La “Casa
Social” de Areeta-Las Arenas, edificio del cual ya he
hablado en varias entradas de mi Blog, “La Sociedad Ondarrak
y Berantzagi de Areeta” (13-07-2012), “La larga
sesión del Cine en Getxo -III-” (16-01-2013), “Programa
de mano de la Casa Social de Las Arenas” (08-03-2013) y en
la titulada “La Casa Social, el Euskera en el teatro”
(12-03-2013). También hacía mención de ella en la entrada “Alberto
San Cristobal-Arlotadas” (12-04-2013).
Este
edificio que forma parte de la historia de Areeta-Las Arenas, única
sala de cine-teatro que permanece en pie de todas las que a lo largo
de la historia del celuloide han existido en Getxo, ha recibido
muchos nombres, unos oficiales y otros populares, “Casa
Social Parroquial de Nuestra Señora de Las Mercedes”,
“Teatro Cinema Social”, “Cine social”,
“El Social”, fue fundado el 15 de Noviembre de
1.926, como casa social parroquial. La primera película de cine
sonoro que se proyectó fue “Horizontes Perdidos”
en 1.940.
Por
casualidad, desempolvando viejos legajos, en uno de esos expedientes
guardados con mucho celo en los archivos forales, he localizado una
pequeña joya de 1926. Se trata de un folleto de presentación del
proyecto de la “Gran Casa Social Parroquial de Nuestra Señora
de las Mercedes”, de Areeta-Las Arenas. En él se incluyen
las cartas de apoyo al proyecto del Obispo de Gasteiz (Mons. Zacarías
Martínez) y del Alcalde de Getxo (Luis de Urresti).
En él
realizan la presentación de aquel proyecto todos los estamentos
eclesiásticos que formaban parte de la Parroquia de Las Mercedes.
Entre los mismos se encontraban D. Manuel Escauriaza (Párroco), D.
Joaquin Urigüen (Presidente de las Conferencias de San vicente de
Paul), D. Emilio Zaballa (Presidente del Centro del Apostolado de la
Oración), D. Adrian de Ugarte (Vicepresidente), D. Agustín
Mutiozabal (Tesorero), D. Fermín Beraza y D. Luciano Bravo (Vocales)
y D. Ignacio L. Alegria (Secretario).
En la
presentación del proyecto, exponían los objetivos que perseguía el
mismo. Hacían referencia a un escrito de su párroco, redactado en
su primer boletín parroquial “...vendrá la formación de la
Juventud Católica Parroquial, donde se cobijarán todas las obras de
la parroquia..., todo cuanto el calor de la parroquia
vive...,incluyendo el grandioso salón de actos y Casa Cural...”.
Seguía aquella carta explicando los medios económicos con los que
contaban “...no cuento con mas medios materiales que mil
pesetas...,...!!diréis, y con razón, que vuestro
párroco esta chiflado!!...”. Realizaba en él una curiosa
alusión a su Jefe “...y quiera Él aumente de manera
prodigiosa mi chifladura y sea de las contagiosas...,...el
día que haya doscientos chiflados por y para el Amo, nuestros
proyectos serán un hecho...”.
En aquel
folleto explicaban las características del edificio parroquial:
En el
alababan la majestuosidad de la fachada, de la que decían que “...en
consonancia con el pueblo que la levanta...,...!!Si,
Las Arenas, grande en todo, reclama y exige lo que ves!!...”.
En la planta baja de aquel edificio iba un salón de actos con
butacas plateas y palcos a todo confort para la época, con capacidad
para 800 espectadores. Afirmaban que se realizarían espectáculos de
teatro y cine, así como obras sociales católicas. También
dispondrá de 5 salas donde “...la señoritas tendrán sus
reuniones, sus ratos de solaz...”.
Sobre el
teatro iba el Centro Católico. Contaba con dos espaciosos salones,
uno para los caballeros y otro para los jóvenes; sala de billares,
de tresillo y gimnasio, además de biblioteca. Sobre aquel Centro
estaba previsto que fuera la Casa Cural, con habitaciones para el
clero parroquial, sacristán y conserje.
En el
folleto pedían dinero y exponían sus razones al barrio, “...¿Los
que hemos hecho un gran campo de fut-bol, orgullo de nuestro
pueblo...,...no podemos hacer los que no hay?...”.
Hasta
aquí he traído este folleto, que más tarde daría lugar a ese
bello y solitario Salón Teatro, salón que tras el incendio de la
Iglesia de Las Mercedes, durante el golpe de estado de 1936, sirvió
de lugar de culto, hasta Septiembre de 1.944 en que se abrió sus
puertas la nueva iglesia. Entonces el salón, arrendado por Emilio
Beltrán, pasaría a ser un Teatro Cinema comercial hasta final de
los años 70. Hoy es sede de la “Escuela de Música Andres
Isasi”.
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