Los
dislates identitarios y otros de los invasores de 1937, aquellas
gentes enfermas de prepotencia, de ideologia fascista, incapaces de
respetar mas que su altaneria, trajeron al Municipio, normas y
acuerdos que hoy sonrojarian a los mas tibios.
Asi
el 13 de Agosto de 1937 “II-Año
triunfal”, en vesión de aquellas enfermizas mentes,
acordaron “la adquisición con destino al salon de plenos del
Ayuntamiento de un busto de bronce a tamaño natural del
generalisimo”. El precio de aquel busto 350 Pts. da una idea de que
la efigie del individuo valia tanto como su persona, probablemente
hoy se encuentre en el despacho de alguno de sus herederos, o lo mas
seguro, alojado en el cubo de la basura de la historia.
Otra
de sus obsesiones identitarias fue la de cambiar los nombres de las
plazas y calles, asi a la de Sabino
Arana la denominaron “generalisimo
Franco”, a la Avenida
de Algorta por la de “Avenida
del ejercito”, a la Plaza
y travesia de Florentino Larrondo por “Plaza
y travesia de Maria Cristina”, a la calle
Errementariena por
“Rementariena”
y seguian diciendo en el pleno del 28 de Junio de 1937, “sin
prejuicio de dedicar otras calles de nueva creación a otros
gloriosos paladines del movimiento nacional”.
Como
no podia ser de otra manera sus enfermizas mentes disponian sobre la
moral y las “buenas costumbres”, asi el 14 de Julio de 1937,
cargaban contra la forma de tomar los baños de mar, estableciendo
todo un poema de normas:
Las
mujeres, sujeto especial de sus transtornadas mentes, debian de
llevar “traje de baño
completo que cubriera espalda, pecho y costados, ademas de tener
sobre falda hasta la rodilla”, no podia consentirse
que nada quedara expuesto a sus libidinosas miradas.
Los
hombres, tampoco escapaban a sus obsesiones sexuales, asi la norma
para ellos establecia que sus traje de baño debia de tener las
siguientes caracteristicas “que
cubra espalda, pecho y costado, con pantalon amplio de deporte”,
por lo que se puede deducir que no quedaba ningun rescoldo fisico,
salvo los tobillos, que pudiera causar escandalo aquel beatifico
publico.
Pero
no contentos con esto, la moral de aquellas gentes aconsejaba y asi
lo establecia, que los posibles bañistas debian de ir hasta la
orilla del mar “cubiertos
por una sabana” a fin de no exponer sus lujuriosos
cuerpos a la febriles de miradas de las personas del otro sexo o del mismo, que en todo pensaban. Ni
que decir que para cambiarse o quitarse sus complejos atuendos,
deberian de hacerlo en sus respectivas casetas de baño.
Parece
que se escusaba de estas normas a los niños hasta los cinco años,
no constando con claridad, cual era el objeto de que sus cuerpos
quedaran expuestos a las mismas miradas enfermizas, en esa temprana edad.
Asi
seguian una serie de prohibiciones para los usuarios, que debieron de
haber causado la alarma de los psiquiatras de turno, para analizar
que podia suceder en aquellos escasos y enfermos “cerebros”.
Establecian
multas que iban desde las 5 a las 50 pesetas para todos aquellos que
no respetaran aquellas normas de “moral y buenas costumbres”. Asi
como en otras ocasiones en el lateral izquierdo, cosa rara en tales
especimenes, por las connotaciones politicas, aparecian los nombres
de los que dirigian con mano casi militar la corporación, parece que
esta acta no debio de inspirarles buenas sensaciones para la
posteridad, puesto que quedaba huerfana de autores, salvo unas
ilegibles firmas al final de la misma.
El
15 de Septiembre de 1937, se establecia que para poder optar a la
plaza de Jefe de la Guardia Municipal, como requisito indispensable
“haber sido Oficial o
Sargento del Ejercito o bien Guardia Civil ademas de mostar su
afección al Movimiento Nacional”. Con dicha fecha
tambien se establecia las pertinentes consultas a fin de estar
presentes en “los actos patrioticos y de carácter militar
organizados con motivo de la jura de los Alfereces de Infanteria”.
Asi
seguian una serie de nuevos desmanes de cara a la adjudicación de
plazas de auxiliar de limpieza y venta de periodicos para los que se
pedia., preceptivamente, informes de las denomidadas “Delegaciones
de las F.E.T. Y de las J.O.N.S.”.
Como
da para mas elementos ilustrativos de lo que aquellas mentes
retorcidas eran capaces de idear y de trasladar a normas, seguire con
estas perlas de la ideologia Nacional Socialista de la época, que
muchas de ellas, y no es tan extraño, hoy siguen aflorando por estos
lares.
Es graciosos es que la gran parte de esos invasores no venian de otro planeta ni otra dimension sino que eran del mismo pueblo de toda la vida, cosa que parece ignorar el ilustre cronista.
ResponderEliminarY pertenecian a esas clases acomododas que imponen, desde "Madrid" (lo que significa, no los habitantes), a los demas, esa cosa rancia y casposa a la que llamaban "una grande y libre".
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