miércoles, 30 de mayo de 2012

LA IKASTOLA “EGUN SENTIA” PRECURSORA DE “GEROA”



La “Ikastola Egun Sentia” fue la precedente de la “Ikastola Geroa” ambas esituadas en el barrio de Getxo. Los primeros años de la Ikastola se pueden considerar como de autentica peregrinación, ya que las clases se impartían de forma rotativa, en los domicilios de los padres. Unos de los primeros que empezaron con la enseñanza del euskera, y que dieron inicio a la “Ikastola Egun Sentia” fueron Sabin Olabarria (+), Julián Billalabeitia, Jose Luis Fuertes, Pedro Mari Rapha (+), Jesus y Martín Azpuru (+).



En aquellos años, los 50, no había ningún local donde poder impartir las clases, aun, el franquismo no permitía estudiar en Euskera. Me contaba uno de los padres iniciadores de la Ikastola: “...Andra Mari (Getxo), incluida la zona de Benancio, ha sido el barrio del Municipio peor dotado en cuanto a locales para actividades sociales y culturales, incluso en épocas de gran actividad como las del Club de Sarrikobaso y el de Azkorri, la característica por falta de locales era: ««se preparaba, se competía y hasta la siguiente. Las que se han podido realizar han sido siempre gracias al trabajo desinteresado de algunos vecinos»...”



Para cuando Julián Billalabeitia empezó a colaborar con la Ikastola ya se habían comenzado a realizar las obras de la “Sociedad Itxas Argia” de Getxo en la calle Iturribide. El nombre inicial de la Ikastola fue “Egun Sentia”, nombre propuesto precisamente por Julián, quien continua con sus recuerdos de aquella fase inicial: “...La primera andereño era una chica cojita que se sacrifico mucho por la Ikastola. Los padres de los alumnos habían convenido en ceder cada mes una habitación de sus casa para dar las clases, lo cual requería de un continuo trasiego de los pocos materiales que entonces tenían, aquello era un pequeño lio ya que cada cambio suponía que se tenían que trasladar hasta, por ejemplo, Maidane, Diliz, etc., una de las casas donde se realizaron aquellas primeras clases de la Ikastola fue en la de Kortabitarte, al lado de la “Venta”, allí se daban las clases lloviendo, con frio y en unas condiciones paupérrimas...”



En aquel inicio solían pensar en cual seria la mejor manera de solucionar el problema de local para la Ikastola, Julián tenia un cariño muy especial por el desarrollo del Euskera y la Ikastola, entonces trabajaba en una empresa de colas y adhesivos, y tenían unos clientes que hacían unos módulos tipo barracón para habilitar zonas de administración en criaderos de cerdos, se trajo planos de aquellos módulos. Seguía Julián con sus recuerdos: “...Un día hablo con Bitoren el barbero de la Venta, y le planteo el asunto y este le contesto !fenómeno Julián, adelante con la idea!, la pretensión era tener a los niños bien centrados y en unas condiciones, para la época, medianamente dignas, ya que no solo no se contaba con la ayuda de la administración, si no que en muchos casos eran beligerante y ponía múltiples obstáculos. Entonces se ideo una solución para la que incluso, se proyecto contar con la ayuda de la iglesia. La idea era colocar esos módulos detrás de la Iglesia de Andra Mari, justo donde estaba entonces el osario del antiguo cementerio, se llego incluso a medir el terreno para verificar que entraban allí...”


 

Seguía Julián Villalabeitia con su historia: “...El siguiente paso era contar con el beneplácito de la parroquia, y que les permitiera desalojar el osario a otra zona, para acomodar allí los módulos, mientras que a futuro se diese con una mejor solución. Sin embargo, en aquellos días, todavía lo relacionado con los enterramientos causaba un gran respeto y la iglesia no veía que fuera a ser aceptado por los feligreses invadir, la para ellos, zona sagrada, y le dijeron «no, no que va, yo haría gestiones, pero esto es intocable y sobre todo la gente que tenemos en la feligresía, como se enteren de que hemos sacado todos los huesos nos monta un pollo que»...” A pesar de que ya contaban con planos, presupuestos y todo, tuvieron que desechar la idea. Pidieron ayudas a gentes del pueblo, pero en algunos casos no la recibieron y no terminaban de conseguir unos locales adecuados: “...La familia “Abaroa” de Las Arenas, una de ellas casada con Jose Mari Laraudogoitia, dejaron algún tiempo su casa...”

La Sociedad Itxas Argia además de ayudar económicamente al mantenimiento de la Ikastola tenia unos objetivos, que además de excursionistas eran también educativos, así que optaron de forma provisional por impartir las clases en los propios locales de Itxas Argia.



Los siguientes pasos fueron la compra de los locales de Puerto de Orduña por parte de la Sociedad Itxas Argia. Esos locales estaban situados donde hoy esta la Oficina de Bienestar Social del Ayuntamiento de Getxo y la actual sede del Club de Jubilados. Afortunadamente, por fían, la Ikastola Geroa se hizo realidad gracias al trabajo y el sacrificio de muchos socios y gentes de Getxo. Hoy es una Ikastola Publica cuya entrada principal esta situada en la calle Ormaza de este barrio.


Con este capitulo cierro la serie dedicada a Julian Billelabeitia, un Txistulari de Mungia hecho en Getxo, en la que he realizado un recorrido de su actividad en nuestro Pueblo, he pretendido con estas entradas, además de hacer un semblante del personaje, reflejar algunos aspectos del transcurrir de los años en nuestro pueblo. Deseo agradecer a Julian Billelabeitia su ayuda para poder realizar estas entradas.


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