Con
estas entradas voy a realizar un repaso por la historia de la
actividad cetrera, referida al Tiro Pichón y más tarde al del tiro
al Plato, ligada a nuestro municipio.
Sé que estará incompleta,
pero es un apunte para cualquier aficionado que quiera completarla.
No descarto que más adelante siga ampliándola si consigo localizar
mas datos y testimonios de algunos de sus protagonistas.
La
afición cinegética en Bizkaia nace en forma asociativa de la mano
de los grandes personajes de la banca, navieros y financieros
bilbainos. En 1892 en los campos de Lamiako (Leioa), nacerá una
sociedad que sería denominada “Sociedad de Tiro Pichon de
Lamiaco”. Esta sociedad mantendrá su actividad en este
municipio, hasta la creación por parte de la “Sociedad de Terrenos
de Neguri”, del complejo deportivo que iba a recibir el nombre de
“Jolaseta”.
Sin
embargo, el “Tiro Pichón” tendría diferentes
localizaciones: desde la Vega de Lamiako, pasando por Jolaseta y
Fadura. Poco a poco iremos haciendo un recorrido por estos
asentamientos.
En los
inicios de lo que iba a ser el “Tiro Pichón”,
aparece la figura de Máximo Agirre Ugarte, uno de los personajes que
transformó la llamada “Vega de Lamiako”. Artífice
de los cambios que sufriría toda aquella zona de marismas, encauzó
los ríos Gobela y Udondo, comenzando a desecarlas y fijarlas. Y
acondicionó los terrenos de Areeta-Las Arenas, Pinueta y Romo para
su posterior urbanización.
Pero
sería tras la muerte de este personaje, en 1863, cuando vería la
luz, gracias a sus hijos, el primer complejo deportivo de aquella
zona. Aquellas instalaciones albergarían entre otras varios campos
de futbol, un hipódromo, una campo de polo y lo que nos trae hasta
esta entrada: un campo de “Tiro Pichón”.
En 1892,
la actividad de aquella sociedad, que nació a principios del Siglo
XIX, se recogía en las “Reglas del Tiro de Pichones”,
que se hallaba establecida en el Hipódromo de Lamiako. Aquellas
normas habían sido impresas en la Casa de Misericordia de Bilbao en
1892. Permitían entre otras cosas a los socios:
“...llevar
al lugar de tiro a personas ajenas a la Sociedad, abonando por día
2,50 pts., con la condición de no poder participar...”
“...las
poules o apuestas podían ser a varios pichones o a uno...”
“...cada
tirador que hubiera ganado en poules la suma de 250 pts., tendría
que retroceder medio metro; si la cantidad ganada era de 500 pts., un
metro; si la cantidad ganada era de 750 pts., metro y medio; y así
sucesivamente...”
“...el
calibre máximo autorizado era el 10, mientras que la cantidad de
polvora y plomo no tenía restricciones...”
“...el
tiro se realizaba a las voces de (Listo, Pájaro)...”
“...si
se mataba al pájaro antes de levantar vuelo (parado), se consideraba
tiro nulo...”
“...la
mayor distancia reglamentaría era de 30 metros...”
“...se
multaba a cualquier tirador, que tirara a cualquier ave de paso...”.
Aquella
sociedad estaba compuesta por una junta directiva en la que figuraban
personajes de la nobleza como Pedro de Mac-Mahon, comerciantes y
mineros como Juan Aburto, empresarios como Eduardo Aznar y Tutor,
Alfredo Gorbeña, Pedro Zubiría y el abogado Adolfo Urquijo-Ibarra,
entre otros . Entre los socios fundadores figuraban los anteriormente
citados, además de los hermanos Gabriel y Mariano Vilallonga. Su
presidente era D. José de Mendoza, (Ver fotografías
inferiores).
En 1984,
cambiarían de Junta Directiva, pasando a formar parte de la misma
las siguientes personas:
Presidente:
D. Domingo Arana.
Vicepresidente:
D. Rafael Alonso.
Directores
de Tiro: D. Ramón Coste y D. Carlos de Urcola.
Secretario:
D. Justo Ortiz de Somonte.
Tesorero:
D. Ignacio de Urcola.
A partir
del 3 de Marzo de 1894, decidieron llevar un libro de cuentas, en el
que se detallaban los gastos y productos de cada tirada. El
responsable de aquella contabilidad sería D. Santos Larrazábal. La
lista de socios fundadores que se había establecido inicialmente en
45 personas, y que había llegado a engrosar su número hasta 54,
sufrió de forma excepcional, un aumento, añadiéndose a aquella
lista los nombres de D. Nicanor Diego y D. Antonio Comyu. Acordaron
que en lo sucesivo aquella lista quedaba cerrada, con aquellas dos
últimas incorporaciones.
Se
habían recibido varias ofertas para la venta de cartuchos, por lo
que acordaron permitir la venta en campo de los mismos. Los señores
Arana y Urcola recibían amplias facultades para la compra de palomas
para tiro.
En Junio
de aquel año, se acordaba la compra de 1.000 pares de pichones al
Duque de Veragua y se contrató la compra de 2.000 pares de pichones
con el Sevillano D. Joaquin Gallego. Estos pichones eran para las
tiradas de los meses de Agosto y Septiembre. Por el arrendamiento de
aquel campo de tiro pagaban una renta anual de 500 pesetas.
En 1895,
el saldo de la sociedad era de 1.833,57 pts., los gastos ascendían a
257,25 pts., lo que les daba una liquidez de 1576,32 pesetas.
A partir
de aquella fecha decidieron realizar una tirada extraordinaria a 26
metros y a 5 pichones, con objeto de formar un grupo para posibles
competiciones a las que fueran invitados.
El 1 de
Agosto, se reunían en el “Club Náutico de Bilbao”
para celebrar las próximas fiestas. Al igual que en años
anteriores, se decidía celebrar dos tiradas, los días 22 y 23
(Jueves y Viernes) de aquel mes. Se estableció crear un premio para
cada día, uno corría a cargo de la Comisión (Objeto de Arte) y
otro de la sociedad consistente en 500 pesetas. El programa de
tiradas para aquellos días era el siguiente:
Para el
primer día 22 de Agosto, la tirada se iba a celebrar a las 16 horas,
y consistía en:
Primer
premio, consistente en una primera tirada, (tiro de prueba)
“Shooting-out”. A un pájaro, a una distancia del
handicap individual. La entrada al campo costaba 15 pesetas y la
matriculación 5 pesetas.
Segundo
premio, donado por la comisión, era a 8 pájaros, con tiradas a
diferentes distancias, 2 tiradas desde 23 metros, y otras tantas a
24, 25 y 26 metros. La entrada al campo costaba 30 pesetas y la
matriculación 15 pesetas.
Según
quedaran clasificados, el 1º obtendría el premio y el 40% de las
entradas, quedando para el segundo clasificado otro 40% de las
entradas.
La tira
del siguiente día (23) consistía básicamente en lo mismo que la
anterior, salvo que el primer premio tenia el atractivo de las 500
pts., en lugar de objeto de arte, y de la distancia para el que se
establecía el handicap excepcional de 26 metros. La subasta de
escopetas se realizó en el mismo campo de tiro.
En
Octubre de aquel año, las bajas en el palomar, hecho que adjudicaban
a las condiciones de abandono que tenia el palomar, culparon de ello
a su responsable, a quien apercibieron de expulsión si no cambiaba
de actitud, ya que había llevado a la muerte a 314 palomas y a la
perdida de otras 85. El responsable del palomar sería finalmente
despedido.
En 1898,
en una Junta Extraordinaria General celebrada en el Club Náutico de
Bilbao, ante el déficit de 350 pesetas que acumulaba la sociedad, y
a propuesta de la directiva, la asamblea de socios tomaría la
determinación de cobrar por primera vez una cuota a los socios.
Aquella cuota fue de 15 pesetas anuales. Tal era el malestar por la
situación económica, que a su vez se acordaba dar de baja a todo
aquel que no hiciera el abono de dicha cantidad.
En
aquella Junta aprovecharon para realizar el cambio de junta, quedando
compuesta por los siguientes socios:
Presidente:
D. Juan L. Ibarra.
Vicepresidente:
D. Maximo Coste.
Secretario:
D. Enrique Aguirre.
Tesorero:
D. Ignacio de Urcola.
Directores
de Tiro: D. Domingo de Arana y D. Ramón Coste.
En las
últimas asambleas se venía acordando agradecer a los señores Coste
y Aguirre la cesión desinteresada de los terrenos del campo de tiro.
En 1901,
el 31 de Diciembre, al comienzo de la Junta General, se daba a
conocer algunos cambios en la junta, debido al fallecimiento de D.
Máximo Coste. En ella la Junta proponía que debido al déficit
acumulado, fruto de los costes y de la falta de afición que en los
últimos tiempos arrastraba dicha actividad, prueba de ello era que
en el último año solo se habían realizado dos tiradas oficiales,
recomendaban el cese de la actividad.
Finalmente
se acordó, en aquella Junta general, dar por terminada la actividad
de lo que había sido hasta esa fecha la Sociedad “Tiro
Pichón de Lamiaco”, no sin antes proponer que todos los
enseres existentes (jaulas, caseta y jaulas de tiro), quedaran a
beneficio de los propietarios del terreno, que hasta esa fecha no
habían cobrado alquiler alguno.
El día
10 de Febrero de 1896 aparecía publicado en un documento interno la
lista de Socios Fundadores con los handicap alcanzados. Siendo el de
Ignacio de Urcola el máximo con una distancia de 26 metros.
Acompañaba a aquel documento una placa circular, con una estrella
roja de 5 puntas, anagrama de la extinta Sociedad “Tiro
Pichón de Lamiaco”, (Ver en la fotografía inferior
dicho documento).
En
agosto de 1906 se produjeron inundaciones que destrozaron las
instalaciones de Lamiako. El agua convirtió el campo en un barrizal.
En la
próxima entrada veremos la irrupción en esta afición cetrera de
“La Sociedad Venatoria de Vizcaya”.
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