A lo
largo de la geografía de Getxo han existido molinos, la mayor parte
de ellos en la cuenca del rio Gobela, dedicados a la molienda de
grano. Entre los tipos de molinos que existieron algunos lo fueron de
Viento, otros hidráulicos, de vapor, he incluso alguno eléctrico.
Entre
los que la fuerza motriz, para su accionamiento, era el agua, en la
cuenca del Gobela, caben destacar los Molinos de: Arbabarre,
Mimenaga, Bolunzarreta e Ibarrakoerrota, Kukullaga-bekoa, Ibatao,
Errotatxu. Otros tres considerados de viento fueron los de Aixerrota,
Axpikorta y el de Esacerrota en Las Arenas, aunque este último, a
juzgar por los datos de los expedientes del Archivo Foral de Bizkaia,
lo era de vapor.
Pero
existió otro, este de accionamiento eléctrico, que es del que
trataré en esta entrada, y que estuvo situado en el N.º 13 de la
calle Santa Eugenia de Romo.
Dentro
de las iniciativas industriales para ayuda a la ganadería se han
sucedido en nuestro municipio. Una de ellas fue la protagonizada en
1929, por Román Ausín, vecino de la calle Santa Eugenia Nº 13, que
el 12 de enero de ese año se dirigía al Consistorio argumentando lo
siguiente: “...En
mi criterio hay en Bizkaia una considerable necesidad de aumentar los
productos derivados de la ganadería y avicultura para lograr mayores
rendimientos en la producción de carne y huevos. Bizkaia cuenta con
100.000 cabezas de ganado vacuno y una cantidad importante de aves,
dándose el caso de que hay que importar leche y huevos de las
provincias limítrofes, menos rica que ella en ganadería, por lo que
parece lógico que hubiera que mejorar la alimentación de la
cabaña...”
Y ponía como ejemplo dos razas de vacuno, la “Kolrain
Fridenrne Bees”
que durante el periodo de un año había dado 35.087 libras de leche
y 1.387 de manteca, y la “Segis
Pietertje Prospest”
que produjo en un año la cantidad de 16.440 libras de leche y 646 de
manteca. En aquella época la producción de productos lácteos
superaba en el estado español a la del resto de los países de
Europa.
Eso
motivó que se animara a la instalación de un Molino eléctrico de 5
H.P. de fuerza para la molduración de piensos y la preparación de
compuestos para la cabaña ganadera y avícola. Deseaba instalar
aquel molino en la planta baja del antedicho edificio, que era
propiedad del vecino de Romo Emilio González. La estancia era un
almacén de siete por siete metros y medio de superficie, lindaba a
su izquierda con la propiedad de Juan Arteche y a la derecha de José
Lecertua.
A
pesar de que ese tipo de industria estaba incluida entre la primera
clase incomoda por el ruido que generaba, recibió la autorización
para su instalación el 15 de febrero de 1929.
Hasta
aquí, una pequeña historia sobre una de las industrias que se
crearon, a principio del siglo XX, en la Vega de Santa Eugenia
(Romo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario