martes, 29 de julio de 2014

2014 FIESTAS DE SAN IGNAZIO


Desde aquel lejano 1882 en que el presupuesto de las Fiestas de Getxo no ascendieron más que a 7498,50 pts., pesetas con las que la celebración del día de San Ignazio se limitaba, igual que en las del resto del los barrios, a correr un becerro embolado en la playa de Ereaga, a la exhibición pirotécnica, en este caso del bilbaino Julio Barrena, en la que se volaron fuegos aéreos y Persas y a la romería en la plaza del mismo nombre, junto a algunos juegos de época (Samaritana y Andarines ensacados), juego este último que se veía en los festejos de los años 50. El programa ha ido variando, celebrándose cada vez, mas originales, vistosos e imaginativos actos festivos, en algunos años con gran participación popular. 

 
 
En las fiestas llegaron a implicarse, no solo concejales, si no como en las de principios del Siglo XX (1913), entidades tan solventes como la Compañía de Ferrocarriles de Bilbao a Plentzia, el Tranvía eléctrico y Puente de Bizkaia, así como el Club Marítimo y el Casino Algorteño. Incluyéndose en aquellos años actuaciones de la Banda de Música Municipal. 

 
Pero no será hasta 1907 que se tenga constancia de un programa impreso de fiestas, en el cual aparece como novedad la proyección cinematográfica de “Olimpia”. También se celebraron las carreras de dobles y la cuchara equilibrista. Años más tarde, en 1925, aparcería en un Programa de Fiestas impreso, lo que sería un icono festivo en los siguientes años, “las carreras ciclistas”. Aunque el primero que hacía referencia al “III-Circuito de Getxo” lo hacía en 1926. Fiestas en las que también tuvo su participación aquel viejo, aunque añorado Hotel Eguia. Celebrándose en 1929 los tradicionales partidos de pelota en el frontón de la Casa Consistorial (Plaza de San Nikolas). En el verano de 1927 aparecía recogida, por primera vez, la “Gran Tamborrada” que recorrería las calles de Algorta desde cuatro caminos hasta Txomintxu, en la que tomaron parte más de veinte tamborileros y la Banda de Música. 
 
En 1930 los espectáculos correrían a cargo de la compañía de “Nelo Chigler”, se desarrollaron en la campa de Martikoena, en el barrio de Alango. Las funciones circenses tenían como platos fuertes ejercicios gimnásticos, saltos mortales y bailes internacionales, decía el promotor: “...todos ellos sumamente respetuosos con la moral...”. 

 
Fue en 1932 cuando se celebró un Gran Alarde de Txistularis, asistiendo músicos de toda la provincia, desde Zalla hasta Ondarroa, en el participaron más de 70 músicos, entre ellos los getxotarras (Victor Mendiola, Agustin Aurrecoechea, Juan, Placido y Pedro Achurra) . Las fiesta de San Ignazio se celebrarían en la entonces “Plaza de Florentino Larrondo”. 
 
En el verano del 1935, en un esplendido programa festivo, con gran profusión de fotografías de todos los barrios del municipio, aparecía nuevamente recogida la “Gran Tamborrada” que recorrería las calles de Algorta desde cuatro caminos hasta Txomintxu.


 
Después llegaría un gran silencio, teñido del rojo de la sangre, que aquel fatídico golpe de estado, dejaría en nuestro municipio. Pasarían años en los que los programas eran mas partes militares que actos festivos. En el que las accesiones al golpista se sucedían. En los que hasta las portadas de los programas servían para recordar, como si hiciera falta, quienes habían sido los “Triunfadores” de aquella sangría humana. 
 
Durante los años 50 las carreras del Circuito de Getxo y los toros en el Puerto Viejo de Algorta, serían los que absorberían el programa festivo. Regalándonos actividades como la celebrada en 1954 “Gran Copa de Falanges del Mar”. Las actuaciones de artistas, algunos relacionados con el régimen, con actuaciones “de gran raigambre” en nuestro suelo que venían a completar un panorama enraizado en lo que aquellos munícipes entendían como adoctrinamiento. En las que algún grupo de “danzas” perteneciente a la Falange como el “Beti Alai” daba una apariencia folclórica con algunos matices de la tierra. Todavía en 1959 seguía el “ron-ron” de la “liberación”. 

 
Se empezaban a realizar algunos actos novedosos como el concurso de castillos de arena que el mismo Torcuato Luca de Tena alababa en la publicación “Blanco y negro”. Y la primera travesía del Contra muelle de Arriluze, mientras se seguía celebrando aquella fiesta tan casposa, de curioso nombre “Día de la Raza”. Y en 1963 nos “deleitaban” en el Gran Cinema de Algorta con los “Ballet´s de Pilarín Muñoz”. Estrenándose en 1964 con el encierro celebrado en el Puerto Viejo de Algorta, encierro que años más tarde correría las calles del centro de Algorta. 
 
También vino a formar parte del programa de fiestas el “Desfile de Carrozas”, que recorría el paseo de Arriluze, para mayor gloria de las hijas de algún concejal. Aquel año de 1964 se celebró en Fadura un “Gran Festival Vasco”, en el que participaron el Grupo Dindirri, levantadores de peso (Jose Aretxabaleta de Algorta y Sabino Billalabeitia de Leioa), seguido de una competición de Aizkolaris que enfrentó a Txikito de Arriz y Zabaleta. 

 
A partir de las primeras elecciones municipales, tras la dictadura, en 1979, la participación ciudadana daría paso a las Comisiones de Fiestas populares. A partir de entonces llegarían los encierros de Trinitarios, las bajadas populares, concursos de comedores de carne, concursos gastronómicos, cine al aire libre, las regatas, los bertsolaris, el toro de fuego y tantos festejos en los que la juventud del barrio de Algorta, y otros vecinos del municipio se volcaron, llegando hasta las actuales “Fiestas de San Ignazio 2014”, que esperemos cuenten con más presupuesto que el año anterior. El resto estará hecho. Incluyo algunas fotos de los años 70 y del pasado 2013. 


 
!ONDO PASA!

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