Estos
datos, conseguidos gracias a la inestimable colaboración de Trino
Azkoitia, Joseba Santxo, Josu Landeta y Fredi Paia, son un simple
apunte de una historia mas importante, que Fredi supo recoger en su
libro “Uribe Kostako bertsolaritza (1900-1980)”, a
la que he tratado de añadir las impresiones locales de aquellos que
vivieron en primera persona ese apasionante mundo de la Bertsolaritza
en Getxo.
Como
decía en la anterior entrada relacionada con “La
improvisación espontánea (Los Bertsolaris)”, desde la
charla informal con varios de estos bertsolaris de Getxo, vamos a
adentrarnos en el nacimiento y el alma de estos trovadores del
Euskera. Veremos cómo fueron sus inicios, sus organizadores, sus
técnicas de preparación, un poco el bertsolarismo local por dentro.
En
Bizkaia, las escuelas mas antiguas de bertsolaris, son las de Gernika
(creada en la república por los Enbeita); la de Santutxu en 1979
(creada por Xabier Amuriza) y la de Algorta en 1980.
Al igual
que en el resto de Euskal Herria, en el pasado, los bertsolaris eran
hombres en el espacio público. A las mujeres (desde el Siglo XIV) no se les dejaba cantar
bertsos en público. En Getxo hay una mujer, de la época anterior al
Golpe de estado de 1936, Carolina Astika Zubiaguirre “La
Txandresa”,
quien recibió el bautismo el 19 de Noviembre de 1854 en Berango, y
vivió en el caserío “Perune”
de Getxo, de quien se dice que fue bertsolari (componía bertsos).
Todos coincidían en afirmar que era muy buena con las coplas, pero
que solo los cantaba en su baserri. Los bertsolaris de aquella época
que solían reunirse, unos en la taberna de Saratxaga (Norberto
Aurre, Anton Madariaga) y otros en la de Benancio (Enrique
Bidaurrazaga, Asensio Bidaurrazaga “Errotari”),
confirmaban esta versión.
Tras la
prohibición de todas las expresiones del euskera durante la
dictadura, empieza su recuperación a principios de los 50, primero
clandestinamente, en pisos particulares y en pequeños grupos. Los
niños empiezan a recibir su escolarización. Poco a poco el euskera
empieza a tomar los pueblos, las calles, van surgiendo las Ikastolas,
nacen la Ikastola Egun Sentia (Geroa) de Getxo (1959) y la Ikastola
San Nikolás de Algorta (1963). Y es en ese contexto como va a surgir
una iniciativa que llevaría el euskera a las plazas y calles
“Algortako Bertsolari Eskola” (Escuela de
Bertsolaris de Algorta ). También es obligado mencionar el trabajo
que desarrollan en Algorta y Getxo, en favor de la recuperación del
euskera, las Sociedades Itxas Gane e Itxas Argia.
Durante
las décadas de los 40 y 50, si bien muchos de los bertsolaris de la
etapa anterior no volvieron a cantar, si que hubo actividad tanto
clandestina como pública.
Los fundadores de la Escuela de Bertsolaris de Algorta: Los inicios de la escuela de Bertsolaris de Algorta se produce en 1980. La
fundan dos gipuzkoanos, venidos a vivir a Getxo, Andoni Iriondo
(Mendaro) y Trino Azkoitia (Azkoitia-1946). Fue Andoni, quien
sabiendo que Trino se estuvo preparando en la escuela de Santutxu
quien le planteo a este último:
“...y
por qué no preparamos en Algorta una escuela de bertsolaris...”
La respuesta fue inmediata “...!pues venga!, vamos a
crearla...”. Sus comienzos fueron en las Escuelas de
Zabala. Otra figura importante de aquel momento fue Xabier
Agirregomezkorta. Era un gran bertsozale. Al pertenecer a la junta de
la Ikastola de San Nikolas, fue el que les propuso pasar a dicha
ikastola.
Trino
daba clases de euskera en ellas, así que aprovecharon el local para
dar sus primeros pasos. Son sencillos. En ella ensayan grupos de
adultos, fundamentalmente de la cuadrilla del propio Iriondo (Gotzon
Garamendi, Kepa Goirigolzarri, y otros). Algunos de ellos estudiaban
en AEK. Sus días de ensayo eran los martes; la duración del ensayo
era, como comenta Trino, de forma jocosa, al ser una cuadrilla de
amigos “...entorno a una botella de vino, y duraba lo que
duraba la botella...”, eran de carácter informal aquellos
primeros ensayos. En cuanto a los profesores, no menos jocosamente,
comenta: “...los primeros profesores, sí merecemos la
categoría del titulo, fuimos Andoni y yo...”. En dichas
escuelas solo permanecerían durante el primer año.
Así,
tras esos breves ensayos, salían a cantar por los bares de la zona.
En el bar de Isidro lo harían de forma mas estable a partir del
segundo año. Para mucha gente era el día del encuentro con el
Euskera. A un municipio fundamentalmente erdeldun (castellano
hablante), se le habría la puerta del contacto con el euskera en la
calle. Y uno de los lugares de encuentro de aquellos bertsosales era
el “Bar Isidro de Algorta”, persona con mucha
sensibilidad euskaltzale. Era quien se encargaba de pedir silencio
para que los improvisadores pudieran cantar sus bertsos.
Él
aportaba a aquellas actuaciones algo de sustancia gastronómica, con
los pintxos, que de forma altruista, ofrecía a aquellos juglares del
euskera. Algunos más atrevidos lo definían como “...la
universidad del euskera...”, puesto que preparaban
ejercicios para desarrollar en aquel lugar de encuentro. Solían
acudir bertsolaris de la época Xabier Arriaga “Txiplas”
de Errigoiti, gentes de la escuela de Mungia, Ramón Bilbao “Traman”
de Lekeitio, Eusbio Roura “Eusebito” de Sopela.
Mas
tarde, en 1981, pasarían a la Ikastola San Nikolas de Algorta. En
sus comienzos, ya en San Nikolas, los grupos eran de adultos.
Gradualmente se irán incorporando gentes jóvenes de familias
euskaldunes de Algorta, fundamentalmente niños de dicha Ikastola.
Entre ellos las propias hijas de Andoni Iriondo, Nagore y Lerire
Iriondo, junto a entre otros, Iosu Amezaga.
La
llegada de Trino a Algorta, como el dice “...fue casi un
accidente. Haciendo la mili, tuve un compañero de Getxo, y por eso
me acerque hasta aquí...”, llegó a finales de los 70. A
pesar de no tener precedentes en la familia en el mundo del los
bertsos, se convertiría en un reputado bertsolari y mejor maestro de
bertsolaritza. Conoce a Andoni Iriondo en una Korrika, Trino estaba
en la escuela de bertsolaris de Santutxu, allí daba clases el
profesor de la UPV Jose Ramón Etxebarria, que fue quien les
presentó. Ese encuentro daría lugar a una amistad que perduró
hasta el fallecimiento de Andoni, y que supondría el inicio de la
escuela de bertsolaris de Algorta. A pesar que ambos eran
bertsolaris, nunca llegaron a actuar juntos.
En la
próxima entrada veremos los primeros pasos de la Escuela de
Bertsolaris de Algorta.
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