Las
celebraciones de las fiestas de San Ignazio, las de Algorta, han
visto cambiar su escenario festivo a lo largo de los años, pero
siempre han conservado algunos de sus actos centrales.
Durante
el siglo XIX, el escenario de las fiestas era la zona del Castillo
(Usategi). En 1867 trasladándolas a la Avanzada, los vecinos
protestaron y las fiestas volvieron al Castillo. Ereaga era otra de
las zonas que tradicionalmente se ha venido utilizando como espacio
festivo por San Ignazio, en ella se celebraban todos los festejos
relacionados con astados, que se corrían en dicha playa,
fundamentalmente se trataba de toros embolados.
Durante
1884 dos eran los lugares de celebración, la playa de Ereaga para
los astados y juegos, y la plaza de San Ignacio para romerías y
fuegos de artificio. Los fuegos eran uno de los platos fuertes de las
fiestas. Juegos como los de “La
Samaritana y Cantaros”
se realizaban entre Calvetena y Mantequena, en la entonces calle
Mayor (Avenida Basagoiti); la primera estaba en el n.º 19 próxima a
Iturrieta (casa de Pachiquin Aldecoa junto a San Nikolas) y la
segunda en el n.º 30, cercana a la Plaza de Tellagorri, era una
tienda con cuadra.
Las
fiestas de San Ignazio de 1878 contaron con una iniciativa del
Ayuntamiento de Getxo, para fomentar las atracciones de cara a los
visitantes y hacer más grata la estancia de bañistas. En esos días
festivos que iban desde julio a agosto (San Nikolas), decidieron que
los domingos, por la tarde, tocara la charanga y el tamboril en el
Paseo de la Avanzada. Algorta contaba en ese año con 1564
habitantes. En ese año en la campa del Castillo se estaban
instalando los cañones de la batería, por lo que se trasladaron las
fiestas a la plaza de San Nikolas.
Las
fiestas de Algorta en 1886, fueron los días 31 de julio (San
Ignacio) y el 8 de agosto (Octava de San Ignacio). Iban a tener como
escenario la plaza de San Ignacio, con diversos jugos, fuegos
artificiales y asistencia de la banda de música y tamborileros,
imprescindibles en todas las fiestas, aunque también lo eran los
corros de acordeonistas ciegos. El “Casino
Algorteño”
era otro de los centros festivos con sus bailes, que la prensa
Bilbaína anunciaba.
Las
fiestas de julio de 1890 fueron las elegidas para la inauguración de
una plaza de toros construida en la localidad. Era de madera y
contaba con palcos, tabloncillos, tendidos de barrera y
contrabarrera, tenía cabida para unos dos mil quinientos
espectadores. Los artífices de aquella nueva atracción fueron
Manuel Eguia, Félix Viot, Pablo Arsuada, Juan José Bilbao y Juan
José Sarria.
Por
entonces tenían mucho arraigo las de San Nikolas, que ya en 1881
ofrecían entre los actos festivos regatas, novillos y fuegos de
artificio en la plaza del santo. La zona del Castillo era la que se
veía confirmada como lugar de celebraciones, el 27 de febrero de
1892, en el diario “El
Nervión”se
incluía un anuncio en el que se decía: “...En
la zona del Castillo donde se celebran las romerías...”
Aún no se había terminado la construcción de la iglesia de San
Ignacio (la bendición de la misma se efectuó el 21 de marzo de
1892), más tarde parte de las mismas pasarían a esa zona.
En
el siguiente siglo (XX), las actividades festivas: Toros embolados,
Banda de Música, los llamados “Tamborileros”,
las actuaciones de Aurreskularis, y las romerías, veían alternar
los espacios festivos entre la Plaza de Maria Cristina a la de San
Nikolas de Bari (también llamada de la Constitución), y las
Plazuelas de Florencio Larrondo y San Ignazio. La zona del Castillo
y la paya de Ereaga seguían apareciendo dentro de los espacios
festivos. El Criterium Ciclista “Circuito
de Getxo”,
la “Travesía
del Contramuelle de Arriluze”.
En 1903, algunos de los festejos que se celebraron durante las
repetición de San Ignazio, el día 9 de agosto, fueron el de los
“Ciegos inteligentes”, “Sopa boba” o las “Carreras de
andarines”; la romería se celebró en la plaza del santo.
Ya
avanzado el siglo las barracas en Ereaga empezaron a tener gran
relieve entre las atracciones de fiestas. En 1923 los concursos de
trajes de niños estaban de moda, y la banda de música de Galdakano
acudía a Algorta para amenizar las romerías.
El
“Circuito
de Getxo”
ya causaba furor entre los aficionados al ciclismo, se celebraba su
VIII
edición (ver fotografía superior), de 1934 podemos ver el paso de
los ciclistas por el “Puente
Peligro”.
En 1935 el Circuito de Getxo seguía arrastrando aficionados al paso
de los ciclistas por Ereaga y Txomintxu (ver fotografía inferior).
Uno
de los festejos que ha ido perdurando en el tiempo es la “Tamborrada”
(bajada a Eeraga) que recorrería las calles de Algorta desde cuatro
caminos hasta Txomintxu, y que ya era recogida en el programa de
fiestas de 1935.
Los
hoteles, fondas y las casas particulares venían a mejorar la oferta
para nuestros visitantes. Entre ellos estaban la nueva fonda de las
Elorrianas, titulada “La
Buena Vista”;
la “Fonda
San Ignazio”
de Miguel Uria, el “Hotel
de Justo Ugarte”,
el “Hotel
Eguia”.
Los medios de comunicación Tranvía y Ferrocarril acercaban a gentes
de poblaciones cercanas ávidas de fiesta.
Es
esta una pequeña vista por las fiestas de San Ignacio y sus espacios
festivos, que nos trae hasta las actuales, en las que algunos
festejos y localizaciones vuelven a repetirse, Ereaga, Avenida
Basagoiti y Plaza de San Nikolas son alguno de ellos.
“Eraso
sexistarik
Gabeko
Jaien Alde”
“Por
unas fiestas libres
de
agresiones sexistas”
!ONDO
PASA
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