TENOR CONSTANTINO, UNA GRAN VOZ CON UNA PLAZA EN GETXO

El tenor Florencio Constantino, vizcaino nacido en Ortuella el 9 de Abril 1868, cobro celebridad en la Opera a finales del Siglo XX.

Dicen de el que fue un personaje extraño que de la miseria, pasó a brillar en las mejores compañías de ópera del mundo. Llegó a desafiar al gran Caruso. Y, en 1911, construyó un teatro con todos los lujos en la ciudad bonaerense que lo albergó.

Florencio Constantino y llego a la Argentina a los 21 años, después de terminar el servicio militar, en 1889, a bordo del barco Le Havre, que había salido de un puerto francés.

Se fue a Italia a seguir estudiando, a principios del siglo XX triunfó en París, Madrid, Polonia, Rusia, el País Vasco, Ucrania, Portugal.

Su vida la pasó en escenarios de Estados Unidos, Europa y México. En esa última ciudad se quedó sin voz. Tuvo una enfermedad en las cuerdas vocales, privado de cantar que era lo que le daba sentido a su vida, enloqueció. Murió a los 51 años, pero aún sigue vivo en sus grabaciones.

Los restos del tenor Florencio Constantino, una notable figura de la ópera y el canto internacional, ortuellatarra de nacimiento y bragadense de adopción, descansan en el Cementerio Municipal de Bragado, en la Provincia Argentina de Buenos Aires.

Hay quien dice que nació en Algorta, pero todos los libros sobre su vida le sitúan en Ortuella, a pesar de ello tiene una Plaza en Algorta, con un pequeño busto en su memoria.