miércoles, 19 de marzo de 2014

LOS PRIMEROS PASOS DE LA CASA SOCIAL


La “Casa Social” de Areeta-Las Arenas, edificio del cual ya he hablado en varias entradas de mi Blog, “La Sociedad Ondarrak y Berantzagi de Areeta” (13-07-2012), “La larga sesión del Cine en Getxo -III-” (16-01-2013), “Programa de mano de la Casa Social de Las Arenas” (08-03-2013) y en la titulada “La Casa Social, el Euskera en el teatro” (12-03-2013). También hacía mención de ella en la entrada “Alberto San Cristobal-Arlotadas” (12-04-2013). 
 
Este edificio que forma parte de la historia de Areeta-Las Arenas, única sala de cine-teatro que permanece en pie de todas las que a lo largo de la historia del celuloide han existido en Getxo, ha recibido muchos nombres, unos oficiales y otros populares, “Casa Social Parroquial de Nuestra Señora de Las Mercedes”, “Teatro Cinema Social”, “Cine social”, “El Social”, fue fundado el 15 de Noviembre de 1.926, como casa social parroquial. La primera película de cine sonoro que se proyectó fue “Horizontes Perdidos” en 1.940. 

 
Por casualidad, desempolvando viejos legajos, en uno de esos expedientes guardados con mucho celo en los archivos forales, he localizado una pequeña joya de 1926. Se trata de un folleto de presentación del proyecto de la “Gran Casa Social Parroquial de Nuestra Señora de las Mercedes”, de Areeta-Las Arenas. En él se incluyen las cartas de apoyo al proyecto del Obispo de Gasteiz (Mons. Zacarías Martínez) y del Alcalde de Getxo (Luis de Urresti). 
 
En él realizan la presentación de aquel proyecto todos los estamentos eclesiásticos que formaban parte de la Parroquia de Las Mercedes. Entre los mismos se encontraban D. Manuel Escauriaza (Párroco), D. Joaquin Urigüen (Presidente de las Conferencias de San vicente de Paul), D. Emilio Zaballa (Presidente del Centro del Apostolado de la Oración), D. Adrian de Ugarte (Vicepresidente), D. Agustín Mutiozabal (Tesorero), D. Fermín Beraza y D. Luciano Bravo (Vocales) y D. Ignacio L. Alegria (Secretario). 
 
En la presentación del proyecto, exponían los objetivos que perseguía el mismo. Hacían referencia a un escrito de su párroco, redactado en su primer boletín parroquial “...vendrá la formación de la Juventud Católica Parroquial, donde se cobijarán todas las obras de la parroquia..., todo cuanto el calor de la parroquia vive...,incluyendo el grandioso salón de actos y Casa Cural...”.


Seguía aquella carta explicando los medios económicos con los que contaban “...no cuento con mas medios materiales que mil pesetas...,...!!diréis, y con razón, que vuestro párroco esta chiflado!!...”. Realizaba en él una curiosa alusión a su Jefe “...y quiera Él aumente de manera prodigiosa mi chifladura y sea de las contagiosas...,...el día que haya doscientos chiflados por y para el Amo, nuestros proyectos serán un hecho...”. 
 
En aquel folleto explicaban las características del edificio parroquial: 
 
En el alababan la majestuosidad de la fachada, de la que decían que “...en consonancia con el pueblo que la levanta...,...!!Si, Las Arenas, grande en todo, reclama y exige lo que ves!!...”. En la planta baja de aquel edificio iba un salón de actos con butacas plateas y palcos a todo confort para la época, con capacidad para 800 espectadores. Afirmaban que se realizarían espectáculos de teatro y cine, así como obras sociales católicas. También dispondrá de 5 salas donde “...la señoritas tendrán sus reuniones, sus ratos de solaz...”. 

 
Sobre el teatro iba el Centro Católico. Contaba con dos espaciosos salones, uno para los caballeros y otro para los jóvenes; sala de billares, de tresillo y gimnasio, además de biblioteca. Sobre aquel Centro estaba previsto que fuera la Casa Cural, con habitaciones para el clero parroquial, sacristán y conserje. 
 
En el folleto pedían dinero y exponían sus razones al barrio, “...¿Los que hemos hecho un gran campo de fut-bol, orgullo de nuestro pueblo...,...no podemos hacer los que no hay?...”. 

  
Hasta aquí he traído este folleto, que más tarde daría lugar a ese bello y solitario Salón Teatro, salón que tras el incendio de la Iglesia de Las Mercedes, durante el golpe de estado de 1936, sirvió de lugar de culto, hasta Septiembre de 1.944 en que se abrió sus puertas la nueva iglesia. Entonces el salón, arrendado por Emilio Beltrán, pasaría a ser un Teatro Cinema comercial hasta final de los años 70. Hoy es sede de la “Escuela de Música Andres Isasi”.

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