miércoles, 5 de noviembre de 2014

MUELLE DE LAS ARENAS, LA CALLE DEL TRANVIA


Muelle de Las Arenas, la calle del tranvía, ese barrio tan querido para mi, no en vano en el nací, del que al hablar sobre sus arenales, el que fuera literato encartado D. Antonio de Trueba conocido como “Antón el de los Cantares” dijera en Agosto de 1882: “...donde estrechándose el Abra se convierte en ria o canal...,...esta Las Arenas, hermosa barriada perteneciente a la república de Guecho...,...hace veinte años no había en Las Arenas más que dos o tres edificios, y aquella llanura era toda arenales y dunas sin ninguna vegetación. Hoy la cubren bosques y jardines frondosos, entre los que se alzan multitud de lindos y suntuosos edificios...”.

He vuelto a pensar en su tranvía, ¿Cuantas generaciones conocieron aquel muelle, cuantos viajeros que pasaban sus vacaciones en el cercano Hotel Antolín, subieron y bajaron del mismo, cuantos vecinos del barrio de Areeta-Las Arenas, se trasladaron hacia sus puestos de trabajo en aquella vieja diligencia de hierro, cuantos se dijeron adiós al pie del mismo?.

¿Como eran, donde estaban?, esas preguntas que me han ido repitiendo a través de las fotografías que he ido publicando, ya tienen respuesta. Lo he tenido a la vista, pero no disponía de un documento que la avalara, ahora que lo he podido leer, que he visto sus planos, traigo a estas paginas una pequeña historia de aquellas cocheras.


Sobre sus funcionamiento, sus horarios y precios ya hable en mi entrada del 30 de Abril del 2014 “Tranvía Eléctrico Bilbao-Getxo en 1898”. Así que antes de empezar, solo recordar los tiempos de su historia: (1871 Se presenta el proyecto del Tranvía de Bilbao a Areeta-Las Arenas); (1872 se construye una linea de tranvía por tracción animal, por caballos, que comunicaba Bilbao con Las Arenas); (1875 se ampliaría el servicio hasta Algorta, en 1876 debido al aumento de veraneantes, se creó un tranvía tirado por caballos, discurría desde la Avanzada, por el Camino Real, hasta la plaza de San Nikolas); (1887 Electrificación de la línea); (1896 se construyen las cocheras del tranvía en Areeta-Las Arenas).

Y es en este último año donde arranca este relato. La “Sociedad Colectiva Amann y Cia” de la que Jose Ignacio Amann era Director Gerente, el 29 de Abril de 1896 solicita permiso para la construcción, para el tranvía eléctrico, de una nueva cochera y edificio destinado a habitación del personal, en el mismo terreno en el que se encontraban las cocheras antiguas. El 30 de Abril de aquel año el consistorio decidía pedir un informe al arquitecto municipal, informe que de forma afirmativa el Arquitecto Municipal D. Alfredo Acebal tramitaba el 18 de Mayo del mismo año.


Aquellas cocheras iban a estar emplazadas en el que en su día fuera “Muelle de Las Arenas”, actual muelle de “Evaristo de Churruca”. Estaban detrás del “Hotel Antolin”, que se hallaba enclavado en la entonces llamada “Plazuela” actual “Puente Zubia Plaza”. Aquel edificio fue diseñado en 1896 por D. Fidel Iturria Bizkarrondo (1860-1922), autor entre otras obras municipales, del Ayuntamiento de Getxo, proyectado en 1917, obra que terminaría en 1928 el arquitecto Manuel María de Smith e Ibarra.

Se encontraba en un largo paseo, que estaba dispuesto por una zona de muelle (zona peatonal), la cual separaba mediante un murete la de carretera, por la que transitaba el tranvía, Esta última zona tras pasar el edificio, daba lugar a un paseo ajardinado que avanzaba hacia Churruca, el cual se hallaba, al igual que la Plazuela, protegido del viento por un arbolado de plátanos. Su fachada principal miraba a la ría, a su izquierda se hallaban las cocheras, a la derecha del conjunto estaba el edificio de oficinas, cuya fachada esta adosada a la del Hotel Antolin (ver fotografía inferior). 

 
Disponía de cinco andenes, para alojar las unidades del tranvía, en su fachada lateral estaban dispuestos seis amplios ventanales, que permitían la entrada de la luz solar. El edificio de personal tenía un dormitorio comunal, provisto de cinco camas, dos dormitorios individuales, cocina con w.c. y una sala en la primera planta. En el bajo disponía de unas oficinas para el personal de servicio.

Aquel edificio de llamativo corte fue el albergue de aquellos tranvías eléctricos, que con su campanilla rompieron la monotonía de un barrio que empezaba a crecer, dejando atrás aquellos arenales, otro hora vacíos y solitarios. La calle del Tranvía y Las Arenas empezaban a escribir viejas historias, de las que nuestros padres fueron protagonistas. Algunos de estos datos están extraídos del expediente: 4659-10 del Archivo Municipal de Getxo.

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