La
noche de San Juan se celebra la víspera del día de San Juan, el 23
de junio. Es la noche más corta del año en el hemisferio norte y
simboliza el triunfo de la luz frente a la oscuridad. La noche de San
Juan nos anuncia que la duración de los días se comenzará a
acortar, aunque al mismo tiempo se trate del día más largo del año,
el que más horas de luz tiene.
Antes
de que se comenzara a celebrar la noche de San Juan como tal, muchas
civilizaciones del mundo ya celebraban este día o esta época. Se
decía que la noche de San Juan se paraba el sol.
Diferentes
culturas del mundo se dieron cuanta fácilmente de este hecho y,
siempre ha sido un día de fiesta de mucha importancia. Aquí también
los ritos estaban relacionados con el fuego y, mediante ellos, se
quería ayudar al sol a renovar su energia. Esos ritos se conservan
en las fiestas de San Juan de Sudamérica y Europa.
En
el hemisferio sur, los incas celebran el año nuevo solar el 24 de
junio durante el solsticio de invierno. El Inti Raymi o Fiesta del
Sol, fue la fiesta más importante en tiempo de los Incas.
En
muchos lugares de Euskal Herria se ha celebrado el solsticio de
verano con un akelarre, este akelarre no se hacía cada año el mismo
día, se celebraba la noche de luna llena más cercana a la noche de
solsticio. En el akelarre se adoraba a Mari, la principal diosa de la
mitología vasca. Los habitantes del pueblo se reunían en alguna
cueva de los alrededores y la mujer más anciana era la que dirigía
la celebración, ya que ellas llevaban a cabo el papel que hoy en día
cumplen los curas del cristianismo. Se consideraba que dichas mujeres
tenían dones especiales hacia seres todopoderosos que no pertenecen
a este mundo. El akelarre y el fuego, se utilizaban al mismo tiempo
para ahuyentar los malos espíritus, pero fundamentalmente, se
trataba de una celebración.
El
primitivo sentido de la fiesta, más allá de la simple diversión,
radicaría en la ejecución de una serie de ritos relacionados con el
tiempo, la caza o las deidades a las que se honraba como defensoras
de las cosechan, las familias y la prosperidad de las comunidades. La
fiesta es una perfecta expresión de una concepción cíclica de la
existencia. El Universo parece describir un perfecto círculo vital:
el movimiento de la tierra alrededor del sol, las estaciones del año,
las fases de la luna.
La
cultura cristiana logró implantarse adoptando las tradiciones
paganas, lo que llamamos sincretismo, y creó sus propias
festividades en coincidencia con el calendario solsticial, asi en el
solsticio del verano que tenían lugar las mayores celebraciones
regeneradoras, allí se ubicó la fiesta de San Juan.
Se creía
que al amanecer del día de San Juan las aguas de infinidad de
fuentes, regatas y riachuelos estaban dotadas por unos momentos de
poderes especiales que con el cristianismo de dirían
"bendecidas", para curar enfermedades cutáneas y proteger
a personas, animales o incluso bienes materiales rociados con ellas,
por lo que se guardaban en las casas como un bien preciado.
La misma
noche, en muchos lugares, se plantaban en las entradas de las casas,
puertas y ventanas, ramas de árboles, generalmente de espino albar,
que se consideraba muy benéfico.
Otro
ritual de la nube del solsticio de verano en muchos pueblos de
nuestra Euskal Herria consistía en quemar las ramas de San Juan del
año anterior o ramas de laurel bendito, y con los tizones aún
encendidos recorrer las tierras propias, con sumo cuidado de que no
ardiera la mies, a fin de salvaguardar y favorecer el desarrollo de
las cosechas.
En el
que en nuestros días el motivo central de la fiesta es el fuego.
Parece razonable que la preponderancia del fuego en esa noche pueda
tener una explicación muy simple, reunir a la comunidad para
estos ritos, se encendía un fuego con que iluminarse y cantar
alrededor, divertirse saltando, etc. y aprovechar para desacerse de
loas elemntos mas voluminosas, viejos, de la cas (armarios, mesas,
etc.), de aquí derivaría la costumbre de encender hogueras en esta
fecha.
Entre
nosotros los mayores recuerdan que la mañana de San Juan solían ir
temprano al monte ver bailar al sol. El rocío de la mañana de San
Juan tenía propiedades especiales (curativas, purificadoras...).
Hay
fuentes en las que el agua de la mañana de San Juan es "especial",
una señora mayor de Algorta cuenta que de niña su madre solía
llevarla junto a sus hermanos a bañarse al mar, a primerísima hora
de la mañana. Los baserritarras encendían fuego y con antorchas
recorrían los límites de sus heredades para proteger la cosecha (de
plagas y cualquier otro mal).
Saltar
sobre el fuego purificaba y protegía de enfermedades. En los
dinteles de las casas de colocaba un ramo (aun perdura esta tradición
en muchos de nuestros caseríos) compuesto por una rama de fresno (de
espino blanco en otras zonas) y diversas especies silvestres y
cultivadas.
La
fiestas de San Juan se celebraban por todos los barrios del
municipio, las mas famosas de Getxo eran las de Alango (Algorta), se
celebraba despues de la Sanjuanada una verbena muy concurrida, las de
Sarri y Malakate (Getxo), esta ultima ante la desaparición del la
campa junto a las vias ha quedado en la sardinada y txokolatada que
la Sociedad Itxas Argia ofrece a todos los vecinos, Arrune en la
campa que esta encima de Arrigunaga, la subida al Castillo junto a
Arrigunaga, el Puerto Viejo, el barrio de la Humedad (Villamonte),
en las “campas del Conde de Aresti” en Neguri Langile, las
de Romo en los Arenales de la Prolongación Amaya, las del Puente
Bizkaia las capas que estaban a su izquierda, Santa Ana. Años mas
tarde con la perdida de los terrenos rurales y campas, han pasado en
algunos casos a celebrase simbolicamente Plaza de San Nikolas, en
todas ellas era costumbre hacer una txokolatada, en cada zona,
dependiendo de si la misma era de influencia euskaldun o castellana
las canciones variaban en Romo habia una canción en erdera, que
decia algo asi como “por
San Juan se come pan y leche, por San Juan se come leche y pan...”,
en otras zonas se cantaba “San
Juan ate Portalean ta larunbat arratsaldian hamalau atso tronpeta
jotzen motroilo baten gainian. Urra,urra,urra San Juanetan!...”.
Tambien
habia dichos que se pronunciaban al saltar las hogueras, asi en
Valcarlos se decía al saltar la hoguera "Sarna
fuera / los malos fuera / los buenos dentro..”, de
San Juan y perteneciente al folclore de Urdiain tenemos “Goazen
San Juanera arratsean etorriko gerala biar goizean....”.
En
muchos lugares de Euskal Herria, en medio de los variados y
multicolores rituales y celebraciones de la fiesta del solsticio de
verano, emerge la mítica figura de San Juan a quien se le invocaba
cantando: “San Juan
bagilla, denbora ederra. Gariak ta artoak gorde. Lapurrik bez,
besterik bez. Badagoz be, erre. Gora San Juan, bier da San Juan”.
Tambien
en otros lugares se realizan celebraciones relacionadas con el
solsticio de verano, asi el 21 de Junio del 2004 más de 16000
personas se reunieron en Stonehengen para contemplar la inequívoca
relación entre las piedras del famoso monumento prehistórico y la
andadura por el firmamento del sol en el día que nos ilumina durante
más tiempo.
En
el cromlech de Mendiluce, que está situado en las campas de Legaire,
en la Sierra de Entzia, al Sur de Agurain, descubierto por Isidro S.
de Urturi y estudiado por el arqueólogo alavés José Ignacio Vegas,
el 21 de Junio, al atardecer a las 21 y 21 podemos comprobar un
curioso fenómeno, la sombra proyectada por la piedra más alta que
está situada al Oeste, llegará hasta tapar la piedra del Este,
marcando el solsticio de verano.
La
mitología ha atribuido a los cromlechs a distintos seres, como
gentiles, mairus, intxisus, lo más común ha sido creer que era cosa
de Maixus de ahí su nombre de Mairubaratz, que es como se les
conoce, “baratz” es huerto y según contaba el “aita”
Barandiarán, que antes de haber cementerios e iglesias, era en el
huerto al lado de la casa donde se enterraba antiguamente a los
muertos de la familia.
Los
vascos de la Diáspora tampoco se quedaron atrás y fueron varias las
Euskal Etxeas que encendieron su propia fogata en la que quemar los
malos recuerdos del pasado año y recibir con buen pie las sorpresas
que nos deparará el nuevo ciclo. La magia seguirá esta noche, con
celebraciones en México y Argentina.
Asi
la tradición de esta noche llena de creencias y magia, de fiesta y
desfase, se seguira celebrando a lo largo de los años, aunque la
falta de espacios obligue a realizarla de forma simbolica.
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