Entre
los años 1917-1923 nuestros arrantzales importaron “Raba”,
producto procedente fundamentalmente de las huevas de bacalao en
salmuera, con el que se cebaban las aguas para la pesca. Este
producto era importado fundamentalmente de Noruega, aunque también
se importarían huevas de arenque de Inglaterra. Esta carnada no
estuvo exenta de circunstancias conflictivas, se vio influida por la
Primera Guerra Mundial (1914-1918), y los suministros tuvieron que
cambiar de producto, lo que en algún caso provocó la perdida del
mismo y la asunción por parte de la Diputación de la
responsabilidad de hacer frente a los pagos.
Para
situar el volumen de negocio que suponían las diferentes especies,
con las que trabajaba la pesquería bizkaína, los siguientes datos
estadísticos de 1911, nos ofrecen una idea de la importancia de la
pesca de la anchoa y sardina, tanto por su volumen, como por los
rendimientos económicos (ver cuadro inferior).
En Julio
de 1917, la Diputación de Gipuzkoa comisionó a D. Miguel Rivilla,
para realizar las gestiones tendentes a importar “Raba de
Bacalao” de los Países Escandinavos. Rivilla, enterado por
la prensa de que los pescadores bizkainos se habían dirigido a la
Diputación de Bizkaia, para que les fuera suministrada raba
procedente de aquel país escandinavo, se puso en contacto con la de
Bizkaia, a fin de intermediar también, para el suministro a los
pescadores bizkainos.
Aquel
comerciante era representante de la industria papelera gipuzkoana, y
a su vez fabricante de papel en Zegama (Gipuzkoa). Aprovechó sus
contactos para iniciar los trámites para los pescadores gipuzkoanos
y bizkainos de importación del producto anteriormente citado.
Se
esperaba su llegada a “Christiania” para el día 24
de aquel mes. Esta capital, que era lo que hoy conocemos como Oslo,
fue durante algunos años conocida en nuestro pais como “Christiania
o Cristianía” (1924-1878) y mas tarde “Kristiania”
de (1878 a 1924).
Se
esperaban con impaciencia sus noticias respecto a la cotización de
aquel producto, que según afirmaba era necesario para la pesca de la
sardina. Y se proponía fletar un barco en las costas noruegas para
traer pasta de madera, y en caso de llegar a un acuerdo, traer
también barriles de Raba.
Las
cofradías bizkaínas se dirigían el 3 de julio de 1917 a Geroge
Hawes, agente comercial de Terranova, en Alicante, para que les
orientara en el asunto referido. A su vez las cofradías de Bermeo,
Elantxobe, Lekeitio y Ondarroa (en Euskera) y la de Santurtzi (en
Castellano), se dirigían el 5 de Julio de 1917, al Presidente de las
cofradías de pescadores, informándole de las dificultades para
encontrar aquel producto. Y de que se habían puesto en contacto con
el anteriormente citado agente comercial, así como con el comisario
Regio de Canadá en Londres y el representante de la industria
papelera gipuzkoana Sr. Rivilla. La Diputación de Bizkaia, ante la
escasez del producto, solicitaba que se le pasara oferta para la
importación de 1.000 barriles de raba de bacalao.
El
anteriormente citado Sr. Hawes pasaba el 6 de Julio información
acerca de la dificultad para importar aquellas remesas, debido a la
negativa de los armadores de buques a fletar sus barcos para puertos
españoles, especialmente para los del Cantábrico. Y se ofrecía a
transportar bacalao desde Terranova junto a algunos barriles de raba,
en caso de poder conseguirla, a bordo de vapores españoles.
Los
Presidentes de la Cofradía de Pescadores San Pedro de Santurtzi
Sr. Domingo Romaña, de la Sociedad de Pescadores Santa Clara de
Bermeo Sr. Santos Inchaurraga y de Elantxobe Sr. Errapel
Foruria, se dirigían en julio, al Presidente de la Diputación de
Bizkaia, agradeciendo las gestiones encaminadas a la importación de
aquel producto tan escaso, como deseado. El presidente de la cofradía
de Bermeo, expresaba la angustiosa situación en que se hallaba la
flota bermeotarra.
Por otra
parte se recibía un Telefonema en el edificio de la Bolsa de Bilbao,
por parte del Sr. Rivilla, anunciando la llegada de un telegrama de
“Chistiania”, acerca de la importación de aquel
producto, en el que se decía “...exportación prohibida,
hago esfuerzos obtener licencia, indicar Diputaciones trabajar asunto
oficialmente. Espero cotizar dentro 8 días 1.000 barriles, he
comprado 144 barriles, embarcados vapor Santa Cruz. Coste 270 pesetas
barril...”.
No eran
estos hechos las únicas vicisitudes, que aquellos suministros
tuvieron. El día 14 de julio de 1917, el Presidente de las Cofradías
de Pescadores de Bizkaia, se dirigía al la Diputación, expresando
los siguiente:
El 14 de
julio de 1917, el presidente de las Cofradías de Pescadores de
Bizkaia, se dirigía a la Diputación, con un escrito en el cual
exponía que las cofradías se habían dirigido a la presidencia de
ellas, explicando lo que el Ministro de Marina Español les había
transmitido: “...el Gobierno Alemán, ponía en su
conocimiento, que los barcos pesqueros, no debían faenar a mas de 20
millas de la costa, pues de otro modo podían ocurrirles cosa
desagradables...”.
El
estado español en aquella época se encontraba internacionalmente
aislado tras la guerra de 1898, no perteneciendo ni a la “Entente
Cordiale ni a la Triple Alianza”.
Así que
los pescadores planteaban que en aquellas condiciones, no les era
posible dedicarse a la pesca del bonito, pesquería que se efectuaba
en aquella época del año. Y que por consiguiente tendrían que
dedicarse a la pesca de la sardina, faena que se podía realizar
dentro de aguas jurisdiccionales. Pero para realizar aquella pesca
necesitaban cebo (Raba), y no disponían existencia de la misma. Para
ello el Presidente de las Cofradías trató de gestionar cerca del
Gobierno, que las embarcaciones pudieran alejarse 20 millas de la
costa. Ademas de permitir la importación a la flota pesquera de
Bizkaia de la “Raba de Bacalao”. Advertía que el
gobierno Noruego había prohibido la exportación de aquel producto,
motivado por el conflicto bélico.
Indicaba
que de los 1.000 barriles necesarios, solo se habían podido embarcar
a bordo del vapor “Santa Cruz” 144 barriles, por lo
que solicitaba permiso para hacerse con una parte de aquella cantidad
para la flota Bizkaina.
En esas
condiciones empezaron a enviar solicitudes, al Presidente de la
Diputación de Bizkaia D. Ramón de la Sota, las diferentes
cofradías. La primera en realizar aquel pedido fue Portugalete, a
través de la “Sala de Ventas” de la empresa
“Palacio y Hueda”, que estaba situada en la calle
Manuel calvo Nº 13 y 14, quien solicitaba un total de 8 barriles,
dos por embarcación existente, o se verían en la necesidad de
amarrar, ya que solo les quedaba existencia para 4 ó 5 días,
firmaba aquella solicitud el día 19 de julio de 1917 D. Segundo de
Palacio.
Le
seguían las solicitudes de las cofradías de Bermeo, Lekeitio,
Ondarroa y Santurtzi. La de la “Cofradía de Mareantes de San
Nicolás” de Algorta (Getxo), llegaría firmada por D.
Martin Palacios, el 30 de Julio de aquel año. En ella advertía que
la cofradía solo contaba con un barril de raba, y solicitaban la
adjudicación de 4 barriles, para evitar tener que amarrar las
embarcaciones.
Las
cofradías contaban con la siguiente flota: Bermeo 48 embarcaciones,
Getxo 1, Lekeitio 11, Ondarroa 8, Portugalete 4 y Zierbana 13. La
Cofradía de San Nicolas de Algorta tenia, como he dicho, una sola
embarcación dedicada a la pesca de la sardina, la “Joven
Carmen”, que era propiedad de Juan Ardanza.
En la
próxima entrada iremos viendo las noticias alarmantes sobre aquel
producto y el encarecimiento del mismo, así como las soluciones que
se tuvieron que adoptar para que los arrantzales pudieran seguir
faenando. En ellos intervendría la Diputación de Bizkaia y su
Diputado General Sr. Sota.
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