Jose Ramon Mendez Barrutia (Joserra), era un personaje tipico del Puerto Viejo de Algorta, su humor, su voz grave, su aspecto aveces mal humorado y otras lleno de alegria, escondian a una persona llena de ternura y muy amigo de sus amigos, a quien todos apreciaban.
Su ama era Josefa Barrutia, de Leioa, vivían con otra familia del Puerto, los Arana, usaba emplastes tipo curandera. Vivían arriba de la casa del Arrantzale. Joserra tuvo un hermano Norberto que se exilio a America.
Trabajo en Frimotor, una fabrica de Erandio que se hundió por sobre peso, que provoco el hundimiento de cuatro plantas de dicha fabrica, causando cuatro muertes. Trabajando en esa fabrica montaron el Arrantzale, que anteriormente fue una tienda de ultramarinos, las dueñas eran dos hermanas de nombre Felisa y Erminia.
El bar lo llevaba su mujer Begoña Bretos, el Arrantzale sin Begoña tampoco hubiera sido lo mismo. Joserra también participó en los Campeonatos de la Playa en la modalidad de Fútbol, hizo de entrenador.
Tenia de apodo “Bocon” porque chillaba mucho. En las primeras fiestas del Puerto sobre el año 1969-1970, no daban permiso para celebrarlas y fue el quien a través de un concejal del Ayuntamiento, “el hijo de Dn. Juan”, que era falangista, y a quien conocía por haber ido a la escuela con el, consiguió los permisos , fueron una fiestas de ambiente muy politizado y a Joserra le falto un pelo para haber terminado en la cárcel.
Joserra era el animador numero uno de los fuegos artificiales de las fiestas de San Ignacio, desde las escaleras del Puerto Viejo, disfrutaba y hacia disfrutar con sus exclamaciones de “Hayyy”, “Huyyy”, “Aaaa”, a cada figura pirotécnica, con lo que la gente de alrededor tenia una doble diversión, en ese evento le acompañaba siempre Josetxu Lekanda, quien no se quedaba a tras en las exclamaciones, estableciéndose entre ambos un ambiente de lo mas “Jatorra”.
Estos personajes que hicieron época en el Viejo Portu Zarra van desapareciendo poco a poco pero sus historias, sus imagenes y su recuerdo acompañaran a muchas generaciones.
Mi amado tío Joserra
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