viernes, 27 de julio de 2012

CUANDO EL CINE ERA UN ACTO SOCIAL EN EL BARRIO


Uno de los antiguos cines de nuestro barrio, ya casi olvidado, pero que tan buenos ratos nos hicizo pasar, lugar de encuentro de amigos y futuras novias, antecesor de la TV, que nos aislo de aquellos ambientes festivos y socializantes, que suponia el ver la gran pantalla con gentes conocidas, amigas, que casi nos igualaba socialmente, digo casi porque no todos podian acceder a la “butaca de patio” o a los “palcos”, para la gente humilde estaba el “gallinero” tambien llamado “general”.

Uno de ellos, el de Romo nació como Cine Arenal, estaba situado el al calle Santa Eugenia, un cine de dos plantas, a su entrada estaba un pequeño quiosco, que vendia chucherias, tebeos, ciagarrilos sueltos; junto a el solia colocarse una señora mayor de Lamiako con una pequeña mesa sobre la que disponia chufas, caramelos, pan de higo, pepitas y otras delicias para acompañar la pelicula que enseguida iba a comenzar.


En la preentrada, a su izquierda, estaban las taquillas, en el frente la entrada principal, a su derecha los carteles de anuncio de los proximos estrenos, en la puerta principal, casi siempre, para controlar las entradas estaba el bueno de Ramon, un hombre pequeñito y muy agardable en el trato, dentro de el hall, solia estar el encargado del cine Carrillo, gran aficionado al golf, que en sus ratos libres, en las fiestas, solia montar junto a su anciana madre, una atracción de tiro con chimberas (carabinas de aire comprimido), antes de acceder al patio de butacas, en la planta baja, estaban a ambos lados los baños, el patio de butacas, lugar como decia antes reservado para las gentes de mejor posición social y figurantes, daba a una salida al patio de las casas de la Prolongación Amaya; en el primer piso estaban los servicios y la sala de proyección, lugar reservado a la persona, que solia ser fruto de las iras de todos los espectadores, cuando se producia un corte, el proyectista, a traves de dos entradas con una ligera pendiente se accedia al palco, era como un balconcillo alargado que cubria todo el ancho de la sala y tras el estaba la general, sus butacas de madera no eran tan comodas como las mullidas de las de “butaca de patio”, como acomodadores estaban Pedro y Fuentes, dos simpaticos personajes, que a veces tenian que poner disciplina con los mozalbetes envalentonados por el ritmo de la pelicula. 
 

Este pequeño cine de barrio paso a llamarse “Bikain”, años mas tarde, y se reinauguro el Viernes 31 de Enero de 1975 con la pelicula “FrenchConnection”.

Ese día en Japon un tanque gigantesco de la compañía petrolífera Mitsubishi Oil sufrió una pérdida de líquido en la factoría de Kurahiki, calculado en ciento noventa mil barriles, la mayor parte de aquellos barriles de crudo fueron a parar al mar. De la misma forma, como una catastrofe preconcebida, los cines fueron decayendo, poco a poco.

Aunque todavia en el año 1987, en este local, junto con el del Gran Cinema de Algorta, se llevaron a cabo las V Jornadas de Teatro Escolar de Getxo, en las que participaron los colegios públicos e ikastolas de la localidad, concurriendo 20 obras de las que siete estaban realizadas en euskera. Los temas que se trataban en estas obras iban desde el mundo de la ciencia ficción a aspectos de la vida real un tanto ridiculizados, como los pases de moda y las oficinas de objetos perdidos, incluidos hechos del mundo natural con un toque de fantasía.

Uno de los monitores, explicó que “en estas obras se ha trabajo un máximo de tres meses, porque si no, los chavales se aburren. Para ellos, el teatro es una forma de expresión en la que toma parte el lenguaje en cuanto a vocalización, la plástica y la música entre otros elementos y nuestra intención es que todo esto lo vivan como un juego divertido”.


Mas cerca en Areeta (Las Arenas), estaba otro cine tambien desaparecido, el Barria, en la esquina de las calles Amistad y Barria, el acceso al mismo se realizaba por ambas calles, por la primera se accedia a las localidades de “General” y “Palco” y por la segunda al “Patio de butacas”, en la inauguración de este cine se proyecto la pelicula “El Alamo”. Ante el avance de los nuevos medios de comunicación Tv, video y ordenador, estas salas de ocio fueron decayendo hasta casi desaparecer, pertenecian a un tiempo ya pasado de relaciones personales colectivas, donde las gentes se divertian junto a sus vecinos y casi podian tocarse.



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