Cuando
el otro día nos juntamos con Juantxu, que
poco podiamos imaginar que en breve alguno de nosotros no iba a poder
acudir a la próxima cita. No sabes lo que me cuesta esta despedida,
todas son duras, más si es la de alguien con quien uno ha
compartido, desde la más tierna infancia, juegos, aficiones,
militancia y esos momentos alegres y duros de la responsabilidad
asumida.
Si es
difícil despedir a un AMIGO, más lo es a quien, para mi, siempre
fue como un hermano. Que
poco sospechabamos que esa era la última vez que nos ibamos a poder
reunir, ya solo quedabamos los tres. Quizá ese
recuerdo nos sirva de despedida, esa comida que teníamos pendiente,
que dejábamos para cuando, quien ya sabes tú, se pusiera mejor, me
parece que la tendremos que posponer para cuando en el polvo de
estrellas volvamos a reunirnos.
Mañana
será un día duro. Recuerdo las despedidas de tu hermano José
Ignacio y la de Iñaki, !Qué mal lo pasamos! Creo que esta será más
dura, pero Juantxu y yo te acompañaremos en el último Agur. Solo
que esta vez no volveremos a quedar hasta el próximo día. Pero
el recuerdo de muchos días de lucha, miedos, confidencias, en suma
de AMISTAD perdudará en nuestras memorias. Ya solo
resta decirte con un nudo en la garganta !AGUR VALEN, SEKULA
BETIKO!.
Nunca le olvidaremos.
ResponderEliminarJoder Carlos, nos has conmovido! Que sepáis que habéis estado con él en sus últimos pensamientos! Eskerrik asko, ez dakigu nola eskertu egin diozun opari hau!
ResponderEliminarSe nos ha ido un grande..has sido una persona muy grande y con un humor único..t echaremos de menos..jamas le olvidaremos
ResponderEliminarValen y yo nos conocimos en la cárcel de Basauri, hace 39 años. Allí se fraguó una gran amistad. Juntos hemos vivido varias luchas sindicales y políticas y comido muchos pollos. Simpático, servicial y aficionado a su familia, al Athletic, a la Virgen de Begoña, a Euskal Herria, a Romo, a los rotores, a la bici, a las paellas, a las fotos, al Gorbea, a pasear por el pueblo, a la Galea... Aunque no le gustaban los aviones, se fijaba en lo mucho que corrían.. cuando andábamos por Maria Cristina. Fué, como muchos de nosotros, un luchador, aunque en la carrera final ...le ganó al sprint, la muerte. Un abrazo inmenso a tí, Arantza, y a vosotros: Garikoitz, Zuberoa, Kimetz y Begoña. Goian bego, Valen, ikusi arte. (Ängel Fernández).
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