viernes, 31 de mayo de 2013

LEYENDO PERIODICOS - II -


Siguiendo con la entrada anterior, derivada de la lectura de los viejos periodicos del Siglo XIX, hoy traigo a estas paginas algunos de aquellos sucesos que produciendose en Getxo, llenaron las paginas de los periodicos de otros punto del estado.

En el periódico de Madrid, del martes 12 de Setiembre de 1854, “La España”, aparecian las siguientes noticias:

...la funesta enfermedad de la vid ha causado tales estragos, que todos cuentan por perdida la cosecha de este año.

En varios puntos de aquel señorío ha habido últimamente fuertes tempestades y copiosas lluvias, las que afortunadamente no han causado daño alguno.

Las personas que fueron a aquellos pueblos, a pasar la estación calurosa, van regresando, unas curadas o mejoradas de sus achaques y padecimientos, otras en el mismo estado en que se hallaban en un principio, pero todas contentas de haberse encontrado en puntos en que, durante los últimos sucesos, ha habido tranquilidad y orden.

En la anteiglesia de Algorta, varios vecinos acaban de abrir una suscricion con el objeto de recaudar las cantidades necesarias para la construcción dé una iglesia de nueva planta que supla a la antigua ermita de San Nicolás de Barí, ruinosa e incapaz ya para contener el vecindario de aquella feligresia, aumentado considerablemente durante estos últimos años. Este proyecto al parecer lleva trazas de realizarse, pues en él se hallan interesadas personas piadosas que donarán algunas sumas de importancia para la construcción del necesario templo.

El estado sanitario de toda Vizcaya es muy favorable...”.


En el mismo diario el Martes 18 de Septiembre de 1855 aparecian las siguientes y preocupantes noticias relacionadas con la epidemia de colera que asolaba Bizkaia en aquellas fechas:

...En Bilbao sigue el implacable cólera sin alteración notable. De diez a veinte son las víctimas que inmola diariamente. Las anteiglesias que circuyen a la capital mejoran de situación, á pesar de que en el linde de la de Abando con Baracaldo se han observado algunos casos funestos. En esta última anteiglesia no ha habido grande declinación, pero en Sestao casi había desaparecido por completo.

En Porlugalete y en Santurce se han presentado estos dias varios casos, entre los que se cuentan un pequeño número de fulminantes, con especialidad en la primera de estas poblaciones.

En las demás de las Encartaciones sigue su curso el mal, creciendo el número de invadidos en algunos, y declinando en otros, sin que los estragos sean de gran importancia.

No sucede así en las que se estienden a la orilla derecha de la desembocadura del Nervión y sus agregados, en las cuales parece que el mal se ha fijado y se complace en destruir la lozana generación de sus habitantes.

Algorta, el barrio mas ventilado y que reune muy buenas condiciones higiénicas, ve diezmada su población. Allí y en sus cercanos pueblos de Guecho.

Barrica, Sopelana,Urduliz y otros, han perecido los hombres de la ciencia, boticarios y gentes muy bien acomodadas. Pero sobretodo, en donde el mal se presenta con mas ira, es en la villa de Plencia , la cual ha sido ya diezmada sin piedad, y según nuestras noticias, será la que mas ha padecido hasta ahora dentro del señorío. Allí, estacionado el azote, lleva al sepulcro mas de diez víctimas cada día. Las gentes aterradas con tanta crueldad huyen despavoridas de sus lares, porque, infectados venenosamente, hallan en ellos una muerte segura é inevitable.

Bermeo y Lequeitío siguen bien, asi como han mejorado de situación Mundaca, Pedernales y Busturia, pueblos los tres espantosamente castigados. Cuéntase del segundo que se ha quedado sin ayuntamiento, pues varios miembros que lo componian han sucumbido al mal...”.

Parece que aquella épidemia causo autenticos estragos entre la población, de los datos y noticias que anteceden, se podia aseverar, que la enfermedad reinaba en casi todos los pueblos de Bizkaia; que en algunos se ceba con intensidad, al paso que en otros apenas deja marcada su huella.


Los periodistas de la época hacian sus disquisiciones acerca de aquella plaga:

...El cólera en 1834 apareció en Vizcaya, y apenas invadió ninguna villa de importancia, salvándose casi todos los demás pueblos de su mortífero hábito, excepto Bilbao que sufrió rápida y horrorosamente.

Había dentro dal territorio dos ejércitos beligerantes que sostenían una cruda pero encarnizada lucha, ejércitos que se trasladaban de un punto a otro por dias, por horas y por momentos.

En el carlista apenas se dejó sentir la peste, y cuenta que sus condiciones sanitarias eran las mas a propósito para que se desarrollase, el liberal sufrió mas, a pesar de su mejor estado.

Los pueblos, agobiados por las incursiones militares, no contaban con recursos para oponerse a la epidemia, ni siquiera pensaron en ella, y sin embargo se salvaron de la infección.

Hoy, sus condiciones higiénicas son en extremo mas ventajosas que las de aquel tiempo; casi todos poseen facultativos, farmacias, hospitales, etc. ¿En qué, pues, consiste que el mal no echó raices en 1834, y 21 años mas tarde cubre de luto nuestros pueblos? ¿Dependera esto por ventura, de la falta de comunicación en aquella época, en la que varios pueblos no tenian el mas exiguo roce, y en que hoy son más frecuentes y espeditos los conductos.

Cuestión es esta que sometemos al examen de los hombres que se creen doctos en la materia...”.


Mientras tanto, y en el mismo diario, “La España”, aparecian tragicas noticias relacionadas con los naufragios en nuestras costas, asi el Sábado 7 de junio de 1856, nos encontrabamos con el siguiente suceso:

...En uno de nuestros últimos números anunciamos el varamiento del bergantín goleta “Nikolas” que, procedente de Noruega, navegaba hacia Bilbao, ocurrido al N. E. de la mojijonera, en la playa de Guecho.

En efecto, y según como entonces dijimos, el desastre sobrevino entre 10 y 11 de la noche del viernes de la pasada semana, pero su causa fué otra que la anunciada.

Iba el buque con su práctico a bordo, cuando al embestir la barra, como creyera que las luces que usa el piloto mayor para entrar los buques de noche, fuesen dos que en la dirección de la barra veía, siguió aquel derrotero y pronto observó que padecía un engaño, en efecto, el buque tocó en un banco, y sin guia , fué a embarrancar en el lugar que mas arriba mencionamos.

Las luces que engañaron al práctico fueron de una goleta francesa que poco antes habia fondeado en la bocana del puerto, y otra la de una casa de Porlugalete, que combinadas ambas, formaban parecida perspectiva a las usadas por el piloto mayor de la barra.

Una vez enbarrancado el buque y amanecido, trató de dársele auxilio y sacarle de la embarazosa posición en que se hallaba, y para conseguirlo se usaron lanchas y cables, pero inútilmente, hasta que el remolcador “Bilbao” acudió al lugar del siniestro, aunque parece que en su primera tentativa nada pudo conseguirse por haber formado ya lecho el bergantín goleta varado.

Acometió de nuevo la empresa en la marea de la tarde, y a las doce y media de la del mártes fué salvado el “Nikolas”, y conducido al fondeadero de Olaveaga, pero no sin haber sufrido algunas averias, roto el timón y haciendo agua.

En este estado, pues, y alijado se halla en aquel punto, sufriendo las reparaciones del momento y las que se le han de aplicar incesantemente.

Tan feliz resultado es debido al Recolcador, sin cuyo poderoso auxilio, el “Nikolas” probablemente hubiera quedado hecho pedazos en las funestas playas de Algorta, testigo de tantos naufragios...”.


Afortunadamente este naufragio no costo vidas humanas, como en otros caso anteriores venia sucediendo.

En la proxima entrada continuaré, con los sucesos, que derivados de la lectura de la prensa del Siglo XIX, narraban acontecimientos relacionados con el Municipio de Getxo.

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