viernes, 9 de marzo de 2012

CUANDO MONTEJURRA SE REVIVIO EN ALGORTA

El 9 de Mayo de 1976, se produjeron unos terribles y lamentables echos, “Asesinatos”, en Montejurra. En un ambiente de gran crispación política, el Partido Carlista habia convocado la subida anual a Montejurra, con el lema "Una cita para el pueblo". Al mismo estaban invitados tambien una veintena de partidos y organizaciones políticas.

Ese año, desgraciadamente, habria tambien otros participantes no inivitados por el Partido Carlista, los sectores ultraderechistas del carlismo, agrupados en torno a Sixto de Borbón-Parma, que pretendían neutralizar a la facción democratica del carlismo. 
 


Los incidentes tuvieron lugar primero en la parte baja del monte. Allí los participantes de la romería fueron atacados con piedras y otros objetos contundentes, siendo aquí donde tomaron parte fundamentalmente los mercenarios. La agresión culminó con un disparo efectuado por el falangista onubense José Luis Marín García-Verde, conocido como el hombre de la gabardina, resultando herido Aniano Jiménez Santos, que moriría varios días después.


Según la prensa de la epoca “Esos crímenes se ejecutaron en presencia y con la colaboración de las fuerzas de seguridad, sin que fueran detenidos los autores ni requisadas las armas empleadas”.

Según fuentes de Wikipedia “Fue el propio general de la Guardia Civil Jose Antonio Saenz de Santa Maria, en la fecha de los sucesos jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil quien antes de morir, reveló que fue el propio Estado el que, ante la evolución del carlismo, trató de crear un "contrapoder" alrededor de la figura de Sixto de Borbón, por medio del servicio de inteligencia SECED, (de acuerdo con el testimonio del general Sáenz de Santa María, el director de la Guardia Civil le habría manifestado que el plan era conocido y aprobado por el ministro de gobernación Manuel Fraga y por el entonces presidente Arias Navarro”.



En las fiestas del Puerto Viejo de Algorta del año 1976 se recordaron los sucesos de Montejurra por parte de alguna cuadrilla, la caracterización fue verdaderamente buena. Algunos de los participantes parecian verdaderos actores, se lo tomaron muy en serio, y alguno parecía un autentico matón de aquellos de mas triste recuerdo.


La gente joven siempre, en todas las fiestas, ha demostrado una imaginación y un sentido del humor, que sin perder el de la reivindicación, ha dado a las fiestas un espíritu de celebración sin perder los sentimientos y las preocupaciones populares. En estas fiestas del Puerto se vivieron muchas de estas reivindicaciones que poco a poco iré trayendo a este Bolg.


Muchos de aquellos jóvenes, hoy casi 36 años después, peinan canas y son sus hijos quienes mantienen la frescura de las fiestas. Pero el espíritu de aquellos días se mantiene, no solo por el recuerdo, sino porque un Pueblo vivo no olvida y mantiene la alegría y el sentido critico de los sucesos.


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