miércoles, 13 de febrero de 2013

CARROS Y CABALLERIZAS EN GETXO


Antes de empezar esta entrada, en la que dare una pequeña visión de lo que fueron los primeros transportes de mercancias y gentes por Getxo, unos pequeños apuntes de su historia. Apuntes que no pretenden ser algo cerrado, los hechos y la historia son mas fecundos.

Antes, a finales de 1.700, los barrios que hoy conocemos estaban empezando, Las Arenas, no era si no un inexistente conjunto de dos edificios (el Consulado y la Venta Municipal de los arenales), Algorta no queda definida hasta las fogueraciones de 1.746, pero no sera hasta 1.839, despues de la Primera Guerra Carlista, cuando experimentará un crecimiento intensivo, en 1.887 Andra Mari tan solo cantaba con 40 baserris, de aquel nucleo originario que fue en 1.697 la Torre de Getxo (situada a escasos 20 metros del actual Caserio Jauregi). Hay que tener encuenta que las reuniones de Concejo en 1.798 se celebraban en el portico de la iglesia de Andra Mari.


Apesar de que gracias a sus piernas, el hombre puede recorrer grandes distancias, la importancia del transporte mediante carros con caballerias o bueyes, fue notoria en los entre los años 1800-1900 en Getxo.

A finales de 1.800 el sistema de carretras de Bizkaia producia muchas desigualdades, solamente aquellos pueblos economicamente fuertes, tenian capacidad para reunir los fondos que la construcción de carretras y caminos requerian, sin embargo, todos los pueblos del Señorío estaban obligados a contribuir a la red tutelada por la Diputación, aunque sólo unos pocos se beneficiaban directamente.

En 1.832 se presentaba un proyecto en la Junta Generales para hacer desaparecer las desigualdades entre los pueblos respecto a las cantidades que estaban obligados a abonar mediante los arbitrios destinados a la red de caminos del Señorío.


El establecimiento de derechos de tránsito en los caminos adoptaba distintas formas, dependiendo del lugar donde éstos se ubicaban o de la naturaleza de los gravámenes establecidos ( portazgos o cadenas).

El peaje que se cobraba en los portazgos o cadenas estaba en función del tipo de vehículo y del número de caballerías que tiraban de él, era indiferente que fueran cargados o vacíos, los animales sueltos estaban obligados a satisfacer distintas cantidades, dependiendo de si se trataba de ganado vacuno, lanar o de cerda, las tasas aplicadas en las barreras de los caminos del Señorío para el año 1859 estaban claramente especificadas.

Un rastro de estas cadenas, quiza como resto de un portazgo este en el punto denominado “La Cadena” en la bajada de Sarrikobaso en Algorta.


El correo entre Bilbao y Algorta en 1.847 solo se recibia tres dias a la semana (lunes, Jueves y Sabados). La comunicación entre Bilbao y Algorta era cubierta en 1.864 por una diligencia denominada “La Paloma”, coche muy pequeño y de color amarillo, a ella iban enganchados cuatro animales de tiro, un macho de gran alzada, un caballo de aspecto ruin, una mula de no mejor aspecto y un viejo caballo blanco y huesudo mas adlnte y ante el incremento de viajeros, se incluyo una diligencia con mayores comodidades “El Joven Faustino”, .

La construcción de caminos que enlazaban los barrios con los centros de población (Las Arenas, Algorta) y con Bilbao tuvieron gran importacia, la red de carreteras mas importante se empiezan a realizar a mediados del siglo XIX (1.850) en Getxo, entre ellas las comunicaciones de la “Avanzada” con Las Arenas, Berango, Ereaga.

El descenso de la población rural a favor de la urbana, traera ya desde finales de 1.700, una progresiva transformación social, que ira fortaleciendo los nucleos urbanos.


Esto nos señala la importancia de los carruajes, que permitian la comunicación y el transporte de mercancias desde los puntos de producción a los distintos puntos de consumo, a los mercados (Mercado Abastos San Nikolas en Algorta y al Mercado Abastos Las Arenas), creados a finales del siglo XIX (1.864-1.899) y por por lado para acceder y trabajar los huertos, de aquellos que vivviendo en la urbe tenian que desplazarse a zonas bajas.

En 1.863 Getxo tiene una población de 2.959 habitantes, de los que 884 correspondian a Andra Mari, 1.863 a Algorta y 212 a Las Arenas. Por Real orden del 6 de Julio de 1.863 se aprobó el proyecto y presupuesto de construcción de un camino desde Las Arenas a Algorta.

Ya en 1.864 se establece un registro de carros y carruajes en Getxo, registro del que se debia informar al Gobernador de Bizkaia, exitian 136 carros registrados, mas otros 25 tirados por mulas.


En 1.865 el desplazamiento por algunas zonas de Getxo es dificultoso, incluso no esta exento de cierto peligro, el area comprendida entre la Avanzada y Lamiako era una extensa vega con grandes arenales, por esas fechas para trasladarse de Algorta a Portugalete era necesario utilizar un barco que recorria aquellos angostos lugares, el desplazamiento se realizaba a traves de los rios que la circundaban, en aquella zona de arenales, el “Gobela” se unia al rio “Kresaltzu”, y a su vez ambos al “Udondo”, finalizando su recorrido la ria del “Nervión”.

En 1.866 se dictaba un bando por el que se limitaba la velocidad de los carruajes, entre la Avanzada y Arechondo, estableciendose que los mismos deberian de ir al paso, a la vez que se determinaba, que ninguna caballeria que no tirase de carro, fuera conducida por sus dueños por la expresada carretera. Los mismos debian de seguir otro camino alternativo, llamado “camino de llanta estrecha”, debiendo de seguir el dueño al carruaje al paso natural. Asi mismo el ganado debia de seguir este camino de llanta estrecha, y circular por los laterales, se impedia el acceso de cerdos para evitar los daños que pudieran hacer a otros animales. Aquel bando estaba firmado por Angel de Zabala primer teniente de Alcalde.

En el año 1.872 se construye una linea de tranvia por tracción animal (caballos), que comunicaba Bilbao con Las Arenas, en 1.875 lo haria con Algorta, sin embargo no se electrificaria hasta 1.887.


La importancia que estos carros y carruajes tenian para la población, se puede apreciar en las represalias politicas, que al finalizar la tercera Guerra Carlista, llevan a las diligencias de embargo, exigidas por el Segundo Brigadier Jefe de la 2ª Brigada del Bando Liberal, en 1.875 se ordeno el embago de los bueyes y carros, a las familias de aquellos que apoyaron al Bando Carlista, entre ellas las familias de Francisco Elustondo, y Raimundo Zuazo que habitaba la casa denominada “Trinidad de Torrene”, sin que a ninguno de ellos pudiera embargarseles ninguno de las propiedades, ya que las mismas habian desaparecido, probablemente cobijadas en alguna casa amiga.

En 1.876 debido al aumento de veraneantes, se creó un tranvia tirado por caballos, discurria desde la Avanzada, por el Camino Real, hasta la plaza de San Nikolas.

En 1.877 las costumbres de paso de carros y carruajes se habian relajado, el Ayuntamiento presidido por Juan María Ugarte (Partido Unitario Guecho), establecia de nuevo la normativa para el uso de vias publicas, advirtiendo que muchos de los que antes hacian uso de los carros de llanta ancha ahora lo venian haciendo de llanta estrecha, por lo que el deterioro de las calles era considerable, se establecia un impuesto, para los carros de llanta estrecha, que fueran cargados, de 4 reales de vellon, tanto a la entrada como a la salida, si en ambos casos iban cargados, si durante el día el mismo carro tenia que hacer mas viajes se establecia una tarifa unica de 10 reales, aquel impuesto, se decia, era para costear los arreglos de aquellas carreteras.


En 1.881 llegaria por primera vez un coche de caballos desde Plentzia con destino a Algorta, años mas tarde la unión de ambas poblaciones se realizaria con la ampliación de la linea del ferrocarril.

Asi en 1.887 aquel nuevo medio de transporte vino a revolucionar los desplazamientos de personas y mercancias, el ferrocarril entre Getxo y Bilbao habia sido gestado en 1.871, pero quedo en suspenso por la primera Guerra Carlista, el de Bilbao a Las Arenas, mediante tracción a vapor, empezó a funcionar el 1 de Julio de 1.887, salió desde Bilbao, a las 11 de la mañana, desde la desaparecida “Estación de San Agustin”, que estaba situada detras el Ayuntamiento de Bilbao, aquel recorrido se realizaba en 30 minutos, llama la atención las tarifas (60 céntimos en primera, 40 ctms. en segunda y 30 ctms. en tercera). En 1.893 comenzaria a funcionar la linea de Las Arenas a Plentzia.

En 1.896 una vez creada la red electrica, los caballos del viejo tranvia, fueron reemplazados por la tracción electrica, un año mas tarde aquellos tranvias llegarian hasta Algorta.


Tambien se producian quejas vecinales, por el excesivo paso de carros y carruajes por las vias urbanas, asi en octubre de 1.903 el “Vigilante de Obra” Juan de Learra, daba cuenta a la Alcaldia, de las mismas, indicaba que en el paso desde Amesti a la Estación de Algorta se venian cometiendo abusos, consistentes en la circulación de carros por el anden para salir a la Cadena, al tiempo que circulaban ganado vacuno y caballar, lo que producia el enfado del los vecinos, el Ayuntamiento coloco unas estacas para imposibilitar en paso de carros, carruajes y animales por aquel paso, estableciendose un lugar acotado para el transito de aquellos vehículos.

En Diciembre de 1.906 Antonio Uribe vecino de la zona se dirigia a la Alcaldia indicando que aquel acuerdo “...habia sido visto con satisfacción tanto por los vecinos transeuntes como por los propietarios de los vehículos...”, no obstante a pesar de que el mismo prohibia el paso de vehículos, venia siendo incumplido por la propietaria de un carro dedicado a la venta de limonadas “Timotea Larrauri”, y a pesar de que aquel carro no molestaba a los transeuntes, tambien lo hacia con demasiada frecuencia el de la “Panaderia de Ariz”, carro de grandes dimensiones, que por la angostura de la via, interrumpia el paso a los peatones, asi el que presentaba a quel escrito afirmaba que aquel paso estaba contemplado como de cuarto orden, por su estrechez, y el articulo 7º de las Ordenanzas Municipales decia que “...limitar el paso de carruajes en una sola dirección, siempre que la calle tuviera mas de tres metros...”, aquel camino no llegaba ni a los 2 mts., por lo que se solicitaba que se impidiera el paso por aquella via a todo vehículo o carruaje por el paso de la estación.


En 1.910 se volvia a establecer un impuesto para los carros, en 1.879 se habia establecido una exención para los carros de llanta estrecha, asi para los carros de tracción mular o caballar, que atravesaran con carga el municipio, se establecia un canon, por cada vez de 1 pts., para cada carro de fuera del municipio, tirado por ganado vacuno que llevara carga, el canon era de 0,50 pts., quedaban exentos de aquel impuesto los carros dedicados a las faenas agricolas, tambien se establecia un canon para los vendedores ambulantes que recorrieran la via publica sin carro de 0,25 pts., estimaba el Ayuntamiento obtener con aquel impuesto 3.000 pts. de los carros y 200 pts. de los vendedores ambulantes.

En 1.913 algunos de los que por motivos de realizar el servicio de limpieza municipal utilizaban carros presentaron un escrito solicitando la exención para sus carros, exención que fue autorizada.


En 1.948 seguian estando censados 62 carros y 185 carretillas en Getxo, pero la llegada de medios mas modernos de transporte, y el crecimiento demografico entre los años 1.930 y 1.945, que en Getxo supuso un aumento de algo mas del 13% de al población, pero es entre los años 1.950-1.960, cuando se dispararia la eclosión demografica, los nuevos sistemas de transporte de mercancias y de personas, fueron arrinconando a aquellos viejos carros tirados por bueyes o caballerias.

La imagen de aquellas calles con desfiles de carruajes y carros de tiro, dejaron paso a los automoviles, trolebuses y autobuses, en 1.955 el autobus adelantaba al tren, situandose a la cabeza de los transportes colectivos terrestres, desbancando temporalmente al ferrocarril. 

 
Aquel viejo Getxo fue dejando paso a otro en el que el olor a derivados de la gasolina impregnaban las calles, y aunque timidamente al principio, los vehiculos de motor de gasolina, casi no se veian por aquellas calles, en muchos casos aun sin asfaltar, pronto llenarian sus calles, antes improvisados campos de futbol de los niños, y romperian la tranquilidad de los pueblos con el estruendo de sus bocinas.

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