jueves, 9 de agosto de 2018

LAS FIESTAS DE SAN NICOLÁS DE BARI DE ALGORTA



A lo largo de su historia las fiestas de San Nicolás de Bari de Algorta han recibido varios nombres: “Fiestas de San Nicolas de Bari”, “Fiesta del Puerto Viejo” o “ Portu Zaharreko Jaiak”. Todas ellas ligadas de alguna manera a la antigua ermita de San Nicolás, que se hallaba situada en la denominada “Perrera”, al final de la cuesta de San Nicolás en el Puerto Viejo de Algorta. Al convertirse canónicamente la ermita en parroquia (1808), la festividad del Patrono adquirió solemnidad de fiesta principal del barrio.

Aunque también esta efemérides ha tenido su contradicción, ya que la misma se celebra en Algorta el día 12 de agosto, mientras que la festividad litúrgica de su patrono “San Nicolás de Bari” es el 6 de diciembre. Quizá el cambio de fecha fuera debido a que el 11 de agosto de 1855 D. Manuel María Beloqui, Provisor interino, ratificó la concesión, firmada por el Secretario, Lic. Vicente Lumbreras, que daba paso a la erección del nuevo templo de Algorta.


La primera referencia a las mismas aparece en la prensa bilbaína en 1876. Lo hace en el diario “El Noticiero Bilbaíno” un 13 de agosto. En los archivos municipales, la primera mención como programa festivo que se conserva, es del año 1883, a pesar de que ya en los libros de actas aparecerá en 1875.

De ellas he hablado en mi Blog en repetidas ocasiones, y cómo decía en mi entrada del 7 de mayo del 2013, aunque parezca que han cambiado mucho, la verdad es que casi se repiten los mismos actos festivos, obviamente la misa en San Nicolás, que se celebraba en aquellos años, ya no pertenece al programa festivo actual, pero otros festejos de las mismas son casi calco de aquellas.

Volviendo a cómo eran contempladas en 1876, un junta letras de la época, que firmaba cómo Genaro Calda, decía: “...En demanda siempre de jolgorio y animación, no he podido prescindir de visitar él pintoresco puerto de Algorta, los días en que su alegre vecindario celebra con sin igual entusiasmo las fiestas dedicadas a San Nicolás, venerado patrón de todos estos habitantes. La animación que aquí ha reinado, y que hoy continúa con creces, solo puede calcularse hallándose uno incluido en el numero de los testigos presenciales de bailes y paseos que según era de esperar han estado a una altura por demás brillante. Hoy, domingo, terminada la misa mayor, se situó en la plaza del pueblo una charanga amenizando las fiesta…” El ambiente festivo que se disfrutaba en el Pueblo lo explicaba otro redactor en 1877: “...Dos días de romería en un pueblo tan lindo como Algorta, es lo mismo que pasar cuarenta y ocho horas en el paraíso. Terminada la función religiosa, se dio principio a los actos, que podemos llamar cívicos, inaugurándose los bailes en la campa de la iglesia con el tradicional aurrescu...”


Tal era la afluencia de público, a finales del siglo, que hasta los amigos de lo ajeno se daban cita en el barrio de pescadores. Los rateros, en 1879, se dedicaban a desvalijar,al parecer, a visitantes bien dotados económicamente, por lo que relataban en su crónica: “…Los cacos parecen haber extendido el teatro de sus operaciones hasta el vecino Puerto Viejo de Algorta. Con motivo de las romerías y aprovechando la aglomeración de gente que allí se han reunido, los discípulos de Candelas han logrado robar a un sujeto la cantidad de diez mil reales y un reloj de oro...”

La descripción más exhaustiva de los actos festivos la hacían en el mismo diario en agosto de 1881: “...Las romerías con que estos días se obsequia a los forasteros, para poder formarse una idea de la vida alegre que por aquí se disfruta la da el programa de fiestas: El día 12, a las diez de la mañana habrá novillos en el Puerto; el 13 a las cuatro de la tarde cucaña y a las nueve de la noche fuegos artificiales en la Plaza de San Nicolás, y el día 14, a las cuatro de la tarde, regatas desde el Puerto a la medianía del Abra...”


Cómo decía al comienzo, en el programa festivo de 1883, que existe en un expediente municipal, se habla de actividades ligadas a toros embolados en Ereaga y el Castillo (Usategi). Las acuáticas con cucañas y juegos de patos; y las que llenaban los cielos de color a través de los fuegos de artificio, esta vez en la Avanzada, completaban las fiestas del Puerto Viejo. Durante los siguientes años las romerías se volvieron a celebrarse en la campa del Castillo y la Plaza de la Constitución (San Nicolás). Entre los juegos festivos estaba el de la Samaritana con cántaros en la cabeza, que se realizaba entre Mantequena y Calvetena (Avenida Basagoiti), pero que en fiestas del Puerto tenían gran visibilidad en la ensenada de dicho recinto marinero.

Las últimas fiestas de esa década, incluidas en uno de los primeros carteles festivos, fueron las de las fiestas de San Nicolás: que se desarrollaron entre los días 11 y 13 de agosto, con romerías el primer día repartidas entre la campa del Castillo y la Plaza de la Constitución (ésta por la noche), que así los faroles encendidos permitían controlar al personal. Los juegos se desarrollaron en la playita del Puerto el día 12 con cucaña giratoria y hombres ensacados y por al tarde regatas de traineras y botes. Finalizaban las fiestas con toros ensogados, romería en la Avanzada y fuegos de artificio en el Puerto.

Si las comparamos con las de 1928 veremos que se repetían casi las mismas actividades: Romería el primer día en la Plaza de la Constitución y el domingo 12 de agosto, regatas de botes de pesca y cucañas en el Puerto Viejo; por la tarde y por la noche se repetirán las romerías en la Plaza de la Constitución.


Muchas de estas actividades, sobre todo las ligadas a los festejos acuáticos, se siguen repitiendo en la actualidad. La indumentaria, que a finales del siglo XIX era más clásica con atuendos de diario, en los que dominaban las camisas blancas, pantalones oscuros y en muchos casos blusa, cambiaba por ropas más prácticas y de tradición marinera en los años 70-80 del pasado siglo. Así todas las cuadrillas de Algorta (Gu Gara, Kaixo, Kantarepe, Kuru, Piperrak y Zutik) lucirían sus pantalones y camisas de riguroso azul marino, en todas las fiestas del Puerto Viejo de Algorta, que llevarían en las nuevas actividades festivas (Gansos y Marmitako), incluso en las alzadas de gansos; cambiando de su atuendo tan solo el pañuelo de fiestas que ahora era azul, rojo o a cuadros azul marino, según el diseño de la organización. Y ya, el anagrama festivo incorporaba el logo de “Portu Zaharreko Jaiak” y el personaje del “Txo” sobre las escalinatas del Puerto.

Cómo he dicho en múltiples ocasiones estos relatos no son algo cerrado, ya que cada uno recordará o habrá vivido diferentes experiencias festivas, muchas de ellas aún sin incorporar a los recuerdos colectivos. Sólo depende de nosotros que estas historias no se pierdan.