Hay
lugares comunes que parece que cuando estás en ellos, te encuentras
en una línea neutra. Lo mismo que sucede geográficamente. De hecho,
así está establecido. Es como el mojón ficticio que divide a la
Ría en un eje longitudinal, que hace que la mitad sea Getxo y la
otra mitad Portugalete.
Así, de
la misma forma, existen semanarios, que ya, desaparecidos en el
tiempo, unían a ambos pueblos hermanos. Pero no solo a ellos, rezaba
la leyenda de presentación de aquella gacetilla que se llamó “El
Eco del Puerto” en la que se decía “...semanario defensor
de los intereses de los ayuntamientos de Baracaldo, Guecho,
Portugalete, Santurce y Sestao...”.
Aquel
semanario lo editaba una Sociedad que tenía su sede en la Calle del
Medio Nº 30 de Portugalete. Su edición impresa fue realizada por la
Imprenta de Mariano P. Escartín. Vio la luz el año 1903, del que se
publicaron al menos 12 números. Su director era D. José Mª de
Terán.
De su
lectura, de gran interés por la época y las noticias, se podían
recoger los siguientes sueltos: Con un !!Así se hace!!, en primer
lugar dedicaban la entrada de su primer número a felicitar al
entonces Alcalde de Getxo D. Jose de Zubiaga y Careaga, y a sus
compañeros de corporación, por el establecimiento de la vacuna
obligatoria contra la viruela (una de las plagas que más victimas ha
causado a la humanidad), y que gracias al insigne médico inglés D.
Eduardo Genner, en 1798 se obtendría la vacuna antivariolica.
Leemos
en aquel número: “...hay algo en los pueblos más sagrado
que sus propios intereses materiales, algo que su abandono no
supondría solo negligencia sino que podría considerarse como un
acto criminal. Este algo es todo aquello cuanto se halla relacionado
con su salud...”, !Casi resulta un reproche a los hechos
que hoy acontecen!.
Y es que
adelantándose al real decreto del 15 de Enero de 1903, el entonces
Alcalde de Getxo presentó una moción que en palabras del los
redactores de aquella gacetilla “...moción que bien pudiera
servir de modelo de conducta que en pro de la higiene y salubridad de
los vecindarios deben de seguir los Ayuntamientos...”.
En dicha
propuesta se establecía la gratuidad de la vacuna, así como la
obligación de llevar un libro de registro en el que se constatara la
fecha, edad y vecindad de cada uno de los vacunados y revacunados.
Como medio para animar al vecindario, se fijaba un sorteo, al termino
de la revacunación, en el que se adjudicaban 6 premios de 25 pesetas
cada uno. El numero del certificado de revacunación servía para
aquel sorteo.
El
tratamiento de la prensa de la época sobre la “plaga”,
hacía elocuente la gravedad de la misma, de la que afirmaban “...de
todas la epidemias la más dolorosa y repugnante es la viruela, que
se ceba en los tiernos niños, a quienes ciega o mata...”.
Incluso un semanario satírico madrileño “Gedeón”,
hablaba sobre la misma, haciendo chanza de Maura y sus acólitos.
En
aquella propuesta hablaba de la elocuencia de las cifras que,
mientras en el imperio alemán y debido a la vacuna, en 1890 solo se
habían registrado 58 defunciones; en Madrid en 1896 se produjeron
1607. Hablaba en la misma de la ayuda que para aquella campaña
podían prestar la sociedades existentes en el municipio, las cuales
enumeraba:
Casino
Algorteño, Casino de Las Arenas, Sociedad de Prácticos, Cofradía
de Mareantes, Sociedad Benéfico-Recreativa, Circulo Algorteño,
Sociedad de Socorros Mutuos Las Mercedes, Club Maritimo del Abra,
Solidaridad Algorteña y Solidaridad de Canteros La Aurora.
Finalmente
se animaba a los maestros a hacer propaganda entre los niños de las
escuelas para animarles a vacunarse.
Algunas
noticias más sobre Getxo se podían leer en aquel semanario que mas
adelante iremos viendo y que, debido al interés y a la proximidad de
nuestro pueblo hermano, he decidido traer a estas paginas.
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