miércoles, 29 de marzo de 2023

EL MURALLON DE LA CARRETERA DE EREGA AL PUERTO VIEJO

Que cualquier modificación de nuestro entorno marítimo supone un cambio, que afecta tanto a las corrientes como a la geología de las vertientes marítimas, es un hecho ya constatado, basta con ver las modificaciones producidas como consecuencias de la intervención humana, en la gran playa de Las Arenas y el resto del entorno del litoral hasta Kantarepe.

Cuando hace ya días, al revisar el libro de actas de 1895-1896, leía las demandas de algunos vecinos de Algorta, debidas a los desprendimientos que se producían en la ladera de Satistegi, decidí buscar los expedientes municipales que sobre el tema existieran. Ahora, y con ellos en mis manos, trataré de recomponer que es lo que sucedió, como consecuencia de las obras del Puerto Exterior que se estaba construyendo, y que a decir de los habitantes de la zona, provocaban los cambios de las corrientes marítimas.

Y por ello cobran más fuerza las consideraciones que nuestros antepasados, hacían sobre la repercusión de la obras del nuevo Puerto, tanto en las laderas de Satistegi; como más tarde, de haberse realizado en lo que hubiera supuesto, en caso de haberlo hecho, la ampliación el Puerto por las laderas de Aixerrota, o el arrastre de las arenas vertidas en la playa de Arrigunaga.

En primer lugar veamos lo que decían los vecinos de la calle Mayor de Algorta (actual Avenida Basagoiti); que por cierto tomo nombre de, D. Antonio Basagoiti Arteta, hijo de marino y nacido en Algorta en octubre de 1849, personaje que fue quien intercedió ante el Ministerio de Marina para defender la solución de los muelles propuesta por D. Evaristo Churruca en lugar de la que estudiaba Obras Públicas de Bizkaia, que en la práctica hubiera supuesto la desaparición de la playa de Ereaga y el Puerto Viejo de Algorta.

Decían nuestros mayores: “...Los que suscriben, mayores de edad, propietarios y vecinos de esta Anteiglesia, habitantes de la calle Mayor del barrio de Algorta, como acreditan las cédulas personales que al efecto adjuntan, exponemos: Que a consecuencia de las obras ejecutadas en el Puerto Exterior, la mar ha cambiado en cierto modo su dirección, batiendo con tal furia sobre los montes de la parte del Noroeste de la playa de Ereaga que desde el límite de esta hasta la ensenada de Satistegui, particularmente en las mareas vivas que coinciden con algún temporal de los que a menudo suceden en esta costa, que de no tomar pronto alguna determinación que pueda evitar los destrozos causados por las fuerzas de las mares, corren gravísimo riesgo de desaparecer en breve tiempo, no solo la carretera de bajada a la playa de Ereaga, si no hasta las propiedades de parte de los exponentes, y aún la misma expresada calla Mayor. Durante el último temporal del mes de abril, el empuje de las olas causaron desperfectos de consideración en los montes, los cuales están formados por tierras arcillosas y grava de arenisca suelta, de gran tamaño, con lo que fácilmente podrán desmoronarse y desaparecer tan luego como lleguen a ser minados los cimientos. En su vista y teniendo entendido los exponentes que por esa Corporación Municipal se presento una protesta, hace ya algún tiempo sobre el particular al Gobierno. Suplicamos por las razones expuestas, se nombre una Comisión, que se persone el el lugar o punto denunciado, y tome las medidas que crea convenientes para evitar que se vean perjudicados vecinos y propietarios de este Municipio...” Firmaban aquel escrito los siguientes propietarios: “...Martín Berreteaga, Idelfonso Arrola, J. R. Aqueche, Pedro Amezaga, Luciano Uria, Pedro de Benguria, Juan Luis Uriarte, José Antonio Aldecoa, J. R. Ansoleaga, Domingo Erausquin, Jon de Uriarte y Juan Barasorda...” El Ayuntamiento de Getxo nombraba para componer la Comisión al Alcalde D. Santiago Diliz, al Primer Teniente de Alcalde D. Sabino Laca y al regidor D. Asensio Inchaurtieta. (Archivo Municipal de Getxo. Signatura 4630015, Código 2131, del 16 de mayo de 1895).

En diciembre de 1895, un nuevo escrito sobre el tema llegaba al Ayuntamiento de Getxo, esta vez avalado por un mayor número de vecinos, preocupados por los peligros que para sus intereses y los del resto de la vecindad, suponían las obras que se estaban realizando en el Puerto Exterior: “...Los que suscriben, propietarios y vecinos de esta Anteiglesia, confiando en el celo que distingue a esa Exma. Corporación Municipal en defensa de los intereses del común, acuden a la misma solicitando su intervención oficial y autorizada a fin de recabar la adopción de medidas urgentes que protejan al Municipio contra los peligros que vienen creando las obras del Puerto Exterior de Bilbao.

Apenas emprendidas las obras para esas importantísimas obras se echaron de ver los graves perjuicios que su realización podía originar al barrio de Algorta. El Ayuntamiento preparó una razonada protesta en defensa de los intereses del pueblo, y se nombró una Comisión que fuera a verse con el Ingeniero Evaristo Churruca y le expusiera el paso que iba a darse. Esto sucedió en el año 1889. La Comisión vio a aquel señor, y tenemos entendido gestionó los temores de los prejuicios consignados en la protesta, pero añadiendo que todos ellos desaparecerían con la construcción de un muelle, que partiendo de la Punta de la Begoña fuera a terminar en el actual Puerto de Algorta. El estudio para el expresado muelle quedó hecho al poco tiempo por un ayudante de dicho Ingeniero.

Desde entonces han transcurrido más de seis años, las obras del Puerto Exterior en el Abra han adquirido gran desarrollo y como no se ha dado el menor paso en la construcción del muelle de defensa para el barrio de Algorta, lo que antes eran temores, lo que antes eran temores solamente se han convertido en peligros cada día más graves y más inminentes para este Municipio.

La entrada y salida de las embarcaciones en el Puerto actual va haciéndose cada día más difícil a causa de la mayor rompiente que se nota en la parte exterior apenas se agita un poco el mar. En el interior del Puerto el espacio utilizable se va reduciendo más y más a causa de la inmensa cantidad de arena que se deposita en él, y ya hoy es insuficiente para las embarcaciones de esta Cofradía. Nada tendría de extraño que continuando la acción invasora de la arena quede en breve el Puerto completamente inutilizado, y en ese caso la población que vive de las faenas del mar se verá precisada a emigrar a los puerto próximos de Santurce y Portugalete.

Consecuencia de esto será la depreciación de las propiedades del barrio del Puerto, que en su mayor parte han sido levantadas con las economías de estos mareantes en sus rudos trabajos y con la exposición de sus vidas.

Y no se limitan a esto los daños, el embate de las olas con fuerza creciente contra la base del monte en el que se levanta la parte má valiosa y más importante del caserío de Algorta se ve amenazada y en peligro. Se han iniciado algunas grietas y a la vista están los efectos causados últimamente en su estribación que pueden ser precursores de nuevos corrimientos de tierra, cuya consecuencia sera la ruina de hermosos edificios.

Urge por lo tanto la terminación del Puerto Exterior y las obras del muelle que proyecto el Ingeniero Sr. Churruca en el año 1889 y cuyos estudios realizó este Ayuntamiento.

Por lo que suplicamos la mediación Oficial y autorizada de este Ayuntamiento, para que junto con el Ingeniero D. Evaristo Churruca y la Junta de Obras de Puerto se atiendan las suplicas de este vecindario, emprendiendo con urgencia la ejecución de las obras del muelle de defensa de la costa de Algorta, desde la Punta de la Begoña hasta el Puerto actual...” Firmaban aquel escrito 85 vecinos propietarios de Algorta, entre ellos estaban algunos nombres relevantes como “...Bonifacio Cortina, José Zubiaga, Emeterio Camiruaga, Cándido Arzubiaga, Cándido Arrola, Martín de Berasaluze, Valentín Cuartango, León Landeta, Justo Berreteaga, Juan de Learra, Sabino Laca, Martín Berreteaga, Juan Barasorda, Feliciano de Ansoleaga, José Basagoiti, Manuela Arteta, Pedro Amezaga, Pablo de Mugica, Manuel Eguia, Gabriel Elorriaga, Saturnino Azcorra, Juan Luís Uriarte, Idelfonso Arrola, Miguel de Uria, Ignacio Urrechua, Francisco Libano, Francisco Ciriaco de Menchaca, entre otros...” (Archivo Municipal de Getxo. Signatura 4630015, Código 2131, del 20 de diciembre de 1895).

Al año siguiente una nueva carta era presentada en el Ayuntamiento de Getxo por estos vecinos de Algorta, en la que nuevamente relataban los daños que el mar estaba causando: “...En los montes del barrio de Algorta, como consecuencia de las obras del Puerto Exterior, además de los últimos destrozos causados por el temporal del paso otoño...” (Archivo Municipal de Getxo. Signatura 4630015, Código 2131, del 2 de enero de 1896).

El 20 de enero de 1896, D. Santiago Diliz, Alcade de la Anteiglesia de Getxo, enviaba un escrito al Ministerio de Fomento, en el hacía un repaso de los destrozos que las mares estaban produciendo en la costa de Algorta, como consecuencia de los cambios de las corrientes debidos a las obras del Puerto Exterior. En dicho escrito entre otras cosas decía: “...El que suscribe Alcalde Constitucional del Ayuntamiento de la Anteiglesia de Guecho expone: Que el 14 de agosto de 1889 elevó una instancia en suplica para que se ejecutasen las obras de defensa en la costa de Algorta, con el fin de evitar la erosión que en los temporales producían las marejadas al pie de la ladera donde se asienta dicho barrio, efectos que a juicio de esta Corporación habrían de acentuarse mucho al construirse las obras del Puerto Exterior, cuyo rompeolas de había subastado el año anterior...” (Archivo Municipal de Getxo. Signatura 4630015, Código 2131, del 2 de enero de 1896).

Efectivamente, según se recoge en las Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao: “...Por R. O. de 25 de Octubre de 1888 se adjudicó a D. Félix Allard la contrata del rompeolas, que constituye la obra fundamental del puerto exterior. Transferida la contrata con la competente autorización A la Sociedad Coiseau, Couvreaux fils y Félix Allard, realizó durante el año económico de 1888 A 1889, gran parte de los trabajos auxiliares necesarios para dar principio a la construcción del basamento de escolleras (Estos datos estaban referidos al contramuelle de Santurtzi)...” (Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao de 1889).

En la Memoria del año 1896 ya se entraba a hablar de nuestra Anteiglesia: “...La subasta de las obras del contramuelle fue aprobada por R. O. de 13 de Enero de 1894, comprendiendo la contrata el dique propiamente dicho, que ha de tener 1.096 metros de longitud, a partir de la extremidad de las peñas llamadas Arriluce, situadas al pie del promontorio «La Begoña», y algunas obras complementarias, entre las que se hallan el camino y explanada adyacente, que pone en comunicación a la carretera de Las Arenas a Algorta con el origen del contramuelle...” (Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao de 1896).

En la Memoria del año 1897 ya se hablaba, por fin, de las obras del muro de contención de la costa de Algorta: “...En el mes de Septiembre de 1889 remitió el Sr. Gobernador civil de la provincia a informe de la Junta de Obras del Puerto, una instancia que el Ayuntamiento de Guecho-Algorta elevó al Excmo. Sr. Ministro de Fomento, solicitando la ejecución de algunas obras de defensa en la costa de Algorta. Estudiada la cuestión, informó la Junta, manifestando: Que los escarpes de la costa de Algorta, donde se halla asentada la población de este nombre, estaban sujetos a los generales efectos de denudación que en mayor o menor escala se hacen sentir en todas las costas azotadas por el mar, por efecto de los cuales se habían resentido, hacia algunos años, varios edificios próximos al escarpe, siendo preciso, para su defensa, construir un muro al pie de la ladera...” (Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao de 1897).

Sin embargo, en la carta enviada, que mencionaba anteriormente, al Ministerio de Fomento, nuestro Consistorio seguía diciendo: “...El Ayuntamiento tiene entendido que al informar a la Junta de Obras del Puerto, de lo dispuesto por al superioridad, se propuso la construcción de un fuerte muro y carretera adyacente, ceñido a la expresada ladera de 1176 metros de longitud, que a su vez sirviera para la defensa de esta costa contra los embates del mar y pusiera en fácil comunicación al pequeño puerto actual de Algorta, en cuyas inmediaciones viven los prácticos y lemanes que forman la Cofradía de Mareantes, con la Punta de la Begoña...” (Archivo Municipal de Getxo. Signatura 4630015, Código 2131, del 20 de enero de 1896).

El 24 de abril de 1897 el Gobernador de la Provincia enviaba un escrito al Ayuntamiento de Getxo y a la Dirección de Obras Públicas y Puertos en el que decía: “...Visto el expediente promovido por el Ayuntamiento de Guecho, solicitando que para prevenir los deterioros que con motivo de las obras exteriores del Puerto de Bilbao se ocasionan en los escarpes de Algorta se construyan algunas defensas en dicha zona, resolvemos los siguiente: Que no procede la reclamación de perjuicios hecha por el Ayuntamiento en 1889. Se aprueba técnicamente el proyecto presentado por la Junta de Obras, para la construcción de un camino en la playa de Algorta. Se ordena a la referida Junta formule el proyecto definitivo de dicho camino, y que una vez formulado se ponga de acuerdo con el Ayuntamiento, se ponga de acuerdo con aquel Ayuntamiento para fijar la cantidad que ha de abonar a la Junta para que se construya aquel camino...” (Archivo Municipal de Getxo. Signatura 4630015, Código 2131, del 24 de abril de 1897).

El 7 de junio de 1897 el Ayuntamiento de Getxo, tras la reunión mantenida con la Junta de Obras. Acordaba: “...Abonar la tercera parte de las obras de la construcción del camino que va desde el contramuelle del Puerto Exterior hasta el actual Puerto de Algorta...” (Archivo Municipal de Getxo. Signatura 4630015, Código 2131, del 7 de junio de 1897).

Habían pasado ya 8 años desde el inicio de las peticiones municipales, cuando por fin las obras vieron la luz: “...El muro de defensa y camino adyacente de que se trata, arranca en el origen del contramuelle, al pie del promontorio de La Begoña; sigue su curso ciñéndose a la configuración de la costa, y termina en la pequeña dársena de Algorta. Su total longitud es de 1.153 metros. En su parte media se construirá una rampa doble para que puedan bajar a la playa los carros que van a cargar arena y las casetas de baños, y se harán, además, varias escaleras de bajada, situadas próximamente a 100 metros de distancia unas de otras. En el mes de Marzo de 1897 se dio principio a la ejecución de las obras...” (Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao de 1897).

En la sesión del pleno municipal de Getxo, en el libro de acuerdos, del 5 de enero de 1898 se recogía la noticia de la colocación de la primera piedra de aquella carretera: “...Teniendo conocimiento de que el día 10 del actual, a las once en punto de la mañana, tendrá lugar la colocación de la primera piedra de las obras del murallón carretera que partiendo de la Punta de la Begoña terminará en el Puerto de Algorta. Acuerda este Ayuntamiento: Nombrar una Comisión para encargarse junto con la Junta de Obras del Puerto y el Sr. Antonio Basagoiti, de la forma más conveniente de llevar a cabo el referido acto. Para formar parte de esta comisión por parte del Ayuntamiento de Getxo quedan nombrados los siguientes concejales: D. Antonio Diliz, D. Asensio Inchaurtieta y D. Manuel Inchaurtieta...” (Libro de Acuerdos del Archivo Municipal de Getxo, Signatura10797).

Aquel día, cuando se procedió a la colocación del acta de la primera piedra, de la carretera y muro de defensa desde el Puerto de Algorta a la Punta de la Begoña, se escribió lo siguiente en la misma: “...En la Anteiglesia de Guecho a 10 de enero de 1898, reunidos los que suscriben en el Puerto de Algorta sobre el muelle menor del mismo y siendo las once y quince minutos de la mañana, se precede a la colocación de la primera piedra del proyecto de defensa y camino de servicio de la costa de Algorta, desde este punto hasta el contramuelle de las obras del Puerto Exterior del Abra, dando principio con la bendición de la piedra por el clero parroquial de San Nicolás de Bari, la cual fue colocada a cuatro metros y cincuenta centímetros al Sur de la última meseta de bajada al barrio y en el mencionado muelle menor por el Sr. Alcalde D. Juan José Bilbao Amezaga, en representación del Gobernador Civil de la Provincia que no ha concurrido...” Firmaban aquel acta, una larga lista de ilustres, los siguientes señores: “...Juan José Bilbao (Alcalde), Eduardo Coste y Villoslada (Presidente de la Junta de Obras del Puerto), en representación de la Diputación Provincial lo hacía: Juan Tomás de Cabreros, Idelfonso Arrola (Diputado), le seguían: Evaristo de Churruca Ingeniero de Obras del Puerto), José Álvarez Ansoleaga (Juez Municipal), Luis Bilbao (Fiscal Municipal), Antonio Basagoiti, Andrés de Isasi, Luciano Alday, Martín Berreteaga, Santiago Diliz, Manuel Camiruaga, Manuel Inchaurtieta, Robustiano Larrondo, Joaquín Ardanza, Marcos Zamacona, Pedro Beascoechea, Francisco Goicoechea, Eladio Sustacha, Antón Uriarte, M. Galindez, Francisco Osticoechea (por la Cofradía de Mareantes del Puerto), Juan Antonio Acha (por el Casino Algorteño), Saturnino Azcorra (Presidente de la Asociación Benéfico Recreativa) y Miguel Uria, Braulio de Ajuria (Presidente de la Sociedad Recreativa de Las Arenas), José Antonio Aldecoa, Domingo Buñuel, Juan Bautista Ibarra, Dionisio de Zubiaga, Francisco Libano, Antonio Uribe, Feliciano Ansoleaga, José Araluce, Pedro Amezaga, José María Iturriaga, Ignacio Urrechua, José Ramón Uriarte, Evencio Cortina, Pascual Pérez, Manuel Esnaola, Bernardino de Iturburu (contratista de las obras), Pedro Basagoiti, Juan C. Segura, José Antonio de Uriarte, Juan José Libano, Juan José María Mota (Presidente de la Sociedad de Prácticos de Algorta), Francisco Bengoechea Arteta, Manuel J. Ugarte, Emilio Basagoiti, Pedro Icaza, Pedro Larrondo (Presidente del Circulo Algorteño), Ernesto de Zubieta, Juan Bengoechea, Victor Larrazabal, Juan Aguirremota, José Miguel Arana, Jesús Landarte, Bernardino de Bilbao, Miguel Larrazabal, Tomás Arechavala, Tomás Larrinaga, Blás Dobaran, Pablo Landa, D. Uriarte, Manuel Garrastazu, Modesto Garay (contratista de la obras), Tomás Zarraga, Juan Briz, Valentín Galín, Alberto Aguirre, Juan Maguregui, José Lizarraga, Juan Piñaga, Tomás Esesumaga, Juan Baez, Isidoro Achondo, Justo Franco, Lorenzo Aguirre, Juan Antonio Miragay, Desiderio Mendez, Pedro Dobaran, Martín Palacios, Joaquín Mugica, Juan de Learra, Ignacio Echeandia, Luciano Sarria, Emilio María Saliquet (contador) y José Abrarrategui (Secretario municipal)...” (Libro de Acuerdos del Archivo Municipal de Getxo, Signatura10797).

El semanario santanderino “La Atalaya” del 10 de septiembre de 1899 nos dejaba el dato, en la publicidad de una empresa cementera de Sestao, “Societe Generale de Ciments Portland”, de que había sido de esa firma el material empleado para la construcción del Muro de Defensa de la Costa de Algorta.

En las Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, de enero de 1899, se decía respecto de la carretera y muro de defensa de Ereaga: “...El muro de defensa y camino adyacente de que se trata, que tienen 1.143 metros de longitud, fueron proyectados a petición del Ayuntamiento de Guecho-Algorta, que temía, con algún fundamento, que, con la construcción de las obras del puerto exterior, se concentrara la acción del mar sobre la costa donde se asienta el pueblo de Algorta y se aumentaran, con tal motivo, las socavaciones y movimientos que en aquellas laderas se habían observado anteriormente, ofreciendo contribuir con la tercera parte del importe de las obras. Aprobada la subasta de las mismas en 20 de diciembre de 1897, se emprendieron en el mes de marzo siguiente; y, al terminar el 30 de Junio de 1899 el periodo que comprendía la Memoria anterior, sólo faltaba construir 38 metros de longitud del cuerpo del muro, 370 metros de pretil, el afirmado, la mayor parte del adoquinado y algunos detalles. Durante el periodo que esta Memoria comprende, continuaron las obras de que se trata, las que quedaron terminadas en el mes de marzo de 1900, y fueron recibidas provisionalmente el día 3 de abril, desde cuya fecha empezó á correr el plazo de garantía...” (Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao de 1899).

La revista de navegación y comercio “Mundo Naval Ilustrado” confirmaba la finalización de las obras en Marzo de 1900: “...Las obras de defensa y camino de servicio de la costa de Algorta, quedaron terminadas en Marzo de 1900...” (“Mundo Naval Ilustrado” del 15 de junio de 1901).

Las Obras de defensa de la costa de Algorta, según la Memoria de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, fueron recibidas definitivamente el 9 de julio de 1901.


domingo, 26 de marzo de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -322-

 

En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se trataba sobre la solicitud de unos músicos callejeros que querían poder tocar en la plaza del Pueblo los domingos y días festivos.

En los diarios bilbaínos se daba la noticia de que las obras del muelle del puerto exterior en la parte de Guecho avanzaban con rapidez, a la vez que la playa de Las Arenas perdía gran parte de su extensión: “...Adelantan rápidamente las obras de construcción del muelle del puerto exterior en la parte de Guecho. El murallón que corta diagonalmente la playa de Las Arenas, quita a esta una gran extensión de terreno...” (El Nervión y El Noticiero Bilbaíno del 18 y 18 de abril de 1896).

En el pleno municipal de Getxo del 23 de abril de 1896 se trataba entre otros asuntos de: “...Se da cuenta de una instancia de D. Miguel Uria en la que manifiestas hallarse conforme con satisfacer dos pesetas al mes por el alquiler del contador de agua que de las cañerías del Municipio pasa a su fabrica “La Algorteña”...”

En el pleno municipal del Ayuntamiento de Getxo, del 23 de abril de 1896, se trataba entre, otros asuntos, de la construcción de cunetas en una de las principales calles de Las Arenas: “...Se dio cuenta del proyecto y presupuesto formado por el Arquitecto Municipal D. Fidel Uturria, para la construcción de cunetas en la calle que desde la Estación del Ferrocarril, del barrio de Las Arenas, se dirige al muelle de dicho barrio. También se iba a acometer las obra de la rasante de la llamada Plazuela de Las Arenas...”

Las hojas en las que se iba a rellenar el padrón de cédulas municipales fueron adquiridas en Bilbao: “...El Ayuntamiento acuerda se paguen diez pesetas al impresor D. Pedro Ganchegui de Bilbao, por 500 hojas remitidas para la formación de padrones sobre el impuesto de cédulas personales para el próximo año económico...”

Y en previsión de la posible llegada de enfermedades propias de la temporada, como la temida viruela, el Ayuntamiento de Getxo decidía: “...El Ayuntamiento acuerda, que según costumbre de años anteriores, se proceda a la vacunación y revacunación de personas, directamente de la ternera, satisfaciendo lo que costare de los fondos municipales...”

Algunas obras del alcantarillado, algunas veces se realizaban sin el conocimiento de la Junta Local de Sanidad. Al menos eso era lo que daba a entender un de os puntos del acta municipal del 23 de abril de 1896: “...Teniendo presente el mal estado, ya que se encuentra casi obstruido, por la corta capacidad que muestra, la alcantarilla que desde el costado de la casa perteneciente a D. Juan Luis Uriarte, habitada por D. Eugenio Eguia, y siguiendo por la calle de la Carretera pasa por frente de la propiedad de D. Pedro Benguria hacia el mar; y siendo preciso que dicha alcantarilla reciba todas las aguas sucias del Hospital Hospicio, que luego será terminado. Acuerda este Ayuntamiento que las obras por pequeñas que sean se ejecuten por administración por esta Corporación Municipal a causa de no poder formarse para su remate un presupuesto sin practicar un reconocimiento, ni sería consentido por la Junta Local de Sanidad...”

Y por fin el buen tiempo hacía su aparición en nuestra zona, decía la prensa bilbaína: “...El día de ayer fue verdaderamente hermosísimo. En las playas de Las Arenas y Portugalete, la concurrencia fue extraordinaria. El tranvía eléctrico condujo gran número de viajeros...” (El Nervión del 27 de abril de 1896).

En el pleno del 30 de abril de 1896, una nueva invitación, de la religiosas de Algorta, era realizada a nuestras autoridades municipales: “...Se da cuenta de un oficio de la secretaría de la Congregación de las Hijas de María, establecidas en Algorta, invitando a esta Corporación Municipal para la función religiosa que el día 3 de mayo próximo, a loas diez de la mañana, se celebrara en la iglesia de San Nicolás de Bari de esta localidad...”

En ese mismo pleno municipal se trataba sobre una solicitud de la Compañía del tranvía de Bilbao a Las Arenas y Algorta: “...Se da cuenta de un oficio de D. José María Amann, Director General de la Sociedad Colectiva José María Amann y Compañía, solicitando permiso para construir para la instalación del tranvía eléctrico una nueva cochera y edificio destinado a habitación del personal, en el mismo terreno en el que tiene instaladas las cocheras existentes en el barrio de Las Arenas...” Aquellas cocheras estaban situadas en el actual Muelle de Tomás Olabarri tras, el entonces denominado, Hotel Antolín.

También en el pleno se hablaba sobre las resoluciones de la Comisión Permanente de Obras. Y el Ayuntamiento acordaba: “...Proceder al arreglo y afirmado situadas frente a las propiedades de los Señores D. Miguel Bautista Urresti y D. Andrés Isasi, y la que desde la plaza de San Ignacio se dirige hacia la casa de la Sra. viuda de D. Sebastián Sáenz, así como el afirmado con piedra martillada de la que se halla frente a la casa del Sr. Barroeta en el barrio de Algorta de esta Anteiglesia. Modificar al rasante de la plaza del barrio de Las Arenas y la calle contigua del muelle. Así como las cunetas que desde la calle de la Estación se dirige al muelle...”

El último punto del pleno municipal del 30 de abril de 1896, se refería al cierre por un particular de una zona del río Gobela que impedía el acceso a los lavaderos del mismo: “...Se hace presente haber visto con disgusto cerrado, sin duda por orden de D. Ignacio Ituarte, con un pequeño vallado hasta el río Gobelas, el terreno junto al puente de Gresalchu o de paso desde este pueblo al de Lejona, donde existen lavaderos o piedras para limpiar la ropa, por el lado izquierdo de dicho río, y no pudiendo nadie con las disposiciones vigentes cerrar las riveras ni márgenes de los ríos en una zona de tres metros de ancho. Acuerda esta Ayuntamiento que en un plazo máximo de ocho días a lo más tardar destruya el citado Sr. Ituarte dicho vallado...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como el Ayuntamiento acordaba proporcionar nuevos tajes y gorras a los alguaciles del municipio.

viernes, 24 de marzo de 2023

TXOMIN BEREZIARTUA NOS HA DEJADO

Un gran hombre, un buen amigo, una persona extremadamente generosa, un amigo de Getxo, nos ha abadonado, “Txomin Hil da”.

Aun recuerdo cuando le entreviste, fue siempre una persona sencilla, directa, sin pelos en la lengua. Al referirse a su primer destino me decía: “...En 1956 recibí el nombramiento de coadjutor de la parroquia de San Ignacio de Algorta. Yo puse mis reparos asustado, pues había oído que su párroco D. Ignacio era un auténtico caporal. Pero allí me mandaron y uno era hijo de obediencia...”

Su vida fue la de un cura de pueblo, sencilla, amigo de las gentes humildes del barrio, con quienes gustaba entablar grandes charlas, visitante del bar Gurugu donde pasaba buenos ratos. Aficionado a pasear lo hacía por Ereaga, y por la zona de Baserri, por el enclave rural, que se abre tras Fadura, por el que discurre el riachuelo Bolúe. Contaba que: “...En las tardes de los domingos solíamos sentarnos cara al abra con Antonio Arteta y unos buenos amigos para charlar mientras veíamos el rayo verde sobre la raya del horizonte sobre el mar...”

Fue un hombre comprometido, no exento de miedos, en uno los momentos de su relato me decía: “...Sucedió que un día se presentó en mi casa Lorenzo Salaberria, cura de la vecina parroquia de Berango, pidiéndome la firma de un documento en favor de la cultura vasca que estaba siendo rubricado por cientos de sacerdotes de las tres diócesis vascas. Me encontraba ante la amenaza de una previsible reacción negativa del obispo Gúrpide ante mi firma en el documento. Me sentía emparedado, pero firmé entre dudas y temores con el ánimo de quien firma su condena...”

Txomin participo en la creación del movimiento Scout de Algorta, me contaba respecto de ese momento: “...Busqué referencias en mi entorno y me puse en contacto con los pocos grupos existentes en Bizkaia. Uno funcionaba en el colegio de los Escolapios, otros dos en San Antón de Bilbao y en la Parroquia de Santutxu y un cuarto en Portugalete. Casi seguro que había algún otro del que no me acuerdo. Y empecé un pequeño grupo scout en la parroquia, dando un paso que abría una segunda vía en mi vida. Era el año mil novecientos cincuenta y ocho. Lo hice un poco contra todos. Mi párroco y mi obispo, recelosos los dos de cosas nuevas y además peligrosas a sus ojos por su origen de aire anglicano, lo miraban con recelo...”

Paso algunos años de estancia en Otxarkoaga, tras lo que fue destinado a la iglesia de Andra Mari de Getxo, junto a D. Francisco Antxustegi. De su paso por nuestro barrio me contaba: “...Si el ir a Otxarkoaga había supuesto mi integración en un grupo de magníficos amigos, mi llegada a Getxo me ofreció el regalo de encontrar en Patxi ese compañero que es ese amigo que todos añoramos. En 1977 pasé a ser párroco de Getxo, porque Patxi fue nombrado cura de la vecina parroquia de San Martín de Algorta...”

No cabe duda de que Txomin era un hombre que dejaba huella, en su despedida, mis amigos del “Mareómetro de Portugalete”, otro de sus destinos, escriben: “...Como hemos dicho con una visión cultural que sobrepasara la historia del formidable templo parroquial y abarcara toda la historia jarrillera nos involucró en crear una sociedad cultural estable escriturando la existencia de la Fundación El Abra. Su actividad al margen de su labor pastoral en la parroquia de Santa María, hizo que en 1991 fuera nombrado pregonero en las fiestas de San Roque. Hoy te recordamos emocionados con cariño..”

Desde aquí, desde Getxo, somos muchos los que te recordaremos con cariño.

!Goian Bego Txomin!

miércoles, 22 de marzo de 2023

ACONTECERES DEL ÚLTIMO CUARTO DEL SIGLO XIX EN GETXO -321-


En la anterior entrada de esta serie sobre el último cuarto del Siglo XIX, veíamos como se trataba sobre una propuesta de los vecinos del barrio de Getxo (Andra Mari), relacionada con las aguas de la parte alta de aquel barrio.

En el pleno municipal del 9 de abril de 1896, entre otros temas se trataba sobre una calle que se dirigía al Fuerte las Canteras: “...Se da cuenta de un oficio de D. José Ramón de Ansoleaga, de esta vecindad, referente al camino o calle que desde la casa de D. Juan José Unzaga se dirige al Fuerte las Canteras. En Ayuntamiento acuerda encargar al Arquitecto Municipal para que previo estudio, forme un croquis del camino que se trata, con la anchura del mismo, señalando la rasante y detallando la cantidad de terreno que cada propietario de ambos lados debe dar para la apertura de dicha vía...”

También en es zona, un contratista de Algorta, solicitaba permiso para realizar una rasante en la campa de Alango: “...Se da cuenta de una instancia de D. Francisco Elorriaga, de esta vecindad, solicitando autorización para poner en la rasante correspondiente la Campa llamada de Alango , perteneciente al Ayuntamiento...”

En ese mismo pleno se trataba sobre la solicitud de unos músicos callejeros. Los cuales trataban de ganarse el sustento y a la vez alegrar los domingos y días festivos la plaza del Pueblo: “...Se da cuenta de una instancia de D. Carlos Urteaga y D. Aniceto Villalaveitia, vecinos de esta, solicitando permiso para tocar guitarra y violín, los domingos y días festivos, por la tarde, en la plaza pública de esta Anteiglesia para divertirse la gente que a ella concurra. Acordaba el Consistorio conceder a los exponentes el permiso solicitado para tocar violines y guitarras en la plaza por si y en unión de sus compañeros, debiendo cumplir las prevenciones que el Sr. Alcalde dictare al efecto, también acordó el Ayuntamiento que para evitar cuestiones que pudieran ocurrir, y considerándolo innecesario, no se consienta tocar en la plaza los citados instrumentos a los que no sean vecinos formando corros por si mismos...”

En el capitulo de pagos del pleno, se incluía detalle de alguna obra que se había realizado en el Pueblo: “...El Albañil D. Domingo Zubizarreta ha suministrado cal hidráulica para reposiciones en las calles Rivera, Arechondo y Puerto; así como materiales para la reposición de cocina y otras habitaciones en el Matadero Municipal. A D. Ángel Egusquiza y otros tres vecinos por al conducción y entierro de un hombre que destrozó y mató el ferrocarril de Las Arenas el día 23 de enero. También se acordó abonar otras cantidades a D. Juan Torre por el suministro de contadores de metal para paso de agua de las cañerías del Municipio a las fabricas de D. Miguel Uria y D. Robustiano Larrondo. También acordó el Ayuntamiento que el suministro de comidas para los individuos que han de constituir las mesas en las próximas elecciones a Diputados a Cortes, señaladas para el día 12, se encarguen: Las del Distrito 1º a D. Manuel Eguia del Hotel Eguia, y la del 2º de la casa llamada Hospital a Dña. Josefa Uribe de la Fonda San Ignacio, en los preciosde costumbre en años anteriores...”

Se informaba en el mismo pleno de una donación de muebles para el Hospital Hospicio: “...Se hace constar haber llevado desde la casa de D. Mateo Ajuria a una dependencia del Hospital Hospicio, en construcción, los muebles donados para dicho edificio por la finada Dña. Juana Ajuria de Mendiguren...”

El diario “El Noticiero Bilbaíno” que venía desde hacía unos meses publicando en apartado denominado “Apuntes Vascos”, ofrecía a su lectores un pequeña historia sobre la llamada “Nueva Aduana de Bilbao”. En dicha entrega, que firmaba D. Ignacio D. de Echevarria, daba los siguientes datos: “...La nueva aduana se halla emplazada junto a la ría en Uribitarte, en lo que antaño se llamó “La Isla”. Ocupa una superficie de 2.218 metros cuadrados. El estilo es el del Renacimiento moderno, con tendencia al griego.

La fachada principal esta rematada con un escudo que contiene las armas del Estado; la otra, que da a la calle Barroeta Aldamar, conserva el mismo carácter de la fachada principal.

La escalera principal, que conserva el estilo de las fachadas, es de sorprendente efecto, de esbelta y atrevida construcción. En la cornisa se destacan grandes zócalos de Bilbao y de Vizcaya, y en los cuatro ángulos se ven avanzar enormes proas de barcos.

La decoración de los patios es severa y sencilla, y la de las habitaciones interiores, salones de recibo y subasta, despacho de los altos empleados y demás salas y dependencias que lo exigen, bien dispuestas y en relación con la importancia y destino de cada una de ellas.

El zócalo es de piedra caliza de Motrico, con la que también se han ejecutado las jambas y cuerpos principales del piso bajo. Los huecos de los otros dos pisos y la cornisa del edificio, de piedra caliza blanca francesa, y los entrepaños de ladrillo prensado, de fino, rojo oscuro. Las columnas de hierro y las armaduras se han construido en las fábricas Bolueta y La Vizcaya y en los talleres de Zorroza.

Las obras han ascendido a 818.814,13 pesetas, habiéndolas realizado los conocidos contratistas Sres. Iturralde y Delclaux, que tuvieron como representante al Arquitecto D. Eladio Iturria, desempeñando la inspección técnica el Sr. Saracibar...” (El Noticiero Bilbaíno del 10 de abril de 1896). Precisamente el mencionado Arquitecto lo fue también del Ayuntamiento de Getxo.

En uno de los diarios bilbaínos aparecía en su primera plana un interesante artículo titulado “Deudas de la Naciones Europeas”, información procedente del “Diario de Bruselas”, el mismo ofrecía datos relativos los habitantes de las principales naciones europeas, su situación bélica y el gasto y deuda de las mismas: “...Las veinte naciones europeas tienen 866.425.790 habitantes; es decir, 86 por kilómetro cuadrado. La más populosa es Bélgica, con 213 habitantes; de las más desiertas Finlandia, con 6 habitantes por término medio.

En pie de paz hay 8.403.514 hombres; en pie de guerra 21.204.257. Los mismos cuestan cada a año: En pie de paz 5.808 millones de francos; es decir, 1 franco 456 por cabeza de habitante, pobre o rico, viejo o niño. Este colosal gasto anual pesa directamente sobre el trabajador y paraliza las fuerzas productivas.

La totalidad de las deudas públicas asciende en Europa a 116.600 millones de francos, o sea a 820 francos a por habitante.

He aquí el rango de cada pueblo en cuanto a las deudas que pesan sobre cada habitante: Portugal 794 francos; Francia 677; Inglaterra 529; Países Bajos 480; Italia 417; Austria 864; Bélgica 850; España 889; Grecia 804; Alemania 274; Rumanía 192; Rusia 146; Servia 143; Dinamarca 187; Turquía 187; Suecia 78; Noruega 87; Bulgaria 65; Finlandia 31 y Suiza 25...” (El Noticiero Bilbaíno del 12 de abril de 1896).

El ambiente electoral por aquellos días parecía estar bastante caliente, ya que el Gobernador Civil decidía: “...Se refuercen hoy algunos pueblos con las fuerzas de la Guardia Civil y Forales, con objeto de atender a la conservación del orden público con motivo de las elecciones...” El día de las elecciones resultaba algo movido, según decían los distintos diarios: “...En algún pueblo se repartieron palos y bofetadas, se rompieron listas en colegios electorales, algunos agentes electorales ofrecían dinero a cambio de votos; lo de presentarse un elector a votar por otro, ausente o difunto fue moneda corriente en algunos colegios; la fuerza pública tuvo que intervenir en algunos pueblos...” En el Distrito de Barakaldo, dentro del que se encontraba incluido Getxo,los resultados fueron: “...Baracaldo: D. Adolfo G. de Urquijo e Ibarra 4.776 votos; D. Pablo Iglesias 111, Faltan datos de 12 secciones...” Otro de los diarios bilbaínos decía en sus páginas: “...Es indudable que el Sr. Martínez Rivas, de no haber acudido al procedimiento de dar dinero a los electores, hubiérase quedado ayer sin acta, mejor dicho, como el gallo de morón, sin plumas y cacareando...” (El Noticiero Bilbaíno y El Nervión del 13 de abril de 1896).

Otra de las noticias de prensa estaba referida al antiguo jefe del semáforo de la Galea, y era referida al antiguo y al que ocupaba en es momento el mismo cargo en Getxo: “...Ha fallecido en la Habana D. Juan Gualberto Greño, jefe que fue del semáforo de Punta Galea, y en la actualidad lo era del de Morro.

El jefe del semáforo de Punta Galea, D. Ricardo Sarachaga ha sido destinado con el mismo cargo al del Castillo del Morro, de la Habana...” (El Nervión del 14 de abril de 1896).

En el pleno municipal de Getxo, del 16 de abril de 1896, se trataba sobre una instancia presentada por el Gerente de la Sociedad del Tranvía: “...Se da cuenta de una instancia de D. José I. Amann Director Gerente de la Sociedad Colectiva José I. Amann y dueña de los tranvías de Bilbao a Santurce y de Bilbao a Las Arenas y Algorta, en la que además de otras cosas, acompañando los correspondientes planos, manifiesta que a esta Corporación Municipal le toca resolver si entre el Establecimiento de Baños de Mar Bilbaínos y la parte baja de la Avanzada, sea en lo que se llama paseo del Tranvía, sería solamente una fila de postes para la catenaria del tranvía o dos. El Ayuntamiento contestaba a aquella solicitud dictando que solamente se podía colocar una fila de postes...”

En la próxima entrada de esta serie veremos como los diarios bilbaínos informaban sobre el avance de las obras del muelle del puerto exterior en Getxo.