La
historia del Matadero de Alango quedaria algo incompleta, si no
apareciera en ella alguno de sus protagonistas, por eso traigo a esta
pagina, las vicencias de dos de aquellos, que las protagonizaron
directamente, “Matarifes” trabajadores del Matadero de Alango,
que día a día, tuvieron que relizar su trabajo, a veces, como ellos
dicen, en condiciones “poco humanas”.
Dos
de esos protagonistas son Venancio Aurrekoetxea y Luis Mari
Olamendi, ambos vecinos del municipio de Leioa, pero que durante
gran parte de sus vidas, vivieron como protagonistas, en nuestro
municipio, aquellos días de sangre y visceras, para que el resto
pudieramos alimentarnos.
Venancio
Aurrekoetxea comenzo su vida laboral en el Matadero de Getxo, en
1.966 y Luis Mari Olamendi, empezó a trabajar en el Matadero
de Zorroza como pinche en 1.960, llego como oficial al de Alango el
1 de Julio de 1.971, se jubilaria en el Ayuntamiento de Getxo el 5 de
Septiembre del 2.009.
Cuenta
Venancio que fue a aquel matadero en 1.966 para estar tres
meses, y termino pasando entre aquellas paredes 30 años, aunque al
cerrar el matadero en 1.976 pasó al igual que la mayoria de aquellos
trabajadores a distintos servicios del Ayuntamiento de Getxo.
Como
deciamos solo pensaba estar tres meses, pero el administrador Ramon
Ugarte, le ofrecio la posibilidad de quedarse de correturnos (para
suplir cualquier baja), Venacio no habia salido de sus viejo caserio
nunca, y aquella palabra no le sonaba, no sabia que significaba,
cuando se lo explicaron, penso “vamos a hacer la prueba”,
su primer sueldo fueron 1.000 pts., paso un mes y “aquellos
tenian mas salud que los lagartos”, “nunca se puso
enfermo nadie, ni bajas, y voy a cobrar y cobro igual”,
pasa un año mas y con subida,
asi que el bueno de Venancio pensaba “esto es un chollo,
cobrar sin trabajar, jauja...”.
Tenian
un pinche Manuel Gondra “Putxi”, le llamaban asi porque tenia una
moto de esa marca, tambien, era un chavalito, fue a cobrar, ve lo que
le han dado, y le dice a Venancio “oye esto debe de estar
mal, se han confundido me han dado 3.000 pts.”, el,
baserritarra zorro, zorro, le dice “callate cogelo y no mires
ni para la ventanilla”, todavia hoy Manuel se acuerda de
aquella anecdota.
Venancio paso 4 años de correturnos, le daba de comer a unos peces que tenia alli el administrador, y a un canario que solia andar suelto, asi que ese fue su trabajo durante 4 años, a veces como se aburria, empezó a ayudarles a sus compañeros, bajando las faldas del ganado, que era lo mas facil, quitar las tripas, habia 6 matarifes y siempre estaban pidiendo que les trajeran otro, asi que el administrador le propuso pasar a ser matarife.
Para
entonces Venacio contaba ya treinta años, el le repondio “tengo
que preguntar a los compañeros...”, les conto lo que le
habian propuesto, pero uno de ellos Jose Mari Maguregi, le respondió
“...si pero no para andar de la seca a la meca !he!...”,
parece que al bueno de Venacio, le gustaba hacer algunas
escapadillas, asi que le dijeron “tu con los años y la
experiencia que tienes vas a aprender antes que un chaval”,
asi fue como empezó su vida de matarife en Alango, que duró hasta
que cerraron aquel matadero.
A
principios de los años 70 trabajaban en aquel matadero un
administrador (Ramon Ugarte), el encargado (Emilio Lobato), dos
personas para limpieza (Dante y Jose Antonio, del barrio de la
humedad), dos pesadores (Antonio Orozko y Benito Elordui), dos
repartidores (David Mardaras y Fran Mentxaka), 4 matarifes (Bautis
Astorkiza, Jose Mari Maguregi, Luis Salaberri y Juan Learra), el
mas veterano de aquel matadero era Luis Salaberri de Las Arenas,
tenia una carniceria en la plaza del mercado de dicho barrio.
Los pesadores se encargaban efectuar el pesado de aquellas canales, para que los carniceros supieran, dice Venacio con mucha sorna “...la mostapinza que tenian que pagar...”, y sellaban con un numero cada pieza, cada carnicero tenia asignado un numero, Lobato era en encargado de aquella función.
En
el matadero de sacrificaba todo tipo de ganado bueyes, vacas,
corderos, cerdos, etc., el sacrificio de los cerdos lo realizaban
“los cerderos”, eran tratantes los hermanos
Larrabe de Urduliz, recibian el encargo de los carniceros, iban
por las tardes y disponian de las instalaciones libres para poder
trabajar. El ganado venia bajo pedido, bien habia sido comprado por
los carniceros en los caserios o finalmente eran los propios
tratantes los que lo traian.
Un
dia normal en aquel lugar empezaba a las 8 de la mañana, a lo largo
de ella realizaban los trabajos de despiece y si termiban en la
mañana, hasta el día siguiente no reanudaban la tarea. Los lunes y
miercoles eran los días en que mas ganado se sacrificaba, los
viernes era el día que menos se mataba, el trabajo era practicamente
a destajo, terminaban y se marchaban. Visperas de días señalados
como San Jose, Semana Santa y Navidad cuando terminaban de sacrificar
las vacas, en otra nave hacian corderos, lo que muchas veces les
obligaba a alargar la jornada por la tarde.
La
sala de sacrificio era un pabellon rectangular, con poleas para
levantar las reses. El proceso para sacrificar una vaca empezaba por
el sangrado, el matarife le metia la puntilla y la vaca caia al
suelo, el ganado antes de morir empezaba a bracear, le ataban con una
cuerdas y le estiraban, solian “patearla”, asi llamaban al
pisarla para ayudar a expulsar la sangre, para evitar que la carne
quedara oscura, la ponian tripa arriba, le cortaban la patas, metian
unos tacos por los costados de la res, para dejarla tripa arriba, le
quitaban parte del cuero de abajo, le sacaban la tripa, la limpiaban
de porqueria, estaban todas llenas de hierba.
Mediante
unos ganchos, que introdian en un agujero que hacian en la rodilla de
la vaca, mediante la polea se subia a la res, una vez colgada
empezaba el proceso de abrirla en canal, se sacaban los intestinos,
se quitaba el cuero de la espalda, con unos trapos humedos limpiaban
la canal, para que la carne quedara blanca, la partian con un hacha,
la cuarteban y los pesadores la llevaban a la fresquera, se metian en
aquel lugar porque a pesar de tener un gran frigorifico, no convenia
introducir la carne aun caliente en la nevera.
En
el matadero el control sanitario corria a cargo del veterinario, alli
se analizaban los higados, pulmones y ganglios de la zona del
brazuelo, de todos los animales que alli se sacrificaban, porque esos
ganglios y unos granitos que podian salir en la pleura del pulmon
eran sintoam de que aquel ganado podia terner tuberculosis, entre los
veterinarios que pasaron por aquel centro estan Manuel Arrue, Juan
Mari Bidarte, Garabieta de Portugalete, el ultimo fue un hombre algo
mayor de nombre Carlos.
Los
mataderos en general son lugares muy humedos y sucios, la limpieza
del local se realizaba con una manguera y mucha agua, se realizaba al
momento, la sangre y los residuos de las tripas eran conducidos con
la manguera a unas alcantarillas.
En
el Matadero de Alango se sacrificó una de las reses, que mas dieron
que hablar en su época “Cordero”, era un buey de
Antonio Olabarrieta de Goiherri (Erandio), batio todos los record con
1.029 kg., mas tarde un tratante de Maruri, Jose Mari Urrutikoetxea
quiso tapar aquel record, con una vaca pero se quedó corto por 5
kg., el
buey de José Ignacio Isla en 1.965, con un ejemplar bautizado como
“Gorria”, batiría aquel record, en el matadero de Alango, ya que llegó a
pesar 1.260 kilos.
La
forma en la que se pesaban aquellas cargas era muy peligrosa, en
cierta ocasión Venancio le quiso hacer un favor al pesador Antonio
Orozko, que era ya una persona mayor, y le dijo “...Antonio
ya te lo peso yo...”, colocaron el cuarto trasero en un
gancho lo colocaron en el peso, asi que metido debajo de una bola de
carne consiguio colocarla, pero si hubiera fallado algo le podia
haber aplastado, recien matada la res, la carne aun esta viva, se
mueven todos los musculos, tiembla, es dificil de sujetar, a uno de
los pesadores Benito Elordui, estuvo a punto de aplastarle una carga
que se desprendió del gancho.
Mas
tarde cuando se instalaron las poleas electricas, el trabajo ya era
mas facil y menos peligroso, se desplazaba la carga por los railes
del techo, hasta la bascula, ya no hacian falta los pesadores, al
igual que en otros trabajos, la tecnica venia a amortizar las
funciones humanas.
En
aquellas instalaciones las unicas mujeres que trabajaron fueron “Las
Triperas”, su función era la de limpiar las tripas
(callos), habia un habitaculo que se llamaba la cocina, alli los
cocian para dejarlos blancos, limpiaban tambien los intestinos, los
lavaban para quitar toda la porqueria, para ser utilizados luego por
los carniceros para fabricar morcillas, chorizos, etc., solian
trabajar en esa función dos mujeres, una de ellas se llamaba Gloria,
pasaron muchas por aquel trabajo.
Los
cueros y sebos eran transportados al matadero de Zorroza, los
primeros eran utilizados en la industria textil y zapateria, los
segundos servirían para elaborar sopas, jabón “chimbo”, jabón
de afeitar, incluso para margarinas.
Uno
de los encargados de aquel matadero fué Bautista Astorkiza
“Bautis”, dicen sus compañeros que nunca vieron a
alguien que escribiera mejor, sus lineas de escritura, eran
perfectamente rectas y con una letra de muy bello trazado, reconocen
que era muy buena persona, aunque le solian hacer algunas bromas, en
una de esas bromas le metieron en la oficina unos chivitos, que le
comieron todos los cuadernos, le dejaron la ofina patas arriba, el
siempre penso que el artifice de la broma habia sido Venancio, aunque
el jura que no fue, reconocen que era una persona demasiado buena,
fue el último encargado antes de que se cerrase el Matadero.
Las condiciones de trabajo en aquel matadero durante años fueron según la versión de quienes trabajaron en el inhumanas, las canales, una vez muerta las reses, habia que pasarlas a una sala fresquera, que estaba en un estrecho pasillo, no tenia mas de 2 metros de altura, se tenian que agachar para poder sacar aquellas canales, cuyos pesos eran de mas de 200 kilos.En el matadero de Alango se sacrificaban reses muy grandes.
Cuando
cerraron aquel matadero todos estaban apenados, eran muchos años en
aquel lugar, con vivencias agradables y tristes, pero Venacio con su
filosofia de baserritarra ingenioso, les decia “..que vamos a
estar mejor, que aquí, que vienes los lunes a las 8 de la mañana,
como una paloma, y para las 12 del medio día estamos como los
txipirones, manchados de sangre, y de porqueria...”, no le
faltaba razon, su nuevo destino, el Ayuntamiento, le ofrecia un
trabajo mas saludable y limpio.
Los
trabajadores del Matadero de Alango fueron recolocados en los
distintos departamentos del Ayuntamiento. El derribó del Antiguo
Matadero de Algorta se habia acordado en un pleno de 1.976, pero
permaneció aun un tiempo en pie, sus instalaciones se convertirian
en el Polideportivo de Alango, finalmente en Octubre de 2.008 su
vieja estructura paso a la historia, cuando las excavadoras
terminaron de derribar lo que fue aquel minipolideportivo, a ello
concurrieron las quejas vecinales por su deterioro, la escasez de
equipamientos, y es mas que probable que el ansia especulativa de la
zona tuviera mucho que ver.
En
el Matadero de Alango trabajaron muchas personas, la mayor parte de
ellas ya han desaparecido, asi que sirva esta pequeña pincelada de
historia oral, para hacernos una idea de como fue aquella actividad,
tan ligada a nuestro pueblo.
Me llama la atención que todos los mataderos que conozco (algunos derruídos hace muchos años ya) son muy parecidos. Y me pregunto: había algún proyecto modelo que luego se repetía en cada municipio??
ResponderEliminarUn saludo y enhorabuena por el blog!!!
Me llamo Alexander. Hijo de Juan Santos( Juanillo o Santitos ) del puerto viejo. Yo no he vivido en el puerto viejo, he vivido en Maria Cristina (Algorta) cerca del Gurugu. yo recuerdo de chaval, a la salida de la escuela de San Ignacio, acercarnos al matadero de Alangos, para ayudar a subir el ganado por medio de poleas. Que pena me dio cuando derrumbaron otro símbolo de nuestra infancia.
ResponderEliminarSaludos cordiales. Enhorabuena por el Blog.
Si hay algo en lo que pueda ayudarte, no dudes en contactarme.
santitos_666@yahoo.es
Karla:
ResponderEliminarHe leído con agrado los comentarios de Venancio Aurrecochea y de Luis Mari Olamendi, dos leiostarras como yo sobre los que voy a hacer un par de comentarios jocosos:
A Venancio al cerrar el matadero lo re colocaron de ordenanza en el Dto de Urbanismo. Un día que tuve que ir a tramitar un permiso de obra y verlo sentado sentado leyendo el periódico y sin saber nada de su cambio de trabajo, después de saludarle le indague con toda mi inocencia
¿Hombre Venancio que haces aquí?
Aqui me tienen de traidor me dijo sonriendo.
¿Como de traidor?, insistí sin entender la doblez de su respuesta.
Si hombre Venancio traeme esto o traeme lo otro.
Esa fue la forma de decirme que lo habían re colocado de bedel.
Hay otra anécdota de Venancio que me la contó un ex-alcalde.
Ese día vino a la alcaldía un alto cargo de la Dipu y los dos hombres después de debatido el tema el alcalde le propuso, para que veas lo que pretendemos hacer, lo mejor es que vayamos a verlo ¿vale?
Sin mas los mandatarios bajaron al parking trasero del Ayto. y cuando se dirigían al coche del primer edil, dio la casualidad que al lado de su Opel Vectra, estuviera aparcado un lujoso y flamante Mercedes.
El alto cargo de la Diput. con toda la naturalidad, se dirigió al que creyó que seria del alcalde y el le corrigió, ¡no el mío es este le dijo abriendo el vectra!
Este es un empleado de urbanismo le aclaro, ¡joder que nivel no!, este es un Ayto. de ricos.