Continuando
con las ansias secesionistas del barrio de Areeta-Las Arenas, hoy
traigo a estas paginas los hechos que acontecieron a partir de
principios del Siglo XX.
Aquella
marejada tuvo su continuidad, ya que el 10 de julio de 1905 aparecía
insertado en “El Noticiero Bilbaino”, el siguiente
acuerdo municipal, referido a la posible “Segregación de Las
Arenas”, y que citaba la consulta que había realizado a la
“Excelentísima Diputación de Vizcaya”, la cual
empezaba así: “...Si acontecimientos de importancia y
gravedad indiscutibles no amenazaran interrumpir la labor
administrativa..., ciertamente que no había de
molestar la atención de V. E....,...rogándole que en
aras de la paz que es base de todo progreso...”. Quedaba
claro con el encabezamiento que el Alcalde interino de Getxo
Francisco Libano, expresaba con contundencia la gravedad de aquella
posible decisión que iba a afectar al Municipio de Getxo.
No
obstante, el consistorio recordaba a raíz de aquellos hechos, se
había producido el nombramiento de una Junta de Reformas compuesta
por el segundo teniente de alcalde, el arquitecto municipal, dos
señores de la Junta de Reformas que hizo la solicitud el 4 de Mayo y
otros dos miembros, también propietarios, no pertenecientes a dicha
junta. Motivaba aquel nombramiento por que: “...no todos en
Las Arenas estaban conformes con las mejoras propuestas por la citada
Junta de Reformas, pues había en el barrio quienes no se cansaban de
decir que se daba excesiva preferencia a la zona de Santa Ana, con
prejuicio de la populosa zona central...”.
Seguía
aquel escrito explicando que pese a la voluntad del consistorio por
realizar a la mayor brevedad aquellas reformas, acortando los tiempos
dentro de lo legalmente posible, se debían de cumplimentar las
condiciones de proyecto, contratación y difusión pública
establecidas por la Ley. Lo que impedía salvo en el caso de algunos
proyectos ya avanzados, a retrasar hasta el próximo verano parte de
aquellas obras, por ser esta la época adecuada para la realización
de aquellos trabajos.
El
Ayuntamiento exponía que: “..se suponía que siendo los
solicitantes, personas ilustradas, bastaba con apuntar la
imposibilidad de tramitar los expedientes con la rapidez necesaria
para que las obras se ejecutasen en este verano...”. Al
parecer, según el consistorio, las obras proyectadas tenían que ser
objeto de un presupuesto adicional, que, según ley articulo 142 de
la Ley municipal, especificaba que: “...los presupuestos
extraordinarios se formaban y tramitaban por el mismo procedimiento
determinado para los ordinarios , y que para realizar todo esto es
necesario tiempo...”. Continuaban con un tono ciertamente
irónico, desgajando los motivos legales y técnicos que impedían
realizar las obras aquel verano. Lo que al parecer se había
interpretado en el sentido equivocado de “dar largas”;
alegaba otras aviesas interpretaciones como que las reformas que se
iban a incluir en los próximos presupuestos, había quien las
interpretaba como que: “...no se admiten las cantidades
ofrecidas para el empréstito, y que las mismas se harán a paso de
carreta con recursos ordinarios...”. Al enterarse del
contenido del oficio llevó al Sr. Adolfo G. Urquijo a exclamar:
“...!!Se impone la desanexión de Las Arenas!!...”;
aquellas palabras causaron estupor en el Ayuntamiento, sus propias
palabras aclaraban aquel estado de animo: “...!!Estupefacto
quedó el Ayuntamiento al enterarse de que sin motivo que lo
justifique se haya dado ese grito separatista!!...”.
Sin
embargo de todas aquellas “maquinaciones”, lo que
más llamaba la atención al consistorio de Getxo era que, se había
enterado por la prensa que: “...la Junta o reunión en la que
se pidió la Segregación se había realizado en el Palacio
Provincial de Vizcaya...,...que fue presidida por el
citado Sr. Urquijo...”. !!LAS ESPADAS SEGUÍAN EN
ALTO!!.
Y el
Ayuntamiento de Getxo decía en aquel pronunciamiento “...todo
lo que después del estudio se conceda a Las Arenas podrá entenderse
como señal de debilidad...”. No obstante el consistorio se
comprometía, dando su solemne palabra a: “...estudiar lo que
reclame el interés del barrio y de incluir en el presupuesto
ordinario la cantidad necesaria para ejecutar las mejoras...”.
Aceptaba que las circunstancias se antojaban difíciles, reflexionaba
públicamente !!El Ayuntamiento no debe aparecer débil ni debe ser
informal!!, y se preguntaba ¿Qué hacer?.
¿Qué
hacer?, vieja pregunta, ¿Hay que decir lo que existe, reconocer la
verdad?. Parece sacada, por la época, de una reflexión de un viejo
revolucionario. Aquel Ayuntamiento siguió preguntándose en público:
“...¿De continuar los trabajos separatistas la Excelentisima
Diputación, resolverá el expediente de segregación?...,...¿al
frente de esa Excelentísima Diputación seguirá la misma
personalidad que preside y dirige el movimiento de segregación?...”.
Y preguntaba al Diputado General “...¿No dejara V. E. de
reconocer que no se trata de una segregación vulgar y
corriente?...”, y exclamaba: “...!!Ya que, Guecho
no es un pueblo insignificante, por sus ingresos se halla en cuarto
lugar entre los de Vizcaya, despues de Bilbao, Baracaldo y
Sestao!!...”.
Finalizaba
afirmando: “...El Ayuntamiento de Guecho quiere escribir la
última pagina de su historia, si es que verdaderamente ha llegado la
hora de escribirla, con la misma dignidad que ha escrito las
demás...”, le pedía que le aconsejara sobre los pasos a
dar. Y finalizaba con dos preguntas: “...¿Debe el
Ayuntamiento de Guecho el estudio de las reformas solicitadas,
haciendo caso omiso de las amenazas?...,...¿Debe por
el contrario suspender todo procedimiento hasta que situaciones más
despejaas permitan ver con claridad el aspecto que ofrece el
problema?...”. Y finalizaba con una pregunta envenenada
para el Diputado General: “...Planteado el dilema, la
Excelentísima Diputación por patriotismo y en evitación de que la
vida municipal se convierta en una lucha de represalias, ¿No negará
al Ayuntamiento su sabio consejo?...”.
El 17 de
julio se recibía la contestación, que en este caso también era
“dar largas” y no definirse en la pugna, que
también era definirse. Afortunadamente aquella segregación no se
llegó a producir y hoy nuestro barrio junto a los de Algorta, Romo,
Neguri y Getxo forma parte de nuestro municipio. Pero la pregunta
sigue en alto ¿Hay que decir lo que existe, reconocer la verdad?,
en definitiva atender a los ciudadanos en sus legitimas demandas. Con
este articulo, que complementa a los anteriormente publicados en
este Blog, doy por terminado este tema, salvo que revisando archivos
aparezcan nuevos datos, que nos aclaren y de más luz a esa pequeña
revolución, que tendría muchas componentes, tanto personales como
reivindicativas del barrio afectado.
muchisima gente desconoce todo esto...............
ResponderEliminarsarrikobasoa