montevideo (Uruguay), en marzo de 1890, lo hacía el diario “La Opinión Pública”. En él, D. Ricardo Becerro de Bengoa realizaba una descripción de Bilbao, sus ferias, minas y la ría. Recogía dicho artículo el diario “El Noticiero Bilbaíno” del 3 de marzo de 1890, quien en su hoja literaria reflejaba el artículo de dicho escritor. En lo referido a nuestro pueblo y la ría describía lo siguiente: “...La Capital de Vizcaya y metrópoli del norte ha celebrado sus fiestas grandes, fiesta en agosto, a la que acuden innumerables forasteros desde sus playa y establecimientos balnearios. Para formarse idea de lo que vale el movimiento comercial de Bilbao y su preponderante industria, nada más fácil que recorrer el curso del río Ibaizabal. Hay vías de comunicación directa con el puerto: Por la margen derecha, la vía férrea de Las Arenas y el tranvía del mismo nombre. Por la izquierda, la vía férrea de Portugalete con su tranvía. Si nos acordamos de los antiguos medios de locomoción, una carretera por cada orilla, es decir, siete caminos, constantemente expeditos para carros, paseantes, bañistas, hombres de negocios mercancías y expediciones de recreo. Las vegas pintorescas sembradas de maíz, alubias calabazas; el arenisco promontorio de Axpe con su fuerte; la gran vega de Lamiaco y el aristocrático punto y playa de Las Arenas con su gran balneario, sus ochenta hoteles, sus calles nuevas abiertas por ensalmo; su hipódromo elegante, en el que se acaban de celebrar carreras de caballos, el puerto y la ensenada que se dilata entre Portugalete y Algorta y el faro de la Galea. La atrevida obra de este muelle nuevo se debe al genio vizcaíno del sabio ingeniero Churruca, el hombre providencial de este puerto, que ha calculado y estudiado el proyecto necesario para hacer del Abra de Bilbao un puerto de refugio, cuyas obras se inauguraron hace un año, y aún faltan diez para terminarlo...”

En la próxima entrada veremos cómo el Gobierno Civil intervenía por el aumento de mordeduras de perro hidrófobos en Getxo.

jueves, 17 de octubre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -120-



En la anterior entrada veíamos cómo tomaba posesión el nuevo Ayuntamiento de Getxo salido de las elecciones del 1 de diciembre de 1889.

El 23 de enero de 1890 se daba lectura a las cuentas del periodo 1888-1889, en la que el Secretario municipal decía: “...Leí con clara e inteligible voz el dictamen de la Comisión de Hacienda. Quedando aprobadas también las cuentas: Cargo 97.939,11 pesetas, Data 83.856,27 pesetas, existencias (para el ejercicio 1889-1890) 14.352,84 pesetas...”

D. Juan Bautista Manene, que tenía su residencia en Mundaka, solicitaba al consistorio el 23 de enero, ser anotados en el padrón municipal de Getxo, él y su familia: “...Porque he abierto nueva casa en la calle Mayor n.º 57, tercer piso, de Algorta...”

En esos días se levantó un viento huracanado que provocó destrozos en puertas, ventanas, chimeneas y cristales. Las ramas de algunos árboles fueron desgajadas por la fuerza del viento y algunos faroles de Algorta resultaron rotos. El rematante del alumbrado del barrio informaba: “...Que han quedado inservibles 19 faroles, a consecuencia del fuerte viento de las últimas noches...” Por lo que el consistorio ordenaba reconocer y reparar dichos faroles de forma inmediata.

El reloj de la torre de la Iglesia de San Nicolás, a lo largo de diez días, fue reparado por el relojero D. Francisco Murua, y su coste por dietas supuso para las arcas municipales 30 pesetas.

El cargo de Concejal y vocal asociado de la Junta Municipal, que era la ocupación que tenía D. Juan José Unzaga, por lo que para completar el número de miembros de la Junta, se procedió a sortear entre los miembros de sección primera, el miembro que iba a ocupar dicho cargo. La llamada “Junta Municipal”, estaba constituida por todos los Concejales del Ayuntamiento y un número igual de Vocales asociados, designados por sorteo entre los contribuyentes del distrito, a ella correspondía la aprobación de presupuestos y la revisión y censura de cuentas. La ley electoral del 20 de agosto de 1870 establecía que: “...La formación de los presupuestos corresponderá a los Ayuntamientos, y su aprobación a las Juntas municipales. Las funciones ejecutivas y de representación del Gobierno correspondían al Alcalde; la función deliberante pertenecía al Ayuntamiento, salvo en lo económico, que correspondía a la Junta Municipal...”


En Las Arenas existía una fábrica de alcoholes propiedad de D. Felipe Mattern, el mismo era el rematante de los arbitrios de los alcoholes de dicho barrio. Debido a un conflicto sobre dichos arbitrios, el consistorio de Getxo acudió a la “Diputación de Vizcaya” solicitando: “...Se digne a manifestar la regla de conducta que esta corporación debe observar, acerca de lo que, con perjuicio del rematante de los arbitrios municipales, está sucediendo en la fabrica de alcoholes establecida en Las Arenas...” D. Felipe Mattern disponía de una Casa de Campo con jardín cercado de pared, colindante con la finca pinares del Sr. Chávarri, a 160 metros de la estación del ferrocarril en Las Arenas.

El 23 de enero de 1890 el Ayuntamiento de Getxo consideró necesario proceder al amojonamiento entre su jurisdicción y Leioa: “...Siendo conveniente fijar el amojonamiento de la línea divisoria entre esta jurisdicción y Lejona en el muelle de Las Arenas, acordamos se convoque a la comisión de deslinde de Lejona para que en unión de la de este Municipio practique las expresadas operaciones el día 25 del actual a las nueve de la mañana...”

El 1 de enero de 1890 se procedió al sorteo del cargo de Concejal y vocal asociado de la Junta Municipal entre los miembros de sección primera para remplazar a D. Juan José Unzaga, en aquel sorteo resulto elegido para el cargo D. Martín Berasaluce.

En esa misma fecha el Ayuntamiento de Getxo decidía nombrar un letrado con carácter de consultor para los diferentes negocios y asuntos que tuvieran carácter de difícil resolución, nombrando al abogado D. Lorenzo Areilza.

Al realizar el cambio de alcaldía, el Presidente entrante D. Eladio Sustacha recibía del saliente D. Pedro Amezaga una serie de capitales de gran importancia para Getxo: “…Por un lado una inscripción intransferible de capital nominal de 560.772,22 pesetas al 4%, de la que habían sido cobrados los intereses hasta el 1 de octubre de 1889. Otra inscripción de 6.567,77, también al 4%, de la que también se habían cobrado a la misma fecha los intereses. Seis obligaciones de aguas de a 250 pesetas al 5% de un legado hecho para el Hospital de Algorta por el Sr. Bermejillo. Unos papeles referidos a un depósito de 3.356,37 pesetas existentes en el Banco de Bilbao. Tres resguardos en el mismo banco de 31.599, 31.271 y 31,519 pesetas de cinco títulos, que juntos importaban 5.000 pesetas de la deuda consolidada. Cuatro títulos del Banco Bilbao que en conjunto sumaban la cantidad de 90.000 pesetas, de deuda perpetua, pertenecientes a la Fundación de la Escuela de Niñas Pobres de San Martín. Y una cantidad en billetes del Banco de España de 5.551,33 pesetas de saldo de la misma escuela. Además de otra pequeña cantidad de 77 pesetas del rematente del alumbrado municipal...”

El maestro de Santa María de Getxo tomaba posesión de la casa habitación que el Ayuntamiento de Getxo le había facilitado y que era propiedad de D. Domingo Zugazabeitia.


El buque inglés “Nellie” que entraba a puerto con un cargamento de carbón por la ría, quedaba varado entre la escollera del muelle nuevo de Portugalete y la isla de Santa Clara, con su proa algo hundida y algunas averías en la misma por donde hacía agua. Dos días más tarde, el 4 de febrero, el que sufría un naufragio en el banco del Nordeste de la barra eran el vapor inglés “Oakdene”, que venía cargado de cok para los Altos Hornos; al no tener una lancha que lo remolcase dio media vuelta quedando varado con la proa hacia el mar.

En esa misma fecha un viejo conocido de Las Arenas (actualmente Romo), trasladaba su comercio de platería, de la calle Correo de Bilbao nº 4 al 18, el motivo que aducía para el traslado era el alto precio que tenía que pagar: “...Por haberme subido la renta de 11.534 a 24.000 reales...”

En febrero de 1890, a decir de algún usuario, no parece que las condiciones del pasaje entre Las Arenas y Portugalete fuera muy cómodo, escribían en “El Noticiero Bilbaíno”, el 25 de dicho mes: “...Es verdaderamente escandaloso lo que sucede con la lancha del pasaje de Portugalete a Las Arenas. Las dos escalas de madera de de las que se sirven están en un estado inservible. Ni hay una hora de empezar el servicio ni de concluir, este se hace al capricho de los barqueros. En las lanchas donde está establecido que no pueden ir más de 30 personas, van 60 en amable compañía de otras tantas cargas y unos cuantos cerdos...”

En la próxima entrada veremos cómo era solicitado por algunos ganaderos de Santa María de Getxo poder volver a celebrar el día 1 de marzo la feria de ganado que en esa fecha se había venido celebrando, hasta su traslado al 1 de octubre, con motivo de la Fiesta del Ángel.

lunes, 14 de octubre de 2019

EL NAUFRAGIO DEL VAPOR EL VALLE



Entre los múltiples naufragios acontecidos en el Abra el del vapor “Valle” podría considerarse uno de los más aciagos ya que se llevo al fondo del mar a 13 de sus tripulantes y al piloto del vapor “Serantes”, que acudió en su ayuda. El día 28 de enero de 1900 salía de Puerto el vapor “Valle” rumbo a Inglaterra cargado de mineral. La mala fortuna y el temporal fueron las causas de su perdición.

El tiempo, el día 29 de enero de 1900, fecha en la que se produjo el siniestro, presentaba las siguientes características: “...Desde ayer, a primera hora de la tarde era ya imponente el estado de la mar, reinaba una mar muy fuerte. En Las Arenas, las grandes olas rompían en la playa al mismo pie de los palacios, inundándolos. Por la noche continuó el mal tiempo con fuertes chubascos y granizo, acompañados de relámpagos y truenos espantosos, alternando con ese ruido el del violento huracán. Algunos de los vapores que se hallaban fondeados y amarrados en las boyas de la ría, entre muelles, rompieron las boyas y amarras a causa de la fuerte resaca, teniendo que marchar a refugiarse a la dársena de Axpe. Desde la Galea a Punta Lucero es todo un rompiente en el Abra...”

Eran varios los diarios que informaban sobre la desgracia, tanto de Bilbao como de Madrid, entre los locales se encontraban “El Noticiero Bilbaíno” y “El Nervión”; entre los madrileños, “El Globo”, “El Heraldo de Madrid”, “El Mundo Naval Ilustrado” y otros.

El diario “El Nervión” del 30 de enero de 1900 decía en su portada: “...Siniestro Marítimo. El vapor “Valle”, el sábado último salió de nuestro Puerto para el de Rotterdan, con mineral, el vapor “Valle”, perteneciente a la Compañía Cantábrica de Navegación, domiciliada en esta Villa y dirigida por Rufino de Orbe y Juan de Gobeo. El horrible temporal envolvió a dicho barco; a las once de la mañana del domingo y a una distancia de unas sesenta millas, sufrió tan duros embates, que se le abrió una vía de agua. El capitán dictó inmediatamente las disposiciones necesarias para preparar el salvamento. Una hora después, cuando vio que era inevitable la pérdida del buque, mandó lanzar los botes, en uno de los cuales se colocaron ocho tripulantes, después el segundo piloto y el agregado y por último el capitán, que no cesaba de gritar con todas sus fuerzas a los demás para que abandonaran el vapor. No se sabe si por desconocimiento del espantoso peligro o por el terror que causaba el estado de la mar, trece individuos, entre ellos el primer oficial y en su mayoría gente de las máquinas, no imitaron con la prontitud debida la conducta de los demás y fueron victimas de la catástrofe. A las doce y media se fue el “Valle” a pique...”

Cerca, a escasa distancia, el vapor “Serantes” que había salido también del Abra y luchaba contra la embravecida mar, vio a este pelear contra las olas y hundirse: “...Durante media hora el “Serantes” y el vapor “Valle” lucharon contra las olas sin poder acercarse. La pericia de ambos capitanes permitió al fin que a las tres y media de la tarde, tras poderosos esfuerzos, los tripulantes de la lancha que había naufragado, fueran recogidos, diez del bote y uno, el cocinero, de las olas con las que luchaba desesperadamente...” Pero no serían estos los supervivientes ya que: “...Poco después una victima más aumentaba el número de ahogados, el piloto del Serantes, Máximo Salazar, natural de Olaveaga, fue barrido de la cubierta por un terrible golpe de mar, y todos los esfuerzos realizados para salvarle fueron inútiles...”

El “Serantes” entraba a puerto de arribada, a las dos de la tarde, después de hacer una hábil maniobra en la que perdió un ancla. Una hora después desembarcaron los náufragos. El diario “El Nervión” ofrecía en sus paginas la lista de los once tripulantes salvados: “...El Capitán del “Valle” Francisco Zaragoza y López. Segundo oficial Alejo San José. Contramaestre José Pérez Morales. Agregado Manuel Urizar Villa. Marineros: José Quinteiro Lago, Pedro Juan Millán y Francisco San Isidro Domínguez. Camarero Félix Zugazaga y Bilbao. Marmitón Fabio Erezuma Ubarri. El cocinero y el mayordomo se quedaron ayer en el Desierto, ignorándose sus nombres...”

Pero pasados tres días del infortunio, el 1 de febrero de 1900, nuevamente el diario “El Nervión” llevaba a sus páginas un hecho de arrojo y valor que costó la vida a uno de los tripulantes del “Valle”: “...Hemos sabido que el primer maquinista de dicho vapor Manuel Rodríguez Oyarbide, en el momento en que se le abrió al barco la vía de agua, se ocupó ante todo y sobre todo de achicar el agua, con desprecio a su propia vida, y cuando perdió toda esperanza de que su tarea era en vano, subió a cubierta, de donde le arrebató, según se cree, un violentísimo golpe de mar...”

Otro de los diarios, este madrileño, que informaban sobre el naufragio, “El Mundo Naval Ilustrado” del 20 de febrero de 1900, relataba lo siguiente: “...El Valle iba rumbo a Inglaterra, cargado de mineral, luchando con el duro temporal del NO. que reinaba en todo el golfo de Vizcaya, cuando una ola enorme que se le encapilló por la proa le desfondó la escotilla de la cubierta alta e inundó el compartimiento de aquel extremo, con lo que el buque quedó inclinado de proa, u hocicado, como se dice en el argot marítimo. Inmediatamente se procedió a arribar, con la esperanza de tomar puerto; pero como cada ola metía a bordo una nueva cantidad de agua, el buque se iba hundiendo de proa. Fue preciso resolver el abandono. El Vapor “Serantes”, también de matrícula de Bilbao, que iba igualmente con averías y no podía atravesarse dio la vuelta y se colocó al costado del Valle, en cuya proa, ya debajo del agua, llegaba esta al palo trinquete. Arriaron dos botes que se hicieron pedazos contra el costado y al tercer intento no consiguieron verlo en el agua sin que corrieran igual suerte. A él se arrojaron los tripulantes del citado “Valle”, y los últimos tuvieron que hacerlo a nado. El vapor “Valle”, vencido el punto muerto del exceso de flotación, se hundió rápidamente, llevándose al fondo a 13 tripulantes...”

En el caso del vapor “Valle”, el salvamento solo alcanzó a poco menos de la mitad de la tripulación, que se componía de 22 tripulantes. El buque se hundió sepultando con él al primer piloto y otros 12 tripulantes. El vapor “Valle” fue construido en 1888, cargaba 3.250 toneladas, y tenía máquinas de triple expansión.

jueves, 10 de octubre de 2019

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -119-



En la anterior entrada de esta serie veíamos cómo la prensa diaria bilbaína hablaba sobre el informe de la Comisión de Hacienda de la Diputación, relativo a la aprobación de las bases para la organización de la beneficencia hospitalaria.

El día 1 de enero de 1890 tomaba posesión el nuevo Ayuntamiento de Getxo, salido de las elecciones del 1 de diciembre de 1889. La nueva corporación iba a quedar formada por las siguientes comisiones:

Alcalde: D. Eladio Sustacha

Hacienda: D. Mateo Ajuria y D. León Beitia.

Obras Publicas, caminos y vías: El Primer Teniente de Alcalde D. Idelfonso Arrola y los regidores D. Juan José Unzaga y D. Bautista Carrandi.

Fomento, Policia Urbana y Rural, Deslindes: El Síndico D. Ramón Barandica y los regidores D. Sebastián Sainz, D. Pedro Icaza y D. José Eguia.

Reconocimiento de leche, pan, pesa y medidas de los establecimientos públicos: Dos concejales cada mes, comenzando por enero con D. Idelfonso Arrola y D. León Beitia.

Para los acasos en que hubiera que evacuar en el barrio de Las Arenas obras, fomento y policía quedaba nombrado el vecino de ese barrio y segundo Teniente de Alcalde D. José María Azpiri.

Regidor Interventor: D. Mateo Ajuria.

Y para cumplimentar la circular del Gobernador de la Provincia, del 27 de diciembre último: “...Para nombrar una comisión en su seno, para que sin levantar mano forme la lista de compromisarios…” Se nombraba a D. Idelfonso Arrola, D. Juan José Unzaga y D. Bautista Carrandi.

El día 2 de enero de 1890, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de Reclutamiento, acordó el Ayuntamiento: “...Dar comienzo al alistamiento de los mozos residentes en Getxo, disponiendo se convoque al Sr. Juez Municipal y a los curas de ambas parroquias para que con los libros respectivos de nacimientos registrados en el juzgado y el de bautizados concurran al acto...” El alistamiento de mozos se realizó con el listado de los nacidos en 1871, se componía de un contingente de 35 mozos.


En esa misma fecha se inscribía la tercera parte de la casa llamada “Palacio” de Santa María de Getxo a nombre de D. Juan José Ibatao.

A comienzos de 1890 llegaban noticias alarmantes de distintos lugares del mundo desde San Petersburgo a Cádiz y de Bucharest a Nueva York. Se trataba de una de las pandemias que causó más muertes en todo el mundo, la Gripe de 1889-1890, conocida también como “La Gripe Rusa”. Algunos medios relacionaban esta epidemia con la Exposición Universal de París. Se extendió en tan solo cuatro meses por gran parte del mundo. La primera epidemia gripal fue la que ocurrió en 1510, su origen parece que estuvo en África. Le siguieron otras a lo largo de los Siglos XVIII y XIX, a partir del primer cuarto de este último siglo se sucedieron una epidemia de gripe con otra de cólera. En los inviernos de 1847 a 1852 acaecieron nuevas epidemias gripales, hasta llegar a la de 1889-1890 que continuaría hasta finales del Siglo XIX, que sería el preludio de una más grave, la de 1918 que partiendo de los Estados Unidos recorrió el mundo dejando más de 20 millones de muertes. El día 4 de enero de 1890 la Junta Provincial de Sanidad según informaba el “Diario de Bilbao” decidía: “...Celebrar una sesión para tratar sobre la epidemia reinante y tomar medidas. Tras evaluar los contagios decidieron que era benigna y no consideraban fuera necesario tomar ningún acuerdo...” Y a pesar de que el Director del Instituto Provincial propuso la suspensión de las clases, el acuerdo fue el de: “...Reconocer los locales de enseñanza y ver si disponían de las condiciones de higiene requeridas...” Mientras en San Sebastián la epidemia causaba estragos: “...No había casa en la que no hubiera uno o dos enfermos...” A una de las secuelas de la nueva epidemia algunos la llamaban “dengue o trancazo” y sus síntomas eran los de un catarro bronquial con poca fiebre.

El 5 de enero de 1890 mediante un oficio del cura párroco de Santa María de Getxo solicitaba: “...Se nombre por la municipalidad un vecino para ejercer por dos años el cargo de vocal de fábrica de estas parroquia según se venía haciendo en los bienios anteriores...” El Ayuntamiento acordaba nombrar para el cargo a D. Juan José Camiruaga.

El Ayuntamiento recomendaba a la comisión de Fomento y Policía Urbana que se procediera a la poda del arbolado público.


El día 5 de enero salía para Liverpool una comisión de la Sociedad de Prácticos Lemanes para adquirir un nuevo vapor con destino al practicaje. Estaba previsto que entrara en servicio a principios de febrero de 1890. Durante 1889 habían entrado a puerto 4162 barcos, de ellos 2013 fueron ingleses.

Por entonces el Ayuntamiento de Getxo estaba suscrito a “La Gaceta Agrícola”. Era una publicación del Ministerio de Fomento, creada el 1 de agosto de 1876 y destinada a expandir los conocimientos agrícolas y ganaderos. El almanaque comenzó a publicarse el año 1877. Tenía una periodicidad cuatrimestral y la suscripción semestral era de 18 pesetas.

En la próxima entrada veremos cómo se daba lectura a las cuentas del periodo 1888-1889.