En
la anterior entrada, realizamos una visita virtual por el núcleo de
Areeta-Las
Arenas, en el que vimos
sus calles, el tranvía a su paso por las mismas, sus edificios, la
vieja estación de ferrocarril. Las casetas de recaudación del
“Fielato”, a veces en una visión casi aérea del barrio.
En
esta pequeña entrada haré una corta introducción al Barrio
de Santa Ana,
barrio que perteneciendo al de Areeta, siempre se caracterizó por su
misteriosa lejanía de esta última urbe. Barrio con calles
perimetrales perfectamente definidas, ricas en arbolado, de grandes
mansiones, urbanizada con una idea de villa
ajardinada, que se aplicó tanto a la zona de Santa Ana como a la de
la ria.
Zona
que en su día, ante un Bilbao estrecho e incomodo para vivir, la
burguesia bilbaina impulsó con la creación del ensanche de Las
Arenas, Santa Ana y la zona de Ereaga (1864-1876). Área
residencial
concebida, ante todo, como una ciudad de veraneo, que al igual que
las anteriormente citadas, se diseñaron como
núcleos
urbanos de servicios de tiempo libre, para la nueva élite burguesa
que disponía de ocio.
En
el se asentaron grandes mansiones, hoy prácticamente desaparecidas.
La casa de Maximo Aguirre, la de su yerno
Eduardo Coste Vildósola y la ermita de Santa Ana fueron las primeras
construcciones levantadas en 1864. Que en su diseño callejero
contaba con dos arterias, las calles Andrés Larrazabal y Santa Ana,
que comunicaban perfectamente la ermita con su Balneario.
Aunque ese diseño del
barrio iría perdiendo los estándares
de calidad urbanística iniciales, fenómeno que empezó a notarse
entorno a las calles del entorno de la estación de ferrocarril,
Ibaigane y Amaya. Ahora después de una pequeña introducción
histórica, pasaremos a ver algunas fotografías de dicho barrio.
SANTA
ANA
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En
la próxima entrada nos adentraremos en el barrio que representó mas
claramente un componente obrero, Romo. A el se trasladaron los
trabajadores que vinieron para la construcción del ferrocarril, el
Puente de Bizkaia y los servicios urbanos del barrio de Areeta.
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