En
alguna ocasión he mencionado en mis entradas a los Oblatos de Romo.
Fue una comunidad religiosa que estuvo situada en las casas de
“Remar”,
aproximadamente entre las calles Santa Eugenia, Urkizu y Alonso; se
estableció en nuestro barrio en 1.926.
Al
parecer la finca adquirida por los frailes Oblatos estuvo situada en
el lugar que anteriormente ocupó la “Fabrica
de Alfileres”
de Emiliano de la Escalera, en una finca entonces denominada “Villa
Julita”,
entre las fincas de Mathias Romo y Antonia Legorburu. En ella dicho
empresario inició la producción de alfileres de latón, hierro y
acero en 1906. Era un cobertizo rectangular, de una sola planta, que
disponía de un departamento en el que había instalada una cocina y
laboratorio.
Recordando
datos anteriores y tal como decía en mi entrada del 4 de diciembre
del 2011: “...El
Convento de los Padres Oblatos fue otro lugar de Romo que ya ha
desaparecido.
El
convento de los Oblatos fue también lugar de encuentro de los
vecinos de Romo y lugar de juego de los niños entre los años 50-60.
La finca de los Oblatos tenía el siguiente aspecto: a su entrada,
por la calle Santa Eugenia, y a la derecha se encontraba un amplio
frontón. En esa misma zona camino hacia la Capilla tenían un campo
de fútbol, testigo de encuentros entre vecinos y seminaristas. A la
izquierda del camino y tras un amplio arbolado se encontraban lo que
pudo ser en su día las cuadras o caballerizas.
En
estas cuadras los Oblatos solía celebrar, en una época del año,
una tómbola en la que sorteaban diversos objetos y exponían, cual
museo, piezas traídas de las misiones, fundamentalmente útiles de
los esquimales, dientes de foca, mandíbulas de pez espada, trajes de
iñuit, etc. Esta tómbola era muy visitada por todos los vecinos del
Barrio, hay que tener en cuenta que en esos tiempos, los lugares de
diversión eran escasos, aún no había empezado la tiranía de la
televisión.
Entrando
por el camino mencionado y al final del mismo, se hallaba una enorme
campana, objetivo por las noches de todos los niños del barrio. Era
una auténtica odisea el saltar la tapia que hacía el cierre de la
finca y tocar la campana, lo que provocaba la ira de los frailes y el
regocijo de los niños.
Para
dificultar el acceso a los niños, los frailes recibían con mortero
cachos de cristales, no obstante esto no era un problema para poder
acceder, ya que los niños golpeando con piedras los cristales
dejaban el acceso expedito. Tras esa campana estaba el edificio
conventual y la capilla, la cual tenia acceso por la entonces calle
General Echagúe (Hoy Urkizu)...”
Esta
entrada tiene por objeto ampliar la información respecto de esa
comunidad religiosa ya desaparecida en nuestro barrio que entonces se
llamó “Comunidad
religiosa de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada”.
Se abrió en lo que hoy es Romo, entonces pertenecía a Las Arenas.
Gracias a unos datos que me ha facilitado el “Secretariado
de la Provincia Mediterránea”
de su central en Madrid podemos saber que : “...La
fecha oficial de la inauguración fue el 21 de noviembre de 1926, con
el nombre de Casa de Noviciado “La Purísima”. Era el Noviciado,
o casa de formación para los aspirantes a la vida religiosa y
continuó con esta función hasta 1941.
La
finca ya existía antes de la llegada de los Oblatos que la
compraron. Se trataba de una granja avícola, con su correspondiente
casa. Estaba situada en el barrio de Romo.
La
casa no era grande, pero los Oblatos la ampliaron años más tarde.
La primera comunidad estuvo formada por el padre Vicente Blanco,
Superior y Maestro de novicios, el padre Manuel Muñiz, ecónomo y
confesor ordinario, el Hermano Bocos, cocinero y portero además de
siete novicios escolásticos y un novicio hermano.
Desde
1926 hasta 1941 fue Noviciado. Desde 1942 a 1959 fue
escuela-juniorado (seminario menor). La comunidad continuó hasta que
se cerró definitivamente en 1969, trasladándose al año siguiente a
una nueva casa en Leioa, tomando en 1974 la responsabilidad de la
parroquia de San Bartolomé…”
En
el diario bilbaíno “Euzkadi”
del 25 de noviembre de 1926 aparecía recogido en su octava pagina la
siguiente información: “...Nueva
comunidad religiosa. Han fijado su residencia en esta localidad,
tomando posesión de su magnífica finca, que hasta ahora ha sido
granja avícola, situada en la calle de Santa Eugenia, los reverendos
Padres Oblatos de María Inmaculada, cuya comunidad lleva el nombre
de Noviciado de la Purísima. El domingo, 21 del actual, tuvo lugar
la, bendición de la capilla de la nueva residencia, celebrando la
misa el virtuoso Sacerdote D. Manuel de Escauriaza, cura párroco de
Nuestra Señora de las Mercedes, durante la cual dio la comunión a
!as novicias. Celebrado el santo sacrificio de la misa, hubo
exposición privada del Santísimo. Terminó tan conmovedor acto
dando a los recién llegados la bienvenida…”
Aunque
esta entrada es corta, hasta que consiga nuevos datos, sirva para
situar algo de la historia de un convento de Romo, ya desaparecido,
que en los años 50 fue utilizado por el grupo “Zasi
Eskola”
como lugar para sus ensayos, y que también vio en sus instalaciones
la celebración de torneos de fútbol y pelota mano.
Mi familia perteneciente al bando perdedor en la Guerra Incivil y con un represaliado muerto, tiene mucho que agradecer a los Oblatos, pues a pesar de todos nuestros antecedentes, en la postguerra les dieron trabajo (lavar y coser la ropa de los frailes). Un recuerdo especial al Padre Anta.
ResponderEliminarGracias Karla por tus magnificos trabajos.
J.L.Alday
tenian granja de gallinas y vendian huevos, en esos tiempos ya llevaban el sello de los frailes como ahora viene la fecha de cadiucidad
ResponderEliminarHola yo David estuve en el colegio de los pp oblatos tengo 83años no sé si tendran alguna foto de año 1949 o 50
ResponderEliminarNo eran las casas de Remar, de hecho los oblatos seguían existiendo después de construidas dichas viviendas, yo lo recuerdo que estrené las de Remar. Estos estaban en la finca que ahora son las casas de Alonso y gobelaurre
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