A
modo de conclusión de los tres artículos anteriores, sobre “Rita
la Bañera” y “Baños de Mar, La Moral-I- y -II”,
a continuación veremos la visión que de nuestro barrio ofrecía la
prensa madrileña:
En
el diario “El Imparcial” del sábado 9 de Julio de
1870, se recogía la inauguración de los “Baños de Mar Bilbainos”
en Las Arenas el día 1 de julio. Se elogiaba las instalaciones,
haciendo hincapié en la gran acogida que había tenido entre el
público usuario, quienes la comparaban con uno de los mejores
establecimientos de su tipo, incluso los del extranjero. Se decía
que estaba siendo amueblado con todo lujo y comodidad, y que se había
confiado su dirección al acreditado fondista suizo D. Andrés
Tuffli. Se alababan las cabinas, que habían sido traídas desde la
localidad belga de Ostende. Se decía que su corta distancia hasta
Bilbao era cubierta por por más de treinta ómnibus y por vapores,
que recorren por la ria la distancia en menos de una hora. Como
nota curiosa-deportiva se informaba que durante el verano se iban a
celebrar regatas frente al establecimiento de baños, así como
corridas de caballos y burros en la playa, también carreras de
velocípedos.
Entre
los gravados de la época, podemos disfrutar de uno de 1875 (ver
fotografía inferior), de la galería de “Baños de
Mar Bilbainos”. De ella decía el diario ilustrado “El
Globo”, en su edición del 23 de Julio de 1877: “...Un
desierto que antes era triste y arenoso, vése ahora convertido en un
sitio quizás el más alegre y bullicioso de España...”.
Describía aquel edificio de la siguiente manera: “...Consta de
tres cuerpos, tiene salas y gabinetes para centenares de personas,
una escogida biblioteca, salones de baile, espaciosos comedores y
salones de recreo. Los emigrantes veraniegos de Madrid y otras
poblaciones importantes, prefieren Las Arenas a otros puntos
balnerios, porque además de las magnificas condiciones del
establecimiento, se vive en el con baratura, comodidad y
confianza....”. Terminaba aquella descripción, no sin olvidar
los “...Bellos y magníficos jardines que lo rodean...”.
Poco
después, en 1879 en la revista ilustrada “La Ilustración
Española y Americana”, en su edición del 30 de Julio, en
su pagina 419 aparecía la siguiente descripción acerca de la Playa
de Las Arenas: “...La playa de Las Arenas disfruta de una
nombradía análoga a las de Etretat y Dieppe (Normandia), tan
concurridas por los bañistas de la vecina Francia en la estación
estival....”, la definía como una playa de una reputación
merecida: “...larga de 1600 metros, deliciosamente situada entre
una deliciosa vega y el pueblo de Algorta; bañada por las rizadas
olas del mar Cantábrico, cuyas fresca brisa contribuyen a hacer más
agradable un clima de suyo higiénico...”. De sus
comunicaciones con Bilbao decían que eran: “...cómodas y
fáciles...,...que se verifican por medio de un tranvía...”.
Respecto del Balneario decían: “...esta montado a semejanza de
los mejores de su clase en el extranjero, en el se pueden tomar baños
de ola o de impresión, templados y medicinales, así como duchas a
todas temperaturas...”, seguía aquella definición con algunos
elementos que hacían de ella una zona de gran atractivo turístico:
“...sigue luego el “Hotel Bilbaino”, provisto de suntuosos
comedores, elegante casino, salón de baile y amenos jardines,
divisándose en último termino algunos chalets particulares,
edificados en los últimos cuatro años...”. Y ofrecía un
bello gravado de aquella galería balnearia (ver fotografía
inferior).
De
esta Galería Balnearia de “Baños de Mar Bilbainos”,
en un anuncio insertado en el diario “El Liberal” del 5 de Agosto
de 1888, se decía: “...El establecimiento de Las Arenas se ha
abierto al público encargándose de la cocina un chef muy
cualificado. Cuenta con un servicio de baños fríos, calientes y
duchas más completo que el de San Juan de Luz o Biarritz...”.
Referían que ambos establecimientos contaban con medico; que en sus
cercanías había otras fondas, chalets y habitaciones para arrendar;
y que en Bilbao se preparaban grandes fiestas, una de ellas la
titulaban: “...La bendición del Nilo en el reinado de unos de
los faraones...”. Aconsejaban dirigirse a D. Andres Larrazabal
(Administrador de aquel establecimiento).
El
31 de Agosto de 1890 en la revista ilustrada “La Última
Moda” en una carta al director, una veraneante transmitía
la siguiente impresión de la playa de Las Arenas: “...la playa
de Las Arenas, una playa alegre, encantadora, y que tiene un carácter
delicioso, es la playa de los niños. En pocas he visto tantos
corriendo por la arenas como aquí. Aquí no hay lujo si no una vida
familiar que encanta...,...si se desea bullicio y animación
no hay más que meterse en el tranvía o ferrocarril (dos para
escoger, uno en Las Arenas y otro en Portugalete) y marchar a
Bilbao, donde nunca faltan fiestas...”.
El
lunes 17 de Agosto de 1891 en el diario madrileño “La
Correspondencia de España” aparecía la noticia de la
subasta de las instalaciones del establecimientos de “Baños
de Mar Bilbainos”, la cual se iba a celebrar el próximo
día 10 de Septiembre, en la notaría bilbaina de D. Blas de Onzoño,
por la cantidad de 350.000 pesetas, pagaderas al contado o en
anualidades, con un recargo del 5%, con la condición de que el pago
al contado mínimo fuera de 125.000 pesetas. Aquella finca disponía
de un área de 102.589 pies cuadrados, aquella edificación costó en
su día 160.000 duros. Sus instalaciones hoteleras contaban con
grandes comedores y salones, 138 dormitorios con 257 camas.
Anunciaban que si antes del 10 de Septiembre algún interesado por
adquirir el establecimiento llegaba a acuerdos con su propietario D.
Eduardo Aguirre la subasta sería parada.
Alguna
de nuestras playas también fue utilizada como “Colonia
Escolar”, durante los veranos. En la “Revista
Católica” de Septiembre de 1911, se recogía la siguiente
información respecto a las mismas: “...Bilbao envía colonias
de niños a Lekeitio, Algorta, Busturia, Bermeo, Gorliz...,...de
20 a 50 niños suelen formar esto grupos, que viven un mes en cada
sitio; y según sean, báñanse en el mar, óreanse en el monte, o se
curan en la clínica...”. Respecto nuestra playa decían:
“...Cada 9 días, van 100 niños y 100 niñas a la Playa de
Ereaga, a tomar baños de mar. Salen por la mañana con sus maestros,
se bañan y visten sobre la playa, se les reparte el desayuno, y
corretean cuanto quieren, y al medio día retornan a sus casas. De
este modo, han recibido tan útil auxilio higiénico, mil niños y
mil niñas, en el presente año...,...a fin de asegurarse el
resultado efectivo del veraneo, dos días antes de marcharse tállanse
y pésanse en el ayuntamiento, operación que se repite al día
siguiente de regresar...,...el resultado medio ha sido de tres
kilos por niño y mes...”. A modo de chanza hablaban de que:
“...algún maestro ganó cuatro kilos y medio...” !!Tal
era la bondad del sol y mar de Erega!!.
En
1914 en la revista “Vida Marítima” quien se
deshacía en elogios hacia el “Balneario de Igeretxe”,
insertando una fotografía de aquellas instalaciones. Recogiendo los
elogios de los veraneantes usuarios: “...Los agüistas y
veraneantes encomiendan a la sociedad explotadora de dicho balneario,
por el acierto que han tenido en llevar acabo el proyecto...”.
Hacían hincapié en que ademas de estar realizado con arreglo a las
técnicas más modernas, estaba realizado en hormigón.
En 1916
el diario “La Acción”, en su edición del 9 de
Noviembre, se refería respecto a otra de nuestras playas, la de
Ereaga: “...Rico es todo el litoral cantábrico en hermosa
playas de incomparable belleza, y difícil, por tanto, señalar una
cualquiera como superior a las demás...,...la Playa de
Algorta llamada de “Ereaga”, es amplia, de suave pendiente,
rodeada de bellos paisajes. Cuenta con un magnifico y cómodo
balneario para baños calientes, y con una gran facilidad para sus
comunicaciones. De cuarto en cuarto de hora salen tranvías para
Bilbao...” , Recordaba también, como otro de los atractivos de
la zona que: “...desde ellos se disfruta una visión de
hermosos panoramas, marchando por la orilla del río Nervión...”.
Completaba la información diciendo que eran numerosas las familias,
que de otros puntos del estado, acudían deseando pasar sus días de
estío, en una playa de aguas tan tranquilas y placidas. En la
fotografía que ofrecían en su encabezamiento, definían la playa de
Ereaga como: “...una de las
más pintorescas y tranquilas del norte...,...y quizá
como la mejor de todo Vizcaya...”.
Muchas
otras revistas y diarios dedicaron paginas a nuestras playas, pero
sirvan estos tres flashes, para intuir la belleza de nuestras playas
en aquellos tiempos.
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