miércoles, 28 de mayo de 2014

LOS PARTIDOS BENÉFICOS DE GORDOS Y FLACOS



Como si de una película de Stan Laurel y Oliver Hardy (el Gordo y el Flaco) se tratara, pero en clave de humor y con fines benéficos, algunos “deportistas” de los diferentes barrios de Getxo, colaboraron para, a través de un día distendido, lleno de ocurrencias, dar su ayuda a diferentes centros benéficos locales. Y como la fórmula de aquellas películas, ofrecer algunos momentos divertidos y mágicos a sus vecinos. 
 
No fue esta la única ocurrencia benéfica, otras también fueron llevadas a la práctica a lo largo de los años, entre ellas algunas de las que ya he hablado en este Blog. Por ejemplo la que se llevó a cabo en 1928 para recaudar fondos a beneficio del Hospital-Hospicio en Igeretxe; también de las organizadas por la “Sociedad Bidebitarte” en Fadura. 
 
Pero esta modalidad de espectáculo benéfico fue desarrollada en los años 50-60 del Siglo XX, en los campos de Ibaiondo, Gobela y Fadura. No fue única en Bizkaia, ya que la misma se extendió por los diferentes pueblos de la provincia. Así en 1944 los hacía nuestro pueblo hermano Portugalete, siendo el Campo de San Roque testigo, de aquellos encuentros entre gordos y flacos. En 1948 el campo de las Llanas de Sestao sería escenario de otro de aquellos encuentros, iniciativa que correría a cargo de un grupo local de txikiteros, cuyos beneficios, al igual que el de otras localidades, se destinaban a cubrir algunas de las necesidades del asilo local. 


Algunos de aquellos partidos acostumbraban a jugarse el día de San José. Habitualmente se celebraban por la mañana, superando con creces los aforos de los campos. En algunos campos presentaban como imagen comercial una enorme botella de una marca determinada de mosto. 
 
Las diferencias en la báscula del conjunto de los equipos eran sustanciales, algunos de ellos daban pesos de asombro; gordos (1300 kg), flacos (498 kg). algunos de los denominados “gordos”, daban básculas que causaban asombro en la época (se estaba saliendo del racionamiento). Un delantero centro llego a dar 150 kilos en bascula. Las diferencias entre unos y otros se sucedían espectaculares, mientras que en un bando se alineaba un hermoso jugador de 125 kilos, en el otro un pequeño deportista de 1,30 de altura y tan solo 35 kilos de peso. Hubo algún caso en el que hubo que suspender el partido porque uno de los jugadores no dio el peso mínimo establecido (estaba a régimen). 
 
El espectáculo solía ser txirene desde la presentación de los equipos, hasta la de los asistentes (incluyendo masajistas y enfermería). El desarrollo del partido, lo era aún más. Ver desplazarse por el campo a aquellas enormes humanidades y sus tácticas futbolísticas, causaban el jolgorio de la grada. Las estampas eran de gran imaginación, como la barrera de gordos, que en los penaltis(ocupaban toda la portería), otros mas imaginativos idearon llevar un balón atado al pie, así llegaban a la línea de gol sin perder el esférico. Se repetían escenas hilarantes, como la anestesia a uno de los accidentados deportistas para practicarle una intervención de urgencia (por supuesto fingida). 

  
En 1953, un periódico madrileño, recogía la imagen de dos de aquellos antagónicos deportistas, un delgado Urruticoechea y un relleno Mugica (apodado Faruk -II-), en un encuentro celebrado en la Catedral Bilbaina. En el descanso del mismo se celebró un concurso de obesidad, dando Anselmo Martinez “Anselmin” 192,5 kilos (obviamente resultó ganador indiscutible). Las 100.000 pesetas recaudadas fueron a parar a la Casa de Misericoria. 
 
En la fotografía inferior se puede ver una imagen de uno de aquellos encuentros en el Campo de Ibaiondo. La alineación la formaban: 
 
En el equipo de los Gordos: Ramos, Orue, Rochil, Izaguirre, Zubiaur, Aresti, Yarritu, Jauregui, Rapha, Cubillos, Elorriaga, Landa y Sesúmaga. Su masajista fue Archanda. 

En el equipo de los Flacos: Sales, Cid, Pagola, Basañez, Calzada, Aurrecoechea, Elezcano, Bilbao, Zarraga, Álvarez, Echevarria y Echevarria. 
 
Su masajista fue Tulito. Arbitró Gumer Uriarte y los líneas fueron Ignacio Gana y Alfonso Uriarte, Presidentes de Caza y Pesca y del Lejona F.C., respectivamente.
Muchos de aquellos espectáculos benéficos duraron hasta entrados los años 60, poco a poco fueron decayendo, a medida que los nuevos gobernantes, fueron sistematizando las ayudas a aquellos centros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario