viernes, 23 de enero de 2015

LOS INTENTOS DE SEGREGACIÓN DE AREETA-LAS ARENAS y -III-


Continuando con las ansias secesionistas del barrio de Areeta-Las Arenas, hoy traigo a estas paginas los hechos que acontecieron a partir de principios del Siglo XX.

Aquella marejada tuvo su continuidad, ya que el 10 de julio de 1905 aparecía insertado en “El Noticiero Bilbaino”, el siguiente acuerdo municipal, referido a la posible “Segregación de Las Arenas”, y que citaba la consulta que había realizado a la “Excelentísima Diputación de Vizcaya”, la cual empezaba así: “...Si acontecimientos de importancia y gravedad indiscutibles no amenazaran interrumpir la labor administrativa..., ciertamente que no había de molestar la atención de V. E....,...rogándole que en aras de la paz que es base de todo progreso...”. Quedaba claro con el encabezamiento que el Alcalde interino de Getxo Francisco Libano, expresaba con contundencia la gravedad de aquella posible decisión que iba a afectar al Municipio de Getxo.
 
No obstante, el consistorio recordaba a raíz de aquellos hechos, se había producido el nombramiento de una Junta de Reformas compuesta por el segundo teniente de alcalde, el arquitecto municipal, dos señores de la Junta de Reformas que hizo la solicitud el 4 de Mayo y otros dos miembros, también propietarios, no pertenecientes a dicha junta. Motivaba aquel nombramiento por que: “...no todos en Las Arenas estaban conformes con las mejoras propuestas por la citada Junta de Reformas, pues había en el barrio quienes no se cansaban de decir que se daba excesiva preferencia a la zona de Santa Ana, con prejuicio de la populosa zona central...”. 
 
Seguía aquel escrito explicando que pese a la voluntad del consistorio por realizar a la mayor brevedad aquellas reformas, acortando los tiempos dentro de lo legalmente posible, se debían de cumplimentar las condiciones de proyecto, contratación y difusión pública establecidas por la Ley. Lo que impedía salvo en el caso de algunos proyectos ya avanzados, a retrasar hasta el próximo verano parte de aquellas obras, por ser esta la época adecuada para la realización de aquellos trabajos. 

 
El Ayuntamiento exponía que: “..se suponía que siendo los solicitantes, personas ilustradas, bastaba con apuntar la imposibilidad de tramitar los expedientes con la rapidez necesaria para que las obras se ejecutasen en este verano...”. Al parecer, según el consistorio, las obras proyectadas tenían que ser objeto de un presupuesto adicional, que, según ley articulo 142 de la Ley municipal, especificaba que: “...los presupuestos extraordinarios se formaban y tramitaban por el mismo procedimiento determinado para los ordinarios , y que para realizar todo esto es necesario tiempo...”. Continuaban con un tono ciertamente irónico, desgajando los motivos legales y técnicos que impedían realizar las obras aquel verano. Lo que al parecer se había interpretado en el sentido equivocado de “dar largas”; alegaba otras aviesas interpretaciones como que las reformas que se iban a incluir en los próximos presupuestos, había quien las interpretaba como que: “...no se admiten las cantidades ofrecidas para el empréstito, y que las mismas se harán a paso de carreta con recursos ordinarios...”. Al enterarse del contenido del oficio llevó al Sr. Adolfo G. Urquijo a exclamar: “...!!Se impone la desanexión de Las Arenas!!...”; aquellas palabras causaron estupor en el Ayuntamiento, sus propias palabras aclaraban aquel estado de animo: “...!!Estupefacto quedó el Ayuntamiento al enterarse de que sin motivo que lo justifique se haya dado ese grito separatista!!...”. 
 
Sin embargo de todas aquellas “maquinaciones”, lo que más llamaba la atención al consistorio de Getxo era que, se había enterado por la prensa que: “...la Junta o reunión en la que se pidió la Segregación se había realizado en el Palacio Provincial de Vizcaya...,...que fue presidida por el citado Sr. Urquijo...”. !!LAS ESPADAS SEGUÍAN EN ALTO!!

 
Y el Ayuntamiento de Getxo decía en aquel pronunciamiento “...todo lo que después del estudio se conceda a Las Arenas podrá entenderse como señal de debilidad...”. No obstante el consistorio se comprometía, dando su solemne palabra a: “...estudiar lo que reclame el interés del barrio y de incluir en el presupuesto ordinario la cantidad necesaria para ejecutar las mejoras...”. Aceptaba que las circunstancias se antojaban difíciles, reflexionaba públicamente !!El Ayuntamiento no debe aparecer débil ni debe ser informal!!, y se preguntaba ¿Qué hacer?. 
 
¿Qué hacer?, vieja pregunta, ¿Hay que decir lo que existe, reconocer la verdad?. Parece sacada, por la época, de una reflexión de un viejo revolucionario. Aquel Ayuntamiento siguió preguntándose en público: “...¿De continuar los trabajos separatistas la Excelentisima Diputación, resolverá el expediente de segregación?...,...¿al frente de esa Excelentísima Diputación seguirá la misma personalidad que preside y dirige el movimiento de segregación?...”. Y preguntaba al Diputado General “...¿No dejara V. E. de reconocer que no se trata de una segregación vulgar y corriente?...”, y exclamaba: “...!!Ya que, Guecho no es un pueblo insignificante, por sus ingresos se halla en cuarto lugar entre los de Vizcaya, despues de Bilbao, Baracaldo y Sestao!!...”.
Finalizaba afirmando: “...El Ayuntamiento de Guecho quiere escribir la última pagina de su historia, si es que verdaderamente ha llegado la hora de escribirla, con la misma dignidad que ha escrito las demás...”, le pedía que le aconsejara sobre los pasos a dar. Y finalizaba con dos preguntas: “...¿Debe el Ayuntamiento de Guecho el estudio de las reformas solicitadas, haciendo caso omiso de las amenazas?...,...¿Debe por el contrario suspender todo procedimiento hasta que situaciones más despejaas permitan ver con claridad el aspecto que ofrece el problema?...”. Y finalizaba con una pregunta envenenada para el Diputado General: “...Planteado el dilema, la Excelentísima Diputación por patriotismo y en evitación de que la vida municipal se convierta en una lucha de represalias, ¿No negará al Ayuntamiento su sabio consejo?...”. 

 
El 17 de julio se recibía la contestación, que en este caso también era “dar largas” y no definirse en la pugna, que también era definirse. Afortunadamente aquella segregación no se llegó a producir y hoy nuestro barrio junto a los de Algorta, Romo, Neguri y Getxo forma parte de nuestro municipio. Pero la pregunta sigue en alto ¿Hay que decir lo que existe, reconocer la verdad?, en definitiva atender a los ciudadanos en sus legitimas demandas. Con este articulo, que complementa a los anteriormente publicados en este Blog, doy por terminado este tema, salvo que revisando archivos aparezcan nuevos datos, que nos aclaren y de más luz a esa pequeña revolución, que tendría muchas componentes, tanto personales como reivindicativas del barrio afectado.

1 comentario:

  1. muchisima gente desconoce todo esto...............

    sarrikobasoa

    ResponderEliminar